Él se mete con lo mío, yo me meto con lo suyo

Escuchando: It’s a sin (Pet Shop Boys)

VATICANO / Benedicto XVI, contra las nuevas tecnologías

El papa Benedicto XVI recibió ayer en el Vaticano a unos 5.000 jóvenes universitarios del Opus Dei, a los que advirtió de que, en ocasiones, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación pueden ser un obstáculo para las relaciones personales. «Lamentablemente, no siempre favorecen el diálogo sincero y la amistad entre las personas», dijo Joseph Ratzinger.

No, no, no. A ver. Yo fui a Roma y respeté tus reglas: me rasqué el bolsillo y pagué la entrada para visitar vuestros palacios. Que sé que os tiene que salir por un pico mantener todo aquello. Hay que limpiar el oro, cuidar las indecentemente numerosas obras de arte, vender souvenirs… ¡tantas cosas!

Así que no jodas, Joseph. Yo respeto tu negocio, respeta tú el mío. Demonizar las nuevas tecnologías no es justo. Es como si alguien te llama, se caga en tu puta madre, y le echas la culpa a Telefónica de España. Pues no. Así no funcionan las cosas, y lo sabes, por mucha cara de Papa que pongas.

Vale, es cierto: esto de las nuevas tecnologías, y de Internet y tal, permite a la gente ver más allá de sus narices: comprobar cómo se vive en otros países, otras culturas, ver otras opiniones y otras formas de pensar… abre un poco la mente, no es tan idiotizante como la tele, por ejemplo… Y claro, entiendo que cualquier avance que permita a la gente desperezarse y pensar, os acojone. Estábamos mejor hace un par de siglos, etc.

Pero vamos, que la tecnología va a serguir pa’lante, queráis o no. Así que mi consejo es que no seáis tan radicales, no vaya a ser que perdáis más clientes aún; que eso luego se nota en el cepillo de las iglesias, y la vida está muy cara.

Venga, a cuidarse. Disfruta de las fiestas macabras éstas que os montáis. Y aprovecha las nuevas tecnologías, hombre, y móntate un weblog. Que me da a mi que eres un cachondo y nos íbamos a partir la caja con tus ocurrencias.

Atentamente,
Roberto Ortiz
Ingeniero de Telecomunicaciones, y por tanto pecador.