Un buen día se compone de…

Escuchando: Sultans of Swing – Live (Dire Straits)

Despertarse relativamente tarde. Poder desayunar con calma. Quedar con unos amigos. Dedicar el día a hacer una ruta tranquilita (10 kilómetros, bastante relajaditos) bosque a través, con parada en medio para los bocatas. Tener ocasión de hacer unas cuantas fotos interesantes, a pesar de algo de lluvia. Lluvia que por otro lado, ayudaba para acabar de desintoxicarse del mundanal ruido; el paraje y la calma hacían el resto.

Tras la caminata, un chocolatito con churros en un sitio muy chulo, con sus silloncitos de mimbre, su luz tenue creando ambiente… y las habituales risas.

Vuelta a casa, ducha, cena ligera y película. Y ahora un ratito de ordenador, con el Alchemy en vinilo a la altura de los surcos del Sultans of Swing.

Así, sí. Así sí se recuperan las energias para terminar la semana.

Seguiremos informando.

En el vientre materno

Escuchando: Teardrop (Massive Attack)

Lo bueno de ir de visita a casa de amigos que ya son papás, aparte de que se me caiga la baba con el pequeñín en cuestión, es que uno se puede encontrar cosas como la que me prestaron ayer…

En el vientre materno es un documental realizado por National Geographic, en el que con ayuda de ecografías e imágenes generadas por ordenador, se recrean nueve meses fascinantes. Lo dieron bastante publicidad cuando lo estrenaron en algunos canales de pago (que no tengo), y me quedé con ganas de verlo. Y no me extraña. Por fin hoy he podido disfrutarlo. Un día que ni pintado, por cierto.

Absolutamente recomendable.

Seguiremos informando.

Interludio

Escuchando: Too soon, too late (Dirty Three)

Todo el día de un lado para otro, no he tenido tiempo de escribir aquí con calma. Así que lo hago sin ella, pero brevemente. Tan breve, que ya se acabó.

Seguiremos informando.

PD: Un iPod -el mío- aguanta una caída desde mi mano (¿quizás sería mejor decir manopla?) a un suelo de baldosa y, a pesar del ruido del impacto, salir sin despeinarse del trance. No lo intenten en casa. Una y no más. Creo que estuve varios segundos sin respirar.

Y así fue como aprendí a jugar al mus a los 29 años

Escuchando: Nature Song (Maria Taylor)

Que igual no lo había dicho. Pero he pasado el fin de semana fuera. En el albergue de Corconte, en concreto. Gran lugar, llevado por gente muy maja, y en una gran época: prácticamente todo el albergue para nosotros solos. Lo de ese saloncito con chimenea, con cubitera y vasos para las copas, no tiene precio. O mejor dicho, sí lo tiene, pero no es caro y merece la pena.

Ahora lo típico sería hacer un resumen, comentar los momentos más divertidos y surrealistas, y tal. Pero sinceramente, ha sido todo el fin de semana así: sin desperdicio. Puesto a seleccionar una anécdota cuanto menos curiosa, me quedo con la de ese monasterio con ese monje tan peculiar al que le pareció buena idea enseñar a las chicas del grupo una bolsa que guardaba en un armario, llena de sujetadores. Sí, dicho así, fuera de contexto puede sonar raro. Y en contexto también, sin duda. Desde luego, un ancianete al que merece la pena conocer.

Y por lo demás: muchas risas, muchas fotos (de las cuales sólo unas han salido desenfocadas, las fotos de grupo, bravo por mí, pero que conste que me metían prisa y no me gusta la presión), alguna caminata, comilonas colesterosas, literas, un poco de lluvia, arcoiris dobles y mucho otoño. Qué bonito es el otoño.

Seguiremos informando.

Que si el invierno viene frío…

Escuchando: The Darkest Star (Depeche Mode)

Por fin, ayer llegó el paquete que estaba esperando de la tienda Apple. Sí, me he comprado algo allí, pero no es ningún iPod nuevo ni nada de eso, he comprado una batería nueva para el portátil. No sé qué le ha pasado a la que tenía, pero de unos meses para acá, se ha venido abajo, y últimamente no pasaba de la hora de autonomía. Ayer llegó la nueva, y todo arreglado. Despierta el tigre que hay en él. Más de cuatro horas, como debe ser.

Eso sí, entre el disco duro que tuve que cambiar (no era tan duro, por lo que parece), y la batería, al final no me está saliendo tan bueno el iBook. Aún no tiene dos años. Claro, que dos años en mis manos es mucho trote para cualquier ordenador, sea blanco, negro, o multicolor. Al PC también le tuve que cambiar el disco, el conector de la PCMCIA está tocao, y hace un par de días la bisagra de la tapa, con un ligero clac, seguido de un sonoro plof, ella solita, se rindió del todo, y ahora ya no ofrece ninguna resistencia. Mi PC es portátil, pero necesita tener una pared detrás para apoyar la tapa. Qué cosas.

Por supuesto, un pedido a la tienda Apple no puede cerrarse sólo con algo tan aburrido como una batería. ¿Os gusta el abrigo que le he comprado al mac? Verde, como tú me dijiste. Fue buena elección.

Seguiremos informando. Con nueva batería.

PD: ¿Algún Sharp en la sala?

Perdido en mi habitación

Escuchando: Going Fetal (Eels)

Fin de semana en riguroso e impoluto blanco.

La semana había sido bastante cansada, no había parado de dar vueltas de un lado para otro, incluyendo mudanzas, trabajo, ferias de discos, sesiones de fotos, citas familiares… Y terminé el viernes en un concierto, el de Elliot Murphy, al que entré efectivamente con pase de prensa: o sea, sin pagar, con la bolsa de la cámara y accesorios, y echándole morro hasta terminar en primera fila. El concierto, espectacular.

Pero claro, con tanto ajetreo, el sábado estaba destrozaíto. Así que nada, a pesar de que me ha parecido ver que ha hecho sol, me he pasado sábado y domingo en casa, dedicado en mayor o menor medida a las siguientes actividades:

– Dormir. Desde y hasta horas indecentes.
– Escuchar mucha música.
– Leer: revistas varias, un libro de fotografía y las primeras páginas de La Guía del Autoestopista Galáctico, en versión original sin subtítulos.
– Ver una película, aprovechando que estaba solo en casa, y el dvd del salón, a diferencia del mío, funciona y está en su sitio.

Viene bien de vez en cuando bajar el ritmo. Sobre todo para coger fuerzas para el próximo fin de semana, que promete ser totalmente diferente.

Seguiremos informando.

Malos tiempos para la logística

Escuchando: Sender (Pinback)

Mi hermana se va de fin de semana, y quería comprarse un reproductor de mp3 para amenizar el trayecto en bus. La acompañé en su búsqueda, pero no ha investigado mucho. Fue ver en vivo el iPod suffle, y ser un caso perdido. Y eso que yo (¡yo!) la he advertido de que por ese precio se puede comprar uno con radio, y con pantalla y… nada, que no hay manera. Apple entra por los ojos, y esta tarde se lo ha comprado.

He estado trasteando un rato con él y, aunque ya me habían dejado alguno que ahora mismo anda por calles londinenses, la verdad es que es un jugeuetín que enamora. Ahora mi iPod quiere un hermanito.

Lo que me recuerda que ayer hice un pedido a Apple… pero no, tranquilos, no es ningún jugeuete nuevo, son recambios para los existentes. La batería del portátil ya no es lo que era (apenas pasa de la hora, ahora), y aprovechando la financiación extra del premio he decidido comprar una nueva… y ya de paso, una detalle para que el ordenador no pase frío este invierno…

Desgraciadamente, y aunque el paquete ha salido ya hoy, creo que voy a tener que esperar hasta que llegue a mi casa… afortunado de mí, mi pedido ha coincidido con la huelga de transportistas.

Huelga decir que mi dvd sigue sin poder repararse por la misma razón: la pieza que me tienen que cambiar no ha podido llegar al servicio técnico.

En fin. Paciencia. Seguiremos esperando….

PD: Acabo de verlo en su web. Nacho Vegas en diciembre en Santander… ¡bien!

¿Tema? ¿quién necesita un tema?

Escuchando: No mercy for she (Yann Tiersen & Shannon Wright)

En el trabajo, bien, mucho curro, un invitado por un par de días en la sala, comienza la mudanza para recolocarnos en nuestra ubicación original, y el servidor -y ésta página con él- ha estado caído esta mañana un rato, igual que un trocito de metal que impactó en mi dedo, corazón, por eso no os lo enseño, que es un gesto muy feo.

Después, selección de fotos, que hay más concursos. Hoy salgo en un periódico con mi cara de resaca sujetando el trofeo, pero ya se me pasó el ataque de egocentrismo, así que buscad vosotros el enlace, o pedídselo a mi madre, que se ha comprado un par de ejemplares en papel. Amor de madre, supongo.

Selección de fotos, decia. He pedido opiniones. He obtenido tantas como personas preguntadas. He decidido dejar de preguntar. He llevado a revelar las fotos. No, tardaban mucho. He ido a otro sitio. No, era más caro. He ido a otro más. Ésta vez sí, para el jueves las tengo.

De vuelta a casa me he encontrado con el batería negro más blanco de la ciudad. O viceversa. Me ha pedido fotos de aquel concierto. Se las mandaré. Me ha dicho que un músico al que se le apareció un ángel ha sacado nuevo disco. O lo sacará. O algo así. Pero que está muy bien. Le haré caso.

Me he comprado el libro de National Geographic sobre Cantabria. Vienen muchas fotos, pero me he fijado en una. La he clavado, tal cual, hace unas semanas. Mismos saltos de agua del mismo río, desde el mismo puente y con la misma perspectiva. Que ya es casualidad. Qué cosas.

Creo que el viernes iré a un concierto. Eso no es ninguna novedad. Con la cámara. Tampoco es algo nuevo. Con pase de prensa. Eso sí lo es.

Seguiremos informando.

Aquí comando Alfa llamando a comando Beta

Escuchando: A Forest (The Cure)

Nueva excursión, ayer… estuvimos por la zona de Ucieda, dando paseos por parajes boscosos en los que el otoño aún no hace más que asomarse tímidamente. Una pena, habrá que volver en unas semanas.

Yo no tenía mi día más inspirado ni para patear ni para hacer fotos: la noche del viernes fue una de esas en las que se queda para tomar una cervecita, y se acaba… se acaba como se acaba… Y así andaba yo el sábado.

En cualquier caso unas cuantas fotos sí que cayeron (incluyendo una incomparable sesión al siempre expresivo byfed) y además estrené algo que mi hombro derecho me agradeció profundamente: mi nueva mochila para la cámara. Qué diferencia, la bolsa para el hombro que tengo está bien para un rato, pero no para pasar todo e día con ella colgada. Mucho mejor ahora…

Tras las caminatas, como siempre, tocó reponer fuerzas. O cogerlas para el próximo mes, porque el festín carnívoro que nos metimos entre pecho y espalda (incluso yo, resaca menguante) fue antológico. Alguno debe de estar aún haciendo la digestión.

Y después de la comida, los chupitos de orujo y la sobremesa, de nuevo a los coches, para ir corriendo a…. bueno, eso ya lo contaré en otro mensaje…

Seguiremos informando.

PD: Lo de tener unos walkie talkies cuando se viaja en dos coches, o se divide la expedición, da mucho juego. Mucho, mucho.