[Habrá que volver a] San Sebastián

Escuchando: Waiting for the Sun (The Jayhawks)

De pintxos

El fin de semana pasado estuve en San Sebastián, en una de esas visitas que sirven como excusa para tener que volver otra vez: el clima se mantuvo continuamente en la línea que separa el mal tiempo del buen temporal, y dejó de llover en ocasiones contadas y breves (por ejemplo, ésta, que da idea de lo agradable de la noche). Una lástima.

Playa de Ondarreta

Lo poco que pude ver me gustó. Dicen que se parece a Santander, y en parte es así: con la playa en el centro (en eso me recuerda a La Coruña) y con un aire a nuestras zonas más señoriales (que allí son muchas más).

Paseo de Ondarreta

Aunque llevé la cámara, apenas la saqué de la mochila. Sólo en la zona del Peine del Viento (que tenía muchas ganas de conocer) estuve dedicándole un buen rato a las fotos. Ya había pasado el temporal, pero seguía haciendo malísimo, así que tuve que usar mis habituales trucos baratos (bolsa de plástico, gomas elásticas) para empaparme sólo yo y no la cámara.

Peine del Viento

El resto del tiempo lo pasamos entre cafés, tiendas y algún museo (muy interesante la exposición sobre Fellini en el de San Telmo).

Café en el Museo de San Telmo

En fin. Menos mal que somos de Santander, y no nos sorpenden estas inclemencias, ni que llueva de lado, ni intentamos taparnos con un paraguas que tiene todas las papeletas de acabar en una papelara. El norte es así. Y San Sebastián me ha parecido, en esta primera visita fugaz, bonita y muy norteña.

Kursaal

Lo dicho, habrá que volver.

Concursos con letra pequeña

ojo al maratón

Con esto de que la fotografía se ha puesto al alcance del cualquiera, los fotógrafos profesionales están viendo cómo algunos listos se aprovechan del tirón que lo digital ha pegado a este mundillo. Hace unas semanas un amigo fotógrafo denunciaba en su blog los abusos de muchas ofertas de ¿trabajo? en las que se ¿pagan? las fotografías con extrañas monedas: amigos, copas, entradas… Y como siempre hay alguien que acepta, la costumbre se sigue extendiendo. Habrá que señalar con el dedo, al menos, cuando veamos algo así.

Otro tema relacionado con la fotografía con el que hay que tener cierto cuidado es con el tema de los concursos. A todos nos gustan, y si ganamos algún premio nos sube el ego y el contenido del bolsillo, o nos llevamos algún juguete tecnológico junto al reconocimiento. Pero no todo vale, hay que tener cuidado con las bases, y leerselas con cuidado. Las cláusulas abusivas triunfan porque la gente no se detiene a analizarlas, en muchas ocasiones. Como ya he tenido alguna enganchada con estos temas, aviso.

Estos días nuestro periódico local, El Diario Montañés, está anunciando el I Maratón Fotográfico Ciudad de Santander, organizado por el propio diario junto al Ayuntamiento de Santander y algunos patrocinadores. Cobran 5€ por la incripición, y se opta a ganar premios en especie, en concreto algunos iPad de Apple. Jugoso, tentador, posiblemente divertido. Pero, ¿tienen algún truco las bases?

[OE]Veamos. Los dos primeros apartados ya me parece un poco dudosos:

1. Organizado por eldiariomontanes.es, se convoca a la participación, abierta a todas las personas que lo deseen hasta agotar el cupo máximo previsto, en la primera edición del Maratón Fotográfico «Ciudad de Santander»

Lo normal es que no puedan participar trabajadores ni familiares de los organizadores y patrocinadores. Para evitar dudas, vamos. Aquí no hay ninguna limitación en ese sentido.

2. Quienes acepten su participación y se inscriban en el Maratón Fotográfico aceptan y se someten a las presentes bases, así como a la interpretación que de las mismas efectúen los organizadores.

Una bases no debería dar pie a ningún tipo de interpretación. Son las reglas del juego, y deberían estar bien definidas desde el principio, para todos.

Por lo que parece, se reunirá a todos los participantes para entregarles las pruebas o temas (cinco) que tienen que fotografiar, y hacerles una foto promocional.

Punto 6, el jurado:
6. Un jurado designado por eldiariomontanes.es y los patrocinadores decidirá por mayoría las fotografías que, dentro de cada uno de los temas propuestos, resulten ganadoras, pasando todas a integrar una exposición de las mismas . Asimismo, el jurado decidirá cuantas incidencias sobrevengan de forma inapelable.

Lo dicho: si no se limita quién puede participar, los premios pueden ir a manos de primos de los organizadores, o a ellos mismos, y no se podrá rechistar. También pueden declararlos desiertos para ahorrarse los premios. No digo que se vaya a hacer: sólo quiero hacer notar que estas bases lo permiten.

En el punto 7 de las bases, se nombra un premio a la mejor fotografía en cada una de las categorías, pero no se especifica cuál es. Mal.

Punto 9, curioso:
9. Los premiados serán anunciados el 30 de Noviembre mediante anuncio en eldiariomontanes.es. Los ganadores tendrán que estar presentes en la gala de entrega de premios que se celebrará en Diciembre salvo causa de fuerza mayor acreditada, en cuyo caso, designará a una persona suplente.

Hay que asegurarse el llenazo para la foto de la noticia, supongo.

Y llegamos al punto 10. El asunto que suele ser el más conflictivo. La cesión y los derechos de las fotos. A ver cómo lo van a gestionar:

10. Los participantes en el Maratón Fotográfico, consienten expresamente que las fotografías remitidas en esta prueba puedan ser utilizadas por los organizadores, patrocinadores o colaboradores a efectos culturales, sociales y/o comerciales, señalando únicamente el nombre y apellido del autor y sin que ello suponga pago de contraprestación alguna a los autores.

Igualmente, todos los participantes, ganadores o no, en el Maratón Fotográfico se someten expresamente a las condiciones generales de publicación/utilización de sus trabajos que figuran en la página web de eldiariomontanes.es

El primer párrafo es de traca. Básicamente quiere decir lo siguiente: ganes o no, el periódico y los patrocinadores podrán utilizar tus fotografías para lo que quieran, incluyendo ganar dinero con ellas o usarlas para sus propios fines. A cambio, se citará el nombre del autor. Ojo, no hablamos de las fotos ganadoras (algo hay que dar a cambio de un premio, aunque aún así esto me parece excesivo) sino de todas las fotografías presentadas.

El segundo párrafo no se entiende muy bien, y si se refiere a las condiciones generales de la web de El Diario Montañés, viene a decir que lo que se publique en el Diario es propiedad de ellos, y lo que publique la gente allí, también.

En resumen: uno paga 5 euros para participar en un concurso, con un jurado que puede dar los premios a personas relacionadas con la organización o declararlos desiertos. A cambio, los organizadores se hacen de una colección de fotos de unos temas propuestos por ellos mismos, a precio de ganga, y con libertad para usarlas con cualquier fin. A cambio de citar al autor, eso sí (algo que se puede hacer de maneras muy discretas, doy fe).

Así también organizo yo concursos.

Como a mucha gente le compensará regalar sus fotografías a cambio de la promesa de un aparato de Apple, estoy seguro de que el evento tendrá afluencia. Pero me gustaría que todo aquel que participe sepa, al menos, cuáles son las condiciones que está aceptando. Así que si conocéis a alguien que se vaya a presentar, recomendadle que se lea estas líneas. No vaya a ser que luego vengan las sorpresas.

Seguiremos fotografiando. Pero yo, al menos, no en este concurso. Así, no.

Un año en nuestra casa

Escuchando: Our House (Madness)

Cómo pasa el tiempo. Hace ya un año que nos mudamos a nuestra casa, aunque a veces parece que llevamos aquí toda la vida: ya han quedado lejos aquellos primeros días con mil detalles por terminar, con cajas por todas partes y sin agua caliente ni calefacción.

En este año, día tras día, hemos comprobado lo a gusto que estamos y la suerte que hemos tenido al acertar con el barrio, el piso, la reforma, y la manera de colocar nuestros cachivaches. Aún quedan algunas paredes por llenar, lámparas por colocar y cajas por abrir, es cierto. Pero tiempo habrá.

Y sí: durante toda aquella reforma del año pasado fui haciendo fotos del proceso (¿alguien esperaba otra cosa?) y hasta ahora no las había publicado. Aprovechando que comenzaremos noviembre recordando aquella mudanza infernal y celebrándolo con algunos de los amigos que ingenuamente se ofrecieron a ayudarnos, dejo por aquí un video con las mejores instantáneas de ese jaleo en el que nos metimos, y del resultado final. Tengo también una versión extendida con algún detalle más, pero esa la dejo sólo para los amiguetes (pedidme la contraseña si os pica la curiosidad)

Principito

Ahí queda eso. Aunque lo esencial, como dice el Principito que nos recibe al entrar en casa, es invisible a los ojos…

Seguiremos disfrutando.