Fotoadiccionado

Escuchando: Lonely Carousel (Rodrigo Leao & Beth Gibbons)

El curso que estoy haciendo va sobre técnicas para la elaboración de reportajes fotográficos. Y la idea es que cada uno presentemos un reportaje, una historia, cualquier cosa, contada en unas pocas fotos.

No es fácil. No sólo por elegir el tema, no sólo por intentar captar todos los detalles en imágenes, sino también por la labor de seleccionar, descartar, ordenar y presentar las fotografías finales. Parece una tontería, pero no; ni de lejos.

Ayer estuve haciendo mis fotos. Después del curso me acerqué con la cámara al local donde ensayan unos amigos, y estuve diaparando un poco por aquí y otro poco por allá, mientras ellos grababan partes de teclado y voces de una de sus nuevas canciones.

La imponente quesada que había junto a la mesa de mezclas (y de la que dimos buena cuenta… de la quesada, no de la mesa, claro) le dio el toque cántabro a la cosa, y yo me volví a casa con algunas decenas de fotos… (algunas tan curiosas como ese taburete encolado que puse ayer por aquí…)

Hasta ahora sólo había enseñado a mi profe algunas de mis peores fotos… no quiero que me digan que mis fotos buenas -alguna tengo, no muchas- son buenas, quiero aprender a mejorar las malas, y a fijarme en cosas que ahora se me escapan.

Esta tarde, sin embargo, he enseñado las que hice ayer. Y parece que han gustado. Hemos estado haciendo la selección de fotos entre todos, y al final se han quedado fotos que yo habría descartado, y al revés. Pero la verdad es que las once imágenes finales, todas juntitas y ordenadas tienen buena pinta. Y que me lo diga un fotógrafo, o alguno de los otros asistentes al curso, que tienen fotos realmente impresionantes, sube un porquillo el ego…

Ego que me sobra para otras cosas. No muchas, suelo ser todo lo contrario; pero cuando estoy seguro de algo, voy lanzao. Y mañana voy a presentar tres fotos a un concurso, un concursito más bien, de andar por casa, pero que tengo intención de ganar. Y si no es así, espero que la foto ganadora sea muy muy buena, porque las tres que presento yo son pesos pesados. El premio son unos simbólicos 90 euros, que invertiría en financiarme (parte de) un objetivo que me puede dar bastante juego…

No es el objetivo que me gusta de verdad, claro. Ese vale un poco más. De hecho, algo más que mi cámara, y aún me estoy recuperando de eso…

En fin. Cuidado con las aficiones, que se pueden convertir en vicios, y los vicios siempre acaban siendo caros.

Seguiremos fotografiando.

Las cosas como son

Escuchando: Live and learn (The Cardigans)

La semana pasada empecé un pequeño curso de fotografía en la Universidad. Un curso de diez días en el que me he dado cuenta de lo que ya sabía: que no sé nada, que no tengo ni puta idea de fotografía. Y me encanta, porque eso significa que tengo mil cosas por aprender, un millón de fotos por hacer, programas por probar, experimentos por intentar….

Ha sido una buena idea lo de apuntarse, sí. Aunque sólo sea por las charlas con el profesor (un tipo de lo más peculiar) divagando sobre mil y una dudas…

Seguiremos aprendiendo.

Huecos

Escuchando: Paper snowflakes (Son, ambulance)

Ya no te acuerdas, pero te quedaste con uno de mis CDs. Tampoco tiene mayor importancia, sólo era un disco, ni siquiera era original. Veo el hueco en la estantería, me acuerdo a veces de él, porque era música muy triste, de esa que me gusta. De esa que te gustaba, que me descubriste.

Podría pensar que te lo quedaste como recuerdo de aquel amigo que, pero no, no lo creo. No me imagino a nadie haciendo eso, la verdad. Estoy seguro de que lo has perdido, de que lo has dejado tirado en alguna casa, de que ya ni sabes dónde fue a parar. Y de que te da igual.

Tenía un título curioso. Lo que amas es lo que eres.

Yo debo ser una fantástica colección de huecos, entonces.

Seguiremos informando.

Decenas de razones

Escuchando: My friends (Red Hot Chili Peppers)

Una casa verde perdida en medio de la nada, paisajes nevados desde la ventana, lluvia, calefacción a tope, botellas medio llenas que se iban convirtiendo en medio vacías a pasmosa velocidad; será difícil, al menos por unos meses, que nos volvamos a juntar esos doce personajes que nos encajamos en una estrecha escalera para salir todos en la foto.

Será difícil, pero lo volveremos a hacer; igual falta alguno, igual falto yo; igual no somos tantos, quizás seamos más, ojalá. Pero habrá más fines de semana como éste, con risas, con ruidos, con juegos, con vaciles, con bebida, con más bebida, con traed más bebida, con gente que no quiere dormir, que gente a la que no dejamos dormir; ya casi no nos acordamos de las letras, al menos todos a la vez, pero ahí seguimos berreando Revólver, Mecano, Bon Jovi, Sabina, Platero, Cómplices, Extreme, U2, la canción de Top Gun, el cancionero completo de series de la tele (desde Dragones y Mazmorras hasta Campeones, pasando por El Gran Héroe Americano o Naranjito) o lo que se nos ocurra.

Decenas de razones para repetirlo, decenas de razones para recordar este fin de semana, y decenas de fotos que aún tengo que clasificar (aunque me da que esta vez muchas no van a ser aptas para todos los públicos)…

Y entre fotos de muelas, de dados, de bombillas, de brindis, de duelos, de escaleras, de gorros de aviador, de chicas, de chicos, de todos juntos… también me he venido con algunas joyitas para mi colección personal. Esperar una noche entera a que pare de llover, tiene a veces sus recompensas. Fotos como la de arriba, cuando ya eran casi las siete de la mañana, compensan estar un ratito a la intemperie, descubriendo que manejar la cámara en la más completa oscuridad no es tan fácil.

Colofón del fin de semana: cumpledosaños de Edu Jr. Si con dos años ya es tan trasto, y tiene esa cara de pirata, no me quiero imaginar cómo será cuando cumpla tres. Que allí estaré con la cámara, claro…

Seguiremos informando…

Revel without a pause

Escuchando: Footlose and fancy free (Bill Bruford’s Earthworks)

Cuatro ya. Parece mentira, pero ayer comenzó la cuarta edición del Festival de Jazz de Santander. Bill Bruford fue el encargado de abrirlo, en un concierto de lujo (en parte por el precio de la entrada, también…)

El concierto podría haber estado mejor, eso es cierto. Podría haber sido más dinámico, tuvo demasiados momentos demasiado tranquilos. Pero sigue siendo una leyenda tras la batería. Tiene un grupo de jazz, pero no puede evitar sus pasado, sus años en bandas de rock que llevaban la lógica sonora al límite.

No sé si iré a algun concierto más del festival. Ayer me recomendaron no perderme el de Horacio Hernández «El Negro». Tomo nota.

Y una vez tomada, voy a ver si preparo los bártulos, que un servidor se va a pasar una noche a alguna casa rural perdida por ahí…

Nos vemos a la vuelta. Séanme buenos, no rompan nada y disfruten del fin de semana….

Lluvia en movimiento

Escuchando: Fool in the rain (Led Zeppelin)

Este mensaje no debería ir acompañado de esta fotografía, sino de algo más dinámico… Pero por si acaso, prefiero no colgar aquí cosas que tarden mucho en descargar, por si hay gente con conexiones lentas. Tampoco es plan de que el weblog tarde diez minutos en cargar.

Así que nada, lo he puesto en habitación aparte. Es fácil entrar: la puerta la tienen pinchando en la fotografía. O en este mismo enlace.

Seguiremos informando…