Disculpen que no me levante

Escuchando: Una de romanos (Joaquín Sabina)

El cine vuelve a la ciudad. Esta semana se inauguran las dos salas del Cine Groucho, en pleno centro de Santander, poniendo fin a la lamentable situación de no tener ni una sola sala comercial en la ciudad (todo el cine se ha ido a los centros comerciales de las afueras, cines mallrats)

Una gran noticia sin duda. Pero que me tomo con cierto escepticismo. Les deseo lo mejor a los empresarios que han puesto en marcha esta iniciativa; a poco decente que sea la programación de estas salas, yo contribuiré regularmente a hacer caja.

Pero no nos engañemos. No estoy seguro de que unos cines de estas características (películas de actualidad, pero de cine independiente) vayan a triunfar. Sí, la Filmoteca, dependiendo del ciclo y la sesión, se llena. También influye el que valga sólo 2 euros, de eso estoy seguro. Una sesión en el Groucho va a costar 5 euros, salvo el jueves (día del espectador) o comprando bonos. Con lo cual, u ofrecen una cartelera de calidad, o se van a pegar un buen batacazo. Al fin y al cabo, si se fueron cerrando paulatinamente los cines de este pueblo fue, sencillamente, porque la gente no iba. Y no son ONGs, son negocios.

Esperemos que este negocio salga adelante. Yo me perderé la inauguración, o eso espero si mis planes para el puente salen adelante. Pero después seguiré muy de cerca la evolución de esta novedosa iniciativa cultural en nuestra ciudad. Con qué poco nos conformamos.

Seguiremos informando.

PD: Una de cal y otra de arena. La sala de conciertos D’Manu no pudo inaugurarse el viernes, como estaba previsto, y el concierto de Fundación Tony Manero (pse) se trasladó a otra sala que bien conozco (pero esa es otra historia). Parece que se trata de un problema con las licencias. Esperemos que se solucione pronto, también.