Abandone el hemiciclo, se ha acabado el recreo

Escuchando: Nada nuevo bajo el sol (Maga)

Ayer, cuando me enteré de la trifulca que hubo en el Congreso, me dio un poco de vergüenza ajena. Cuando poco después escuché una entrevista al expulsado Pujalte donde ¿supuestamente? se defendía, me dio mucha más: pensar que le pagamos un sueldo a gente así es bastante lamentable.

Hoy, gracias a Escolar, he descubierto el vídeo completo de lo que pasó ayer en el Congreso (el vídeo que circulaba ayer por los medios estaba recortado, y para gusto se dejaba en el tintero detalles muy reveladores). Merece la pena verlo, porque poco deja a la imaginación, y poco se puede hacer para intentar justificar a un diputado payaso, o a ese otro alarde de bronceada chulería ¿mítica? que estuvo paseando palmito por el hemiciclo.

Pujalte siempre me ha caído mal, para qué negarlo. Ayer, después de la entrevista que le hicieron en la SER no sabía si era un niño grande, un graciosete, o un gilipollas. Juzguen ustedes mismos. Lo que sí me ha quedado claro es que es un mentiroso. O eso, o es que le gusta reírse en nuestra cara. Vean el vídeo, y comparen:

«Mi versión es una versión que no se puede manipular porque está en las cámaras«. A su pesar, supongo.

«Había acabado un punto del día, no había empezado el siguiente, o sea no estaba nadie hablando«. Te crece la nariz, Pujalte.

«– El presidente ha decidido que me expulsaba por pedir la dimisión de Alonso. Bueno, yo creo que está un poco nervioso el PSOE con este tema, pero nada más.
– ¿Pero le expulsaron por pedir la dimisión de Alonso, por decirlo desde su escaño, a lo mejor a voces?
– No, por dec… problemente por decirlo sin estar directamente en el suso de la palabra, ¿no?
– Ahhhhh
«. Pues va a ser por eso.

«No es un incidente que provoque crispación y nervios, son las típicas voces de un parlamento vivo, en un tema en el que el Grupo Popular sí que somos sensibles, ¿no?». Nada de crispación, nada de nervios. En el vídeo se ve claramente cómo todo el Congreso se parte las tripas con sus gracias.

Bueno, perlas del estilo tiene alguna más. Ni siquiera se merece el esfuerzo de transcribirlo aquí, porque comparando sus palabras con el vídeo, ya me ha despejado todas las dudas: este tipo es un impresentable que se ríe a la cara de todo el mundo, reverencias incluídas. Todo un ejemplo de educación, valores, saber estar y buen hacer.

Y ya que hablo de gente digna de mi desprecio, aprovecho para citar al amigo Alfredo, de apellido Urdaci. Ese gran benefactor de la sociedad, porque ha dado con la clave de unos de sus grandes problemas: el que tenemos los jóvenes con la vivienda. Y ha puesto el dedo en la llaga: nada de manifestaciones absurdas, no, eso es para vagos y maleantes… Le cito, porque mi prosa nunca llegará a cotas tan altas como las suyas…

«Quizá este gobierno nostálgico, inmaduro, tan infantil, tan de buenas palabras, no ha tenido todavía la valentía de explicarles a los que se van a concentrar en 60 ciudades que lo que deberían pedir es trabajo, que desde hace siglos las viviendas dignas se consiguen hincando el lomo, ahorrando, y aquí tampoco se han inventado los atajos. Eso es lo que he visto toda la vida. A todos nos hubiera gustado que los primeros créditos que pagamos, en lugar de al 18 hubieran estado al 3. Pero no era así, ya lo ven. Con un curro, colegas, se paga todo, desde los vicios hasta un cuarto para echar unas copas sin pasar frío, y pasarle la mano por el lomo a nuestra prenda. Lo demás son cuentos. Los euros a cuatro pesetas ya no los dan ni los de los sellos.»

¿No es genial? ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?

Gilipollas.

Seguiremos informando.

Él se mete con lo mío, yo me meto con lo suyo

Escuchando: It’s a sin (Pet Shop Boys)

VATICANO / Benedicto XVI, contra las nuevas tecnologías

El papa Benedicto XVI recibió ayer en el Vaticano a unos 5.000 jóvenes universitarios del Opus Dei, a los que advirtió de que, en ocasiones, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación pueden ser un obstáculo para las relaciones personales. «Lamentablemente, no siempre favorecen el diálogo sincero y la amistad entre las personas», dijo Joseph Ratzinger.

No, no, no. A ver. Yo fui a Roma y respeté tus reglas: me rasqué el bolsillo y pagué la entrada para visitar vuestros palacios. Que sé que os tiene que salir por un pico mantener todo aquello. Hay que limpiar el oro, cuidar las indecentemente numerosas obras de arte, vender souvenirs… ¡tantas cosas!

Así que no jodas, Joseph. Yo respeto tu negocio, respeta tú el mío. Demonizar las nuevas tecnologías no es justo. Es como si alguien te llama, se caga en tu puta madre, y le echas la culpa a Telefónica de España. Pues no. Así no funcionan las cosas, y lo sabes, por mucha cara de Papa que pongas.

Vale, es cierto: esto de las nuevas tecnologías, y de Internet y tal, permite a la gente ver más allá de sus narices: comprobar cómo se vive en otros países, otras culturas, ver otras opiniones y otras formas de pensar… abre un poco la mente, no es tan idiotizante como la tele, por ejemplo… Y claro, entiendo que cualquier avance que permita a la gente desperezarse y pensar, os acojone. Estábamos mejor hace un par de siglos, etc.

Pero vamos, que la tecnología va a serguir pa’lante, queráis o no. Así que mi consejo es que no seáis tan radicales, no vaya a ser que perdáis más clientes aún; que eso luego se nota en el cepillo de las iglesias, y la vida está muy cara.

Venga, a cuidarse. Disfruta de las fiestas macabras éstas que os montáis. Y aprovecha las nuevas tecnologías, hombre, y móntate un weblog. Que me da a mi que eres un cachondo y nos íbamos a partir la caja con tus ocurrencias.

Atentamente,
Roberto Ortiz
Ingeniero de Telecomunicaciones, y por tanto pecador.

Convivencia

Escuchando: People in the city (Air)

Esta semana, en el pleno del Ayuntamiento de Santander, se debatirá la nueva Ordenanza de Convivencia, que endurecerá las sanciones por comportamientos incívicos.

Por ejemplo, se podrá multar a todos esos humanoides que confunden coche con discoteca ambulante, y no cierran las ventanillas para ahogarse en su mierda. Sonora, se entiende. Vale, si les multan no seré yo quien se lamente.

Ahora bien, esta normativa tiene puntos de lo más curiosos. Por ejemplo, pretende multar a los mendigos: no por mendigos, sino por obstáculos al paso de los viandantes. Y a los músicos callejeros se les podrá retirar el instrumento. Cito:

«Para garantizar ese derecho, queda prohibida, en estos espacios y vías públicas, toda actividad que implique una estancia o uso abusivo, instente o agresivo de estas zonas, o que representen acciones de presión o insistencia hacia los ciudadanos, o perturben la libertad de circulación de estos y obstruyan o limiten el trafico rodado de vehículos, o la realización de cualquier tipo de ofrecimiento o requerimiento, directo o encubierto, de cualquier bien o servicio, cuando no cuente con la preceptiva autorización.»

Mecachis, y yo que siempre había soñado con hacer una manifestación pacífica y perfectamente legal consistente en una hilera de personas cruzando por varios pasos de peatones, de forma ininterrumpida; me voy a quedar con las ganas, porque me lo han ilegalizado.

Me imagino que las procesiones de Semana Santa cuenten con la preceptiva autorización para colapsar el centro de la ciudad, y que a sus tétricos músicos no les retiren el instrumento.

Lástima.

Aunque el colmo es ésto. Lo anterior me parece curioso, puedo estar más o menos de acuerdo, hacer mofa, o contarlo de forma irónica. El párrafo siguiente, no. El párrafo siguiente me revienta, y dice así:

«Más suerte tendrán los seguidores del Racing, que podrán bañarse en una fuente, siempre y cuando dispongan de la preceptiva autorización y, lo que es menos fácil, que el club gane la Liga.»

En fin. Sin comentarios. Y eso es civismo. Pues vale. Me imagino que si algun futbolero se está bañando en la puta fuente, se resbala, se cae, se rompe un hueso, y yo lo veo y me río señalando con el dedo, eso es incívico, ¿no? Pues ¿saben qué les digo? Que me da igual.

Seguiremos informando.

PD: Hay otras señales de (falta de) convivencia que me preocupan más. Esta tarde volvía a casa con mi hermana. Nos acercamos al paso de peatones, y una señora con un carrito de la compra se dispone a cruzar: viene un coche, pero está lejos. El coche no iba muy rápido, pero no hace el más mínimo esfuerzo por detenerse, a pesar de que la señora ya había empezado a cruzar. Casi se la lleva por delante, el golpe se lo llevó el carrito. El coche ni se detuvo.

Reacciones: la señora, ve que la matrícula del coche es de Bilbao, y grita: ¡Vasco tenías que ser! ¡vete para tu tierra! Sic #1. El conductor, gitano, saca la cabeza por la ventanilla y grita a la señora que hay que mirar por dónde anda. Sic #2.

En fin.

Mamá: ¡quiero ser autista!

Escuchando: High speed (Coldplay)

Luego dicen que si ando en plan asocial, todo el día con el iPod…

Cuando por fin se van los obreros del patio, después de haber berreado todos los éxitos de los 40 principales y una selección de improperios variados, mi vecina se pone a ayudar a su hija con los deberes. Sí, no debería enterarme de esas cosas, pero es increíble que una mujer pueda gritar tanto por un puto problema de horarios de trenes. Desde luego, no tiene que ser bueno para su garganta, ni para la educación de la niña. Que la criatura puede que sea un zote, no lo sé; pero a su madre le falta un verano, eso seguro.

Tengo el Parachutes a tope, y sigo escuchando sus gritos…

Menos mal que antes me han dado una buena noticia. O sea, no a mí. Bueno, yo me entiendo.

Seguiremos informando. Y señora: cállese.

Por un puñado de euros: el desenlace

Escuchando: Life is a lemon (and I want my money back) (Meat Loaf)

Distinguido cliente:

Le participamos, en respuesta a su escrito recibido en este Servicio el día de ayer, lo siguiente:

– Usted acudió al cajero automático de nuestra Oficina Urbana nº 24, constando registrado a las 18:38 horas que, tras efectuar una consulta de saldo, realizó dos disposiciones de fondos, la primera de 20 € y la segunda de 100 €.

– No resulta posible comprobar si el billete que nos ha mostrado se corresponde o no con uno de los que retiró del cajero automático.

– La cuestión concreta que nos expone es totalmente inhabitual, teniendo que indicarle que se intentará averiguar la posible causa de la misma.

– Nos complace informarle que, valorando la credibilidad de su testimonio, se ha tomado la decisión de ingresar en su cuenta la cantidad de 20 €, previa entrega por su parte del billete falso que nos ha mostrado.

Pidiéndole excusas por las molestias que indudablemente se le han ocasionado, y esperando poder darle en el futuro un servicio satisfactorio, reciba un atento y respetuoso saludo.

Javier Giganto, Director del
SERVICIO DE ATENCIÓN AL CLIENTE

Pues sí, ya tengo los veinte euros de nuevo en mi cuenta. Así que en cuanto pueda, la cancelo. Un par de detalles curiosos más sobre esta historia:

Detalle #1: Cuando llevé el billete, me hicieron allí mismo el ingreso a cuenta. Pero me dieron el recibo escrito a mano. La oficinista encargada de la operación mandó el recibo a la impresora, pero la tenía apagada, y ya no se podía hacer nada. De todas formas, yo podía comprobar que me lo habían ingresado «actualizando la libreta». La libreta. High-tech, oiga.

Detalle #2: Utilizan en la carta el adjetivo inhabitual. Que lo será, porque no existe, por cierto. Y que leo con cierta ironía. Unos pocos días después de mi incidente, a una amiga también cliente de esta caja, le dieron en un cajero un billete de 20 €, de curso totalmente legal. Una pena que había solicitado uno de 50 €. La reclamación está en curso, también.

Ahí queda eso.

Keli Finder y su puta madre buscan piso en Alcobendas

Escuchando: Our house (Madness)

Nuestro Gobierno se preocupa porque los jóvenes no tenemos acceso a la vivienda. Digno. Aunque la verdad, visto lo visto, no sé si se preocupa o se gasta el dinero en estupideces para aparentar.

Bueno, sí lo sé. Es lo segundo.

Se acaba de presentar un portal en internet dedicado al loable fin de que los jóvenes podamos encontrar toda la información necesaria para acceder a ese bien de lujo denominado casa. Ahora bien:

1) El portal se llama Keli Finder. Mola mazo, cantidad. Uh, que modernazos, estos del ministerio de la viviendo. Ridículo el nombre, ridículo el uso del inglés, y ridículo que acabe en .com, siendo una iniciativa oficial del gobierno. El .es también funciona, pero redirige rápidamente al ¿políticamente correcto? dot com.

2) La página ha costado 140,000 euros. Más de 20 millones de las antiguas pesetas. De ese dinero, parece que poco han destinado a un alojamiento en condiciones, porque ahora mismo la página está saturada y no se puede acceder: sale un mensaje diciendo que lo solucionarán en breve. Igual pensaban que el tema este de la vivienda no interesaba a nadie, y no iban a tener visitas. De todas formas, es una página cara teniendo en cuenta que -por lo poco que pude ver ayer antes de la presentación oficial- ni siquiera se veía correctamente usando Firefox. Lamentable.

3) Aparte de gastarse los (nuestros) cuartos en la página, han montado una campaña de publicidad en televisión, radio, cines… campaña que personalmente no me gusta, y que además incluye el reparto de 10,000 pares de zapatillas como las del banner de la página. Zapatero a sus zapatos, sin duda. Lamentable, también. No habrá cosas mejores en las que gastar el dinero, no.

En fin. Espero que al menos, cuando arreglen el condensador de fluzo del servidor, la cosa sirva para algo. Porque si no, es para cagarse en Keli, en su puta madre, y en la forma que tienen nuestros políticos de abordar un problema de primera necesidad para los jóvenes.

Seguiremos informando.

Caja Cantabria me ha estafado

Escuchando: Money (Pink Floyd)

Hoy tenía que ir a recoger unas fotos. Después del fin de semana en Madrid, y de comprar ayer la National Geographic, me quedaban en la cartera unos 5 euros. Así que antes de ir a la tienda pasé por un cajero de Caja Cantabria (el que está en la Avenida de los Castros, frente a la Universidad). Saqué dinero, para las fotos y para otra deuda que tenía pendiente, me lo guardé y me fui a recoger las fotos.

Ya de paso, al recogerlas, compré unos carretes (¿unos qué? sí, ¿quién me lo iba a decir?) y lo pagué todo con un billete de 20 euros que acababa de sacar del cajero.

Perdona, pero el billete es falso.

Me han dado un billete falso en un cajero de Caca Cantabria. Me cago en la puta madre del que revisa los billetes en sus cajeros. El billete no es falso, es muy falso. Es una putísima mierda de falsificación. Así que he quedado mal en una tienda, me han timado 20 euros, y me he puesto de muy mala hostia. Así, tal cual.

Tengo una cuenta de Caja Cantabria que estaba usando sólo para gastos, para irla vaciando y cancelarla. Creo que voy a hacer ésto último, directamente. Eso sí, previo paso por la oficina donde saqué dinero. Puede que me crean o no, pero mañana les monto allí un número. Les pago (demasiado) para que me guarden el dinero, no para que me lo cambien por billetes del monopoly. Si sus sistema de detección de billetes incluyen a Rompetechos como encargado, yo no tengo la culpa. Imbéciles. No me gustaría ser mañana el cajero de esa oficina. Ya lo siento. Pero hay cosas que me ponen de muy mal humor.

Ya lo saben, si sacan dinero, revisen los billetes. Si me doy cuenta en el acto, habría podido hacer un gesto feo con el dedo mirando a cámara, al menos.

Hijos de puta.

PD: Para hacer esto aún más surrealista, no he podido editar la foto del billete falso (ésa que ven ahí arriba) con Photoshop. Se negaba a abrirla, para evitar posibles falsificaciones. Nos ha jodido. A buenas horas.

Aleluya: hostias bien dadas

Escuchando: Fuck you man! (Expérience)

Doctores tiene la iglesia. Y catedráticos, también. Sabios que dedican las horas de jubilación a hacer partícipes a los demás de su sapiencia, de sus experiencias vitales. Qué bonito. Qué bucólico y pastoral.

«Se quejaba una mujer en un periódico de la agresión que sufre la mitad de los humanos, o sea las mujeres, por parte de la otra mitad. Prueba de ello son las 63 mujeres muertas a manos de sus parejas en España en el año 2005. Sin negar que ello sea verdad, conviene hacer dos precisiones. Primera: nadie ha confesado qué hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua. (El varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora). Queda además una 2ª observación: ¿No han tenido en cuenta que hubo en España, durante el mismo periodo, 85.000 abortos reconocidos? Por cada mujer muerta a manos de un hombre hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor»

Pues de hostias va la cosa. Las de la iglesia, las de la violencia doméstica, y la de la mala ídem que se me ha puesto al leer las anteriores líneas, que han salido -pónganme expresión de asombro, por favor- de la hoja parroquial Aleluya, editada por el Arzobispado de Valencia. El autor o perpetrador de la diatriba es un tal Gonzalo Gironés, efectivamente catedrático de Teología jubilado.

Es más, no sólo he tenido ocasión de leelo. Mientras comía, Don Gonzalo se me ha aparecido en la televisión de la cocina. Un tipo campechano, sacerdote, con la pinta que se imaginan ustedes que tiene un sacerdote dado a la buena vida y disfrutando de su jubilación. Pues bien, este afable personaje ha repetido ante las cámaras sus opiniones, así, como si fuesen lo más normal del mundo. Seguro cuando Santiago Segura decía aquello de «si es que las visten como putas» en Airbag, éste no pilló el chiste: asentía con vehemencia.

En fin. Poco se puede decir ante algo así. Chochea, supongo. Y si no es así , espero que alguien se moleste en meterle una buena demanda. Uno casi está tentado de aplicarle su propia medicina, y darle tal hostia que se le quede el alzacuellos dándo vueltas…

Señor juez, yo no quería atacar a este pobre clérigo, pero es que provoca con su lengua. El laico, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora…

Nos ha jodido, el Gonzalo. Váyase a hacer puñetas.

Lo de las moscas y la mierda

Escuchando: Kill your television (Ned’s Atomic Dustbin)

Voy poco a poco. El otro día vi los dos primeros capítulos de Vientos de agua, que los tenía grabados. Qué decir. El planteamiento es interesante, las dos tramas están contadas de forma inteligente; las actuaciones son sobresalientes, sobre todo la de Ernesto Alterio. La ambientación en la Asturias minera está muy lograda. La visión de la Argentina más reciente está bordada. En definitiva: una historia bien contada, tierna, emotiva e inteligente. Veremos a ver cómo sigue… de momento sé que en algunos de los siguientes capítulos sale Marta. Para mí, otro aliciente.

Pero claro, para eso hace falta que la serie continúe en antena. Y no las tengo yo todas conmigo. De momento, esta semana ha pasado de emitirse los martes en prime time, a los viernes de madrugada. Cojonudo. Menos mal que me lo graban. A ver si hay suerte y, aunque a horas intempestivas, emiten todos los episodios. Sólo quedan nueve, tampoco es mucho pedir.

O quizás sí, quizás sea pedir demasiado en este país de subnormales. Desde luego, si la televisión es una mierda es, lisa y llanamente, porque a la gente le gusta la mierda. Se programa una serie decente por una vez, y no la ve ni el maestro armero. Claro, cual porcinos en el fango, están todos, chapoteando, más pendientes de no perderse Pasión de Gavilanes, o alguna otra serie con interpretaciones que dan vergüenza ajena, o el diario de alguna gilipollas, o algún lamentable programa de esos de corazón por donde pasa la escoria de la sociedad mientras se pudre de dinero; o quizás están pendientes todos de los últimos gorjeos de los nuevos músicos de diseño, de usar y tirar; o se entretienen viendo Gran Hermano aunque no tengan ni puta idea de quién fue Orwell.

Supongo que es natural que pase ésto. Tan natural como una vaca mirando un tren, y con la misma inteligencia en la mirada, así pasa la vida la gente de este país, delante de la caja, cada vez más tonta. La caja, y la gente, digo.

¿Los tiempos cambian? Claro que sí, a peor.

Seguiremos informando.

Los cántabros y las cántabras

Escuchando: Retorciendo palabras (Fangoria)

Una guía editada por el Gobierno de Cantabria Me Pone propone cambiar expresiones para evitar el sexismo.

Sí, como lo leen. Nos hemos gastado 10,000 euros en repartir entre nuestros funcionarios -y funcionarias-, que trabajan en nuestra Administración, este folleto. Más de 50 páginas que proponen soluciones tan originales como, agárrense los machos, suprimir los artículos. Sí, con dos cojones: en lugar de decir «los solicitantes», lo políticamente correcto es decir «solicitantes», y punto. Determinados artículos determinados son sexistas.

Según Ana Isabel Méndez, Directora General de la Mujer, con los cambios que propone la guía se conseguiría fomentar «la igualdad de género, algo que prevendría los casos de violencia doméstica».

En fin. 10,000 euros no es mucho, pero puede serlo si se destina a empobrecer nuestro idioma. ¿A cambio de qué? Sinceramente, no creo que la solución a los problemas de origen sexista provenga de las palabras, sino de la educación. Y la causa suele ser su ausencia. Pueden esforzarse todo lo que quieran en hablar de forma grotesca y políticamente correcta nuestros representantes, incluso cuando vayan de humoristas por la tele, que es como ir por la vida; pero eso, en un país en el que se maneja un vocabulario día a día menor, y en el que las patadas al diccionario son de órdago y cotidianas, poco efecto va a tener.

Seguro que no había nada más urgente a lo que dedicar esos 10,000 euros.

Seguiremos informando.