No me apetece traducir

Escuchando: Time to wake up (Julie Delpy)

…but by the time I realized this, it was too late, you know. She’d moved on, and all I had to show for it was some foolish pride, which then gave way to regret. She was the girl, I know that now. But I pushed her away…

So I’ve spent every day since then chasing Amy…

So to speak

PD: Snootchie-bootchies

Almóndigas y prisas varias

Escuchando: Words (The Christians)

Hoy, mientras comía, y sufría a mis espaldas la verborrea televisiva de Arguiñano, ha habido algo que me ha chirriado, y ha hecho que prestase más atención al resto del programa. Sí. Lo había dicho. Y lo ha vuelto a decir. Está preparando almóndigas.

Uno, que es de ciencias pero siempre se ha llevado bien con las letras, sobre todo las impresas, no puede dejar de preguntarse… ¿será correcto decirlo así? A mí siempre me ha sonado como el culo, la verdad, pero… si lo dice un profesional de la cocina…

El mejor sitio para resolver la duda es, evidentemente, el diccionario de la RAE. Sorpresa, existe almóndiga. ¿Significado? Albóndiga, claro. Y el significado de ésta última sí que es más explícito, indicando el origen del vocablo (griego, reutilizado por los árabes). O sea, que se dice albóndiga, pero al final se ha aceptado también la versión devaluada. Si no puedes con el enemigo, únete a él. Siempre he pensado que la frontera que separa la corrección del idioma de la evolución popular por dejadez o incultura, debería estar más marcada… pero eso es otra historia…

Al menos, me he quedado mucho más tranquilo: he buscado cocreta, y no existe. De momento.

Por otro lado, y sin ninguna relación con todo lo que acabo de decir, hoy me he cruzado con una persona que me ha hecho pensar: yo nunca quiero terminar viviendo así. Un hombre de mediana edad, en un Mercedes enorme, afeitándose mientras conducía, con una niña con cara de llevar aburrida los últimos dos o tres años, en el asiento de atrás.

No sé por qué, pero he pensado que ni él ni ella eran felices…

Cosas mías…

Yesterday

Escuchando: The good old days (The Libertines)

La de ayer fue na tarde intensa que se dejó caer en una noche muy divertida. Comenzó a media tarde cuando me acerqué a la feria de discos independiente que montan hace algunos años en Santander… nunca había estado, y la verdad es que se lo montan bien: había gente, había conciertos, y había un montón de discos que curiosear. No salí de allí con nada, pero a punto estuve… (rectifico: me volví a casa con un disco de Los Suaves que se compró un amigo, y que acabó en mi kukuxubolsa…)

Entre los conciertos de esa feria de discos: Phil Grijuela. Curioso, porque tanto él como nosotros nos íbamos justo después a Torrelavega, a la feria Juvecant, donde Paolo Latrónica y él iban a ofrecer un concierto homenaje a The Beatles. Así que yo, cámara en mano, parecía que les estaba persiguiendo de actuación en actuación…

Y es que, ya puestos, aproveché para llevar la cámara nueva, y probarla de una vez, que ya tenía ganas, en un concierto más o menos serio, con su juego de luces y esas cosas… Sigo pensando que me quedan años de aprender a usar la cámara, pero me volví contento con un buen puñado de fotos…

Este concierto escarabajero (que fue muy muy divertido, a mi me gustó mucho) sirvió también como punto de encuentro para la posterior cena, una cena que estuvo marcada por una amable falta de modales, y por risas, a partes iguales. Nos pusimos hasta arriba de comer, y nos lo pasamos muy bien, como era de esperar… y era de esperar porque alrededor de la mesa había gente que, o bien vive en Santander pero no nos vemos mucho, o bien andan por otras ciudades o países y nos vemos menos…

Como decía ayer, creo que a todos nos hubiese gustado añadir un comensal más a la mesa, para dar el toque (extra) surrealista al evento (se trata, sin duda, de la persona más rara que conozco, y eso se dice pronto…) pero seguro que nos vemos en la siguiente cena…

La noche acabó prontito, lo que tardó en vaciarse una pinta de Guinness con trébol incluido, y volver a Santander.

Aún me quedan dos cenas más estas fiestas. Seguiremos informando.

PD: Y sí, las fotos de todas estas cenas, y las de Nochebuena, próximamente en sus pantallas 😉

El cielo abierto

Escuchando: Again (Olga Román)

Debía unas líneas sobre esta película…

El Cielo Abierto es una película que, en un principio, no me imaginaría viendo. En la carátula, una pareja abrazándose; frase promocional: Nadie te avisa cuando llega el primer día de la mejor parte de tu vida. El argumento tampoco es que sea nada especial. Y sin embargo, la vi en un maratón de cine, hace ya algunos años, y me encantó…

Ayer la volví a ver, para comprobar si realmente es una buena película, o es que en su día me pilló de buen humor.

Y sí: es una buena película. Buenas interpretaciones, un guión (basado en una historia de Elvira Lindo) muy fresco, con diálogos muy ágiles (en especial los puestos en boca de la enfermera del protagonista, geniales), personajes entrañables, frikis… No sé, es una película que no tiene nada especialmente destacable, pero es especial. Luego pasa lo que pasa, el referente del cine español es Almodóvar o Torrente, y perlas como ésta pasan sin pena ni gloria…

Recomendable…

Burbujas rotas

Escuchando: Black is the colour (Paul Weller)

Recuérdenme ustedes que les hable de la película que he revisitado antes, El Cielo Abierto. Merece la pena dedicarla unas líneas…

Pero no ahora, porque de repente tengo mil millones de cosas en la cabeza. Domingo de resacas festivas, me pasaré a dar una vuelta por una feria de discos, me pasaré por un concierto, me iré a cenar con unos amigos, aunque sabemos que el tono de la cena lo va a marcar una persona que debería estar sentada a la mesa esta noche, pero que ha tenido que cambiar las celebraciones caseras por una estancia en el hospital. Y a la que finalmente no podemos visitar hoy porque me acaban de decir su estado ha empeorado un poco 🙁

Lo mismo que el atropello y posterior fuga que presencié la Nochebuena del año pasado, éstas cosas rompen la burbuja de felicidad, falsa en algunos casos, real en otros, pero burbuja al fin y al cabo, que nos construímos en estas fechas.

Y si no es algo cercano, es algo lejano. Si no es la salud de una persona, es la vida de miles, sesgadas por un terremoto en países lejanos. O no tan lejanos, porque después de conocer a gente que he tenido la suerte de encontrarme, el mundo me parece más pequeño, y todo está a la vuelta de la esquina. Que queramos asomarnos o no, eso ya es problema de cada uno.

Aquí debería ir la conclusión, la moraleja de este mensaje. Pero no la tiene, sólo son cosas que se me están pasando por la cabeza, y que quería dejar aquí, supongo que pobremente hilvanadas.

Seguiremos informando.

Nano, un año más

Escuchando: Smile like you mean it (The Killers)

Vale. sí. Ya sé que todos lo habréis leido ya cien veces. Y que hoy lo pondrán en mil weblogs, y que yo voy a ser de todo menos original. Pero, ¿qué queréis…? Me encanta… y aunque Gomaespuma le ponían mucha más gracia, leído también tiene su aquel…

Querido Santa Claus:

Te extrañará que te escriba hoy 26 de Diciembre, pero quiero aclarar ciertas cosas que me han ocurrido desde que te mandé mi carta, lleno de ilusiones, en la que te pedía que me trajeras una bicicleta, un tren eléctrico, una nintendo 64 y un par de patines. Quiero comentarte que me maté estudiando todo el año, tanto que no sólo fui de los primeros de la clase, sino que saqué puros dieces en el cole, no te voy a engañar. No hubo nadie que se portara mejor que yo, ni con sus papás, ni con sus hermanitos, ni con sus amiguitos, ni con sus vecinos. Hacía recados SIN COBRAR, ayudaba a los viejecitos a cruzar la calle y no había nunca algo que no hiciera por mis semejantes, y sin embargo, ¡¡¡QUE HUEVOS LOS TUYOS SANTA CLAUS!!!. Es que… dejar debajo del arbolito una puta peonza, una mierda de trompeta y un maldito par de calcetines, ¡QUE CAGADA! ¡Qué hostias te has creído barrigudo? O sea que me porto como un imbécil todo este año para que me vengas con una mierda de este calibre; y no conforme con eso, al maricón del hijo de la vecina, a ese idiota sin educación, malcriado, desobediente que le grita a su mamá, a ese tonto de las pelotas, sí le trajiste todo lo que te pidió. Por eso ahora quiero que venga un terremoto o algo así, para que nos lleve a la mierda a todos, ya que con un Santa Claus como tú, tan incompetente y falso, mejor que nos trague la tierra. Pero eso sí, no dejes de venir el año que viene porque voy a reventar a pedradas a tus putos y sarnosos venados. Empezando por esa mierda de Rudolph que tiene nombre de homosexual. Te los voy a espantar para que tengas que joderte, caminando a pie como yo ¡cabrón!, ya que la bicicleta que te pedí era para ir al colegio, que queda a tomar por culo de mi casa. ¡¡Ah!! Y no quisiera despedirme sin antes mentarte a la madre que te parió, ojalá que cuando hayas subido muy alto se te de la vuelta el puto trineo y te pegues una buena hostia por ser tan hijoputa. Pero eso sí, te advierto que el año que viene vas a saber lo que es un niño maldito, cabrón y un poco hijo puta.

Atentamente, Nano.

P.D. La peonza, la trompeta y el par de calcetines, puedes recogerlos cuando quieras y metértelos por el culo.

Mami… ¿habrá venido ya Papá Noel?

Escuchando: No, no, no (Los Rápidos)

He vuelto. Después de muchas horas agotadoras, he vuelto a casa…

Como todas las Nochebuenas, siempre tengo ganas de quedar con un montón de gente. Tomar un vinillo con algunos, una cervezuca con otros, brindar (por lo de siempre) con cava con otros más…

Y ayer lo conseguí. Estuve de un lado para otro desde poco después de la una del mediodía, pero me reí con un montón de gente, vi a amigos a los que hacía tiempo que no veía, brindamos, y nos sacamos fotos… algunas de ellas ya tradicionales, como las del Mercado del Este («todos en nuestro rincón», «todas junto al árbol», «todas con el fotógrafo»… siempre he tenido predilección por ésta última… je je)

Y después a la cena familiar… Más risas (el frío quema, no te tires en la colchoneta que ya he quitado el ta…¡plonk!), mucha comida muy rica, y después, a ejercer de ayudantes de Papá Noel, para intentar montar juguetes sin que mi sobrino se enterase, tarea nada fácil, sobre todo cuando parece que fabrican los juguetes para que los monte un ingeniero sobrio, cuando menos… Lo conseguimos, pero fuimos de todo menos silenciosos.

La mañana de hoy ha sido lo que se podía esperar de reunirnos toda la familia a dormir en la misma casa, y eso incluye un niño de 3 años y medio que se despierta a ver si hay regalos debajo del árbol. La Navidad es su cara cuando lo descubre.

Debajo del árbol también había algun paquetito con mi nombre, así que no he debido de ser muy malo este año… y entre todos los regalos, creo que el que más voy a disfrutar va a ser Vacaciones de mí mismo, el libro con todas las letras, dibujos, pinturas y fotografías de Don Manolo García… una delicia para hojear y ojear…

Escucho la tristeza y pierdo la ocasión.
Ella no es quien tu buscas, me dice el corazón.
No. Otro tren que pierdo.
No. Son las tres y estoy aquí.
No. Me recuesto sobre el frío.
No viniste y me dormí.

Seguiremos informando.