Apuntes de una noche atípica

Escuchando: Saturday (Josh Rouse)

– Conocí el Pandemolden, y me parecía no estar en Santander.

– Escuchar El Columpio Asesino y Muse es para volverse contento.

– Un kebab con queso NO es «picar algo rápido y ligero«.

– Conocí también, y por fin, el Factory.

– El Absolut con limonada casera se está convirtiendo en un vicio.

– De haberlo sabido, hacemos una cena v-pinera multitudinaria.

– No se puede venir de Palencia a celebrar una despedida de soltera, y volverse al hotel a esas horas.

Y algunas cosas más.

Seguiremos informando.

1. adj. Ajado, falto de vigor y lozanía.

Escuchando: I wish I felt nothing (The Wallflowers)

Quizás esta flor ya se haya marchitado.
Es casi seguro.
No en mi foto.
Es mía para siempre.
Quizás algunas sonrisas ya se hayan borrado.
Las nuestras, las mutuas.
No en los recuerdos.
Porque esos me los quedo.
No en los míos.
Son míos para siempre.
No.
Sí.

Más nada

Escuchando: Communication (The Cardigans)

I didn’t really know what to call you, you didn’t know me at all
But I was happy to explain.
I never really knew how to move you
So I tried to intrude through the little holes in your veins
And I saw you
But that’s not an invitation
That’s all I get
If this is communication
I disconnect

Hace un año, parecía que el verano comenzaba por estas fechas. Ahora, parece que termina estos días. Quien mida el tiempo por el paso de los días, quien mida las distancias por kilómetros, es un ingenuo…

Añado un nuevo hueco a mi interior, a mi colección de nadas… unos pocos más, y algún día estaré tan vacío que me podrá llevar el viento muy lejos de aquí.

Nadie se iba a dar cuenta.

I’ve seen you, I know you
But I don’t know
How to connect, so I disconnect

Anoche en el Zeppelin

Escuchando: Insurrección (El último de la fila)

No será peor de lo que era
No será peor, seguro que es mejor

Nada es siempre toda la verdad
nada significa nada
Y rompo las promesas que me hice a mí

Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

Propongo un [re]trato

Escuchando: Pictures of you (The Cure)

Fotos de Santander tengo miles. Cuando voy de viaje, sé exactamente el tipo de fotografías que me gusta hacer. Y creo que empiezo a saber poner un poco de , y de mi estado de ánimo, en esas imágenes.

Pero una cosa es fotografiar paisajes, flores, el ambiente de una calle, o un concierto; y otra muy distinta es intentar sacar una buena foto a una persona. Yo no sé hacerlo. O sea, tengo algunos retratos, pero creo que me queda mucho por aprender; y no hablo sólo de controlar objetivos y flashes, que no es poco, sino también conseguir algo que me parece muy difícil: captar no mi estado de ánimo, sino el del retratado. Buscar complicidad, esa imagen que no es sólo una fotografía de una cara, sin más, sino un retrato.

Hasta ahora mis experimentos se han reducido a fotografías a los miembros de mi familia que se prestan a ello (lo que reduce la lista a mi sobrino, básicamente), y a algunos retratos espontáneos, robados por la calle… que tienen su gracia, pero no es lo mismo.

Por eso, aviso a navegantes: si alguien se presta a mis experimentos, que avise. A cambio del tiempo prestado, hago entrega de toda la sesión de fotos -que digo yo que alguna foto decente saldrá-, y mi palabra de que no serán utilizadas ni publicadas sin pedir permiso expreso.

De momento, y coincidiendo con mi visita a Madrid dentro de unas semanas, ya tengo un book apalabrado.

Seguiremos aprendiendo.

Si no puedes con el enemigo

Escuchando: Bull (Freak Kitchen)

No me gustan los toros. Será la fiesta nacional, pero no me va, no le veo la gracia. Siempre me han caído mejor los toros que los toreros. Por eso, el hecho de vivir al lado de la plaza de toros, y que durante esta semana, año tras año, mi calle se ponga imposible, la corten incluso, aparquen hasta en las aceras (lo he visto antes) y me pongan casetas con música hasta las tantas de la mañana, tampoco es que me apasione.

Como buen santanderino, debería hacer lo que suelen practicar mis conciudadanos: si durante unos días hay fiesta cerca de mi casa, y no me gusta, lo boicoteo. Caceroladas, denuncias por ruido, llamadas a la grúa, etc. Pero no, no es mi estilo. Sé que a veces no parezco santanderino, pero no puedo evitar respetar los gustos y las ganas de pasarlo bien de los demás, aunque a mi me cause molestias durante unos días.

Es más, si ni puedes con el enemigo, únete a él. Esto de las casetas (carpas, más bien), tiene su encanto. Ya lo descubrí el año pasado a base de sidriña y empanada en la caseta del Centro Asturiano (y repetiré esta semana, seguro), y hoy lo he vuelto a comprobar. Cuando ya estaba a punto de salir de casa con la cámara sin rumbo fijo, sólo por no quedarme en casa toda la tarde, una llamada hizo que acabase bebiendo rebujitos a ritmo de sevillanas, o comiendo empanada regada con albariño (y ribeiro, regalo de los señores de la mesa del lado, que nos regalaron una botella casi a la mitad, qué majos).

Eso sí: cuidado con pedir comida en la caseta del Centro Gallego. Que está todo muy rico, y con muy buena pinta. Pero eso son rejones, y no los de la plaza; el que avisa…

Una tarde curiosa y divertida, después de todo. Y mañana, más.

Seguiremos informando.