A las dos serán las tres

Escuchando: Secuelas y beneficios (Alado Sincera)

La noche del sábado fue curiosa. Empezó con algunas negociaciones (recomendación: no hagan planes para la noche del 8 de abril), y continuó en una entrega de premios en la que Al Norte Del Norte estábamos nominados. No hubo suerte, pero estuvo muy bien la visita, nos encontramos con gente muy maja, y nos lo pasamos muy bien. Abandonamos la fiesta para volver a Santander, y acabamos siendo testigos (sólo durante un rato) de una partida de guerras napoleónicas. Dejamos las batallas a los guerreros, y nos fuimos a tomar algo, y seguimos encontrándonos con más gente.

De hecho, me encontré con gente hasta camino de casa.

Un sábado curioso, sí. Aunque eso de que adelanten la hora siempre es una jodienda.

Seguiremos informando.

Kukuxubolso #3

Escuchando: La flor encima de tus labios (Alado Sincera)

Yo sólo iba a comprar unas cartulinas, de verdad. Para pegar unas fotos. Pero fue entrar a la librería, y verlo ahí, de frente, en mi camino. Y como lo estaba buscando, pero no lo encontraba, era más barato que en la página web, y además la carne es débil y yo tengo poca, me lo he comprado. Claro. No vaya a ser que me confundan con alguien serio.

Mi nuevo Kukuxubolso. Y van tres.

En fin. Estas cosas pasan. Ah, compré las cartulinas, además.

Seguiremos informando.

PD: Dos descubrimientos musicales para hoy. Hushpuppies es un grupo francés que va a venir a tocar al SSF. No los conocía, y hoy he escuchado su disco. Qué energía. Va a ser, sin duda, uno de los conciertos del festival. Prometen. El otro descubrimiento es más intimista, para quitar el mono hasta que llegue la tercera entrega (sin título, como siempre), de Maga. Se llaman Alado Sincera, y me gustan tanto que creo que va a ser uno de esos discos con los que me obsesiono. Hasta se atreven a tocar lo intocable: su versión de La estatua del jardín botánico es elegante como pocas. Avisados quedan.

Y brindamos por ellos

Escuchando: If you ever need a stranger to sing at your wedding (Jens Lekman)

No me gustan las bodas. No es una opinión, es un hecho: soy moreno, muy delgado y no me gustan las bodas. Y sin embargo, ayer estuve en una y me lo pasé francamente bien. Si hubiese un modelo de boda a seguir, sería como la de anoche, sin duda.

Se casaba una buena amiga, compañera de carrera, de trabajo y de aventuras empresariales. Lo hacía con otro amigo al que conozco desde que levantábamos unos pocos palmos del suelo en el colegio. Y su boda fue preciosa.

¿Por qué? Por muchas razones, por los pequeños y por los grandes detalles. La ceremonia tuvo un tono distendido, muy cercano y con momentos muy emotivos. No hubo sermón, hubo cuento. Y todo ello adornado con una exquisita selección de música clásica; de sobresaliente.

El festejo posterior no sólo no bajó el listón, sino que lo subió mucho más. La cena fue perfecta y muy divertida, con guiños a la siguiente pareja en pasar por el altar. Los detalles de recuerdo no fueron los típicos souvenirs inútiles, sino algo realmente bonito. El baile tuvo la inevitable ración de pachanga, pero también canciones muy divertidas con las que acabamos todos en la pista.

Y mi momento preferido, llegó casi al final del baile. Las luces se hicieron un poco más tenues, y comenzó a sonar With or without you. Los novios acabaron sólos, riendo y bailando en medio de la pista, mientras casi dos centenares de invitados los rodeábamos abrazados en corro, cantando y brindando por ellos. Precioso.

Desde luego, hay amigos que se merecen ser felices a rabiar. Ayer se casaron dos de ellos.

Seguiremos informando.

PD: Y sí, me puse corbata. No es nada habitual, pero un día es un día.

Laico, laico

Escuchando: El aprendiz (Lori Meyers)

Hoy es el patrón de mi Facultad, así que no he trabajado. No, el patrono de los ingenieros no es San Patricio, ya podía. Es San José, pero se celebraba hoy. Genial. Me he quedado durmiendo, hasta que me han despertado los amables obreros que están arreglando la fachada de mi casa. Háganse la composición de lugar: radio cutre a tope, con los 40 principales (minúsculas intencionadas), gritos a lo Tarzán, canturreos (hay gente que el único ritmo que tiene es el cardíaco) y una tasa exageradamente alta de mecagüendioses por palabra pronunciada. Espero que sean buenos profesionales, porque de educación andan justitos.

Gracias a tan peculiar despertador, no he tenido problema para llegar a tiempo a la conferencia de Fernando Savater en la facultad de Medicina. El tema: «Democracia y laicidad, hoy«. Ha estado francamente bien, aunque como él mismo reconocía, es triste tener que argumentar cosas que deberían ser obvias. Ha sido especialmente interesante el debate posterior, que ha tocado temas como las caricaturas (con opiniones y testimonios de gente con otros puntos de vista, enriqueciendo el debate), la libertad de expresión, los fundamentalismos, el terrorismo…

Pero no todo va a ser filosofar. Después de la charla, concurso de pinchos y cocktails. La cosa ha empezado tarde, y mientras esperaba a que se animase el concurso, he estado de charla con Joaquín.

Joaquín es un fotógrafo con muchas batallas a las espaldas, ya. Un tío majo donde los haya; lo conocí hace un año, fue uno de los profesores de aquel curso de fotografía que hice en la Universidad. Hoy nos hemos estado echando unas risas, mirando a ver cómo sacábamos fotos interesantes de una mesa con tres platos. Aunque estoy seguro de que él podría hacerlo sin platos, sin mesa, y casi sin cámara. Un gran tipo.

En fin. Es viernes. Esta noche, concierto homenaje a los Beatles. Y después, si alguien se presta y se anima, habrá que celebrar San Patricio como está mandado: con una pinta de Guinness.

Slainte!

He visto a un bedel hacer cosas que nunca pensé que vería hacer a un bedel

Escuchando: Glorietas (Refree)

Esta tarde he estado fotografiando una gymkana. Qué locura. Han sido unas cuantas horas de carreras, de disfraces con más o mucha menos ropa, de momias, de happy meals, de nudos, de bailes, de himnos, de palillos, de carnets de identidad, de tabasco, de periódicos viejos, de acertijos, y de muchas risas.

Aunque la verdad es que tanto grito, tanto ajetreo y tanto ruido han hecho que terminase con la cabeza como un bombo. Llena de números. Al terminar, marqué uno.

Seguiremos informando.

En este teatro que soy yo mismo

Escuchando: Camera (Editors)

El día de ayer fue agotador. Agradablemente agotador. Estuve en el Ayuntamiento, en una rueda de prensa: la presentación del Santander Summer Festival 2006. Todos los detalles están ya por aquí, pero así, en líneas generales la impresión fue muy buena. Mucha electrónica, grandes grupos bastante comerciales (HIM, Black Eyed Peas), y agradables sorpresas: Primal Scream, Editors, Lori Meyers, Cycle

Lo mejor: que aún faltan todos los grandes nombres, unos ocho grupos que serán cabezas de cartel. Habrá que estar atentos.

Miento: lo mejor no fue eso, lo mejor fue una pequeña sorpresa. Un grupo cántabro también está incluido en el cartel: Lazy. Se hace justicia, se pone en el escenario a unos dignos representantes… y como efecto colateral, dos de mis fotos aparecen en el dossier de prensa, y en la página web del festival. Pequeños detalles que hacen ilusión.

Además, después de la rueda de prensa estuvimos hablando con el director del Festival, y salvo desastres de última hora, este año no creo que tenga problemas para ir acreditado y con cámara.

Cámara que esta semana está fotografiando de todo. Pero de todo, ¿eh? Y aún le queda.

Seguiremos informando.

¿Les gustaría ver más fotos de Roma?A mí, sí.

Escuchando: Animal Nitrate (Suede)

Vaya racha. He ido esta tarde a buscar las fotos del segundo carrete que llevé a Roma. Pero no, mala suerte. Se ha trabado en la máquina y ha acabado convertido en esta tira negra, lo sentimos. Pero te damos un revelado gratis. Y otro carrete.

En fin. Eran fotos (lomografías) tiradas en Roma, en el Vaticano, en su cúpula, y también unas cuantas pruebas para un concurso. Tampoco es que sea una tragedia, pero jode. Me lo he tomado con filosofía, me agota usar mi poca mala leche.

Igual que esta mañana, cuando he ido a cancelar mi cuenta en Caca Cantabria. Que no he podido: les hace falta la libreta. Qué fijación tienen en esta Caja del siglo XXI por las putas libretas, ese invento que hace varios lustros que me dejó de parecer útil. No sé ni dónde la tengo, sin actualizar desde hace años. Para ellos debe de ser vital. Para que les cuadre el ábaco, supongo.

En fin, a lo que iba. Que en la tienda (Zoom de la Plaza Numancia) se han cargado mis fotos. Y como mi vida es muy surrealista, y mucho más divertida que las suyas (porque se ríe de mí, digo) cuando salí de la tienda me fui corriendo a hacer fotos a una conferencia, de la Semana Cultural de Medicina. La conferencia se llamaba así: Lo que no sale en la foto. Palabrita. ¿Es o no es gracioso?

En concreto, el título era más largo: Lo que no sale en la foto: sobre identidad, enfermedad y representación, a cargo del profesor de Medicina Fernando Salmón. Mi intención era ir, tirar las fotos, e irme, pero al final me quedé a toda la charla. Y es que el tema me resultó fascinante: la fotografía como herramienta terapéutica. Desde las distintas formas en las que se ha retratado a algunos enfermos (SIDA, cáncer de mama) hasta experimentos fotográficos destinados a que los enfermos intenten expresar su dolor.

Después de la charla había un par de conciertos. Uno no me ha gustado mucho, y en el otro el batería había tenido un percance a última hora, y no ha podido tocar. El resultado ha sido un concierto con momentos muy bonitos, y otros muy caóticos. Pero entre amigos.

Y ahora… ahora hay que irse a la cama, hoy prontito. Mañana quiero llegar mucho antes a trabajar. ¿Para qué? Para salir antes. Si me da tiempo, iré a hacerle algunas fotos al alcalde.

Seguiremos informando.

Oriente y desoriente

Escuchando: East of the Sun, West of the Moon (Diana Krall)

Esta mañana, en el suplemento del periódico, leía una interesante reflexión en una carta al director. Hablaba del choque de religiones que tenemos en la actualidad (dejemos de hablar de choque de culturas: los fundamentalismos religiosos son falta de las mismas). El autor de la carta no confiaba en que los fanáticos se hiciesen más juiciosos, pero sí en que sus hijos, o sus nietos, se volviesen más capitalistas, más occidentales, más cómodos, más fanáticos de la PSP y menos del Corán. O de la Biblia, añadiría yo, que los nuestros también ponen bombas, aunque miremos para otro lado. Citaba el autor el caso del comunismo más radical, que no se vino abajo por la cordura, sino por que los chavales descubrieron el modo de vida occidental. Vino la Coca-Cola, y adiós Lenin.

Curioso punto de vista. Curioso, sobre todo, porque esta tarde he visto una película que trataba el tema exactamente desde el mismo enfoque. Una película que recomiendo del mismo modo que me habían recomendado a mí.

Oriente es Oriente es la historia de una familia pakistaní en el Reino Unido, en los años 70. Una como tantas de las que se han establecido allí. En concreto, se trata de un pakistaní casado con una inglesa, y con seis hijos que según su padre han de vivir como Alá manda; pero ellos no se sienten pakistaníes al haber nacido en Occidente, hablar en inglés, y tener al alcance de la mano una vida más lógica que la impuesta por una religión que no comparten, o por unos matrimonios concertados que aborrecen.

Es una película con escenas divertidísima. De carcajada. Pero también con escenas duras cuando tienen que serlo. Y es una forma inteligente de decir lo que es de sentido común: que así no vamos a ningún sitio. Esperemos que las generaciones siguientes, por cordura, por vagancia, o por consumismo, sepan acercarse a las religiones de una manera más sensata. Con prudencia. Que muchos ya estamos hartos de que nos quieran salvar.

Seguiremos informando.

A las mentes

Escuchando: Where is my mind? (The Pixies)

– No soy ni un duro ni un mierda, soy prudente. Trato de no alimentar fantasías, pare evitar momentos desagradables.

– O sea: un mierda.

Creo que es la tercera o cuarta vez que la veo; no será la última, ni mucho menos. Pocas películas pueden presumir de tener un guión tan perfecto, en el que no falta ni sobra una puta coma. Qué diálogos, qué interpretaciones…

Recuerden: hay que follarse a las mentes.

Seguiremos informando.

PD: Roma me pareció buena, aunque no genial. Lugares comunes, otra obra maestra. Tengo por aquí Un lugar en el mundo, también de Aristarain. Creo que va siendo hora de disfrutrala, a ver qué tal.

S.P.Q.R.

Escuchando: Rome wasn’t built in a day (Morcheeba)

Uno no puede conocer una ciudad en dos días y medio. Y menos si la ciudad es Roma. Afortunadamente, una de mis hermanas había estado hace unos meses allí, y eso ha ayudado mucho.

Han sido unos días agotadores, divertidos, de buen tiempo (uno) e impresionante frío (los dos siguientes), de callejear, de visitar monumentos, de hacer fotos, de desesperar a mis hermanas haciendo fotos, de compras (para la familia, yo me he venido de vacío esta vez), de no pagar en los autobuses, de comer bocadillos, de comer pizza, de pegarnos algún homenaje… y todo ello en una ciudad ruidosa, caótica, sucia, con un tráfico de infarto (sobre todo para los peatones no acostumbrados)… en un ciudad que hay que conocer, sin más. Grandiosa, con sus virtudes y sus defectos.

Lo peor: la decepcionante Plaza de España (menos mal que iba avisado), y el poco ambiente en la ciudad el frío lunes por la noche (nos costó encontrar un sitio donde cenar). Otro punto negro también ha sido literal: en la cámara, una mota de polvo. Nada grave, pero la tengo que pegar un repaso.

Lo mejor: las vistas desde la cúpula –qué paliza a subir escaleras, oiga– de la Basílica de San Pedro (la plaza, a pie de tierra no me pareció tan impresionante como esperaba), la Fontana de Trevi, y en general el lujo de pasear por una ciudad en la que cada rincón tiene una historia de miles de años, historia conservada a pesar del tráfico, del ajetreo de la ciudad y de su dejadez.

Roma. Habrá que volver. Tiré un par de monedas. Para asegurarme.

Seguiremos informando.