iLuso

Escuchando: Point of know return (Kansas)

Practicando la economía del trueque. Hoy he cambiado billetes de euros por billetes de tren… bueno, y también por uno de autobús. Aunque prefiero mil veces viajar en tren, esto de improvisar los viajes unos días antes del puente me ha dejado sin plazas libres, así que el último trayecto me lo haré en bus…

Por cierto, de ahora en adelante compraré los billetes por internet, siempre que sea posible. Ir en persona sólo te garantiza perder el tiempo. La mujer que vendía los billetes no sabía nada de las clases ni de sus precios. Sólo podía emitirme los billetes y mirarlo en ellos. Así que tuve que volver a información, preguntar, volver a hacer cola. Organización, organización…

Bueno, en cualquier caso, ya está todo preparado, aunque no haya preparado mucho, la verdad. El jueves por la tarde echaré la cámara a la mochila y, con una breve parada para cenar en Madrid, me meteré en otro tren y apareceré a primera hora de la mañana en Lisboa, con cinco días por delante para patearme la ciudad y hacer fotos, disfrutando de la hospitalidad de mi amiga y v-pinera más viajera (de mayor quiero ser como tú) que lleva allí un año ya, y se conocerá todos los rincones interesantes de la ciudad… un buen plan…

Eso sí, al final me ha quedado un descubierto, no en la cuenta bancaria, que a este ritmo no tardaré, sino en el horario… vuelvo a Madrid en tren el próximo miércoles por la mañana, y estaré dando vueltas por la capital (al menos una: de la estación de tren a la de autobuses) hasta las cuatro y pico que vuelvo a casa… así que si algún lector y/o lectora de estas páginas anda por allí y se anima a acercarse, que avise… (me sé yo de una con la que tengo que hacer negocios, ¿verdad? tengo una Palm buena, bonita y barata que…)

En fin. Lo dicho. Me apetece mucho hacer este viaje, y sobre todo hacerlo así: solo, medio improvisado, medio a la aventura, con tiempo para pensar en horas de tren, y con días para disfrutar de la estancia. Las mejores ideas no suelen ser las que se planean durante mucho tiempo, sino sencillamente, las que se ponen en práctica, sin más.

Seguiremos informando.

PD: Y sí, ya sé que vosotros también vais a estar por aquellas tierras, seguro que nos acabamos viendo. Ya es casualidad que planeemos sin saberlo sendas escapadas a Lisboa. Claro que, como yo me voy un día antes, y me salto la parada salmantina, para cuando lleguéis yo ya llevaré tres días allí y ya habré visto todo todo todo 😉

Recuerdo empeñado y empañado.

Escuchando: Termite Song (Joseph Arthur)

Podría engañarme, pensar que detrás del cristal empañado, desdibujando formas, no hay más que formas desdibujadas. Nada de detalles, nada de aristas; sin puertas ni ventanas: sólo luces sin sentido, sin sentidos.

Podría pensar que la lluvia de invierno nada tiene que ver con las tormentas de verano, que la madera estaba más curvada entonces, cuando no había polilla; que ni siquiera se trata del mismo lugar, ni se habla el mismo idioma.

Podría engañarme, y no conseguiría sentirme mejor. Tampoco peor.

¿Para qué engañarme?

Ante todo, tolerancia

Escuchando: Both hands (Ani DiFranco)

Eso es lo importante, tolerancia. Yo intento tenerla, mis ataques a Camilo Sesto o a Eurojunior no son más que intentos de ponerle un poco de humor a la cosa, que siempre viene bien. Pero mientras nadie me obligue a comprar discos de OT, o a ver la tele, o a ir a misa, allá cada cual con su conciencia y con su forma de gastar su dinero y su tiempo…

Sin embargo, hay gente para la que eso de la tolerancia debe de ser una ONG o una enfermedad; o algo que han oído que existe. Como los gamusinos.

Me cuesta hacerme a la idea de que cuando paseo por la calle, algunas de las personas con las que me cruzo puedan ser las autoras de cartas como las que se pueden leer cada poco en nuestro periódico local.

Y como muestra, dos botones, por el precio de uno. El primero, carta de ayer, viene a cuento de la estatua del Ayuntamiento. Para los que me leéis desde fuera: creo que Santander, ciudad que elección tras elección sigue siendo feudo del PP, es la única ciudad de España que queda con una estatua de Franco presidiendo el ayuntamiento. Cosa que a mi me da igual, mientras las palomas se encarguen de expresar perfectamente mi opinión, pero que no deja de ser fuente de discusiones en los plenos. A lo que iba, en la carta de ayer, sobre el tema de la susodicha estatua, un conciudadano se lamentaba de que el PP haya perdido la presidencia de la comunidad en las últimas elecciones, y dice que el PSOE se hará con ella en las siguientes, «si el PP no recupera la mayoría absoluta, tal como corresponde a la mentalidad de los montañeses»

O sea. Que como soy montañés, tengo que ser del PP. Es nuestra mentalidad, y no se puede luchar contra natura.

Lo que hay que leer.

Hoy en cambio, la sección de cartas al director aborda el tema de la homosexualidad. En una carta tolerante, y de tono afable…

Hemos pasado de considerar a los homosexuales como delincuentes […] a tratarnos de hacer aceptar que lo suyo es «otra opción sexual». No, es una desviación sexual, ese es el nombre correcto y, además, es una actitud contra natura; lo demás es, sencillamente, demagogia. Esto no es una guerra entre homosexuales y heterosexuales, es una batalla entre el sentido común y la gilipollez, entre lo evidente y lo imaginado, entre la verdad y la falsedad. […] Ellos son diferentes y anormales, la normalidad es aquello que es mayoritario (léase el diccionario de la lengua) y, como tal, deben ser tratados por la Ley.

Sin comentarios. La normalidad es aquello que es mayoritario. Bravo. Yo soy heterosexual, y por lo tanto normal, pero en otros aspectos de mi vida, según este pesonaje, soy raro, soy anormal.

Pues mucho mejor.

Seguiremos informando.

Disculpen que no me levante

Escuchando: Una de romanos (Joaquín Sabina)

El cine vuelve a la ciudad. Esta semana se inauguran las dos salas del Cine Groucho, en pleno centro de Santander, poniendo fin a la lamentable situación de no tener ni una sola sala comercial en la ciudad (todo el cine se ha ido a los centros comerciales de las afueras, cines mallrats)

Una gran noticia sin duda. Pero que me tomo con cierto escepticismo. Les deseo lo mejor a los empresarios que han puesto en marcha esta iniciativa; a poco decente que sea la programación de estas salas, yo contribuiré regularmente a hacer caja.

Pero no nos engañemos. No estoy seguro de que unos cines de estas características (películas de actualidad, pero de cine independiente) vayan a triunfar. Sí, la Filmoteca, dependiendo del ciclo y la sesión, se llena. También influye el que valga sólo 2 euros, de eso estoy seguro. Una sesión en el Groucho va a costar 5 euros, salvo el jueves (día del espectador) o comprando bonos. Con lo cual, u ofrecen una cartelera de calidad, o se van a pegar un buen batacazo. Al fin y al cabo, si se fueron cerrando paulatinamente los cines de este pueblo fue, sencillamente, porque la gente no iba. Y no son ONGs, son negocios.

Esperemos que este negocio salga adelante. Yo me perderé la inauguración, o eso espero si mis planes para el puente salen adelante. Pero después seguiré muy de cerca la evolución de esta novedosa iniciativa cultural en nuestra ciudad. Con qué poco nos conformamos.

Seguiremos informando.

PD: Una de cal y otra de arena. La sala de conciertos D’Manu no pudo inaugurarse el viernes, como estaba previsto, y el concierto de Fundación Tony Manero (pse) se trasladó a otra sala que bien conozco (pero esa es otra historia). Parece que se trata de un problema con las licencias. Esperemos que se solucione pronto, también.

El artista español más grande de todos los tiempos

Escuchando: Man next door (Massive Attack)

Ayer estaba merendando, mientras hacía zapping, y por poco se me atraganta el polvorón que me había metido a la boca. Es muy fuerte. Mucho. Encontarse un anuncio del disco recpilatorio del artista español más grande de todos los tiempos tiene tela.

Lo que manda huevos es quien así se autoproclama es… Camilo Sesto. Madre del amor hermoso, se acerca el Apocalipsis. No voy a dar la opinión que me merece este supuesto artista, por si acaso hay menores leyendo estas líneas. En cualquier cosa, es de agradecer el que me ahorren el trabajo de montar una web para ridiculizarle. Alguien ya lo ha hecho. Él mismo. Su página oficial es tan friki, tanto tanto, que es imprescindible hacerle una visita. De verdad, no os vais a arrepentir.

Es posible que sea la página web donde más se repita la palabra amor, hasta hacerlo totalmente ridículo (fotos familiares de camilo: galeria Sentimientos de Amor). Paseando entre sus secciones, uno puede descubrir desde su galería dedicada a Jesucristo Superstar, hasta la colección de pinturas (4) con las que ha dado salida a sus desbordantes dotes artísticas.

Incluso tiene una encuesta. Con preguntas sin desperdicio. Las cursivas, evidentemente, son mías.

¿Qué admiras más en Camilo?
a) Su capacidad como compositor (si, claro. Mola mazo)
b) Su apecto físico (Qué yuyu: hay muñecos de cera con un aspecto mucho más saludable)
c) Su forma de interpretación (sic)
d) Su voz (La tiene, sí. Sólo faltaba que encima no supiese cantar)
e) Su vision del mundo, el amor, la vida, etc (nótese la inclusión de su palabra fetiche: amor)
f) Su facilidad de resurgimiento (o sea: cómo no saber retirarse a tiempo)
g) El impacto que produce su arte en las personas (a mí me pone de mala leche, ¿eso cuenta?)
h) Ser representante de una epoca (icono cultural) (un escalofrío me recorre la espina dorsal. Sudor frío)
i) Su entrega y tezon por la vida (¿alguien sabe lo que es el tezon? En el diccionario de la RAE no viene. supongo que será como el tesón, pero con mucho, mucho amor…)

De todas formas hay algo muy preocupante en esa encuesta. Esta pregunta:

¿Quieres que Camilo vuelva a sacar un nuevo CD inédito? (Sí/No)

Según los datos de la página, un 99% de los encuestados lo quiere. Ay, qué miedo. Yo ya he votado para intentar evitarlo. Háganme el favor, pasen por la encuesta y expresen libremente su opinión. Paremos esto mientras estemos a tiempo.

😀

Seguiremos informando.

Sólo un milagro podría salvarnos

Escuchando: Loom (Ani DiFranco)

En una pequeña ciudad donde se acaba de suspender la celebración de la Navidad, un niño pobre envía una carta a Papá Noel…

No falla. A poco que se acerquen estas fechas, Antena 3 desempolva su colección de películas navideñas de sobremesa. Todo un género digno de estudio sociológico. Puede que esto ya lo haya comentado en navidades anteriores, pero es que siempre me llama mucho la atención.

La de hoy se llama «Un lugar sin Navidad». Protagonizada por un niño, claro. No me hace falta verla para saber que el infante en cuestión las va a pasar putas, y en algún momento de la película, alguién le dirá (siempre, siempre, siempre lo dice alguuien) eso de… «sólo un milagro podría salvarnos»

Y efectivamente, el milagro lo perpetra ese vagabundo desaliñado y maloliente que está siempre entre el McDonalds y el Blockbuster, mendigo al que el niño protagonista, en gesto que le honra, regaló sus últimos 50 centavos.

Mendigo que, por supuesto, en realidad es Santa Claus, al que Mamá Noel ha echado de casa, al enterarse que la relación del gordinflón representante de Coca Cola con su reno Rudolph iba más allá de lo estipulado en el convenio de animales voladores. Huyendo del puto polo, Santa acabó en California, pero el sueño americano no está hecho para un jubilado barrigudo (y menos si va tocando las pelotas con una campana), así que acabó durmiendo en la calle y tapándose con unos cartones que en su día fueron cajas de regalos.

Manos mal que le quedaba la magia. La magia de la navidad. Y un niño al que salvar. Y 50 centavos. Que debe de ser lo que le cuesta a Antena 3 una de estas películas.

Seguiremos informando.

Noray

Escuchando: When my ship comes in (Stiltskin)

Poste o cualquier otra cosa que se utiliza para afirmar las amarras de los barcos. Así lo define el diccionario, de una forma bastante vaga, por cierto…

Siempre he tenido cierta debilidad por los norays, me gusta fijarme en ellos, sacarles fotos… Y eso que no tengo barco, para mí no tienen ninguna utilidad. Pero me gustan como símbolo.

Como símbolo de vivir al lado del mar. Como símbolo de permanecer inmutable: cambia el tiempo, cambia la marea y unas veces puede parecer que está más alto, o más bajo, más cercano o más lejano; pero siempre está ahí, dispuesto no a echar un cable, sino a recogerlo. A servir como punto de apoyo, de acceso, de referencia, de seguridad. Un lazo con lo conocido.

Y a pesar de ello, suelen ser feos, estar estropeados, ser poco llamativos. Si no tienes un barco, no te fijarás en ellos a menos que tropieces con uno. Y eso, más que alegrar, duele.

Qué cosa, esto de los norays…

PD: Esto de madrugar para hacer fotos da sueño, pero una luz maravillosa. Esta vez, ni ajuste de contraste, ni de brillo, ni de saturación, ni nada de nada. La foto salió tal cual. Ojalá estuviese todo el día amaneciendo… hasta el atardecer…

Luces, cámara… ¿villancicos?

Escuchando: Tricks of the light (Mike Oldfield)

Sí, lo sé, no es propio de mí, me he dejado llevar. Esta tarde he estado en la inauguración del alumbrado navideño santanderino, rodeado de niños (bien) y de villancicos a todo trapo (mal).

Me explico: me sigue pareciendo brutal la comercialización de las navidades. Poco queda ya de festividad religiosa en unas fechas que los grandes almacenes estiran de tal modo que cada año nos llegan antes. Fechas en las que sin pararse a pensar, se tira la casa, la persiana, el marco y la ventana por la misma. Fechas en las que hay que estar felices por cojones, porque es navidad (insértese aquí sonido de matasuegras con el campana sobre campana de fondo).

El espíritu navideño de hay que ser buenos que estamos en navidad me repatea. Yo prefiero ser moderadamente bueno todo el año, que hipócritamente perfecto durante unas semanas.

Lo que sí me gusta de las navidades es la oportunidad que da a los reencuentros: divertidas cenas familiares, amigos que viven fuera que vuelven a la tierruca por unos días…. todas esas cosas… Y lo que menos me gusta es echar de menos a quien ya no está… un sobrino de tres años y medio al otro lado de la balanza lo suele compensar…

Dicho todo esto, ¿qué leches pinto yo en la inauguración de las luces navideñas? Pues nada, no pinto nada: hago fotos. Me apetecía comprobar si era capaz de sacar algo enfocado con la cámara a pulso, sin flash y sin trípode. Y navideñas o no, las luces siempre dan mucho juego…

El alumbrado de este año, es, poco más o menos como los anteriores. O sea, los árbolitos que descubrió ayuntamiento hace unos años, y los adornos de siempre, que nunca me han dicho gran cosa. Salvo alguna calle en la que han sido un poco más originales (Lealtad) y el árbol con dos figuars que han plantado delante de la Catedral, en el mini-estanque, lo demás no deja de ser contaminación lumínica gratuita y un montón de dinero desperdiciado en bombillitas.

Y para rematarlo, una bota gigante (?) en el ayuntamiento, que echa humo (??) y en la que están encaramados tres (???) papás noeles. Tres, no uno, no, para que los niños te hinchen a preguntas.

En fin, he hecho algunas fotos que me han gustado, Me doy por contento. Dentro de una semana repetiré la sesión, espero, en otra ciudad que tengo muchas ganas de conocer. Y ahora me voy a ver Kasbah, que la están dando en La2, y sale Ernesto Alterio, que me cae muy bien.

Seguiremos informando.

PD: Vale, sí. Tambien sale Natalia Verbeke. Razón de más para prestar atención 😉