Escuchando: The beat goes on (Carita)
Ayer Apple presentó la mayor renovación de la gama iPod de la historia del producto. Todos y cada uno de los modelos han sufrido algún retoque, y tememos además un nuevo juguete con el que babear.
Por partes…
El iPod Shuffle es el que menos ha cambiado. Y la verdad es que ha sido a peor. Los nuevos colores me parecen bastante más feos que los anteriores. Se salva el rojo, para mi gusto. Mantiene capacidad y precio. 79 por un giga. La verdad es que este producto tiene un futuro dudoso: no creo que merezca la pena aumentar su capacidad, porque entonces se echaría en falta la pantalla para navegar por las canciones. El único destino que le veo es una sucesiva bajada de precio hasta desaparecer.
El iPod nano ahora es gordito y cabezón. Me siguen sin convencer los colores, salvo al clásico plateado y el rojo. Habrá que verlos en vivo, de todas formas. Tiene buena pinta, muy delgado. Reproduce vídeo, tiene Coverflow, mucha autonomía, y ha bajado sustancialmente de precio: 139 (por fin se abandona la paridad euro-dólar) por 4 GB, 189 por el modelo de 8 GB.
El iPod de toda la vida ahora se llama Classic. Diseño similar, pero en plateado y en negro, un poco más delgado, y lo más destacable: bajada de precio y aumento espectacular de capacidad. Por 239 , 80 GB de capacidad. Por 339 , 160 GB. 160, oiga.
Y el recién llegado: un iPhone sin el Phone no es una i, es un iPod Touch. Nada nuevo que no hayamos visto: todo lo bueno del teléfono de Apple, pero centrándose en el reproductor multimedia. Y con wi-fi y Safari para navegar, además. Se echa en falta una aplicación de correo, los mapas de Google, Bluetooth… y sobre todo: más capacidad… con lo bien que se tienen que ver ahí las películas, y la delicia visual que tiene que ser navegar por su biblioteca musical, con 16 GB como máximo sabe a poco. Cuando superen los 30Gb de mi actual iPod, lo miraré con otros ojos. De momento, prefiero tener sitio de sobra, antes que fardar moviendo los dedines.
Sorpresa final: bajada brutal de precio del iPhone, que se queda en un único modelo de 399 dólares. 200 más barato que ayer, reducción de un tercio en el precio. Si me hubiese comprado uno hace 15 días, tendría un mosqueo de época (si lo hubiese hecho hace 14 no, porque Apple devuelve la diferencia… un agradable detalle). No se saben más detalles acerca de su desembarco en Europa, aunque la rebaja se agradece.
En resumen: que uno no sabe cuál le gusta más… el nuevo Touch es un juguete alucinante, pero no perfecto, aún. El nano promete, pero el Classic sigue siendo para mí la opción más equilibrada.
Eso sí. El día de ayer ha dejado una noticia triste. No sé si se habrán dado cuenta: ya no existe ningún iPod blanco. Bu. Sólo por eso, ya he cogido más cariño, incluso, al que tengo en el bolsillo.
Seguiremos informando.