Amor y odio… al cine

Escuchando: Kelly watch the stars (Air)

Acabo de leer en el periódico esta noticia sobre el descubrimiento de una sala de proyección clandestina en las catacumbas de París. si bajo la Ópera Garnier se ocultaba el Fantasma, estos otros fantasmas cinéfilos no podían ocularse bajo otro sitio que la plaza de Trocadero, sede de la Filmoteca de París.

Tiene que ser toda una experiencia eso de ver una película escondido en un sitio tan misterioso, tan sugerente y tan sobrecogedor como una catacumba. Aunque, a juzgar por los restos que han dejado tras de sí estos okupas, a saber de qué calaña eran…

En cualquier caso, pasión por el cine no les faltaba… hay gente que se va al otro extremo, como el autor de este weblog (gracias a Davines por el enlace) que dedica sus esfuerzos dejar salir todo su odio al séptimo arte en forma de críticas de películas, destructivas y comprimidas en una sola frase…

Hay alguna graciosa, pero en general acaba ofendiendo más que haciendo reír. Qué gente. Es como si me da a mi por hacer una página metiéndome con los de OT… mmmm…. mmmmm…. Na, no merece la pena 😉

Seguiremos informando…

PD: ¿Tendremos que coger pico y pala (o paca y pilo, como decía el otro) para tener un cine en Santander?

Bandas, garajes y manzanas

Ya no me acordaba de ello, pero lo he encontrado hace un rato por casualidad, y tiene su historia…

Resulta que cuando estaba preparando la última versión de mi página (la actual), tenía intención de hacer una animación con música para la sección de about. Al final, lo pensé mejor y decidí que no tenía mucho sentido, porque iba a ocupar mucho, y la gente tampoco lo iba a hacer mucho caso…

Así que no llegué a hacer esa animación… pero si la música. Aunque quizás el término hacer no sea el más apropiado…

Cuando Apple lanza un programa reproductor de música, lanza el reproductor de música mas intuitivo del mundo. Cuando lanza un gestor de fotografías, lanza el gestor de fotografías más intuitivo del mundo…

Y cuando Apple lanza un programa para componer música, consigue el compositor más sencillo e intuitivo del mundo. GarageBand. Vamos, que hasta yo, que el único ritmo que tengo es el cardíaco, me he entretenido juguetando con él…

Y decía que esta canción no la he hecho yo, porque más que hacerla la he montado juntando unas cuantas piezas de Lego musical. Samples e intrumentos pregrabados, corto por aquí, pego por allá, meto esto por este otro lado, lo junto todo, agito, y… ahí queda el resultado…

Este programa, en manos de alguien con conocimientos musicales, y con un teclado (musical, se entiende) conectado al Apple, tiene que ser la caña…

Seguiremos informando…

Mejor ven con una silla para hacer cola

Escuchando: No mistake (Siwel)

Esta tarde, mientras iba a la Filmoteca he pasado por sitios por los que paso muchas veces, pero hoy, por alguna razón, me iba acordando de anécdotas y de días en los que pasé por algunas esquinas, por algunos bares, por algunas plazas… Y he caído en detalles, me he dado cuenta de causalidades, de casualidades en las que nunca me había detenido. Es curioso ver las cosas de otra forma, después de cuatro o cinco años, al más puro estilo murciélago

Y me doy cuenta cuando los cambios de color son más suaves, más graduales, menos frecuentes…

Por supuesto, señor de barba fumando en su ventana, película, y vuelta a casa, disfrutando de un paseo a una temperatura a la que, por fin, se podía respirar a gusto…

En este regreso he hecho una parada. El guardia de seguridad y las chicas de información de Tantín son muy amables… pero desgraciadamente, no me han dado muy buenas noticias sobre el concierto de Marlango de la semana que viene. De hecho, una de las frases que me han dicho es la que he puesto como título de este mensaje. No todo está perdido, pero va a estar jodida la cosa…

Nunca pensé que diría esto, pero… mierda de conciertos gratuitos…

Seguiremos informando…

Permanezcan en sintonía

Escuchando: Too Darn Hot (Ella Fitzgerald)

¿Quién dijo que el buen tiempo había acabado? Vale, puede que yo… pero no, hoy hemos cambiado las tormentas por un espectacular y caluroso día de sol. Hace tanto sol que no me apetece hacer nada, sólo esperar a que atardezca para acercarme un rato a la Filmoteca…

Y mientras tanto, sigo haciendo algún que otro ajuste en este weblog. Ahora tiene una nueva opción, lo tienen ustedes a la izquierda (la izquierda es la del tenedor, ¿no?), ese enlace que pone «subscribe». Si le dais, podéis introducir vuestra dirección de correo, para que cada vez que un servidor escriba algo aquí, os llegue un mail con un aviso, el título de lo que he escrito y unas líneas del texto, para que os piquéis, me visitéis y lo leáis entero…

Además es un proceso reversible, ¿eh? Si por alguna extraña razón os queréis dar de baja, y que no os lleguen más avisos, ponéis vuestra dirección, pero en lugar de subscribe, le dais a unsubscribe, y listo. Pero vamos, tampoco veo razón para darse de baja… je je…

Pues nada, voy a ver si meriendo unos cubitos de hielo o algo así, mientras sigo meditando sobre aquel capítulo de Barrio Sésamo, el de «cerca», y «lejos»

Seguiremos informando…

Para que no se duerman mis bolsillos

Escuchando: Una tarde de sol (Manolo García)

Si en julio me dio por un nombre típico donde los haya, Robert Smith, en septiembre me toca hacer lo mismo pero en producto nacional. Hoy se ha puesto a la venta el nuevo disco de Don Manolo. Manolo García. Hoy se ha editado «Para que no se duerman mis sentidos».

Me apetecía tenerlo. Me encantan sus dos discos anteriores, y creo que estoy del humor adecuado para sumergirme en su nueva colección de canciones, de frases sugerentes, de recuerdos propios y ajenos. Además, viene con un dvd con vídeos y paranoias suyas, así que no me ha costado mucho hoy dejarme caer por tiendas de discos a ver si me hacía con él…

Y así, esta tarde, mientras compraba piezas para recomponer ordenadores, hacía algunas fotos curiosas -que acabarán dentro de un rato en estas páginas-, y escuchaba el grandes éxitos de The Cure (elección de mi iPod, que pese a lo que digan algunos, NO tiene voluntad propia), me dediqué también a preguntar en tiendas de discos…

Hay una tienda nueva, en el centro, en ¿Kúo? ¿Cúo? ¿Quo? Bueno, ahi. Pero desde fuera no parecía que tuvieran el disco, además de que a las 5 y 20 de la tarde seguían sin abrir… (unido al cartel de la puerta, se busca dependiente, me hizo desistir de esperar…)

Me fui a la que otrora fue mi tienda de discos favorita, esa que tiene nombre de superhéroe. Curioso. La tía, con un corte de pelo bastante más agresivo de lo habitual y bailando cual posesa o poseída, tenía puesta la música (no lo reconocí, bastante rayante) tan alta, pero tan alta, tan tan alta, que apenas podía hablar con ella a pesar de tenerla a un palmo de mis rotundas narices. No hizo ningún amago de bajar el volumen (de la música, no de mi nariz), así que a duras penas me enteré de que el disco se les había acabado por la mañana, que volviese a preguntar mañana. Salí de allí con la sensación de haber hablado con alguien que estaba perdiendo el puntillo de la cordura.

Al final acabé pasando por Tipo, y estuvo bien porque tenían el disco, y a un precio razonable, pero mal porque me salió muy caro. Y es que no debí acercarme al estante de los dvds musicales. No debí haber posado los ojos en la zona de la D. pero claro, una vez que descubrí que tenían el doble DVD de Dream Theater, con la reedición remasterizada en sonido surround de sus directos, no lo iba a dejar allí. No. Claro que no.

Lo gracioso es que cuando salía de la tienda, relamiéndome pensando en la sesión musical que me iba a pegar viendo esos conciertos, me dije: Roberto, Alto. Recapacita. Vuelve a la realidad. NO TIENES DVD. O sea, sí lo tienes, pero está en poder de los incompetentes del servicio técnico de JVC, que llevan semana y media para hacerme el p#*@$ presupuesto. Hoy se han llevado la primera llamada, a ver qué pasa con ello. SIgo esperando.

Bueno, en el ordenador he visto que los directos de Dream Theater prometen. así que los dejaré para cuando los pueda disfrutar en condiciones. Y me dediqué al disco de Manolo García. En concreto, a coger el disco, meterlo en el ordenador, comprimirlo y pasarlo al iPod, que tenía que salir pitando a arreglar ordenadores. Y allí fui. Y allí arreglé. Y luego estuve enseñando a mi sobrino a jugar con mi Palm. Y luego estuve concretando planes para el fin de semana. Y luego me quise ir a casa. Y luego me volví a sentar al ver la que estaba cayendo. Y luego paró.

Y después llegué a casa, cené, y me puse a escrbir aquí mientras me sumergía en los versos, en la increíble riqueza musical del universo privado del Señor García. Por lo que llevo escuchado hasta ahora, ha sido una compra inmejorable…

Te busco entre la gente de las plazas.
Te busco en las calles de ciudades que ya no recuerdas.
Te busco en el perfume de mujeres que pasan, en los silencios que crecen cuando ellas no hablan,
Te guardo una tarde de sol por si la quieres. Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarte.
Te guardo una mirada risueña que nada pretende.
Te guardo en un bolsillo el calor de mi piel por si vinieses.

Seguiremos informando…

¿En qué quedamos?

Escuchando: The Shadow (Pendragon)

Nada más empezar a leer el periódico de hoy, me encuentro con la primera perla, en el artículo sobre los efectos de la granizada del domingo:

«Aunque no se produzcan con gran frecuencia, fenómenos como el vivido el domingo son frecuentes en esta época de final del verano, se explicó desde el Instituto Nacional de Meteorología»

Entonces… ¿es o no es frecuente? Me lo expliquen….

Seguiremos (¿des?)informando…

Me compraré un rotulador

Escuchando: Indeleble (Los Petersellers)

Hoy, después de grabar un dvd, le he puesto el nombre con mi rotulador. Con mi rotulador indeleble.

Y creo que nunca lo había pensado, pero es la leche lo del rotulador este. Porque me lo compré a la vez que mi primera grabadora de cds. Y desde entonces ha llovido mucho (sobre todo si contamos estos dos últimos días). Vamos, que no sé ni cuántos años hace de aquello. Para que os hagáis una idea, hablo de una grabadora de CDs, a 4x (20 minutos en grabar cada disco), en la que me dejé 55,000 de las antiguas pesetas (ahora casi las regalan con cuatro tapas de Danonino)

Desde entonces he cambiado de ordenador dos o tres veces, pasé a una grabadora externa, y hace poco a otra, pero de DVDs. Pero en todos y cada uno de los discos que he grabado en estos años, he puesto el título con el mismo rotulador. A veces no escribe demasiado bien y tengo que repasar las letras un par de veces, pero ahí sigue. Staedler sí que sabe.

En fin, como reflexión es una chorrada, lo sé, pero me sirve también de homenaje a ellos. Porque para mí ya es imposible separar la palabra «indeleble» de la frase «me compraré un rotulador», y acordarme de esos cuatro personajes de cómic encima del escenario. Los Petersellers.

Seguiremos informando…

PD: A todo esto, aquella primera grabadora también sigue funcionando todavía.