Convivencia

Escuchando: People in the city (Air)

Esta semana, en el pleno del Ayuntamiento de Santander, se debatirá la nueva Ordenanza de Convivencia, que endurecerá las sanciones por comportamientos incívicos.

Por ejemplo, se podrá multar a todos esos humanoides que confunden coche con discoteca ambulante, y no cierran las ventanillas para ahogarse en su mierda. Sonora, se entiende. Vale, si les multan no seré yo quien se lamente.

Ahora bien, esta normativa tiene puntos de lo más curiosos. Por ejemplo, pretende multar a los mendigos: no por mendigos, sino por obstáculos al paso de los viandantes. Y a los músicos callejeros se les podrá retirar el instrumento. Cito:

«Para garantizar ese derecho, queda prohibida, en estos espacios y vías públicas, toda actividad que implique una estancia o uso abusivo, instente o agresivo de estas zonas, o que representen acciones de presión o insistencia hacia los ciudadanos, o perturben la libertad de circulación de estos y obstruyan o limiten el trafico rodado de vehículos, o la realización de cualquier tipo de ofrecimiento o requerimiento, directo o encubierto, de cualquier bien o servicio, cuando no cuente con la preceptiva autorización.»

Mecachis, y yo que siempre había soñado con hacer una manifestación pacífica y perfectamente legal consistente en una hilera de personas cruzando por varios pasos de peatones, de forma ininterrumpida; me voy a quedar con las ganas, porque me lo han ilegalizado.

Me imagino que las procesiones de Semana Santa cuenten con la preceptiva autorización para colapsar el centro de la ciudad, y que a sus tétricos músicos no les retiren el instrumento.

Lástima.

Aunque el colmo es ésto. Lo anterior me parece curioso, puedo estar más o menos de acuerdo, hacer mofa, o contarlo de forma irónica. El párrafo siguiente, no. El párrafo siguiente me revienta, y dice así:

«Más suerte tendrán los seguidores del Racing, que podrán bañarse en una fuente, siempre y cuando dispongan de la preceptiva autorización y, lo que es menos fácil, que el club gane la Liga.»

En fin. Sin comentarios. Y eso es civismo. Pues vale. Me imagino que si algun futbolero se está bañando en la puta fuente, se resbala, se cae, se rompe un hueso, y yo lo veo y me río señalando con el dedo, eso es incívico, ¿no? Pues ¿saben qué les digo? Que me da igual.

Seguiremos informando.

PD: Hay otras señales de (falta de) convivencia que me preocupan más. Esta tarde volvía a casa con mi hermana. Nos acercamos al paso de peatones, y una señora con un carrito de la compra se dispone a cruzar: viene un coche, pero está lejos. El coche no iba muy rápido, pero no hace el más mínimo esfuerzo por detenerse, a pesar de que la señora ya había empezado a cruzar. Casi se la lleva por delante, el golpe se lo llevó el carrito. El coche ni se detuvo.

Reacciones: la señora, ve que la matrícula del coche es de Bilbao, y grita: ¡Vasco tenías que ser! ¡vete para tu tierra! Sic #1. El conductor, gitano, saca la cabeza por la ventanilla y grita a la señora que hay que mirar por dónde anda. Sic #2.

En fin.

2 comentarios en “Convivencia

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