¿Alguien me presta 150,000$ ?(mejor si son más…)

Escuchando: Astronomy (Blue Öyster Cult)

Gracias a Petite, he descubierto un enlace de lo más curioso. Un enlace a una subasta en e-bay, de un artículo objeto de deseo de muchos. Al menos a mí me encantaría tenerlo. Sí, ya sé que puede ser peligroso, que se me puede ir de las manos. Que me puede llevar al desastre.

Pero anda que no molaría ni nada tener eso en la habitación…. el dvd, el portátil, mi Bart Simpson de peluche… y el auténtico HAL 9000

Poco más que contar, una tarde sosa con una reunión aburrida… al menos he visto a mi compañera en la Universidad. Desde hace unas semanas yo voy por la mañanas (y estoy solo), y ella va por las tardes (y está sola). Más que una sala de becarios, aquello parece ahora Lady Halcón.

Lo mejor ha sido que me he llevado la cámara, he sacado alguna foto curiosa (como la del mensaje anterior, que siempre había tenido ganas de tirarla), y he aprovechado también para inmortalizar las ruinas en las que han convertido el antiguo edificio de Empresas. La demolición va a un ritmo que parece que esperan encontrar restos arqueológicos, pero eso también permite disfrutar de curiosas estampas, como la clase diseccionada que acompaña estas líneas…

Seguiremos informando…

Que se dejen de gaitas

Escuchando: ¡Americanos! (Lolita Sevilla)

Me quedé sin foto. Llevo más de un mes pasando por delante de una cosa curiosa, cuando voy en bus camino del trabajo. Hoy me he dado cuenta de que lo han quitado, lo han corregido, ya no hay nada que fotografíar. Así que me he quedado sin foto por perezoso, por fala de iniciativa, por no llevar la cámara siempre encima. Y es que muchas veces me gustaría tener una cámara más pequeña, para que no se me escapasen esas cosas inauditas, esos detalles irrepetibles que uno se puede encontrar en cualquier momento por la calle.

Claro, que mi intención no es hacerme de una cámara más pequeña, sino, cuando ahorre (a saber…) comprarme una cámara mucho más grande que la que tengo ahora. Nunca he sido la persona más práctica del mundo.

En cualquier caso, a ver si hoy o mañana cojo la cámara y le disparo a otro cartel que leo todos los días, también bastante peculiar, antes de que lo corrijan o lo retiren…

Cambiando de tercio: ayer llegaron los primeros turistas extrajeros a la tierruca, vía Ryanair. Qué bien. Ya somos un poco más ciudad, sólo llevamos 249 años de retraso sobre el horario previsto. Somos más europeos. Más cosmopolitas. Ah, no, esperen. Que no, que no. Que somos igual de paletos que siempre:

«Willian Abbott se extrañó de que un puñado de periodistas le recibiera casi a pie de escalerilla. Y se sorprendió aún más cuando, tras recoger el equipaje, franqueó la puerta de salida y un grupo de gaiteros y danzantes de la Banda de gaitas de Cantabria y el Grupo de Danzas de Santander ataviados a la antigua usanza montañesa le dedicaron, a él y al resto de pasaje, sones y danzas típicas de la región al estilo de ‘Bienvenido Míster Marshall’.»

Sic.

Seguiremos informando…

Where the skies are so blue

Escuchando: Sweet Home Alabama (Lynyrd Skynyrd)

Leer el periódico, y más si es uno provinciano (para lo bueno y para lo malo) como el nuestro, siempre deja unas cuantas anécdotas dignas de comentar…

Hoy me he encontrado un poco de todo; desde la sonrisa de desbordante alegría de la nueva Miss América (anteriormente conocida como Miss Alabama) hasta los sombríos y expeditivos métodos de las autoridades rusas; desde una crítica a la película que vi ayer a pruebas de que sin irse muy lejos uno puede viajar hacia atrás en el tiempo…

Y entre todo lo que he leído, entre espectáculos sangrientos y sangrientos espectáculos, me quedo con una frase de una carta al director, que a mí me ha arrancado una sonrisa, y debería dar que pensar…

«Sobre la presencia de obispos en actos oficiales, o aprenden a comportarse o habrá que reclamarles el derecho de réplica a sus sermones.»

Seguiremos informando…

Cabeza o número

Escuchando: S.O.S (Kevin Moore)

Something’s gonna change I can feel it. Last night I just stayed at home alone. I was tearing out the pages from my diary, when a bird flew past my
head. So I put them back again, ‘cause I know (Itsallrighttofeelthewayifeel)

Ayer no sabía si salir o no salir. Había estado en casa toda la tarde; pero sabía en qué bar me iba a encontrar a mis amigos, y tampoco era lo que más me apetecía; quedarme en casa viendo una película también era tentador. De hecho, llegué a elegir la película (gato negro, gato blanco). Pero al final, y después de que sólo me faltase lanzar una moneda al aire para decidirme, acabé saliendo a tomar algo…

Fue una noche muy tranquila, con desagradables lluvias, con agradables conversaciones. Desde nuestros tópicos (ese toro, cómo no), hasta canciones infantiles (y fueron ellas, por una vez) o reflexiones varias sobre el parto (así, en general).

Hoy estaba prevista visita al cine. Una vez decidida la película ya estrenada que queríamos ir a ver (Mar adentro), tuvimos que hacer un cambio de planes de ultimísima hora, porque había más interesados que entradas. Y se nos habían adelantado.

Al final acabamos viendo La Terminal. Teniendo en cuenta que Tom Hanks me cae mal, y que Spielberg me parece un director de lo más empalagoso, os podréis hacer idea del entusiasmo con el que yo voté la propuesta. Pero bueno, al final la película se deja ver, para durar dos horas no se me ha hecho pesada… En general me ha parecido una historia que habré olvidado dentro de un mes, con diálogos que habré olvidado mañana. Tiene algún que otro punto surrelista que me ha gustado, alguna frase que no me ha gustado, pero por lo demás, no es el tipo de cine que me apasiona. Siempre he preferido las películas sin final feliz. Raro que es uno.

Seguiremos informando…

PD: Con los últimos cambios que hice a este diario, he conseguido enterarme de cuándo alguien acaba aquí por casualidad (o sea, vía Google) y las palabras que ha buscado para ello. He tenido bastantes visitantes en busca de información sobre el encierro de Ampuero, amén de otras búsquedas curiosas relacionadas con los títulos de mis últimos mensajes. Lo que está claro es que estoy a tiro de Google. El que no me encuentra, es porque no quiere

¿Nos lo prometes?

Escuchando: My Love (Marlango)

Este mañana he madrugado, tenía examen. Pero al otro lado de la barrera, me liaron y he estado de guardíán, sin centeno ni centena, porque no llegaban. Menos mal que me llevé el portátil y estuve organizando un poco mi colección de música, para aprovechar el tiempo…

Antes de volver a casa, un vistazo al periódico en su edición digital… En la sección de Cultura, reseña del concierto que aún me duele haberme perdido…

…un concierto que tendrá segunda parte. Porque Marlango prometió volver para satisfacer a los muchos aficionados que se quedaron sin entrada.

A ver si es verdad. Seguiremos informando…

Hablando no se entiende la gente

Escuchando: City Girl (Kevin Shields)

Parece que me toca volver a viajar, por trabajo, y que definitivamente será a Mykonos. Y una vez más, todo parece indicar que me quedaré allí el fin de semana después de las reuniones. Tampoco es que sea la ilusión de mi vida pasarme unos días solo en la Ibiza griega, pero si hay algún sitio desde el que sacar buenas fotos (y todo me hace pensar que es el caso), merecerá la pena… o eso espero…

Y volveré a ser, otra vez, extranjeros en tierras extrañas, sin hablar castellano en cinco días, sin comprender ni poder leer nada de lo que me rodee…

Hace poco leía en un suplemento dominical una entrevista a Tom Sharpe (sí, el de Wilt), decía que vivía en España, pero que pasaba de aprender el idioma, que se limitaba a ir a las tiendas, sonreír y señalar con el dedo. A cambio de esta incomunicación voluntaria, ganaba la paz de no ser molestado por conversciones ajenas, ganaba no enterarse de frases al descuido sonoro. Es una curiosa manera de plantearse la vida. A veces me da envidia (y no me despego los auriculares de las orejas). Otras veces no.

Claro, que ya puestos a irse a otro páis, con un idioma extraño al oído y a la lectura, ¿por qué no Japón? Si voy a Tokio me gustaría ser el Bob que se aloja en el hotel Hyatt. Me gustaría encontrarme con una Charlotte en su bar, al azar, los dos perdidos. Una Charlotte que supiera mirar como nadie al infinito con aire pensativo, o explorar con mirada curiosa todo lo que la rodease. Que me hablase con una voz ronca, perezosa, que no le costase nada lanzar media sonrisa, pero que fuese un logro arrancarle una completa. Que me llevase a karaokes y me cantase canciones de The Pretenders disfrazada con una peluca rosa. Que nos contásemos nuestras vidas, que me propusiera montar un grupo de Jazz, que no nos tocásemos un pelo, que no nos volviéramos a ver y que nunca se olvidase de mí…

Hoy, después de un buen rato manoseando películas en el videoclub sin que ninguna me llamase la atención, sin que encontrase nada que me apeteciera realmente ver esta noche, he acabado echando mano de mis fondos. Después de mucho tiempo, después de escuchar cientos de veces la banda sonora y de enamorarme miles de veces de la señorita Johansson, he tenido una esperada recaída, y he vuelto a ver, esta vez en versión original, como tiene que ser, Lost In Translation.

Y porque mañana madrugo, que me dan ganas de volverla a ver otra vez más

Seguiremos informando…

La vida es una M

Escuchando: Lifting shadows off a dream (Dream Theater)

Si ayer me costó levantarme de la cama, hoy ni lo he intentado. Día de fiesta, día de sonoras lluvias, día de efectos resacosos de la noche de ayer, día para por fin dormir la falta de sueño del pasado fin de semana….

He pasado de todo el mundo, he pasado de citas, he pasado del teléfono, y me he quedado entre las sábanas hasta una hora indecente. Hoy no estoy para nadie.

Antes de que alguien me pregunte sobre lo que escribí ayer (aunque ya sabéis que nunca suelo dar más explicaciones, si alguien no entiende algo es que no lo tiene que entender…) voy a aclarar que no hablaba de nadie en particular, sino de un cúmulo de detalles… algo que me dijeron ayer me hizo acordarme de una canción de El Último, de ahí pasé a otra de Manolo García, y me acordé de muchas cosas, que puestas todas juntas y en fila, hacen que, como Manolo, yo sea siempre el último.

Mi nombre también tenía que empezar por M. La verdad es que me gusta esa letra, con sus giros bruscos, inesperados; para trazarla se cambia varias veces de dirección, radicalmente, y al final el resultado es simétrico, es agradable…

Últimamente mi vida es una M. Y la lleno de emes, también, aunque al final me desconcierten, aunque con tanto cambio de sentido, con tanto giro, ya no sé hacia dónde tengo que mirar.

Excepción hecha de una M que un día va a venir de la capital sólo para darme un tortazo para ver si reacciono. Pero creo que ni por esas…

Seguiremos informando…

Me dices goodbye en tu nota tan ricamente…

Escuchando: Sólo un poco (Manolo Garcia)

Esta mañana me ha costado una barbaridad levantarme de la cama. Me quería quedar para siempre ahí, despierto pero dormido, dormido pero escuchando el ruido de la lluvia contra la repisa de mi ventana…

Era el anticipo de un día gris, frío, y triste. Un día en el que se rompen teléfonos, se rompen ordenadores, y se me rompen pequeñas ilusiones, pequeñas esperanzas, detalles que no le importan a nadie, porque al fin y al cabo se trata de mí, de ese perfecto idiota en el que nadie se fija, y si lo hace, es con fecha de caducidad como los yogures.

Me sorprende y no me sorprende, me divierte y me entristece ver que me pasan cosas que ya me han pasado, detalles que me hicieron sentir mal, y que vuelvo a encontrarme, no sé si por dejadez, por mala idea, o porque sencillamente, sólo soy yo y siempre me voy a tomar las cosas bien.

Y lo peor es que una vez más, no me entero de nada. No sé por qué, en lugar de mar adentro, acabo con gente que me importa tierra adentro, pero con mucha, mucha tierra, de por medio.

Ojalá tuviese razones para enfadarme, para echar en cara, para pedir explicaciones, pero no… sencillamente, todo lo que me llama la atención, todo lo que me hace sentir a gusto acaba despareciendo al cabo de un rato, como las gotas de lluvia en el cristal.

Mejor me dedico a mis ordenadores, a mis juguetes, a mis páginas, a mis músicas, a mis fotografías, a mí…

Seguiremos informando…

PD: No me hagan ustedes caso. Un mal día.