Pequeño desastre Amaral

Escuchando: Las puertas del Infierno (Amaral)

El lunes por la noche se celebró uno de los conciertos más esperados de la semana de fiestas santanderinas que acabamos de finalizar. Amaral en concierto benéfico (con Cáritas, dato que apenas se ha publicado) presentaba su directo en la campa de la Magdalena. Buen plan. La entrada costaba unos 17 euros, pero se habían repartido miles de invitaciones con las que se podía acceder al recinto previo desembolso de un donativo mínimo de 2 euros. Donativo que había que entregar a la entrada del concierto, no al recoger la invitación. Primera señal de que la organización del evento era un poco… extraña.

Pues bien, hacía mucho tiempo que no asistía a un espectáculo tan mal organizado. Tan peligrosamente mal organizado. ¿Exagerado? Para nada…

Puedo comenzar hablando de los transportes públicos de Santander. Pésimos, para variar. Por mucha concejalía de movilidad sostenible que tengamos, no me extraña que la gente se desespere y vaya con el coche a todas partes. Media hora tuvimos que esperar para que un autobús abriese las puertas en la parada. Antes pasaron cuatro totalmente a rebosar. ¿Reforzar los servicios en una noche en la que todo el mundo va al mismo sitio? ¿Para qué? Tardamos lo mismo en este trayecto que hace unas semanas en llegar hasta el recinto del Bilbao BBK Live… desde Santander.

Cuando por fin nos apeamos cerca del lugar donde iba a ser el concierto, la bajada hacia el mismo estaba congestionada con miles de personas. Todos teníamos que entrar por la misma puerta, donde unos policías locales iban dejando pasar a la gente con cuentagotas. No sé muy bien para qué, porque ni registros de bolsos ni nada. Sólo miraban la entrada y de refilón.

Si ya es bastante estúpido que en un concierto multitudinario toda la gente tenga que entrar por el mismo sitio, y que encima se ralentice el proceso, la gota que colmó el vaso fue comprobar que ese único acceso lo era también para el tráfico rodado: coches de protección civil, transportes de minusválidos y ambulancias tenían que pasar por la misma puerta ante la que se agolpaban dos mil o tres mil personas. Policías locales abriendo hueco, imbéciles empujando cada vez que la gente recuperaba su espacio, avalanchas con niños y sillitas de por medio… en fin: menos mal que las ambulancias sólo entraban porque tenían que estar dentro, sin mayor prisa. Si llegan a ir a alguna urgencia, no me gustaría haber estado esperándola.

Hay que ser peligrosamente estúpido para vender o repartir 20.000 entradas (ese fue el número aproximado de asistentes) y pretender que todos entren a la vez, controlados por dos policías, y compartiendo el espacio con los vehículos de emergencia. Policías por cierto, que estaban acompañados por más compañeros, pero se limitaban a observar el panorama… incluso cuando la turba de gente comenzaba a desplazar contenedores para acceder por un lateral. En definitiva: un espectáculo lamentable el de la organización. Si querían dar la impresión de que se les había ido de las manos, enhorabuena: lo consiguieron a la perfección.

Una vez dentro, el tema de pagar los donativos estaba muy bien organizado, dentro de lo que cabe, con muchas filas con urnas… aunque la gente, cazurra ella, sólo usase las más cercanas.

El concierto fue en el mismo recinto que el festival del pasado fin de semana. Y lo que entonces tenía potencia de sonido de sobra para todos, en este concierto con tanta gente se quedaba bastante escaso. Además, lo que antes eran faltas menores aquí eran vitales: ni una papelera, el mismo número de baños que cuando el público era diez veces menos numeroso… En fin; una vez situados en el medio, tras comprobar que apenas veíamos nada, nos retiramos al fondo, con sitio para botar y bailar… aunque el concierto se oía bastante bajito. Estuvo bien, al menos en la medida en que lo hice caso. Eva Amaral tiene una voz magnífica en directo, y el repertorio fue saltando de éxito en éxito.

A la salida creo que se montó otro tapón de órdago. Nosotros optamos por tomar una vía alternativa y salir dando un paseo por la playa, con calma.

Una pena que un evento con tanto tirón, benéfico y con buena respuesta del público, quedase empañado por una pésima y peligrosa mala organización. Ojalá le hayan tirado a alguien de las orejas, aunque lo dudo, porque no pasó nada. Afortunadamente.

Seguiremos informando.

PD: Con las avalanchas de gente nos perdimos a los teloneros. Algo de esperar, porque tampoco sabíamos muy bien a qué hora era el concierto. Según las entradas, a las 23 horas. Según la publicidad oficial en prensa, a las 22 horas. Todo muy bien organizado.

Eso del arte moderno

Escuchando: Modern way (Kaiser Chiefs)

Esta tarde me he pasado por ArteSantander, la ya tradicional muestra de arte contemporáneo que se organiza cada verano en esta ciudad. Como me pasa todos los años, no entiendo la mayoría de lo que se expone; pero lo poco que me gusta, me encanta (sobre todo en cuanto a fotografía, que es en lo que me suelo centrar). Siempre me ha parecido mentalmente refrescante pasear sin prejuicios por este tipo de convocatorias.

Eso sí, sigo siendo bastante tradicional: de todo lo que he visto, me quedo con la fotografía de Mellado. Y de Cotauno (la muestra de galerías cántabras) me han gustado mucho las fotos con lucecitas y mundos interiores de Ana Álvarez Ribalaygua, en la galería Espiral.

El año que viene, espero, más. Seguiremos informando.

Vetusta Meyers

Escuchando: Luces de neón (Lori Meyers)

El segundo y último día del festival de Santander dejó mejor recuerdo que el primero. Al menos los grupos sí tocaron y cantaron de verdad, sin trampa ni cartón. Toda una mejora. Aquí va una pequeña crónica salpicada de fotos hechas con mi cámara de emergencia, a la que se le pueden pedir favores pero no milagros.

La tarde comenzó al sol, con la primera sesión de los djs del día: Ramón & Cajal. Llegar a la campa de la Magdalena y verlos pinchando en su pequeño altar con una foto enmarcada de la familia Monster, y vinilos de Tennessee y el Boom 3, fue de lo mejorcito de toda la noche. Su selección musical, sobra decirlo, divertidísima.

El primer concierto de la jornada fue el de Lori Meyers. Gran comienzo: sonaron muy bien, estuvieron muy cercanos, y terminaron invitando al escenario a sus amigos de Vetusta Morla. Primeros ataques de histeria del día entre el público. Sólo salieron a hacer unas percusiones (todos, eso sí, escenario super-poblado), pero estuvo muy bien el detalle. La cosa comenzaba bien.

Después, turno del grupo cántabro Band Dessiné. No los conocía, pero sonaron bastante bien. He de reconocer que aproveché la mayor parte de su tiempo para labores logísticas (hamburguesa fuera del recinto, visita a los baños, etc.) por lo que tampoco puedo ser muy objetivo. Me llamó la atención, por cierto, la imagen de su baterista proyectada sobre la parte de atrás del escenario.

Después llegaron los Charlatans. Tienen grandes temas, y recordaba un buen concierto suyo en el Summer Festival de hace unos años (el festival de este fin de semana ha sido un deja vú de directos pasados). Sin embargo, ayer los encontré sobre el escenario un tanto desganados, a medio fuelle. Su cantante se movía a cámara lenta y sólo el final instrumental de su concierto me dejó buen recuerdo. Pse.

Nueva sesión de Ramón & Cajal, con la que nos pegamos unos bailoteos a pie de escenario, y fin de fiesta con el concierto más esperado por muchos: Vetusta Morla. Para mí era la cuarta vez que los iba a ver, y la anterior (en Galicia) me habían acabado saturando un poco. Ver tres veces el mismo directo con muy pocas variaciones y tirando de los mismos recursos para cerrar, me acabó aburriendo un poco. Es cierto que luego metido en harina sus canciones suenan muy potentes en concierto, pero ayer iba con cierto recelo. No era así para otra mucha gente: fueron con diferencia el grupo con mayor tirón y la expectación era palpable.

Qué curioso resulta ahora echar la vista atrás: hace un año tocaron en el teatro del Paraninfo de Las Llamas, con el mismo disco bajo el brazo, y apenas consiguieron llenar una sala pequeña. De hecho, el respetable estuvo pegado a sus butacas hasta que en los bises nos levantamos cuatro a dar unos saltos. Para salto el que han dado ellos este año.

Me sorprendieron, ayer. Gratamente, además. Cambiaron el repertorio, incluyeron más temas nuevos, alguna rareza, y evitaron recrearse en los coros del público de Sharabbey Road, recurso que a fuerza de repetir se les ha terminado por ir de las manos. En lugar de hacer cantar el público (que lo hizo de todas formas) invitaron a corear con ellos a Lori Meyers: favor devuelto, y un gran momento de la noche.

Cerraron con el que me parece su tema más potente: La cuadratura del círculo (y no la cuadrícula, como gritaba algún fan que oía campanas), que en directo suena fantástica. Pocos fueron los que no botaron con ella. En resumen: dieron un gran concierto. Fueron los grandes triunfadores del festival, quién se lo iba a decir hace un año.

Ha sido un festival de andar por casa, interesante, con grandes momentos y otros para olvidar. La organización ha estado lastrada por errores de festival primerizo (hay que gestionar mejor las pulseras, las acreditaciones, hay que poner más baños, hay que ofrecer más variedad para comer, y las papeleras son necesarias, aunque las use poca gente) pero si salen las cuentas (que habrá que verlo) y el año que viene se mantiene la oferta, repetiré. Los 20 euros de la entrada (que es un regalo, a ese precio) han estado bien invertidos.

Seguiremos informando.

Un festival lleno de trucos

Escuchando: Think outside the box (Estereotypo)

Ayer comenzó el festival Santander Amstel Music, la propuesta más independiente (y no lo es tanto) del ayuntamiento para las fiestas de nuestra Semana Grande. Fue una primera jornada llena de trucos. Los cuatro grupos que actuaron tuvieron una componente bailable más que acusada, por lo que llevar alguna base o detalle grabado fue lo habitual. Aunque a alguno se le fue la mano.

Comenzaron Cycle. Me los había perdido en Bilbao, pero aquí repitieron el show (y la China también el vestido: estoy seguro de que después de cenar no le volvía a entrar, de ceñido que era). Bases grabadas y remezcladas por David Kano, el nuevo cantante dándolo todo (aunque las del primer disco no me convencieron) y la China montando su numerito, poniendo morritos y moviendo el cucu. Estuvo bien.

Después vinieron los paisanos de Estereotypo, en un escenario pequeño que se les quedaba ídem. Algunas bases grabadas también (sólo son 3, pero sin trucos ya suenan como 10), sus grandes canciones de siempre, algunas nuevas y mucha actitud sobre el escenario, cuidando los detalles al máximo. Muy grandes, los mejores y los más auténticos de la noche.

Luego salió Fangoria al escenario grande. Buen momento para comer algo, aunque elegimos mal: los bocadillos recién descongelados marca Knorr (leáse a lo Chiquito, y húyase de ellos) sólo estaban un punto por encima de puta mierda. El puesto de Tele Pizza o los chiringuitos del exterior del recinto serán hoy mejor opción.

Sobre Fangoria: no me gustan demasiado, sólo algún tema suelto. Montaron mucho espectáculo, con un escenario en varios niveles, bailarines… y un corista con voz muy parecida a la de Alaska, que cantaba por ella mientras la diva iba medio ahogada y hacía lo que podía. De lejos daba el pego, pero me dijeron que de cerca era un pelín vergonzoso. El momento más animado de su concierto fue cuando cantaron Mil campanas, de la época de Alaska. Tiene que joder (hizo un comentario al respecto) llevar no sé cuantos discos como Fangoria, y que la gente sólo se anime de verdad con las reliquias.

Después de un poco de música a cargo de los DJs de la noche, llegó el momento más esperado (por mí), el concierto de los franceses Rinocerose. Guardaba un gratísimo recuerdo de cuando actuaron en el Santander Summer Festival hace unos años, y ahora venían presentando un disco nuevo que suena francamente bien. Eso sí, iba avisado: alguien con mucho criterio nos había dicho que en el FIB llevaron mucho, mucho, mucho grabado. Se me hacía difícil de creer, pero efectivamente, en Santander fue evidente. Desde primera fila, y por mucha ilusión que se le pusiera, aquello no se sostenía: coros y gritos de los solistas que sonaban cuando no movían la boca, baterías sonando por encima de una base grabada, acordes de guitarra sin mover los dedos…

Vale que algo hicieron, que algo tocaban, y que no todas las voces estaban grabadas… pero los trucos fueron tantos y tan evidentes que resultó un concierto muy decepcionante. Llegó un momento en que no nos creíamos nada. Bu.

Fue el final de la noche, con anécdota surrealista incluida: cuando íbamos con unos amigos hacia su coche, un chaval que estaba cerca de la playa bebiendo nos preguntó (a cuatro individuos con las manos en los bolsillos) una frase que haremos nuestra a partir de ahora:

Oye, ¿no tendréis un hielo?

En fin. Hoy más. Seguiremos informando.

Depedro, a la magia

Escuchando: Como el viento (Depedro)

Esta mañanita te has vestido de felicidad,
como todos los días, desde que te veo caminar.
Siempre luchando entre toda esta mediocridad.
Siempre aguantando a los que te quieren pisar.

Sólo contigo.
Solo soy feliz si yo te miro,
basta tu aliento para que me sienta como el viento,
como el viento que mece mi cuerpo.

Ayer por la noche, un pequeño lujo, gratis y en el centro de Santander: concierto de Depedro. Jairo Zavala y sus músicos presentaron sobre el escenario las canciones que han gestado junto a miembros de Calexico, y que forman parte de uno de un disco precioso e imprescindible.

Hubo gente, aunque no tanta como la que se acercó a ver a los siguientes en subirse al escenario. No eran los de verdad, pero a la gente le daba igual. Creo que hasta les pidieron autógrafos. Ver para creer.

Seguiremos festejando.

De casetas y esculturas

Escuchando: Our plans, collapsing (Chris Walla)

El fin de semana pasado prometía, pero nunca se pueden prever los imprevistos. Un exceso de trabajo (suyo) y una falta de salud (mía) trastocaron planes, y me perdí celebraciones, conciertos y quedadas. A cambio, unos días caseros, mucho ordenador, pero también algún rato de esparcimiento festivo: estrenamos por fin las casetas de las fiestas de Santander. De momento sólo he catado las del barrio, en próximos días investigaremos el resto de la ciudad.

Aquí dejo un pequeño vídeo con algunas fotografías del ambiente que se respira estos días en Santander… toda la gente echada a las calles, muchas caras conocidas, mezcla de edades, ruido y jolgorio.

El domingo aproveché un paseo para acercarme también a ver las monumentales esculturas de Manolo Valdés que han instalado en los Jardines de Pereda y el Paseo Marítimo. El arte en la calle; detalles como éste sí ayudan a crear una imagen de capital cultural europea (cerrar filmotecas, museos y bibliotecas no, pero también lo hacemos).

Volviendo a las obras de Manolo Valdés: dignas de ver y muy fotogénicas. Volveré por allí, a pasearme entre las meninas y Darth Vader. Porque hay una que es de Darth Vader, por mucho que se llame Lydia.

Seguiremos informando.

Más sobre las bicis: unas palabras de la concejala

Escuchando: Bicycle race (Queen)

Parece que las cosas de palacio realmente van despacio, pero le ponen empeño al menos. Hoy, 20 días después, he recibido respuesta de mi correo electrónico sobre el tema del préstamo de bicicletas. Me ha contestado, eso sí, la concejala de Movilidad Sostenible en persona. Y lo ha hecho con entusiasmo. Gritando, parece: el texto está completamente en mayúsculas. Por eso, en lugar de transcribirlo entero (espanto), citaré tan sólo algunas frases. Por ejemplo, comienza así:

EN PRIMER LUGAR ME GUSTARIA DARTE LAS GRACIAS POR TUS APORTACIONES, YA QUE SIEMPRE QUE SE HACEN EN POSITIVO AYUDAN A MEJORAR LOS SERVICIOS.

Correcto, esa es la idea y me alegro de que así haya sido entendida. Me contesta a continuación acerca de los carriles-bici. Dice que se están ejecutando aquellos que (creen) pueden ser utilizados por el público más potencial: los jóvenes.

SE TRATA DE UNIR EL PARQUE DE LAS LLAMAS, LA UNIVERSIDAD, EL CAMPO DE FUTBOL, EL PALACIO DE DEPORTES, LAS PLAYAS Y EL CENTRO DE LA CIUDAD.

Bien, no es mala estrategia, salvo que el eslabón más débil de la cadena, el último citado, es el más complicado, el más necesario y en el que menos se aprecian los avances. Unir el centro de la ciudad con las playas, la universidad, el campo de fútbol… sí que dará sentido a toda esa estrategia y la hará útil, pero… ¿para cuándo?

ENTRE LOS PROYECTOS FUTUROS ESTA […] UNIR LA AVENIDA DE LOS CASTROS CON PUERTO CHICO A TRAVES DEL TUNEL DE TETUAN Y HACER UN CARRIL BICI POR EL CENTRO DE LA CIUDAD.

Muy bonito todo, pero hay que añadir siempre el toque de realismo necesario:

SON PROYECTOS QUE POCO A POCO IREMOS LLEVANDO A CABO, YA QUE HAY QUE TENER EN CUENTA LAS POSIBILIDADES ECONOMICAS, UNIDAS A LA DIFICULTAD DE ENCAJAR, EN ESTA CIUDAD NUESTRA CON CALLES TAN ESTRECHAS, LAS NECESIDDAES DE PASEO, LOS APARCAMIENTOS Y LOS CARRILES BICI, ASUNTO NADA SENCILLO.

Nadie ha dicho que fuese fácil, en efecto. Pero si se llena la ciudad de bicicletas promovidas por el Ayuntamiento, es porque se apuesta por ellas como medio de transporte, así que habrá que esforzarse y dedicar dinero a que así sea.

Ahora viene mi parte preferida del correo electrónico, cuando habla del préstamo de bicicletas y de la supuesta fianza cobrada por la empresa adjudicataria.

EN CUANTO AL TEMA DE LAS BICIS DE ALQUILER, TIENES TODA LA RAZON, NO TIENE NINGUN SENTIDO QUE AQUELLAS PERSONAS QUE TIENEN ABONO ANUAL Y POR TANTO LA EMPRESA CUENTA CON TODOS LOS DATOS PERSONALES DEL ABONADO SE LES RETENGA LA FIANZA.

POR ESO, DESDE EL PRINCIPIO, AUNQUE EN OTRAS CIUDADES SI SE COBRA, AQUI PUSIMOS COMO CONDICION QUE PARA AQUELLOS QUE TIENEN EL ABONO ANUAL NO HAYA FIANZA Y ASI ES COMO FUNCIONA DESDE EL PRINCIPIO.

Las negritas son mías. No deja de ser una respuesta esclarecedora, sobre todo si la comparamos con la que recibí de la empresa JCDecaux:

Le informamos que, con los datos de vandalismo registrados durante este primer año de actividad y tomando en consideración las peticiones que se han recibido, se ha decidido llevar a cabo esta mejora de manera inmediata, que se aplicará únicamente a los usuarios anuales del sistema y siempre y cuando se mantengan los niveles de vandalismo actuales del sistema.

Curioso, ¿verdad? Creo que responderé a la concejala para agradecerle sus respuestas, y de paso le enseñaré esta otra forma de ver el asunto de las fianzas. A ver si así me entero de quién me está contando la verdad, y quién películas.

ASI QUE ANIMATE Y SACA TU ABONO ANUAL PORQUE NO SE HACE NINGUN TIPO DE RETENCION.

Ya lo hice, concejala, ya lo hice. Estoy a la espera de noticias.

Seguiremos informando.

De la Tierra a la Luna

Escuchando: Walking on the Moon (The Police)

Para los que nacimos en la década de los 70, la llegada del hombre a la Luna es uno de esos hechos históricos que nos fastidia habernos perdido. Desde ese fascinante episodio de la carrera espacial, el resto de logros siempre han sido descafeinados. Sí, hay paseos espaciales, robotitos en Marte, misiones que desde el punto de vista de la ingeniería parecen milagros. Pero, ¡hey! ¡Astronautas paseando por la Luna!. La bandera, las fotos, las retransmisiones, el regreso. Toda una imaginería que ha pasado a la historia.

Y cuando nací, el hombre ya había estado allí. Hoy se cumplen 40 años de la hazaña, que se puede revivir en todo detalle gracias a We Choose The Moon, una página con la retransmisión de un acontecimiento de ayer, con medios de hoy. Fantástica.

2009. Cuando yo era niño, esto se supone que iba a ser el futuro. Y a pesar de todos los logros, la exploración espacial ha perdido parte de su encanto. Quizás los pasos ya no sean tan espectaculares como los de Armstrong y Aldridn (Collins no salió a jugar). Quizás hayamos perdido capacidad de asombro.

O quizás buscar vida inteligente en otros planetas ya no sea tan importante. Más vital me parece encontrarla en el nuestro.

Seguiremos informando.

Lo que dicen los señores de las bicis

Escuchando: Bicycle race (Queen)

Después de mis reflexiones sobre el sistema de préstamo de bicicletas en Santander, me decidí a escribir un correo electrónico al ayuntamiento y a la empresa adjudicataria, comentándoles mi opinión.

En concreto, felicitaba al ayuntamiento por la iniciativa, pero señalaba lo queda por hacer en términos de carriles para bicicletas y el enfoque poco práctico de los existentes. También mostraba mi perplejidad por el hecho de cobrar fianzas de 150 € incluso a los usuarios del abono anual, que tienen que mandar por correo postal sus datos bancarios, fotocopia de DNI… En caso de desperfectos, robo, etc., ya tienen todo lo que necesitan para reclamar, así que lo de la fianza, les decía, me parece abusivo.

Todo esto lo envié con toda cortesía a la dirección de contacto del ayuntamiento de Santander, y a la de contacto de TuSBic, el nombre del servicio aquí, gestionado por la empresa francesa JCDecaux.

Diez días después no había recibido respuesta ni de unos ni de otros. Mal. No soy persona asequible, y menos al desaliento, así que les reenvié el correo a ambos destinatarios. Finalmente, dos semanas después de mi primer intento, JCDecaux se dignó a contestarme. Transcribo:

Estimado señor Ortiz,

Acusamos recibo de su correo electrónico del pasado 1 de julio, a través del cual nos realiza una serie de propuestas de modificación del sistema, persiguiendo el objetivo de mejorar en lo posible el funcionamiento global del mismo.

Queremos destacarle, antes de nada, que el sistema está diseñado para que nunca se realicen cargos en las cuentas corrientes de los usuarios; a día de hoy, lo que se aplica es una reducción del límite de crédito disponible en la cuenta, sin que suponga desembolso alguno.

Entendemos perfectamente su propuesta de eliminación de la fianza de 150 Euros. Por ello le informamos que, con los datos de vandalismo registrados durante este primer año de actividad y tomando en consideración las peticiones que se han recibido, se ha decidido llevar a cabo esta mejora de manera inmediata, que se aplicará únicamente a los usuarios anuales del sistema y siempre y cuando se mantengan los niveles de vandalismo actuales del sistema.

Estamos a su disposición para cualquier otra aclaración adicional que pudiera precisar y aprovechamos para enviarle nuestros más cordiales saludos.

Bien. Por partes. Lo que dicen de que no cobran, sino que reducen el crédito… pues vale. No me saca de nada porque le tengo alergia a las tarjetas de crédito, y las que uso son siempre de débito. Por eso, en mi caso concreto, si me cobran una fianza lo harán quitándome el dinero. Pero bueno, si con tarjeta de crédito es como dicen, habrá que creerlo. ¿Alguien ha tenido alguna experiencia al respecto y lo puede confirmar?

Sobre lo que cuentan de las fianzas para abonos de larga duración me llama poderosamente la atención que se utilice el término (bajo) nivel de vandalismo en lugar del (alto) nivel de civismo, pero es una cuestión de punto de vista. De todos modos, era lo que pretendía: que me confirmasen por escrito que no están cobrando las fianzas en esos casos. Tampoco es que me saque de mucho, porque ya afirman estar haciéndolo no como norma sino como favor y sólo mientras todo el mundo siga siendo igual de cívico (o poco vándalo, mejor dicho). Vamos, que si empiezan a cobrar fianzas podrán sacarse razones de la manga.

Con todo esto me dije: ¡qué carallo! Probemos. Así que entré en su web y seguí los pasos indicados para registrarme en el sistema. El proceso es el siguiente: en su página se rellena un formulario con datos personales, y se genera un fichero PDF que hay que descargar. Se imprime, se completan los datos que faltan (firma, datos de la tarjeta bancaria) y se envía por correo postal a un apartado de correos indicado.

No gastaré muchas palabras explicando lo que me parece que en estos tiempos que corren, haya que inscribirse en una web para terminar usando el correo postal, o que tanto en la página web como en el formulario impreso haya frases en francés. Lo primero me parece un atraso y lo segundo, lamentable por su dejadez.

En resumen: el miércoles envié mi carta. Si recibo respuesta (que espero sea la tarjeta para utilizar el servicio) u observo movimientos extraños en mi cuenta bancaria estarán ustedes puntualmente enterados, ya que… seguiremos informando.

Habrá Feria de Día

Escuchando: Party Time (Phoenix)

Pese a quien pese, la justicia ha hablado y mañana se podrán abrir finalmente las casetas de la Feria de Día en Santander, que hoy andan personalizando distintos artistas (en la foto: un grafiti en la caseta de La Pulpería).

Será una de las actividades con más vida de la Semana Grande que arranca mañana con el tradicional (¿desde hace un año? ¿dos?) chupinazo. Acto que no se celebrará en la plaza del Ayuntamiento, que está en obras. ¿Tan dificil habría sido planificar su remodelación para que no coincidiese con uno de los dos meses al año en los que Santander se abarrota? Misterios municipales.

Pero bueno, veremos a ver qué tal se dan estos días. Si el tiempo acompaña, toda la ciudad se echará a las calles (menos los de la asociación de vecinos de Pombo, Cañadío y el Ensanche, que espero que se queden en casa a meditar y a rumiar sus miserias). El ayuntamiento ha editado una revista -en portada, el espantoso cartel, me da igual quién sea su autor- con toda la programación (que incluye una foto mía de Varsovia: actúan el próximo martes) para no perderse nada. Toros para los más sangrientos, conciertos para los melómanos, atracciones para los que las echábamos de menos (con autobús directo), espectáculos de calle para todos, y la ciudad en fiestas hasta el día 28.

Hasta hace un par de años era impensable decir esto, pero ahora sí: anímense a pasarse por Santander estos días. Merece la pena.

Seguiremos informando.

PD: Las nuevas tecnologías aplicadas al pincho; he aquí el mapa de Google con la ubicación de las casetas y sus especialidades. El año pasado lo recordaré por aquella brocheta de carrillera, veremos qué nos ofrecen ahora…