Todo son respuestas

Escuchando: Paranoid android (Radiohead)

«Poco después de que mi padre tirara el zapato de mi hermano aborto a la basura, un día, al despertarme contemplé los objetos de mi cuarto por orden alfabético y me pareció que estaban heridos.»

Cualquier día habría sido bueno para hablar de El orden alfabético, el libro que estoy leyendo. Pero puestos a elegir un día, elijo el de hoy: esta tarde su autor, Juan José Millás ha estado en Santander, inaugurando la temporada de Martes Literarios que todos los veranos organiza la UIMP.

Ni uno sólo de sus libros me ha decepcionado. Al contrario, todos me han dejado sorprendido, entusiasmado, desconcertado a veces. Personalmente, creo que es el mejor narrador (independientemente de que guste o no por su posicionamiento político) que tenemos actualmente en este país, y su charla prometía ser interesante.

No me ha defraudado, claro. Al principio se me hacía extraño que ese señor delgado y con cara extremadamente seria mientras era presentado, fuese el autor que descubrí con Tonto, muerto, bastardo e invisible. Al poco de comenzar a hablar, no me cupo ninguna duda.

Estas sesiones son una mezcla de entrevista y charla distendida, con un turno de preguntas al final. En este caso, se comenzó hablando de sus últimos libros (las fotografías comentadas de Todo son preguntas, y el reportaje de denuncia El caso de Nevenka Fernández contra la realidad).

Como escritor es delirantemente original. Como orador, es más moderado, pero sigue siendo Millás. Anécdotas como la de sus excursiones al Rastro en busca de fotos de álbumes familiares, o su teoría de que es más fácil ser astronauta o ganar el premio Planeta, que ser telefonista en la Comunidad de Madrid, no tuvieron desperdicio. En varias ocasiones consiguió arrancar carcajadas del público (bastante madurito, por cierto), con su original forma de tomarse la vida.

Y si no eran carcajadas, eran aplausos, como con su visión del sistema educativo de nuestro país. Este hombre es peligroso, tiene un arma poco común en estos días, y la sabe utilizar: la inteligencia.

Antes de las preguntas del público, el entrevistador intentó someterlo a un test de preguntas cortas. Pero con Millás, una respuesta corta es imposible. Bueno, a veces sí: ¿Borges o Cortázar? ¡Bortázar!

En definitiva, ha sido un placer conocerlo en persona. Pero siempre es mucho más placentero, aún, sumergirse en cualquiera de sus libros. Si nunca lo han hecho, intenténlo. Será toda una experiencia.

Seguiremos informando.

Largo domingo de resaca

Escuchando: Spit it out (Brendan Benson)

No fue por la cantidad, dentro de mis límites habituales, así que tuvo que ser por la (falta de) de calidad. Deberían quemar todos los bares en los que sirven garrafón. O meterles una buena multa, por lo menos.

Total, que mi estómago hoy se ha negado a participar de la calma dominical, y me ha dado el día. Y me ha jodido mucho, mucho, mucho, porque no he podido salir de casa, y me he perdido un cumpleaños muy especial, de alguien a quien quiero un montón. Con la cámara cargada, mi regalo preparado, y un krakatoa estomacal, al final me he tenido que quedar sin tarta, sin risas, y sin poder felicitar en persona.

Qué mierda.

La tarde la he aprovechado, de mala gana, para leer un poco, y ver una película. Leer, la primera entrega de la guía de fotografía de National Geographic, que hoy vendían con el ABC. La verdad es que está muy bien, seguramente haga la colección completa, me gusta el estilo, claro, conciso, con muchos ejemplos. Promete.

Y la película: Largo domingo de noviazgo, la última joya de Jeunet. Una fábula romántica y bélica, que envuelve entretejiendo una maraña de personajes entre los que sobresale, obviamente, ella, que se come literalmente la cámara con esos ojazos.

Compartiendo director, universo privado y protagonistas con Amélie, las diferencias las marca el tono (ocre, frente a la saturación anterior), el crudo contraste de las escenas bélicas, y la música, de Badalamenti en esta ocasión.

Una película para dejarse llevar, y sorprenderse por todos y cada uno de sus maravillosos planos… Recomendable. Más que recomendable.

Seguiremos informando.

Makaroff

Escuchando: Crimen y castigo (Sergio Makaroff)

Poca gente, muy poca. Eso es lo que se ha encontrado Sergio Makaroff en su concierto de esta noche en Santander. Un concierto tan sencillo como ésto: un cantautor argentino armado con una guitarra, una tonelada de ingenio, y su arma más peligrosa: la ironía.

Me he reído, me he reído un montón en su concierto. Makaroff es uno de esos tipos únicos, capaces de hacer de cada canción una fiesta, de cada fallo una broma, y de cada frase una joya.

Con un sonido bastante malucho para tratarse sólo de voz y guitarra, y con algún error técnico de mal gusto al principio -por parte de los encargados de la sala- ha ido soltando durante algo menos de hora y media sus perlas, intercaladas con alguna que otra parrafada. Los argentinos tienen fama de ser habladores, y éste no es la excepción.

Ha hablado de su paseo por La Magdalena de hoy, donde se ha fijado en los mismos carteles que siempre me llaman la atención, y como se ha contrado algo de basurilla por ahí tirada en la playa, le ha servido para introducir su canción más ecológica… (los desperdicios contigo debes acarrear, y proceder a reciclar. Si no lo haces serán 100 azotes la primera vez, 1000 azotes la segunda vez, 10,000 azotes la tercera vez. Y que te folle un pez. Un pez espada…)

Y sí, es un hombre irónico. Lo ha demostrado cuando se ha puesto a mostrarnos su modelito de hoy, en el que había cuidado hasta el más minimo detalle combinando los colores ylos accesorios, porque sabía que en Santander todo el mundo es pijo y se cuidan mucho esas cosas. Y él hace lo que sea por agradar a su público. Genial, sencillamente genial.

Creo que como ejemplo del ambiente del concierto, puedo decir que con algunas frases de sus canciones ha arrancado aplausos del público. Y alguna de ellas incluía la palabra calientapollas. No tiene que ser fácil soltar en un concierto un verso con la palabra calientapollas, y que te aplaudan.

Una pena. Para los que se lo perdieron, digo.

Seguiremos informando.

Un accidente esperando a ocurrir

Escuchando: Who’s gonna ride your wild horses (U2)

You’re an accident waiting to happen
You’re a piece of glass left there on the beach
Well you tell me things I know you’re not supposed to
Then you leave me just out of reach

Hey hey sha la la
Hey hey sha la la

Testigo cinematográfico

Escuchando: Time after time – Live (Miles Davis)

Recojo el tetsigo que me ha pasado inocuo

Número de películas
Ni idea. Unas pocas centenas, posiblemente.

Última comprada
La Princesa Prometida

Última que vi
Ciudad de Dios.

Próxima que voy a ver
Seguramente, una de las dos que he alquilado antes: Hotel Rwanda y Largo domingo de noviazgo.

Cinco pelis que re-veo un montón o que tienen algún significado para mí
Wonderland
Belleza robada
Lost in translation
Los amantes del círculo polar
Lugares comunes
…y alguna más que me tengo que dejar en el tintero.

No, no le paso el testigo a nadie más. Si alguien se anima, tiene los comentarios a su disposición…

Seguiremos informando…