Los cántabros y las cántabras

Escuchando: Retorciendo palabras (Fangoria)

Una guía editada por el Gobierno de Cantabria Me Pone propone cambiar expresiones para evitar el sexismo.

Sí, como lo leen. Nos hemos gastado 10,000 euros en repartir entre nuestros funcionarios -y funcionarias-, que trabajan en nuestra Administración, este folleto. Más de 50 páginas que proponen soluciones tan originales como, agárrense los machos, suprimir los artículos. Sí, con dos cojones: en lugar de decir «los solicitantes», lo políticamente correcto es decir «solicitantes», y punto. Determinados artículos determinados son sexistas.

Según Ana Isabel Méndez, Directora General de la Mujer, con los cambios que propone la guía se conseguiría fomentar «la igualdad de género, algo que prevendría los casos de violencia doméstica».

En fin. 10,000 euros no es mucho, pero puede serlo si se destina a empobrecer nuestro idioma. ¿A cambio de qué? Sinceramente, no creo que la solución a los problemas de origen sexista provenga de las palabras, sino de la educación. Y la causa suele ser su ausencia. Pueden esforzarse todo lo que quieran en hablar de forma grotesca y políticamente correcta nuestros representantes, incluso cuando vayan de humoristas por la tele, que es como ir por la vida; pero eso, en un país en el que se maneja un vocabulario día a día menor, y en el que las patadas al diccionario son de órdago y cotidianas, poco efecto va a tener.

Seguro que no había nada más urgente a lo que dedicar esos 10,000 euros.

Seguiremos informando.