Escuchando: Another brick in the wall – part 2 (Pink Floyd)
LEGO. La mitad de mi infancia está construída a base de sus ladrillitos de colores.
Siempre me había gustado, pero la afición se agravó cuando una prima de mis padres, que vivía por entonces en Suiza, le trajo a mi hermano una caja de LEGO rara. Sí, era LEGO pero tenía piezas extrañas: engranajes, ruedas dentadas, piezas con agujeros… se llamaba LEGO TECHNIC y era algo inédito aún por aquí. Con aquella caja mi hermano construyó un coche que tenía suspensión y dirección que funcionaban de verdad. Lo nunca visto. Lo montó, y lo dejó encima de una estantería. Mi hermano siempre fue de TENTE.
Pasaron los años, y aquel coche cayó en mis manos. Los destripé, lo monté mil veces e hice todas las mutaciones que se me ocurrieron. Después, los LEGO TECHNIC empezaron a llegar a España, y fui completando la colección. Mi favorito siempre fue el kart de carreras, aunque la furgoneta quitanievas, con su manivela para bajar la rampa, también dio mucho de sí. Luego llegó el motor con mando a distancia, que animó aún más las creaciones. Qué tiempos aquellos.
Claro, llevo ya varios años esperando a que mi sobrino crezca para empezar a regalarle cajas de LEGO. Estas navidades estuve a punto ya de comprar una caja de LEGO TECHNIC. Mi hermana me decía que Héctor es aún muy pequeño para jugar con eso. Y yo, claro, le respondíá que ya, pero que estaba pensando en mí.
Aunque casi mejor no haber comprado nada. Mejor ahorrar. LEGO ha presentado en la feria norteamericana CES su LEGO Mindstorms NXT. Y en cuanto salga a la venta, creo que me lo compraré. Sí, valdrá un pico, pero me lo compraré. Quien tiene un capricho, pierde un tesoro.
¿Qué es el NXT éste? Muy sencillo, es una caja que incluye medio centenar de piezas de LEGO TECHNIC… pero además trae algunos ladrillos un tanto especiales… uno de ellos es un mini ordenador programable, desde Windows y Mac; y con Bluetooth, para no tener que conectarlo con cables. O para controlarlo desde un móvil o una PDA. También trae tres motores con sensores de rotación. Y otras piezas son más sensores: para detectar el movimiento, el contacto, sonidos -reconociendo patrones y comandos de voz-, colores, intensidad de la luz…
En fin. Que esto no va a ser un juego de niños. O sí, y yo lo voy a volver a ser. En cualquier caso, que me lo vayan fabricando, que quiero construir mi robotito.
Seguiremos informando.