SergioUn cantautor feo

Escuchando: Color en el blanco (Sergio Makaroff)

Hoy he comprado la entrada para un concierto que hay mañana en Santander (Rocambole, 21:30 horas). Sergio Makaroff. Seguramente ni os suene. Es un cantautor argentino, es amigo de todos los argentinos famosos, pero éste es casi desconocido. Y es una pena, porque es genial. Yo sólo he escuchado con calma uno de sus discos, Un hombre feo, pero me parece tan bueno, que ya sólo por eso merece la pena ir a verlo…

Ese disco tiene una de sus canciones más famosas: Tranqui Tronqui (que no te amargue la vida un yonqui, también conocida como la canción de la mountain-bike). Pero está plagado de joyas… aquí os dejo las letras, sin desperdicio…

No tengo novia: «Ella abre un ojo y estira la mano palpando a ver si está él / él se despierta y la abraza muy fuerte sintiéndose Gardel / antes de amarse recorren sus cuerpos usando sólo la memoria / y yo, yo no tengo novia«

Color en el blanco: «en tiempos de fax, soy el penúltimo mohicano de la era postal«, «Cada cien cartas que mando recibo una y es de mamá / y no es que le guste escribir: es que es mi mamá«

Master of the Universe: «Yo soy yo, soy siempre el mejor / soy simplemente El Emperador / llámame Rey, dime Señor / perdona si te ciego con todo mi esplendor / préstame atención, escucha este verso / ha llegado El Amo Del Universo«

Estrella de Rock: «Todo plan es perfecto si sale a pedir de boca / todo plan es perfecto si nadie se equivoca / pero la estrella de rock se estrelló contra una roca«

Bolinga: «Oh, que bolinga voy / que contento que estoy / oh, que bolinga voy / no me acuerdo quién soy. / Tengo el hígado un poco tocao / nada que no se arregle con un buen transplantao / diré tonterías y tropezaré / pero mañana otra vez la pillaré / dime cómo te llamas, no me puedo acordar / y en este momento a quién la puede importar / Porque voy super bolinga nena, hoy no podré conducir«

En fin. Con estas letras, y sabiendo cómo suena, el concierto de mañana promete.

Seguiremos informando…

Soy metálico en el Jardín Botánico

Escuchando: La estatua del Jardín Botánico (Radio Futura)

El sábado, mientras se celebraba la manifestación esa por la familia o la intolerancia o algo así, procuré mantenerme lo más alejado posible de la misma, para evitar entrar por accidente en el recuento de asistentes (¿un millón y medio? ¿los niños cuentan doble? ¿la mayor de la democracia OTRA VEZ?)

Sobre esa reunión de gente no pienso decir nada, personalmente creo que los que estuvieron en ella se descalificaron sólos. A lo que iba: que para alejarme de tan bochornoso (y no lo digo por la temperatura) espectáculo, me refugié en el Jardín Botánico. Estuve visitando un par de exposiciones de PhotoEspaña (se las recomiendo a todo aquel que tenga ocasión de pasar por allí, en especial la de Stephen Gill), y ya de paso, sacando fotos por el Jardín…

Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas
Y he aprendido a esperar sin razón
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua…

KansasPor encima del ruido y la confusión

Escuchando: Magnum Opus (Kansas)

Después de acercarnos en espiral hasta la zona del concierto, después de engullir rápidamente unos bocatas para coger fuerzas, después de dejar mis trastos a mi anfitrión en Madrid, que me esperaba en la puerta, después de que los porteros me dejasen meter la cámara al concierto (¿esta no es profesional, no?), después de esperar un cuarto de hora a que se apagasen las luces, allí estaban: Kansas.

Un público (en general más que madurito) entregado los recibió como se merecían: como una leyenda. El concierto empezó mal, todo hay que decirlo: problemas con uno de los dos teclados, hicieron que el cantante y teclista del grupo tuviese que improvisar y re-arreglar los temas sobre la marcha. No es que sonase mal, pero se notaba que no estaban a gusto.

Poco a poco se fueron relajando, y cuando por fin consiguieron arreglar el segundo teclado a mitad de concierto, aquello subió de intensidad de forma impresionante. Temas larguísimos y complejos de sus primeros discos, todos sus éxitos imprescindibles… música sin un segundo de desperdicio. Y sí, están mayores, pero lo llevan con mucha dignidad, y a pesar de alguna que otra nota fuera de lugar (es lo que tiene saberse de memoria sus discos), aquello fue, en pocas palabras, una puta delicia.

Eso sí, se hizo corto. Se retiraron cuando aún no llevaban hora y media sobre el escenario. Aunque todos sabíamos que iban a volver, porque se echaba en falta lo que todos esperábamos. Volvieron, y con unas pocas notas de guitarra, convirtieron La Riviera en un rincón mágico. Dust in the wind.

Poco más quedaba después de eso. Bueno, sí: su otra canción imprescindible. Apoteósico.

Once I rose above the noise and confusion
Just to get a glimpse beyond the illusion…

I was soaring ever higher, but I flew too high
Though my eyes could see I still was a blind man
Though my mind could think I still was a madman
I hear the voices when I’m dreamin’
I can hear them say…

Carry on my wayward son
For there’ll be peace when you are done
Lay your weary head to rest
Now don’t you cry no more

I did survive

Escuchando: Wait for sleep (Dream Theater)

He sobrevivido a mi fin de semana. Aún tengo un importante déficit de horas de sueño, pero poco a poco me voy recuperando de estos días frenéticos, con concierto, compras, calor, exposiciones de fotografía, fotografía, aglomeraciones, reencuentros, encuentros, cervezas, copas, risas y hasta algún inesperado regalo…

Poco a poco iré dejando caer por aquí fotos y anécodotas de estos dos escasos días por la capital…

Seguiremos informando…

Ysinosonmicromachinesnosonlosauténticos

Escuchando: Carry on wayward son (Kansas)

Llevo unos días que no paro, y el fin de semana se presenta movidito, completito como pocos.

Ayer, concierto en el BNS, por partida doble: se presentaba en sociedad el grupo Harrison, y a continuación tomaban el escenario Hannah. Los primeros sonaron divertidos, animados y muy potentes. Los segundos… lo segundos fueron una delicia. Rock progresivo del bueno, muy buen sonido, muy buenos temas, y versiones para quitarse el sombrero: Peter Gabriel, Genesis, Led Zeppelin… Habrá que seguirles la pista, sin duda…

Hoy, a trabajar con reuniones inesperadas con un vicerrector (y yo con una camiseta que hace apología del mus, esto se avisa), ahora a salir pitando para casa para comer, preparar la mochila, y poner rumbo a Madrid: esta noche, concierto de Kansas. Cita que me hace mucha, mucha ilusión. Pocas veces iré a un concierto de un grupo del que haya escuchado tantas veces sus discos. He crecido con su música. Así que, o lo hacen muy muy mal, cosa que dudo, o será una noche memorable.

Noche que será al anticipo de un sábado frenético, en el que tengo intención de ir de compras, de exposiciones, de carnaval (el de Carlinhos, mi forma alternativa de pasar la tarde frente a manifestaciones promovidas por derechas -de esas que echaban en cara ponerse detrás de pancartas en jornadas de reflexión-, y representantes de esa iglesia que considera pío lanzarse a la calle para intentar limitar los derechos civiles de los que no comulgan con ellos… )

Aparte de eso, quiero quedar con amiguetes que tengo por la capital (sobre todo contigo, que ha sido todo un detalle recibir por mi cumpleaños un pdf con la versión inglesa de Microsiervos, si es que casi me emociono y todo…) y aprovechar la noche hasta que el cuerpo aguante… para acabar cogiendo un tren de vuelta el domingo a las 9 de la mañana, llegar a casa, recargar baterías (de las cámaras) e ir a la fiesta de cumpleaños de mi sobrino…

Lo dicho: un fin de semana ajetreado. Me voy. Que ustedes lo pasen bien, séanme buenos y no me rompan nada.

Seguiremos informando…

Con mi mismo consumismo

Escuchando: Money for nothing (Dire Straits)

Tarde consumista la de hoy, con mis hermanas en Bilbao. Cuando estuve en Barcelona vi en una tienda Disney el regalo que le quería hacer a mi sobrino por su cumpleaños (que es este domingo, ya). Pero la caja era tan grande que pasé de pasear con ello por aeropuertos y aviones. Hoy nos hemos acercado a la tienda Disney (valor seguro con un sobrino fan incondicional de Pixar) de Bilbao, y ya de paso, nos hemos pegado también nosotros algún que otro capricho…

En la tienda Kukuxumusu no me he comprado nada, pero del Media Markt me he salido con un par de dvds. ¿Quién se resiste a dejar allí la peli de La Princesa Prometida por poco más de 5 euros? ¿o los videoclips de Dire Straits por poco más de 8 euros? Yo no, desde luego…

Y luego ha estado lo de Ikea. Yo nunca había estado en un Ikea. Me gusta Ikea. Me ha gustado mucho, y eso que sólo he estado en la planta de Complementos, pero quiero tener una casa para llenarla con todas esas cosas. Me quería comprar todo, pero me dije: contente, contente. Ni puto caso, al final me he comprado una lámpara. Vale, dar luz, lo que se dice dar luz, da poca. Es algo más conceptual, pero es genial. Cuando la vi, supe que quería tener eso en mi habitación. Mañana, cuando esté colgadita en la pared, pondré la foto pertinente…

Una tarde divertida, de compras, de risas, de párkings y de plumas viajeras…

Seguiremos informando.