Servicios de bicis eléctricas: comparativa

Aunque ya había hecho algunos números antes, voy a aprovechar para hacer un análisis un poco más extenso de los precios de TueBici (el servicio municipal de alquiler de bicis eléctricas de Santander), especialmente en comparación con lo que podemos encontrar en otras ciudades.

Recordemos las tarifas que tenemos en Santander: para uso ocasional, 1.30€ la primera media hora, 1.60€ la segunda media hora y 1.90€ cada media hora adicional, hasta un uso total máximo de 2 horas. Precios que sólo pueden ser atractivos para turistas que quieran darse un paseo recreativo, pero bastante caros para un residente que quiera utilizar la bici de vez en cuando.

Se supone que para los santanderinos que quieran usar estas bicis de manera más frecuente existen los abonos, tanto mensuales, como anuales. El abono mensual cuesta 7€, mientras que el anual cuesta 36€. Sin embargo, con cualquiera de ellos existen pagos añadidos cada vez que se utilice una bici: 0.32€ la primera hora, 0.65€ la siguiente media hora y 1€ más cada media hora extra hasta llegar a las 2 horas por viaje.

Lo primero que podemos pensar es que, con eses precios, ¿cuándo compensa sacarse un abono? Voy a centrarme en el abono anual, porque quiero que esta comparativa sirva como referencia para quien quiera usar estas bicis como medio de transporte más o menos habitual para moverse por la ciudad.

Teniendo en cuenta el precio del abono más el coste de cada viaje individual, suponiendo viajes de menos de media hora (los habituales en ciudad, tal y como ha confirmado el Ayuntamiento, con una media de viaje inferior a los 30 minutos), el abono compensa una vez que se hagan más de 37 alquileres al año. Vamos, que a poco que se use de manera regular, la única manera de que no se dispare demasiado el precio es pasarse al abono.

Precio anual TueBici sin abono vs. con abono

¿Como son estos precios en comparación con los servicios ofrecidos en otras ciudades? Para este pequeño análisis he elegido los ejemplos de:

  • Torrelavega, por cercanía, y por ser la pionera con este tipo de bicis por Cantabria.
  • Bilbao, como ejemplo de servicio extendido, utilizado y con tarifas baratas pensadas para el ciudadano.
  • Valladolid, por tener unas tarifas con muchas opciones y variantes.
  • Gijón: aunque es más grande que Santander, comparten muchos problemas de enfoque en cuanto a movilidad.
  • Zaragoza, por estrenar su servicio justo estos días.

He buscado las tarifas de todos estos servicios en sus respectivas páginas web, y con esos datos he seleccionado algunos casos que puedan ser relativamente habituales para alguien que quiera desplazarse en bicicleta.

En el caso de Valladolid existe la opción de contratar una suscripción anual (con pago extra por cada alquiler) o un abono (sin pagos extra por viaje, y además subvencionado al 50% durante 2025, aunque he tomado como referencia el precio sin subvención).

En el caso de Bilbao, hay un precio para empadronados en la ciudad y otro para el resto. Para el perfil de usuario que busco he tomado el primero de ellos.

En Gijón existe un «Abono social» para colectivos vulnerables, con precio reducido y mejores condiciones. He tomado com referencia el abono estándar.

EscenarioSantanderBilbaoValladolid
Suscripción
Valladolid
Bono
TorrelavegaGijónZaragoza
Uso esporádico. 2 veces por semana.
Trayectos de media hora (salvo un 10%
que lo superan)
56.02 €20.20 €65.74 €265 €23.60 €47.80 €32,60 €
Uso diario, 1 trayecto (10% de más de
media hora)
176.52 €20.20 €220.67 €265 €117.50 €94.75 €48.25 €
Uso diario, 2 trayectos (10% de más de
media hora)
317.05 €20.20 €401.35 €265 €227 €149.50 €66.50 €
Uso intenso, 4 trayectos al día (10% de
más de media hora)
598.10 €20.20 €762.70 €265 €446 €259 €103 €
Uso intenso, 4 trayectos cortos al día
(10% de más de 15 minutos)
503.20 €20.20 €697 €265 €44.50 €186 €30 €

Viendo los resultados se pueden sacar algunas conclusiones:

  • Existen dos servicios con tarifa «fija» anual que no tienen gastos extra por viaje: Bilbao y Valladolid (con bono). El caso de Bilbao es difícilmente comparable porque su cuota anual es simbólica (poco más de 20 € para los empadronados en la ciudad). Con una oferta así de imbatible, es normal que por allí se utilicen bastante, sobre todo porque se han distribuido mucho sus estaciones y se ha acompañado de una buena labor de creación de itinerarios ciclistas por toda la ciudad. En 2025 se renovará el servicio con más bicicletas y una revisión de las tarifas que, por lo que he leído, podrían incluir costes añadidos por viaje.
  • En Valladolid, si se usa el bono anual el precio es elevado (7 veces más caro que el bono anual de Santander), pero al no tener cargos añadidos en cada alquiler es buena opción si se usa la bicicleta regularmente en el día a día. Además, durante 2025 este bono anual está subvencionado al 50% por el Ministerio, por lo que realmente cuesta 128 €, mucho más apetecible. En Santander no sabemos nada acerca de si se acogerán a esta ayuda. El servicio de Valladolid, además, tiene una ventaja añadida, y es que no han eliminado las bicicletas «tradicionales» no eléctricas del servicio, sino que las han añadido y se pueden usar también con el mismo bono. Son 712 bicicletas mecánicas más a añadir a la flota de disponibles.
  • En cambio, si en Valladolid se usa el modelo de suscripción, con un esquema similar al de Santander, los precios se disparan incluso más que en Santander a poco que se haga uso regular del servicio. Cuentan, eso sí, con un mayor número de bicicletas (tanto eléctricas como mecánicas) y de estaciones.
  • Los precios de Torrelavega incluyen los primeros 15 minutos gratis (un tiempo adecuado para una localidad más pequeña) por lo que, además de ser un servicio más barato, gana por goleada cuando los trayectos a realizar son cortos (último caso de la tabla).
  • En Gijón se utiliza el mismo esquema de precios que en Santander (abono anual más pago extra por viaje) pero los precios son mucho más competitivos.
  • En el nuevo servicio de Zaragoza la primera media hora es gratuita, lo que hace que para usuarios habituales y desplazamientos que ronden ese tiempo tenga unas tarifas realmente buenas.

Por tener una visión de conjunto, este es el número de bicicletas eléctricas que dispone actualmente cada servicio (aunque Valladolid incluye 712 más, no eléctricas). Zaragoza ha llegado a lo grande (también es una ciudad bastante mayor) con la promesa además de duplicar el número de unidades en los próximos años.

Número de bicicletas eléctricas en cada ciudad

Si ponemos en un gráfico coste anual del servicio dependiendo del número de viajes (suponiendo que no superen los 30 minutos, por simplificar), obtenemos lo siguiente:

Precio en función de viajes anuales

Como vemos, sólo Valladolid supera en precio a Santander, pero tiene una modalidad más barata (bono anual, que durante 2025 es incluso más barata que lo que muestra el gráfico, por la subvención). El resto de servicios son más baratos que el de Santander (con Bilbao jugando en otra liga, aunque eso podría cambiar con su renovación de tarifas de este año).

Por último, para el caso de servicios en los que hay costes añadidos en cada alquiler además del pago anual, he creado esta gráfica en la que se muestra el precio de un viaje en función de los minutos que se use. Destaca el sistema de tarifas de Zaragoza, que beneficia mucho los trayectos cortos (gratis la primera media hora) y penaliza mucho los viajes de más de una hora (recreativos o turísticos). Un enfoque muy interesante. El caso de Gijón, por otro lado, es el único en el que se permiten alquileres de más de 2 horas.

Precio de viaje (con abono) según duración

¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto? En primer lugar que las tarifas de Santander son caras, comparadas con el resto de servicios. Siempre es complicado hacer este tipo de comparaciones porque cada ciudad apuesta más o menos por ello, se financian de manera diferente y el enfoque puede no ser el mismo. Pero está claro que comparando con servicios de préstamo de eléctricas que comparten esquema de tarifas (bono anual fijo más pago extra por viaje) Santander está por encima en precio. Valladolid tiene precios superiores, pero también una tarifa alternativa más ventajosa (más aún con subvención estatal) para usuarios que lo utilicen de manera más frecuente.

Viendo las tarifas que se aplican en otras ciudades se observa que existen mecanismos para fomentar el uso habitual como medio de transporte, por ejemplo:

  • Ofrecer un intervalo de tiempo gratuito en cada viaje, que sea suficiente para trayectos cotidianos dentro de la ciudad. Es el enfoque de Torrelavega (15 minutos gratuitos) o Zaragoza (primera media hora sin coste). Es también lo que se ofrecía en Santander con las antiguas bicicletas mecánicas (tusBIC).
  • Ofrecer en el mismo servicio bicicletas eléctricas y mecánicas es algo que vemos en Valladolid (también he visto soluciones similares en Toulouse, en Francia, por ejemplo) pero quizás en Santander no compense. Por orografía las eléctricas son ideales (y las mecánicas que teníamos antes pesaban casi lo mismo que las eléctricas actuales, eran unos hierros incómodos).
  • Precios más competitivos: Gijón aplica tarifas similares a las de Santander, pero el coste anual con un uso habitual de sus bicis es la mitad. También es interesante su abono social para ofrecer mejores ventajas a colectivos con menos recursos.
  • Lo de Bilbao es caso aparte porque su apuesta es muy potente, con una cuota anual bajísima y sin más gastos por viaje. Puede que cambie durante este año, que revisarán el servicio y sus tarifas, pero es un servicio en el que obviamente hay invertido mucho dinero para hacerlo asequible y práctico. Una característica añadida del servicio de Bilbao es su precio más reducido para empadronados en la ciudad, para favorecer el uso como medio de transporte frente al uso turístico.
  • Es interesante también el planteamiento de Zaragoza en los desplazamientos que superan la hora de duración, aumentando mucho su coste. De nuevo, se favorecen los desplazamientos cortos por la ciudad (primera media hora gratuita) y se penalizan los usos más recreativos o turísticos.

Precios más bajos, mejores condiciones para empadronados en la ciudad, primer tramo de uso gratuito, tarifas especiales para usuarios intensivos o colectivos vulnerables, incremento de precio para alquileres más largos… vemos que existen formas de hacer más atractivo el servicio como medio de transporte habitual, frente al enfoque turístico que siempre se acaba imponiendo en Santander.

Ojalá tener datos en tiempo real de uso del servicio, de tipo de abonados, etc., para sacar conclusiones más detalladas acerca de cómo se está utilizando el servicio en nuestra ciudad. Poco a poco se va extendiendo su uso, pero tendría mucho más éxito como medio de transporte con unas tarifas más razonables y, sobre todo, con unos itinerarios ciclistas seguros e interconectados que «cosieran» la ciudad; una asignatura pendiente en Santander, donde seguimos teniendo carriles inconexos, trazados absurdos sobre acera, calzadas con carriles donde no se respetan los límites de velocidad, un centro urbano hostil a la bici y estaciones de alquiler ubicadas de tal forma que se incita a circular por la acera enfrentando a peatones y ciclistas.

Si queremos apostar por la movilidad sostenible, hay que… apostar por la movilidad sostenible. En otras ciudades ya se está haciendo. No nos quedemos (tan) atrás.

Seguiremos informando.

No es sólo un banco

Hoy el Diario Montañés publica una noticia sobre el revuelo que ha causado en el vecindario de la calle Alta la retirada de un banco para instalar, justo ahí, una estación de bicis eléctricas.

Pantallazo de la noticia con fotografía de la nueva estación de bicicletas.

Llueve sobre mojado. Y no, no se trata solamente de la desaparición de un banco. Se trata (y eso es más grave) de un Ayuntamiento que no entiende que implantar movilidad sostenible no puede ir en detrimento del espacio peatonal. El peatón debe ser la base de la pirámide de movilidad.

Pirámide de Movilidad Sostenible

Tanto a nivel personal como desde asociaciones de movilidad llevamos reclamando al Ayuntamiento desde el principio que las estaciones de alquiler de bicicletas, al igual que los aparcamientos cubiertos, se ubiquen en zonas que no resten espacio al peatón y que no inciten a circular por las aceras.

Seamos claros: todo esto se está pagando con fondos europeos dedicados a fomentar la movilidad sostenible en detrimento del coche. Es así. Son las condiciones de las ayudas. No vale luego tomar decisiones que limiten la movilidad activa por no restar metros a los coches. Es hacerse trampas jugando al solitario.

En este caso, además, se hace eliminando mobiliaria urbano necesario ahí y en el resto de una ciudad en la que parece que sentarse, beber o tener sombra tienen que pasar por pagar en una negocio de hostelería. Que también se han quitado bancos para hacer hueco a terrazas en otros puntos de la ciudad.

Movilidad sostenible a costa del peatón, itinerarios ciclistas inconexos y pensados más para uso recreativo o turístico que para el ciudadano, espacios urbanos cada vez más mercantilizados y hostiles para ciudadanía vulnerable. Así no. Eso no es creer en una ciudad para las personas.

Ojalá el Ayuntamiento recapacite, se recupere el banco y se instalen estas estaciones donde deben ir: en la banda de aparcamiento sobre la calzada, en vías calmadas donde se respeten los límites de velocidad.

Lectura recomendada: «La ciudad de los cuidados«, de Izaskun Chinchilla. Una interesante reflexión sobre cómo queremos que sean nuestras ciudades. Porque no, no es sólo un banco.

Seguiremos informando.

Nuevas bicicletas y estaciones en TueBici

Leo esta noticia en la prensa local:

“Santander sumará 58 bicicletas eléctricas municipales más y 12 nuevas paradas”

https://www.eldiariomontanes.es/santander/santander-sumara-bicicletas-electricas-municipales-nuevas-paradas-20250106163908-nt.html

Imagen de la noticia en la edición impresa.

El texto habla del éxito del servicio con datos como 155.251 alquileres y 35.833 usuarios. Datos que dicen más bien poco: ¿son usuarios puntales, recurrentes, abonados? Sí que es significativo el tiempo medio de uso, ligeramente inferior a 30 min. (pasar de ahí es aún más caro)

Por comparar, este es el panel de datos que ofrece el servicio equivalente de Valladolid, Biki:

https://biki-valladolid.es/es/datos

Habrá que revisar las nuevas ubicaciones, aunque me temo que se repetirán los errores de siempre: zonas peatonales, lejos de itinerarios seguros, estaciones de cara a las aceras y no a la calzada o al carril bici, etc.)

Por ejemplo, se ha instalado una estación nueva en la calle Castilla, sobre la acera, lejos del carril bici, en una vía limitada a 40 (que no se cumple) y con 3 carriles. ¿Qué hará el 99% de la gente? Pedalear por la acera. El Ayuntamiento incita a ello.

Las bicis, por sus carriles dedicados o por la calzada. Los itinerarios ciclistas seguros, por el centro para facilitar de verdad los desplazamientos. Las aceras, para los peatones. Y las tarifas, para los residentes que lo usen habitualmente, no para turistas. Así crecerá.

Seguiremos informando.

PD: Ah, y resulta sorprendente que nadie esté hablando ni preguntando sobre le posibilidad de rebajar los abonos de servicios municipales de bicicletas, con financiación del Ministerio, que sí se están aplicando ya en otras ciudades, como cuentan en Biki

Nueva convocatoria de ayudas para bicis eléctricas

El Ayuntamiento de Santander aprueba una nueva convocatoria de ayudas a la compra de bicis eléctricas. Estaría bien saber el resultado de las tres convocatorias anteriores. ¿Tuvieron demanda? ¿Se puede simplificar o mejorar el proceso?

https://www.santander.es/noticia/ayuntamiento-aprueba-nueva-convocatoria-ayudas-compra-bicis-electricas

También estaría bien incluir en estas convocatorias la compra de bicis urbanas no eléctricas. Entiendo que es complicado definirlo de tal manera que no se use para comprar equipamiento deportivo en lugar de bicis enfocadas a movilidad (de ahí el límite de 1500€, supongo)

Ah, y estaría bien saber si el Ayuntamiento se va a acoger a la rebaja en abonos de servicio de alquiler de bicis, ofrecido por el Ministerio. Aunque aquí más que el precio del abono hay que revisar el precio por uso.

https://twitter.com/transportesgob/status/1871182727212609708

Seguiremos informando.

Paneles poco informativos

Estos nuevos y llamativos paneles informativos de Santander, financiados con fondos europeos, estuvieron mucho tiempo en pruebas. Ahora funcionan, pero mostrando las plazas en los parkings de pago. No las plazas libres, no: las plazas totales. Para ser Smart City, esperaba más.

Panel informativo de plazas de parking

Hace tiempo que en todas las licitaciones de servicios de la ciudad se solicita que los datos se integren en la plataforma de Smart City de Santander. ¿Para qué, si luego no se usan ni para algo tan básico como mostrar las plazas disponibles de un aparcamiento a la ciudadanía?

En estas fechas casi todos los aparcamientos subterráneos del centro están a tope, con el cartel de “completo” y colas de coches esperando a entrar. Los paneles informativos por toda la ciudad los anuncian con estas cifras fijas en verde. Creo que se da un mensaje confuso.

Seguiremos informando.

PD: Ah, y el panel de Cuatro Caminos lleva una temporada reclamando amor. Y conexión. “Failed to obtain data. Please check your network connection”. Muy cuqui la pantalla de error, eso sí.

Panel con error

Mis lecturas del año 2024

Este año tengo intención de llevar la cuenta de los libros que voy leyendo. Leo menos de lo que me gustaría, pero espero tener siempre tiempo, aunque sea poco, para el placer de la lectura.

El libro de las bicicletas. Todo sobre el mejor invento de la historia (Paul de Moor y Wendy Panders)
Un libro ilustrado que encontré en la sección infantil de la Biblioteca Central. Lo cogí para ellos (excusa) pero lo he devorado yo. Muchas anécdotas curiosas que desconocía sobre la invención y el uso de la bicicleta en deporte y como medio de transporte. Muy recomendable, y como lectura infantil yo diría que a partir de unos 9 ó 10 años.
El libro de las bicicletas

Mañana, y mañana, y mañana (Gabrielle Zevin)
Llegué a este libro sin más referencias que una recomendacion de Aída de Bebé a Mordor y la coincidencia de estar montando el set de La Gran Ola en LEGO. A las pocas páginas me quedé enganchado por una historia de amistad, amor, videojuegos y encajar en la vida adulta.
Mañana, y mañana, y mañana

Arquitectura de andar por casa (Luis Lope de Toledo)
Curioso libro en el que su autor (arquitecto) analiza pieza a pieza los elementos de una vivienda desde el punto de vista de su arquitectura. Reflexiones interesantes, ejemplos curiosos (especialmente de edificios de Japón, el autor reconoce su predilección), algunos de ellos ya conocidos gracias a la Brasa Torrijos y su libro (que me gustó bastante más que éste). Entretenido, sin más.

Portada de Arquitectura de andar por casa

Momo (Michael Ende)
Poco puedo decir del que fue mi libro preferido de mi infancia. Mi vieja edición de Alfaguara se perdió en la noche de los tiempos, y aunque lo había vuelto a leer de adulto tirando de biblioteca pública, quería tener mi propio ejemplar para poder compartirlo algún día con mis hijos. La nueva edición ilustrada con motivo de su 50º aniversario parecía una buena ocasión, y los Reyes Magos se encargaron de regalármelo este año. A pesar de los años que han transcurrido desde su publicación, su historia sigue siendo más actual que nunca. Un libro que se lee como una novela de aventuras cuando eres niño, pero que con los años va mostrando capas en distintas relecturas. Beppo y su filosofía para enfrentarse al trabajo de barrer una larga calle siempre fueron uno de mis referentes. Un clásico por el que no pasa el tiempo.

Portada de Momo

La recivilización: Desafíos, zancadillas y motivaciones para arreglar el mundo (Fernando Valladares)
Fernando Valladares pasó por Santander a presentar su primer libro de divulgación y nos dejó un puñado de reflexiones imprescindibles sobre nuestro momento actual. Salí de la la librería La Vorágine con su libro en la mano y unas semanas después ya lo había devorado. Con un primer capítulo que analiza la situación actual del mundo que nos ha tocado vivir (un análisis no demasiado optimista), el resto del libro está dedicado a proponer estrategias de actuación para intentar reconducir la situación. Un libro imprescindible pero que mucho me temo que con fecha de caducidad: ojalá seamos capaces de reaccionar y evitar los escenarios más catastróficos.

Portada de La Recivilización

La palabra para rojo (Jon McGregor)
La verdad es que no recuerdo muy bien cómo llegué hasta este libro, supongo que su sinopsis me llamó la atención. Un miembro del equipo de una expedición a la Antártida sufre un ictus, y una vez en casa se enfrenta al reto de recobrar la movilidad y el habla de la mano de su mujer, el resto de su familia y un peculiar grupo de ayuda. Brillante acercamiento al proceso de intentar comunicarse cuando las palabras fallan. Inevitable mencionar el trabajo de su traductora, Concha Cardeñoso, ya que no ha tenido que ser un trabajo sencillo.

Portada de La palabra para rojo

A toda pastilla (Josephine Mark)
Vamos con un cómic sacado de la sala infantil de la biblioteca, pero del que había leído tantas cosas buenas que se lo cogí prestado a mis hijos. Una historia divertidísima y trementandamente tierna sobre un tema tan peliagudo como el tratamiento de una enfermedad grave. Un conejo, su medicación y un lobo como aliado inesperado, en una frenética huida de un despiadado cazador. Imprescindible para grandes y pequeños, maravilloso y sensible acercamiento al tema de la enfermedad.

Portada de A toda pastilla

La ciudad de los cuidados (Izaskun Chinchilla)
Después de haber leído algunos libros sobre cómo hacer ciudades más humanas (La revolución de la proximidad, de Carlos Moreno, o Ciudad Feliz de Charles Montgomery) buscaba en la biblioteca algo más sobre el tema y me encontré con este libro que enseguida me llamó la atención. Me ha gustado porque trata temas con los que ando involucrado como los entornos escolares o la movilidad urbana. Ya sólo por sus reflexiones sobre cómo se van arrinconando las activiades no productivas (sentarse o refrescarse sin pagar por ello) ya merece la pena. Como punto negativo (para mí) el exceso de un lenguaje inclusivo mal entendido hizo que las frases me sacaran del contexto bastantes veces. Repetir continuamente ciudadanos y ciudadanas, y expresiones similares (aunque no siempre que aparece el genérico másculino en el texto), en lugar de buscar fórmulas más sensatas (ciudadanía) hace que muchas veces las frases se alarguen en exceso. En cualquier caso, detalle menor que no empaña la importante reflexión urbana que propone.

Portada de La ciudad de los cuidados

La vida a ratos (Juan José Millás)
Completando poco a poco la bibliografía de mi admirado Millás, me puse con este volumen sin saber muy bien qué me iba a encontrar. Se trata de una novela en formato diario, con bastante de autobiográfico, en la que el autor va contando su día a día durante unos 3 años. Sus visitas a la psicoanalista, su taller de escritura, sus gin-tonics de media tarde, sus viajes. Millás en estado puro, y en formato reflexión breve. Tenía mis dudas sobre si no iba a resultar repetitivo o monótono dado el formato, pero no. Hay muchas ideas en esa cabeza como para llenar varios volúmenes. Claro que yo soy un incondicional, no sé si es objetivo.

Portada de La vida a ratos

Amigos para siempre (Daniel Ruiz)
El argumento me llamaba por afinidad generacional (grupo de amigos que se reúnen para celebrar el 50º cumpleaños del mayor de ellos). Novela entretenida con un tono muy sarcástico y bastante gamberro, pero que no me ha llegado a enganchar como esperaba. Quizás no me he sentido identificado con los personajes o con el tono de la historia. En cualquier caso, recomendable para lectores de mi generación (que es la del autor, 1976) pero que no sé si funcionará fuera de ahí.

Portada de Amigos para siempre

El niño filósofo (Jordi Nomen)
Recomendado por un amigo, ha sido un agradable descubrimiento este pequeño libro que ofrece ideas y herramientas para acercar el pensamiento filosófico a los más pequeños. Ideal para familias y profesores que quieran sembrar la semilla del pensamiento crítico, tan necesario en estos tiempos. Para leer y reflexionar.

Portada de El niño filósofo

Luchar por la calle. Manual para una revolución urbana (Janette Sadik-Khan, Seth Solomonow)
Después de leer hace poco Ciudad Feliz (Charles Montgomery, libro recomendadísimo) me llamó mucho la atención este otro libro editado también por Capitán Swing. Se centra en la transformación de la ciudad de Nueva York llevada a cabo por su Comisaria de Transportes, contando el proceso desde dentro: planificación, oposición que se encontraron, etc. Muy interesante comprobar cómo se gestó todo el cambio, cuál fue su aceptación, cómo gestionaron los problemas de opinión pública… es un libro muy centrado en NY, obviamente (y a veces parece que re-descubren la rueda implementando soluciones más que probadas en Europa) pero que ofrece una visión muy muy interesante del proceso de cambio de una ciudad. Y como dice la autora, si funcionó en Nueva York, puede funcionar en cualquier ciudad. Una lectura muy recomendable (y muy actual, pese a estar escrito en 2017).

Portada de Luchar por la calle

Alguien como tú (Nick Hornby)
Sé qué nunca volveré a descubrir una novela como Alta Fidelidad, pero me sigue gustando leer las nuevas obras de Nick Hornby. En este caso aborda una historia sobre una relación sentimental con diferencia de edad y de color de piel, ambientada en el Reino Unido durante la votación del Brexit. Agradable y rápida de leer, no me parece su mejor novela (de las recientes me gustó más la juguetona El estado de la unión) pero se disfruta.

Portada de Alguien como tú

El derecho a la ciudad (Henri Lefebvre)
Buscando más lecturas que reflexionen sobre el concepto de la ciudad y sus usos llegué a esta reedición del clásico de Lefebvre de 1968. Unas reflexiones que siguen siendo actuales pese al tiempo transcurrido, ya que son el germen de muchas de las problemáticas que encontramos en nuestras actuales ciudades, salvando las distancias. Me esperaba quizás una lectura más práctica y me he encontrado con un texto eminentemente filosófico, a veces algo más denso de lo que me esperaba. Pero conceptos como el hábitat/habitar y el lugar consumo/consumo de lugar están de plena actualidad 6 décadas después.

Portada de El derecho a la ciudad

Expo 58 (Jonathan Coe)
Una lectura que tenía pendiente desde hace unos cuantos años, creo que fue una compra en un Día del Libro, supongo que movido por alguna recomendación que ya he olvidado. Fue certera, en cualquier caso. Un libro divertidísimo al más puro estilo británico, con la Exposición Universal de Bruselas de 1958 y su Atomium como telón de fondo.

Portada de Expo 58

Los Cabezones de las Galaxias (Enrique Vegas)
Este año hemos tenido a Enrique Vegas impartiendo un taller en Felisa (Feria del Libro de Santander), enseñando a los peques a dibujar sus cabezones. Y hemos acompañado el taller con la compra de este clásico, para llevárnoslo firmado. Divertido, con toques gamberros (y referencias que sólo se pillan peinando canas), un imprescindible para fans de la saga de cualquier edad.

Portada de Los Cabezones de las Galaxias

Mati y los Matemonstruos (Clara Grima y Raquel Gu)
En esta casa somos muy fans de Clara Grima (y bastante de ciencias, ademas), por lo que seguimos de cerca su labor divulgadora. Este libro acerca conceptos llamativos de las matemáticas que pueden sonar intimidantes (código binario, grafos, sucesión de Fibonacci, criptografía elemental…) pero que se convierten en pequeños juegos. Las matemáticas son divertidas.

Portada de Mati y los matemonstruos

La supervivencia de los más ricos (Douglas Rushkoff)
Fantasías escapistas de los milmillonarios tecnológicos. Se habló de este libro bastante a raíz de unas declaraciones sobre el mismo por parte de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Se sacó de contexto y se hizo burla de esas «fantasías escapistas» pero la verdad es que era un libro que yo ya tenía en el radar porque lo había recomendado Marta Peirano, y eso suele ser buena señal. De hecho encaja bien con su propio libro «Contra el futuro«. Más allá del chascarrillo y de las anécdotas de gente tan rica que vive en su propia burbuja, el libro plantea unas interesantes y necesarias reflexiones sobre el mundo que nos ha tocado vivir y las plataformas y empresas que usamos y alimentamos. Deseando leer «Programa o serás programado, del mismo autor, también en mi lista de pendientes por obra de Petite Peirano.

Portada de La supervivencia de los más ricos

Radicalizado (Cory Doctorow)
Llegué a esta colección de cuatro pequeñas novelas distópicas gracias a las recomendaciones de su editorial, Capitán Swing (que tan buenos ratos de lectura me está dando). Leído en pararlelo con el anterior libro de Rushkoff, ha sido un estupendo complemento de ficción. Cuatro historias de un mundo futuro que podría ser bastante cercano: desde la «vida como un servicio» conjugada con inmigración, los problemáticos ideales de un superhéroe en el mundo actual, las consecuencias de un servicio de salud privatizado hasta los límites de la rebelión o (curiosamente) las fantasías escapistas de algún millonario (de hecho, Rushkoff nombra a Doctorow un par de veces en su libro). Recomendable, aunque un poco durillo en ocasiones porque la ficción lleva nuestra realidad a extremos en los que no nos gusta pensar.

Portada de Radicalizado

La tienda de la felicidad (Rodrigo Muñoz Avia)

Después de unas lecturas un poco más densas, buscaba algo ligero y divertido para días veraniegos, y tenía este libro en la lista de pendientes (lo vi entre las novedades de la eBiblio). Lectura original por el formato (epistolar en la época del ya pasado de moda correo electrónico), con un arranque divertido que va perdiendo fuelle hasta un final que me ha dejado un poco frío. Se lee rápido, se disfruta a ratos, pero poco más.

Portada de La tienda de la felicidad

Bicicleta o barbarie (Carlos Rodríguez)

Con ese título y esa temática, este libro tenía que caer, sí o sí. Se me escapó su campaña de financiación en Verkami, pero afortunadamente unos meses después de su lanzamiento el autor (coordinador de la campaña «30 días en bici») pasó por Cantabria a presentarlo. En Santander, en La Libre, tuve el placer de escucharle hablar de los relatos que componen este libro dividido en tres partes: la primera (más o menos) dedicada a relatos con la bici como protagonista; la segunda (más o menos) dedicada a las reflexiones sobre la bici como medio de transporte; y la tercera dedicada (más o menos) a los viajes y algunos ascensos míticos. Y ya de paso pude conseguir mi copia, firmada y dedicada. Obviamente, he disfrutado un montón su lectura, pero reconozco que yo era ya un lector convencido de antemano. Ahora en abril tocará dar las gracias cogiendo la bici cada día, ¿no?

Portada de Bicicleta o barbarie

Silencio. Manifiesto contra el ruido, la inquietud y la prisa (Pedro Bravo)
Lecturas enlazadas. Pedro Bravo se encarga del prólogo en el libro anterior. Tengo pendiente leer su ensayo «Biciosos«, pero de momento he empezado por esta magnífica reflexión sobre el mundo ruidoso y acelerado en el que vivimos. Me ha encantado y me he sentido identificado en muchas de sus páginas. Muy, muy recomendable. Espero poder leer también en breve su ensayo sobre el turismo, tema cada vez más candente por estas tierras.

Portada de ¡Silencio!

Astérix en los Juegos Olímpicos (Albert Uderzo y René Goscinny)
En año olímpico, tocaba revisar este clásico de Astérix, y la Feria del Libro Viejo de Santander fue una buena ocasión para volver a hacerme con él. Tapa blanda, 795 pesetas (que en 2024 han sido 5€). Hay cómics que no pasan de moda: pasan de generación en generación, mientras el cielo no caiga sobre nuestras cabezas.

Portada de Astérix en los Juegos Olímpicos

Antes del Salto (Marta San Miguel)
Llevaba bastante tiempo buscando el momento de leer esta primera novela de la santanderina Marta San Miguel, periodista y columnista de El Diario Montañés y otros diarios del grupo Vocento. Una mudanza a Lisboa, una foto como punto de unión entre la nueva experiencia y los recuerdos (muchos de ellos muy santanderinos). Me ha gustado, mucho.

Portada de Antes del Salto

No hemos venido a divertirnos (Nina Lykke)
Me llamó la atención esta novela en la feria del libro de Santander, más que nada por el título y la portada. Luego leí la sinopsis y me dio cierta pereza. Más tarde lo volví a encontrar en la eBiblio y lo cogí prestado. Una historia de cancelación, de doble moral, de prejuicios, de un mundo que se deja de entender al envejecer, del mundo cultural Noruego… escrito de manera ágil y divertida, se lee rápido. Probaré con algún libro más de la autora…

Portada de No hemos venido a divertirnos

Muerte y vida de las grandes ciudades (Jane Jakobs)
El catálogo de Capitán Swing siempre es un buen lugar donde buscar lecturas. Y ésta me venía llamando la atención hace tiempo, porque se citaba en otras obras sobre urbanismo y ciudades que estoy leyendo últimamente. Escrito originalmente en 1961, este texto arremete contra todo lo establecido en el urbanismo de la época a base de observaciones a pie de calle. Algunas de sus ideas siguen siendo tremendamente actuales seis décadas después, como la necesidad de calles vivas o la de reducir el número de coches que circulan por las ciudades. Pero en general se me ha hecho un poco largo por centrarse únicamente en ciudades de Estados Unidos y proponer ideas que básicamente ya existían en Europa algunos siglos antes. Pero ha merecido la pena la lectura, llego a la conclusión de que propone que las ciudades de Estados Unidos se intenten acercar más al modelo Europeo, mientras en esas décadas las ciudades de Europa se han ido más al modelo norteamericano (la España de las piscinas, por ejemplo).

Portada de muerte y vida de las grandes ciudades

Ultimate Spiderman 1: Poder y responsabilidad (Brian Michael Bendis, Mark Bagley)
Una de esas ofertas de quiosco de septiembre con precio irresistible. Nueva versión de los orígenes de Spiderman y Duende Verde adaptada a una época más actual. Sin ser yo muy de Spiderman, esta lectura me ha traído muchos recuerdos de infancia, de cuando se decía Hombre Araña. Desde luego mereció la pena la compra de este primer volumen de esta colección «Ultimate»./

Portada de Ultimate Spiderman

Relatos de diez mundos (Arthur C. Clarke)
Tenía este libro rondando por casa desde hace años, cuando lo encontré en la Feria del Libro Viejo de Santander. Había comenzado a leer alguno de sus relatos, a ratos, pero siempre se quedaba pendiente terminarlo. Y ya le tocaba. Como siempre, una gozada leer a Clarke y su futuro imaginado de viajes espaciales, que muchas veces nos lleva a reflexiones muy necesarias. 15 relatos de longitud y tono variado, lectura indispensable para incondicionales del autor, como yo.

Portada de Relatos de diez mundos

Menos es más. Cómo el decrecimiento salvará el mundo (Jason Hickel)
Segundo libro sobre decrecimiento que leo este año, después del de Fernando Valladares. En este ensayo publicado, cómo no, por Capitán Swing, el autor narra cómo el capitalismo ha ido asociado siempre a una necesidad de crecimiento y consumo de recursos que ha llegado a un punto insostenible. Se ofrecen ideas interesantes para frenar este deseo desmedido de crecimiento, todas ellas realizables en caso de haber consenso y voluntad. Claro, que leído a finales de 2024, con Trump de nuevo en la Casa Blanca y la ultraderecha negacionista haciéndose fuerte e Europa, suena más a última oportunidad perdida. En cualquier caso una lectura estupenda sobre la que volver y reflexionar.

Portada de Menos es más

¡Universo! 1 (Albert Monteys)
Ahora que se acaba de editar el segundo volumen he recordado que tenía pendiente de leer el primero. Una gozada visual y narrativa de ciencia-ficción en forma de historias cortas entrelazadas. Más vale tarde que nunca.

Portada de ¡Universo!

Historia de una terraza (Hilary Leichter)
Me encontré este libro un día curioseando en una librería, y me llamó la atención la portada. La sinopsis hizo que me picase la curiosidad así que lo anoté mentalmente en la lista de lecturas a investigar. Meses después lo he encontrado en la biblioteca y le he dado una oportunidad. Una terraza que aparece misteriosamente al abrir un armario es el comienza de una historia fantástica, más fantasiosa de lo que aparentaba. Por género y temática me debería haber gustado mucho, pero no me ha acabado de convencer del todo. Una lectura original y que se devora en un suspiro, en cualquier caso.

Portada de Historia de una terraza

Sin aparca-bicis en las Naves de Gamazo

Ya lo he dicho alguna vez, pero insisto. Tenemos una dotación cultural magnífica como las Naves de Gamazo, con un carril bici por delante y no hay ni un solo aparca-bicis en el entorno. ¿Será por falta de sitio? No lo creo, ¿no?

Naves de Gamazo

Según los datos del mapa que hice con datos oficiales de la cartografía del Gobierno de Cantabria, lo más cercano para dejar la bici son los aparcamientos de la escuela de Náutica, que además no son los mejores ni los más seguros…

https://rortiz.net/aparcabicis/

A ver si en 2025 podemos poner remedio. Unas aparcamientos de U invertida son cuatro duros, no ocupan sitio y facilitan que la gente se anime a moverse en bici a exposiciones tan tentadoras como la actual de Chema Madoz.

Seguiremos informando.

Estimación de uso de las bicis eléctricas

Estuve durante un tiempo monitorizando los datos de alquileres de las bicis eléctricas de Santander (TueBici). Tampoco es que se puedan hacer milagros rastreando los pocos datos que da la app del servicio, pero bueno. Se puede estimar el nivel de ocupación de bicis y estaciones.

Como tampoco me va la vida en ello, desconecté mi sofisticado equipo de análisis (una Raspberry Pi del año de la castaña) hace unas semanas. He subido a mi servidor los datos que obtuve, por si alguien quiere curiosear:

https://www.rortiz.net/linea42/tuebici/stats.php

No me he preocupado mucho de ponerlo bonito, pero se puede jugar a cambiar las fechas, a incluir o no lo que pasa de madrugada (que no está activo el servicio) o a ver los datos concretos de cada estación. Hay datos desde el 8 de febrero hasta el 24 de abril, medidos cada 5 min.

Los datos de ocupación de las bicis se suelen mover en torno al 15% con picos en fines de semana soleados y en Semana Santa. Hay un pico enorme el 16 de febrero, pero no es real: esa noche retiraron casi todas las bicis (por mantenimiento, supongo) lo que hizo falsear datos.

Si alguien quiere entretenerse con ello, adelante. Desde aquí reto el Ayuntamiento de Gema Igual y a la Concejalía de Agustín Navarro a dar un paso adelante a favor, también, de la transparencia y a compartir los datos de uso del servicio más allá de esporádicas notas de prensa.

Se puede usar el portal de datos del Ayuntamiento, que sigue cogiendo polvo sin mantenimiento, o preparar un pequeño panel de datos como hacen en Valladolid en su servicio Biki

Sólo con transparencia en los datos podremos analizar si está siendo una buena inversión, si se están cumpliendo los objetivos del servicio con los que se creó (y financió, con fondos europeos): ¿está ayudando a la movilidad sostenible de la ciudad o es un recurso para turistas?

Con los datos, con transparencia, con análisis sosegado y la experiencia de usuarios y asociaciones de movilidad se podrá mejorar y afinar un servicio interesante pero que parece presentar todavía bastantes flecos. Sumemos, que ganamos todos.