En los vértices del tiempo

Escuchando: Love Is Blindness (Trespassers William)

Hoy me he encontrado por la calle con gente abrigada. Profundamente abrigada. Abrigos y chaquetones dignos del mismísimo invierno. Vale que llueva, vale que el tiempo nos atormente… pero… sigue siendo Septiembre y hace bastante calor… Pero hay gente que decide que ya no es verano, da carpetazo y da igual lo que diga el termómetro: hemos cambiado de temporada. Hoy ya no hace bueno; y mañana, Navidad.

Algo parecido ocurre en Junio. En cuanto empieza a ver buen tiempo, la calle se convierte en una mezcla de personas con tiempo libre y atuendo veraniego, y de personas ocupadas que se niegan a reconocer que haga calor, que salga el sol, y mezclan trabajo o libros con jerseys, chaquetas y botas.

Al final, la temperatura, la estación y el clima son sensaciones subjetivas…

Yo, de momento, sigo en camiseta. Con paraguas, pero en camiseta…

Seguiremos informando…

K’s choice

Escuchando: Nowhere to go (Friends of Dean Martinez)

Ayer por la noche, a eso de las cinco de la mañana volvía a casa después de unas cuantas horas de lugares y situaciones comunes, y el cielo se iluminaba continuamente, en silencio, avisando de una inminente tormenta que, aunque aún estaba lejos, ya se dejaba notar…

Pero sí que debía de estar lejos, porque hasta hoy por la tarde no se ha acercado…

Es difícil resistirse a citar una vez más la canción de los Dire Straits. Aquí nunca llueve, solo diluvia. El ruido de la lluvia a traves de la persiana de mi habitación, junto a un trueno contínuo que lleva ronroneando más de una hora, compiten con el disco que estoy escuchando toda la tarde, como si fuese música para ascensores, pero sin ascensor. Y es una lucha peculiar, tromba de agua frente a sonidos hipnóticos con reminiscencias desérticas. Siempre me han gustado los contrastes…

Y así voy dejando pasar la tarde. Una tarde de domingo en la que si me llega un correo, es spam, y si me suena el móvil es que se han equivocado de número (no, no soy Lorena, lo siento). Como me siga creciendo el aburrimiento, a este paso voy acabar pidiendo información sobre esas fantásticas hipotecas o esos maravillosos medicamentos que tantas veces se empeñan en anunciarme, o dando conversación a alguien que no pregunta por mí.

Lo peor es que este domingo casero, gris y lento es el preludio de una semana que se prevé sin alicientes, aburrida, y demasiado ocupada con tareas por las que no me apetece preocuparme. Y de mientras voy pensando si el próximo fin de semana me voy con mis amigos a las fiestas de un pueblo, basadas en la ingesta y pringue de alcohol, o me quedo en Santander solo solísimo, pero descansando…

En fin… creo que dedicaré un rato a empezar un nuevo libro, que tengo unos cuantos esperándome. Kafka puede ser una buena elección…

Seguiremos informando…

Too late to re-stage the play

Escuchando: Script for a jester’s tear (Marillion)



Esto de escuchar música nueva tiene sus cosas… hay veces que no sé qué es lo que me voy a encontrar, o qué sorpresas me va a dar la siguiente canción…

Y claro, a veces hay sorpresas, unas agradables, otras desagradables, y otras inclasificables…

Hace un rato, escuchando un disco al azar de un grupo cualquiera, en una canción me ha parecido oír una palabra, un nombre… y por casualidades de la fonética, así era…

Una canción que en otro momento habría acabado grabada en un disco y viajando hasta quién sabe donde, o cambiando de manos antes de alguna película o de algún concierto…

De repente me he acordado de tardes, de gente, de números que he olvidado, que he borrado, pero que sé dónde buscar… y me han entrado ganas de ser curioso…

Pero no. Si era el bufón de aquel cuento, lo seré hasta al final. Final que creo que ya fue, a todo esto…

En fin: cosas mías…

bienvenidos… de nuevo

Escuchando: Polar (Tomorrow)



Pues sí… bienvenidos a mi nuevo weblog… o a mi weblog de siempre con un lavado de cara y de ubicación… se acabó eso de depender de servidores gratuitos, de opciones muy limitadas…

He cambiado de cuaderno, y éste es mío. Lo he hecho yo, cada página, el encuadernado, la etiqueta de la portada… todo artesanal…

Y además, este cuaderno es mejor que el viejo, que el prestao. En este cuaderno podéis escribir vosotros. Cada vez que yo suelte aquí una de mis parrafadas, podréis ver justo debajo un enlace para poner comentarios… lo que se os ocurra, desde vuestra opinión sobre mis tonterías hasta toda clase de halagos y/o improperios… está a vuestra entera disposición…

Hay algunos detalles más… he puesto enlaces con el críptico nombre de permalink… sirven para abrir el mensaje actual, con su dirección real (larga, pero real) para que aquel que quiera me pueda citar y enlazar…

Y… y… y no sé que más… como siempre que se llega a una casa nueva, hay mil detalles por comprobar y por decorar. Espero que funcione todo más o menos bien, y si no ya lo iré arreglando…

Seguiremos informando…

PD: Mi antiguo weblog sigue donde siempre. No voy a escribir más allí, pero ahí queda para el recuerdo…

Escrito el 04-09-2004


Este es el último mensaje que escribo en este weblog…



Vale, es cierto: me gustan las frases efectistas. Soy un publicista frustrado. Pero es totalmente cierto: cierro este weblog… o mejor dicho, me mudo. A partir de ahora, me podréis seguir leyendo directamente en mi página.


www.rortiz.net


o directamente en:


www.rortiz.net/weblog


De hecho, ya he escrito allí mi primer mensaje, así que… ¿a qué esperáis?


Gracias a los que habéis leído aquí… espero que lo sigáis haciendo allí…


Seguiremos informando…


 

Escrito el 03-09-2004

Después de las violentas y hogareñas tormentas de ayer, pensaba que ya se había acabado la temporada de voley-playa de este año…

Pero no. Esta tarde, después de pasar un rato por la Universidad (más que a trabajar, a hacer unas chapucillas en mi página, que estoy preparando algún cambio…) volvimos a montar la red, a estas alturas del verano ya sin problemas de sitio…

Y entre que empezamos un poco más tarde de lo habitual, y que se nos fue uniendo gente, la cosa acabó prácticamente de noche. Menos mal que en el desafío interdepartamental, nosotros pusimos la red, y los contrarios el balón fosforito. Detalle a agradecer a partir de cierta hora.

Al final: unos cuantos sets, muchas risas, alguna lesión, algún ex-profe jugando con nosotros y fin de fiesta habitual: cervecitas en el Cormorán (local que por cierto, tiene página web y es francamente horrorosa). La vuelta a casa, amenizada con música imposible, mezclando Dire Straits con Gigatrón.

Una tarde divertida.

Seguiremos informando.

Escrito el 02-09-2004

Hoy me he comprado la Rock de Lux de septiembre, y dedican una página a los Conciertos del Nuevo Milenio de Santiago, así que un mes y medio después es momento de volver a recordar aquel viernes glorioso, y comprobar si mi opinión coincide con la del crítico de la revista…

Antes de leerlo, ya intuía que sí. Porque la crítica de todo el festival lleva por título «San Robert Smith»

De los conciertos del jueves, pone bastante mal a The Darkness, bien a Iggy, muy bien a Massive Attack, y The Chemical Brothers parece que no entran en su órbita de grupos preferidos (un desarrollo irregular que no supo convencer a quien no tuviese química en el cuerpo)

Pasemos al viernes, el día que estuve yo. Starsailor, show de calentamiento con carácter testimonial. Al final reconocieron a dos fans «de verdad» entre las primeras filas y les dedicaron el concierto. Hay que mantener la moral.

Sobre Muse: la cosa se salió de madre y vimos a esos MUSE irritatemente barrocos.

Sobre Lou Reed: Lou Reed fue un muermo.El neoyorkino salió con mentalidad de viejo rockero trasnochado, con un repertorio mal seleccionado, una interpretación excesivamente académica y completamente falta de alma, como una pieza de museo viviente intentando hacer versiones «adultas» del Lou Reed de antaño. Llama a su concierto ceremonia de autodestrucción. No fue para menos.

Pasemos al plato fuerte: The Cure. El festival permitió redescubrir a The Cure en uno de los mejore conciertos de su historia reciente. […] Se destaparon con un concierto sensacional donde su viejo catálogo se reconcilió con sus nuevos temas, y la presunta nostalgia se convirtió en una apabullante ceremonia de autoafirmación. Además de la profesionalidad y de la presencia escénica que desde siempre se presuponen en todos sus directos, se mostraron especialmente pasionales, como viviendo una segunda juventud, y además afinaron con un repertorio casi inmejorable […] Al final, ya al borde de la afonía y tras dialogar en el escenario con sus compañeros de banda , Smith concedió un inesperado tercer bis con discurso agradecido: «Se suponía que ésta no la íbamos a tocar. La siguiente canción es Faith». Grandísimos.

(A lo que yo solo puedo decir: amén)

Sobre los conciertos del sábado, habla del retraso del tal Gary Jules, apañado con la improvisación de Amaral. Habla de un Bob Dylan demasiado clasicista y con repertorio irregular, pero que cumplió con creces. Habla de… bueno, de The Corrs, que no sé que pintaban allí. Este crítico tampoco lo sabe: Luego vinieron The Corrs, no me pregunten por qué, y encima tocaron casi dos horas. Y acaba comentando el gran, pero previsible y nada original, concierto de Echo & The Bunnymen.

Total: que hice bien en ir, en estar ese viernes en Santiago. Estuve en uno de los conciertos con serias posibilidades a llevarse el galardón de concierto del año.

Y además, el resto del fin de semana en Santiago fue genia…. ¿qué más se puede pedir?

Seguiremos informando….

PD: En el vistazo que he echado a la revista, he encontrado una reseña de un disco que tengo por casa, un disco que me llegó en forma de regalo inesperado (como me gusta a mí recibir y dar los regalos), en un sobre y por correo (ya no tan) ordinario Y me hizo ilusión, aunque haga tiempo que no lo escuche, pero eso ya son otras historias…

Como lo normal es que no me regalen nada, me conformo con el cd que viene con la revista, con un tema de adelanto del próximo álbum del mismísimo Tom Waits, junto a una selección (Tricky inc.) del catálogo de ese sello discográfico: ANTI. Sólo lo he escuchado una vez, pero ha sido suficiente… sólo por ese disco, ya merece la pena comprarse la revista…

Escrito el 02-09-2004

Ayer, en la peli de El quinteto de la muerte, una banda de ladrones justificaba su robo diciendo que al final todo ese dinero lo iba a pagar una aseguradora, que lo único que iba a tener que hacer era subir unos pocos peniques el precio de cada póliza. Así, nadie sentiría en sus carnes los efectos de la desaparición de ese dinero, se diluiría entre muchas personas inocentes…

Ayer se cumplió un año desde la entrada en vigor del canon de la SGAE sobre los cds y dvds vírgenes. Y han hecho balance de todo lo que nos han quitado, poco a poco. Para compensar la piratería sufrida por los cuatro (aristo)gatos miembros de la SGAE, y de paso llevarse un pellizco de dererchos de autor de otros muchos músicos, nacionales o de países con un panorama musical más sano, que o no saben o no quieren saber nada de la SGAE.

Pero para que nos enteremos de la magnitud del asunto. Esos céntimos que pagamos de más por cada disco vírgen, se han transformado, por arte de birlibiloque recaudatorio, en… 36 millones de euros. 36 millones de euros. Si no me he enterado mal, eso da para cubrir las pérdidas por piratería, y quedarse con un superávit de mas de 4 millones de euros.

La SGAE. Para qué añadir más. Disfruten de su derecho a la copia privada, ya que pagamos por ello…

Seguiremos informando…

Escrito el 01-09-2004

Son mil pequeños detalles, pero se va juntando una cosa con otra, y tacita a tacita, de repente se te llena el vaso hasta bien cerca del borde y ves que siguen cayendo gotas. Plas. Plas. Otra. Plas.

Hoy ha sido uno de esos días en los que me han dado de mandar cosas, personas y recuerdos bien lejos. No, ahí no. Más lejos.

Si empezamos con el trabajo, puedo contar que llega Septiembre, y para los que se han cogido vacaciones todo son prisas. Y hay que terminar un proyecto que a estas alturas es una caricatura de la idea original, en el que da igual que en la Universidad hayamos hecho algo o no, porque nadie se ha fijado, ocupado en sus propios retrasos, cambios de personal, accidentes y pasotismos varios. El toque surrealista lo ha puesto una serie (larga) de correos en los que ha quedado patente cómo el tema de los husos horarios no es algo que todo el mundo tiene claro claro. Mañana tengo una audioconferencia a las 12.. O a las 3. A saber.

También en la empresa está la cosa movidita… hay alguna venta más en ciernes, pero también tenemos que estructurar, y posiblemente reestructurar, cómo nos vamos a organizar a partir de este mes….

Para olvidarse del trabajo, qué mejor que jugar un partidillo. Supongo, porque no lo he hecho. Cuando ya estaba de un humor que se acercaba bastante a los estándares caninos, encima me vienen con discusiones y enfados infantiles por tonterías, así que he terminado contando hasta 100 para no ponerme a jurar en idiomas perdidos. Yo no sé si no me explico, la gente no me hace ni puto caso cuando hablo, o las dos cosas….

Al final, ni partido ni playa ni nada, me he ido a la Universidad (primer día que en teoría estoy a media jornada, y me paso allí todo el día), he esperado a que se estabilizara la hora de la reunión de mañana, y he aprovechado para actualizar las fotos de mi web…

Para animarme aún más, intento hablar con varios amigos y obtengo el tono de llamada por respuesta, y ni siquiera tienen música de U2… Entre gente que desaparece, gente que desparecíó hace tiempo, y gente que siempre me ve por primera vez, no llevo muy bien yo esto de comunicarme con la gente. Lo que no deja de ser curioso, dedicándome a lo que me dedico. En casa del herrero (¿o del errero?), cuchillo… de palos…

Al final me fui a la Filmoteca, a ver El quinteto de la muerte. Que ha estado bien, divertidilla, aunque la gente se reía demasiado, en cantidad y en volumen. O igual era que yo no estaba metido en el ambiente….

He llegado a casa y, después de alguna película informática extraña que me ha contado mi hermana, me he ido a mi habitación…. lo que me apetecía era poner algo de música a tope y… ah, no, esperen, que no. Que los del servicio técnico de JVC aún no me han llamado ni para darme el presupuesto, y no tengo dónde meter los discos para escucharlos. Bueno, se me ocurren ideas acerca de por donde meterles los discos, pero no lo voy a decir porque creo que estas páginas las leen algunas señoritas….

En fin, creo que dedicaré lo que queda del día hasta que me duerma (que a este paso no va a ser dentro de mucho) a avanzar, y terminar si puedo, el libro de Mendoza que estoy leyendo, El laberinto de las aceitunas… una de sus divertidísimas aventuras psicotrópicas… aunque de vez en cuando, entre página y página, y con el único fin alevoso de fastidiarme más el día, también se pone serio….

«Pasó el tiempo, y la marea imperceptible, pero incesante, de lo cotidiano fue desplazando mi desdicha hasta dejarla anclada en el limbo de la memoria que equidista del dolor y el olvido.»

Seguiremos informando…