Escuchando: Paranoid Android (Radiohead)
No tengo por costumbre estresarme, y hoy no lo he hecho, pero habría sido el día perfecto. No he tenido tiempo ni de asomarme a esta página a escribir unas líneas, ha sido un día en el que me he peleado con código ajeno, en el que he tenido que interpretar lenguajes, encontrar errores, hacer pruebas y más pruebas. Hasta los viajes en autobús los he aprovechado con llamadas de negocios… Eso sí, tenemos un nuevo cliente. Ole.
El caso es que cuando he llegado a casa lo que menos me apatecía era volver a mirar una pantalla de ordenador. Aunque lo he hecho, brevemente. Suficiente.
Después de cenar, he atado algunos acabos que no sé si son del mismo color, o no. Es igual. De repente he sentido un poco de frío, aunque haga sol, el verano se ha acabado, y a veces me acuerdo más que otras.
Sabia lo que me apetecía, y era hablar con alguien. Pero no una charla cualquiera, quería tener una conversación sin motivo, sin razón, sin explicaciones. Porque hoy había escuchado canciones de Tom Waits. Porque hoy es hoy, como la caja roja.
Y he acabado marcando un número que creía borrado, una combinación de cifras que hacía meses que no intentaba, aunque últimamente hubiese tenido alguna recaída. Ha sido curioso, porque ni yo esperaba encontrar a nadie al otro lado, ni el otro lado esperaba encontrarme a mí en éste. De eso estoy seguro.
Costó arrancar una conversación en la que yo no sabía para qué había llamado. Y ha sido una conversación un poco triste, porque yo lo estaba (sólo un poco), y también porque los dos sabíamos que era la primera vez que hablábamos en mucho tiempo, y es casi seguro que sea la última en otro tanto.
Y ha sido una conversación un poco triste, porque sin pretenderlo, sin palabras, he echado en cara. Y sin pedirlo, sin necesitarlo, he escuchado excusas, explicaciones. Que me da igual que sean ciertas o piadosas. Porque me las creo. Soy la persona más fácil de engañar de todo el mundo. Para hacerlo, sólo hace falta contarme una mentira. Yo siempre colaboraré creyéndomela. Estoy cansado, ya estoy mayor para preocuparme por si la gente es sincera. Todo el mundo lo es, y si no, peor para ellos.
Y ha sido una conversación muy agradable también. Porque nos hemos paseado en un momento de nada, por los viejos lugares comunes. Libros, viajes, más viajes. Y ha sido como volver después de mucho tiempo a una ciudad conocida.
Sé que he sorprendido, pero no sé si he molestado, si he incordiado. Quién sabe, éste último mes he perdido totalmente el criterio para poder decidir la balanza. Siempre me creo lo que me dicen, y siempre tengo la impresión de llenar los huecos en la vida de la gente en los que esperan que pase algo realmente interesante.
Es igual. Me ha encantado habla contigo. Ojalá dentro de algún tiempo pueda contarte que sí que me animé, que sí que me lo pasé bien en ese viaje. Incluso igual puedo enseñarte alguna fotografía de la isla.
No, no lo espero, pero soñar es gratis. Ha sido una conversación agradable.
Seguiremos informando…