Escuchando: Spit it out (Brendan Benson)
No fue por la cantidad, dentro de mis límites habituales, así que tuvo que ser por la (falta de) de calidad. Deberían quemar todos los bares en los que sirven garrafón. O meterles una buena multa, por lo menos.
Total, que mi estómago hoy se ha negado a participar de la calma dominical, y me ha dado el día. Y me ha jodido mucho, mucho, mucho, porque no he podido salir de casa, y me he perdido un cumpleaños muy especial, de alguien a quien quiero un montón. Con la cámara cargada, mi regalo preparado, y un krakatoa estomacal, al final me he tenido que quedar sin tarta, sin risas, y sin poder felicitar en persona.
Qué mierda.
La tarde la he aprovechado, de mala gana, para leer un poco, y ver una película. Leer, la primera entrega de la guía de fotografía de National Geographic, que hoy vendían con el ABC. La verdad es que está muy bien, seguramente haga la colección completa, me gusta el estilo, claro, conciso, con muchos ejemplos. Promete.
Y la película: Largo domingo de noviazgo, la última joya de Jeunet. Una fábula romántica y bélica, que envuelve entretejiendo una maraña de personajes entre los que sobresale, obviamente, ella, que se come literalmente la cámara con esos ojazos.
Compartiendo director, universo privado y protagonistas con Amélie, las diferencias las marca el tono (ocre, frente a la saturación anterior), el crudo contraste de las escenas bélicas, y la música, de Badalamenti en esta ocasión.
Una película para dejarse llevar, y sorprenderse por todos y cada uno de sus maravillosos planos… Recomendable. Más que recomendable.
Seguiremos informando.