¡Vámonos pa CuVa!

Escuchando: Big City Secret (Joseph Arthur)

Anda que no tenía yo ganas ni nada… ¿De qué? De poder contarlo.

Esta mañana, en una rueda de prensa, se ha desvelado un proyecto del que me hace mucha ilusión formar parte. CuVa, Cultura y Vanguardia, es un festival que se celebrará en Santander entre el 6 y el 8 de diciembre (unas fechas festivas y fantásticas).

El concepto detrás de CuVa me gusta mucho: se trata de abrir un auditorio considerado tradicionalmente como elitista, a otras músicas, a otros públicos. El Palacio de Festivales es la sede habitual en Santander de conciertos de música clásica, teatro, ópera, danza… en ocasiones se han programado recitales más mundanos, pero se ha tratado de casos puntuales. Hasta ahora.

Durante esos tres días se cambiarán los zapatos por las deportivas, los trajes por las camisetas y los pantalones vaqueros, las corbatas por las gafas de pasta. O por lo que se quiera. El objetivo es disfrutar de una serie de conciertos de música independiente en una sala pequeña, y acompañarlo todo con unas cuantas actividades paralelas.

Por ejemplo, se proyectarán un par de películas (una sobre Flaming Lips, otra sobre The Pixies), se podrá asistir a un par de mesas redondas, se ambientarán los interludios con sesiones de DJs…

Sobre el cartel musical, no puedo ser objetivo. Aparte de contar con duetos tan irrepetibles como Nacho Vegas y Christina Rosenvinge, el resto de bandas propuestas incluye dos nombres que son, para mí, un auténtico regalo. Los autralianos Dirty Three (densos, tensos, tristes, geniales) y el norteamericano Joseph Arthur (lo descubrí con In The Sun, pero cada uno de sus discos me parece una auténtica joya) estarán en Santander, quién me lo iba a decir.

A todo esto hay que sumarle un pequeño detalle. EL festival incluirá también una exposición de fotografía. De mis fotografías, en concreto. Se llamará Centesimal y estará dedicada a mis imágenes de conciertos. Aún no me creo del todo que vaya a exponer en el Palacio de Festivales, que vaya a colgar allí mis fotografías.

Sí, tenía ganas de poder contarlo. Nos vemos en CuVA.

Seguiremos informando.

Pague lo que quiera por este disco

Escuchando: Paranoid Android (Radiohead)

Hace tiempo que pienso que si hay un grupo de rock vanguardista, adelantado a su época, y a años luz del resto, ésos son Radiohead. Sus dos primeros discos son intachables, y el preludio a uno de esos trabajos enormes, increíbles: una obra maestra llamada OK Computer. Luego, en lugar de recrearse en su éxito, se han dedicado a reinventarse en cada trabajo, a ponerse al límite, a sorprender siendo ellos mismos, manteniendo siempre un sonido reconocible. Lo que todos persiguen pero pocos, muy pocos, consiguen.

Unos genios.

Y ayer han vuelto a demostrar que ellos sí han cambiado de siglo. Se rumoreaba que su esperado nuevo disco iba a aparecer el año que viene. Pero no. Sorpresa, sale el 10 de octubre, dentro de unos días. Y lo ofrecerán ellos mismos. Nada de discográficas ni de intermediarios.

Venden su disco en dos modalidades. La primera, como disco «físico», en formato de lujo, a precio de ídem. Unos 58 euros al cambio, por obtener su nuevo trabajo tanto en disco compacto como en vinilo, con extras variados: libretos, otro cd y otro vinilo con más temas, etc.

La segunda forma de comprarlo es mediante una descarga desde su página web (también incluida en la modalidad anterior). Y ahora es cuando viene lo bueno: ¿cuánto vale su disco en formato electrónico? Lo que el comprador quiera.

Efectivamente. Todo un puñetazo en la mesa de las discográficas. Si se elige descargar el disco, se añade a una cesta de la compra, y a la hora de pagar hay que introducir un precio, incluyendo la opción de no pagar nada por él.

Cada cual podrá pagar lo que considere oportuno. Los más forofos se comprarán la caja con los discos y vinilos. Muchos pagarán algo simbólico a cambio de obtener las canciones en formato eléctrónico con buena calidad. Y los que no pensaban comprarlo, lo podrán obtener igualmente sin cometer ninguna ilegalidad.

Lo dicho: unos genios. Seguiremos aplaudiendo.

Obrigado

Escuchando: Music (The Gift)

Desde que conocí los primeros nombres del Santander Summer Festival de este año, tuve grupo favorito. Los he nombrado cada vez que hablaba del festival, y he esperado el día de su concierto como un niño antes de los regalos de Reyes. Por fin, ayer pude comprobar si su directo cumplía mis expectativas.

El día comenzó mal: un tiempo desapacible hizo que cualquier parecido del recinto con el del día anterior fuese increíble. Lluvia, viento, polvo, frío, y detalles que hacían pensar que estaban desmontando el chiringuito antes de tiempo. Hasta desaparecieron las casetas de comida del interior, y hubo que hacer expediciones fuera en busca de bocadillos. Muy mal.

En lo musical, comenzaron la jornada Vyvian, que me decepcionaron un poco en comparación con su magnífico disco. Después, los también catalanes Camping se hicieron con el título de peor concierto del festival. Su post-rock sin inspiración aburrió a los diez minutos y sólo tuvieron público porque fuera de la carpa hacía frío. Quizás en otro momento y en otro lugar se les hubiese podido apreciar más.

Después de ellos, por fin: The Gift. Decir que su concierto me gustó es poco. Salté, boté, canté, admiré, me emocioné. Fueron geniales, mucho mejores de lo que esperaba. El concierto del festival sin ninguna duda. Es totalmente injusto que un grupo así, de su categoría y de procedencia tan cercana -lusos- no tengan -aún- el reconocimiento que se merecen. Su cantante fue fascinante y demoledora (qué voz, qué presencia), y el resto de músicos de la banda consiguió plasmar sobre el escenario sus detalladas composiciones aumentando, eso sí, por mil su intensidad. Pocas veces veré un solo de theremín como ése. La última canción del repertorio tuvo un final incluso destructivo, con sintetizadores y teclados por los suelos. Alguno salió al escenario demasiado motivado.

En el festival de 2005 descubrimos a The Faint. El año pasado, a Editors. Y ayer unas dos mil -valientes pero afortunadas- personas comprobaron cómo se las gastan The Gift en directo.

Una pena que cuando fui al puesto de merchandising a comprar la edición limitada de su dvd, ya los hubieran retirado. Peor aún, esa edición no está publicada en España (sólo una con menos temas tanto en su cd como en su dvd), aunque con un poco de suerte podré tener en breve una copia traída de la bella Lisboa. Ojalá.

En fin. Que sigo emocionado con el concierto. Si alguna vez tienen ocasión de plantarse delante de un escenario donde actúen estos genios portugueses, ni se lo piensen. No me cansaré de recomendarlos.

Seguiremos recordando.

PD: Me alegro de que la única foto decente de conciertos que hice en este festival sea precisamente de ellos. No tuve pase de prensa, y lo eché de menos en ocasiones. Pero agradecí la -rara ya- comodidad de no cargar con tres kilos de material a la espalda, y poder disfrutar de la música sin más preocupaciones. Eso sí, mi cámara pequeña, de emergencia, para estas cosas no da la talla. No me quejo, me salió gratis en uno de esos concursos de fotografía en los que dan los premios, no como otros.

Qué cruz

Escuchando: Never be alone (Justice vs. Simian)

Un año más, la música llegó a Rostrío. A pesar de lo caótico de la organización del festival, de la cancelación a última hora de la Carpa Pop y de mi sesión, a pesar de todos los problemas… como siempre, el festival está dejando muy buen sabor de boca. Es todo más pequeño, más de andar por casa. Algo menos de 7000 almas pululamos por allí ayer. El tiempo acompañó (espectacular día, y más aún el atardecer) y los conciertos nos dejaron momentos para el recuerdo.

Ver a los amigos de No Romance llenar con su música una gran carpa es como estar acostumbrado a ver una película en la tele, y disfrutarla un día en un sala grande, con sonido apabullante. Triángulo de Amor Bizarro en cambio me defraudaron un poco. Sí, sé que su estilo incluye ruidoso como adjetivo principal, pero no es necesario tocar TAN alto. Demencial. X-Wife me gustaron mucho, pero lo mejor de la noche fue Justice: hacía mucho que no botaba y bailaba tanto en un concierto. Chemical Brothers, justo después, hicieron lo de siempre: meterme en ambiente durante 20 minutos, cansarme después, y aburrirme al final. Su espectáculo visual, sobresaliente, eso sí.

Y hoy, a ver a The Gift. Por fin.

Seguiremos informando.

Buscando el Norte

Escuchando: Al Norte del Norte (Nacho Vegas)

Este verano se cumplen dos años de aquel primer festival que lo originó todo. El encuentro de unas cuantas mentes inquietas e inconformistas dio como resultado Al Norte Del Norte. Hartos de que en esta región lo diferente siempre estuviera en último plano, comenzamos a quejarnos de forma más activa. Y dos años más tarde los esfuerzos, creo, han merecido la pena.

Nos gustaría tener más tiempo, más dinero, más organización. Todo esto ha ido tejiéndose a partir de ratos libres y seguro que se podría haber hecho mejor. Pero fines de semana como este último hacen que uno se sienta satisfecho.

El viernes el pub Metropole de Santander se convirtió como todos los viernes en el ANDN Club. Ya hace un año de eso. Y en todas estas semanas se ha conertido en nuestro Cheers. Puedo aparecer por allí cualquier viernes con la seguridad de que me voy a encontrar alguna cara conocida, buen ambiente y mejor música. Eso si no estoy pinchando, directamente. Y además, de vez en cuando, nos permitimos traer invitados u organizar pequeños conciertos.

El viernes pasado fue un auténtico lujo. Primero, concierto de Los ArrancaCorazones, muy divertido, con un montón de versiones, y la gente animada desde el primer momento. Y después, doble sesión con el infalible Patrullero y un invitado muy especial: dj #2, visitándonos desde el malasañero Freeway de Madrid. Ahí es nada.

El sábado, otra noche redonda: fiesta de presentación del Santander Summer Festival. Concierto de No Romance (que actuarán en el festival), arrolladores, y nueva sesión a cargo de Patrullero dando a conocer la música del cartel de este año. Llenazo y éxito absolutos.

Si además tenemos en cuenta que en ese festival, la mitad de los que pinchan en la carpa pop formamos parte de ANDN, y que tenemos en mente proyectos mayores y más ambicioso, es inevitable sentirse ilusionado. Más aún cuando este fin de semana ha terminado una semana grande en Santander pobre como pocas, rancia, y criticada como nunca.

Nosotros seguiremos criticando, quejándonos, pero también aportando nuestro humilde grano de arena para que esta ciudad tenga algo más, diferente, que ofrecer.

Seguiremos revolviendo.

Cuando pinchas pop ya no hay stop

Escuchando: Shiny Happy People (REM)

Con el cartel al completo, el Santander Summer Festival avanza a toda marcha hacia su celebración los días 14 y 15 de agosto. Más modesto y mucho más electrónico que en ediciones anteriores, está dejando opiniones de lo más dispares. Yo prefiero ser optimista, y cuento los días para disfrutar del directo de The Gift, por ejemplo.

Además, no todo va a ser electrónica. Habrá un reducto de pop y rock en el que refugiarse cuando avance la noche. Una carpa donde poder botar, bailar y corear las canciones que más nos gustan.

Y allí estará pinchando él. O sea: yo. Nosotros. Habrá que montar una buena fiesta. Vengan con zapato cómodo.

Seguiremos informando.

PD: Y sí, se han olvidado de una t en el cartel. A ver si lo corrigen.

Así es la vida

Escuchando: Getting away with it (James)

He añadido un concierto a mi lista de recuerdos inolvidables y emotivos. Imposible no sonreír al recordar el espectáculo de James: grandes canciones, buen ambiente, y luz de atardecer para darle a la velada un toque -aún- más especial.

Were getting away with it
All messed up
Getting away with it
All messed up
That’s the living…

Mi dosis

Escuchando: Yoshimi (The Flaming Lips)

Ya hace años que soy adicto a los conciertos, a su ambiente, a disfrutar de la música en directo. Con el tiempo han podido cambiar los estilos y los grupos, pero sigue siendo para mí una necesidad.

Últimamente, además, vivo los conciertos -siempre que puedo- de otra forma: con la cámara en la mano, esperando en el foso a que se apaguen las luces. El ritual es siempre similar: los gritos de los fans de las primeras filas, los aplausos de toda una multitud, el destello de las luces, los bajos retumbando a un metro de distancia, y la carrera contra el reloj para conseguir una foto decente de alguien que no para de moverse, con una iluminación que cambia cada segundo, luchando con otros fotógrafos por hacerse con el mejor ángulo.

Esas descargas de adrenalina condensadas en dos o tres canciones cada día me gustan más.

Seguiremos disfrutando.

¿Qué es la razón?

Escuchando: Dios por dios es cuatro (Love of Lesbian)

Cuentos chinos para niños del Japón. Yo también soy lesbiano.

Hoy se celebra el Día Europeo de la Música. Para celebrarlo, muchas tiendas y sellos andan de ofertas. Aprovechen. Es una semana fantástica; también en El Corte Inglés. Allí tuve que ir hace un par de días, y entre descuentos y restos de devoluciones, me llevé un disco genial a precio de ganga. Love of Lesbian han vuelto, y de qué manera.

No soy objetivo, lo reconozco. Su disco anterior, Maniobras de Escapismo, se ha convertido en uno de mis lugares comunes, lo he escuchado sin descanso hasta aprendérmelo de carrerilla. Y lo sigo disfrutando como el primer día.

Por eso tenía muchas ganas de echar el guante a su nuevo trabajo. Si el anterior (que significó su cambio del inglés al castellano en las composiciones) tiene un marcado tono humorístico, Cuentos chinos es un poco más amargo e intimista. Aunque hay tiempo para todo.

El disco comienza con Universos infinitos. Un inicio calmado, metafísico, que va creciendo en intensidad hasta culminar con uno de esos estribillos grandiosos que se han convertido en marca de la casa. Yo ya no puedo hacer más si esta más siempre más resta

La niña imantada es una canción peligrosa. Un par de escuchas y ya se te ha quedado dentro. Desde la marcada batería que domina su comienzo hasta los arreglos setenteros del estribillo, un tema redondo. En descuidos crearemos universos, niña imantada.

Noches reversibles trae de regalo otro de esos coros de alta intensidad. Comienzo delicado para otra gran composición in crescendo. Recuerda que si caímos en picado es porque a veces fuimos nubes con la mente.

El disco continúa con Los colores de una sombra, una de las letras más amargas de todo el trabajo. Cuarta canción, y el listón sigue altísimo. Ya ves, no lo he podido aceptar, que aún te eche de menos, y que este menos vaya aún a más.

Un día en el parque podría ser un ejemplo de cómo hacer una perfecta balada folk. Más desnudos de arreglos que en los temas anteriores, Love of Lesbian nos regalan otra joya…. Ahora me escondo y te observo, y te puedo decir: yo mataré monstruos por ti, sólo tienes que avisar. Ya hace algún tiempo salté y caí justo aquí

Villancico para mi cuñado Fernando es la primera incursión de esta entrega en el humor absurdo. El cuñado de Marlene nos felicita las fiestas con alegría contagiosa. Me da igual que sea Navidad, con hilo dental pienso hacerte la circuncisión. Mira, Fernando, me caes muy mal

El disco avanza sin recuperar del todo la seriedad. Shiwa (todo a Zen) es un mantra con coros de gente de Standstill y Sidonie. La palabra Shiwa es un estado espiritual, si la dices alta el mundo se iluminará.

El siguiente tema nos aleja de la formalidad todo lo posible. Recordando a los mejores Petersellers, aparece en el disco Me amo: canción dedicada al espermatozoide que quedó segundo. Un éxito inmediato, infalible, divertido, pegadizo y que se ha convertido ya en habitual de mis sesiones. Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo! Y tú ya no puedes hacerme daño. Soy un ser divino, ven a adorarme

Después de la fiesta, continuamos. Una pequeña píldora de poco más de dos minutos, como fuera Me llaman Octubre de su anterior trabajo, contiene otra joya: Historia de una hache que no quería ser muda. Soy un caso extraño, tan fácil y tan simple, y no sé expresarlo. Tan sólo grita mi reloj.

Hay que quitarse el sombrero ante La parábola del tonto. Soy un picajoso, y le pondría una pequeña pega a su letra (Antes que te vayas pide un «de» ahí en medio). Por lo demás: en pie y ovación cerrada. He tirado bolsas llenas de ansiedad, y aquellos defectos que uno guarda por guardar.

Podría ser el final perfecto para el disco, pero no: aún hay más. Un epílogo para niños del jabón. Tras un pequeño momento de reflexión, aparece Dios por dios es cuatro. Alegre y ácida. Europa necesita hombres con más valor, y no niñatos con flequillo en bandas de pop.

Otro momento de reflexión, y llegamos, esta vez sí, al final. Con un bis. Shiwa, en catalán, con las mismas colaboraciones pero distintos arreglos. Una versión más conseguida que la original, en mi opinión.

Se acaba el disco y uno no hace más que preguntarse: ¿por qué cojones en la radio no hace más que sonar esa odiosa canció de «me muero por besarte»? (sospecho que de morir, morirá de un ataque de engolamiento de voz). ¿Por qué trabajos como el de Love of Lesbian pasarán de puntillas por delante de un panorama musical mediocre, previsible y enlatado? Qué mundo éste.

Como dicen los lesbianos: nos encantan las mentiras si están dichas de verdad.

Feliz Día de la Música. Seguiremos informando.

PD: Merece la pena comprarse el disco aunque tan sólo sea por leer la esquizofrénica página dedicada a «el antiguo niño prodigio», o las «no gracias». Genio y figura.

Fiesta perezosa

Escuchando: Stay (Lazy)

Para los curiosos y/o musicalmente inquietos, he publicado una nueva sesión de Mazingert Z en su/mi podOmatic. Que lo sepan.

Puedo adelantar, también, próximas fechas para sus sesiones. El próximo 13 de junio, miércoles, de once de la noche a dos de la mañana dejará aterrizar su planeador en la cabina del pub Opium de Santander. Y ese mismo viernes día 15, se está preparando una pequeña gran fiesta…

Ese día, aparte de ser mi cumpleaños, estaré pinchando en ANDN Club (Pub Metropole, Santander), en compañía de dj Spongebob, llegado de Toulouse para la ocasión. Eso ya, de por sí, asegura unas cantidades inimaginables de fiesta. Avisados quedan.

Pero no, habrá más: antes de nuestra sesión disfrutaremos allí mismo de un concierto acústico de Lazy, en un formato en el que están demostrando moverse con una elegancia pocas veces vista por aquí.

No es mal plan para una noche de viernes. Todo lo contrario.

Seguiremos informando.