El fútbol es así

Escuchando: We are the Champions (Queen)

En lo respectivo al fútbol, siempre me he considerado apático. Hay ocasiones, no obstante, en las que es complicado no dejarse llevar por el ambiente. Lo de esta Eurocopa ha sido muy curioso.

Durante mis vacaciones en Estambul no estaba planeado que el fútbol dictase ningún horario, pero nos vimos envueltos en la vorágine de la ciudad animando a su selección, y acabamos coreando junto a ellos en su victoria frente a Croacia (irónicamente, creo que Bruno y Pablo vivieron la otra cara de la moneda de vacaciones en el país derrotado aquella noche).

La celebración de aquella victoria fue escandalosamente ruidosa: los turcos viven el fútbol como una religión más, a pesar de su escasez de victorias y mala suerte. Muy en nuestra línea, vaya. Por eso, cuando pasaron a semifinales, Estambul se convirtió en una fiesta de la que era difícil no formar parte.

Unos días después, aún allí, vimos cómo España mandaba a casa a la selección italiana. Fue en una taberna cercana a nuestro hotel, con una clientela mayoritariamente pro-italiana, camarero incluido. Junto a un grupo de españolas que andaba por allí, pusimos el toque patrio en el local, y celebramos también nuestra victoria…. un par de minutos más tarde que el resto del mundo: la señal de la televisión se perdió milésimas de segundo antes de que se lanzase el última y decisivo penalti. Murphy es algo más que una cerveza.

Comentando los resultados con algún turco, bromeábamos sobre una hipotética final Turquía – España. No pudo ser: nuestra última noche allí los turcos cayeron derrotados ante Alemania. Vimos el partido en el hotel, horas antes de emprender el regreso, y nos dio pena que en el último momento se quedasen fuera. Lo viven tanto, y de una forma tan intensa, que es imposible no simpatizar con esa otra selección roja.

Ayer, con el país paralizado, España se hizo con la copa. Seguro que en Turquía se alegraron también de ver a Alemania perder. Estuve viendo el partido, y celebré la victoria, aunque sin excesos… Estoy seguro de que hoy será un lunes de resaca para muchos. Es lo que tiene el fútbol.

Seguiremos informando.

Calcetín o sardina

Escuchando: Pastis (Los Petersellers)

Ayer fue una tarde de compras de última hora, hoy es un día de últimos preparativos. Un día en el que tengo abiertas las aplicaciones de diseño, de programación, la maleta y las guías de viaje. Y aunque estoy escuchando Russian Red, no me puedo quitar de la cabeza el Pastis de Los Petersellers… especialmente la estrofa que dice:

Imperio, imperio,
imperio Bizantino.
Imperio, imperio,
imperio Otomano…

Seguiremos informando, antes de la desconexión.

25

Escuchando: Another year (K’s Choice)

El concierto de Tequila de ayer fue un auténtico lujo. Una leyenda al alcance de la mano. Saltamos, vaya si saltamos.

Ha sido un fin de semana cansado, que he terminado hoy con tarta y celebración con la familia. Y regalos. Tengo una chaqueta nueva muy chula, un pijama friki de Space Invaders, unas Converse con las que patearé Estambul dentro de tres días, y bastante ropa con la que no han acertado en la talla. Qué raro, yo me sigo viendo igual…

Después de trabajar un poco para que el día haya tenido de todo, voy a ver si termino un libro que tengo ya en las últimas, y descanso de este intenso fin de semana.

Seguiremos informando, ahora oficialmente con un año más 🙂

Viajeros con destino

Escuchando: The Passenger (Iggy Pop)

El viernes dediqué un rato (corto, y eso que me tuve que hacer fotos) a renovar mi pasaporte. El anterior estaba expedido en 2002, y caducó el año pasado. Sólo consiguió un sello, el de mi viaje a Praga de hace ya algunos años.

Mi nuevo pasaporte caducará en 2018, y espero que me acompañe en muchos viajes. De momento, será un elemento imprescindible en mis inminentes vacaciones: dentro de diez días desapareceré durante una semana larga. Creo que compraré alguna tarjeta de memoria más para la cámara, me vendrá bien. Comienza la cuenta atrás.

Seguiremos informando.

Una torre para ver las cosas desde arriba

Escuchando: On the tower (Sondre Lerche)

El otro día estaba en el videoclub y me terminé llevando a casa una película de la que no recordaba referencias, pero que tenía buena pinta. Algo ligero, sin complicaciones y entretenido para la noche del viernes.

La torre de Suso fue, finalmente, una agradable sorpresa. Una película que terminé de ver con una sonrisa y con esperanzas renovadas en nuestro cine. Sin grandes pretensiones, cuenta una historia sencilla de forma ágil, tierna y divertida.

El argumento es sencillo: Cundo vuelve a su pueblo de Asturias tras diez años de ausencia, con motivo del funeral de Suso, el primero de la pandilla de amigos que muere. Su idea es llegar, emborracharse en honor a Suso, como en los viejos tiempos, y regresar. Pero las cosas se van complicando.

En el reparto destacan Javier Cámara y Gonzalo de Castro, con personajes que recuerdan mucho a los que interpretaron en 7 vidas. De hecho, la película está plagada de gags visuales y diálogos muy en la línea de aquella ya mítica serie. No son los únicos actores destacados de la cinta: Malena Alterio borda su papel también, por ejemplo.

En pocas palabras: La torre de Suso es una película muy recomendable para todos los fans de 7 vidas, para los que quieran recuperar la esperanza en el cine español y, sobre todo, para pasar un rato entretenido.

Ténganlo en cuenta, por si pasan por el videoclub.

Seguiremos informando.

42 de mayo

Escuchando: Freakie goes to Hollywood (Love of Lesbian)

Hoy, 25 de mayo, se celebra el Día del Orgullo Friki, y también el Día de la Toalla. Ahí es nada. No voy a dejar pasar la jornada sin aportar mi granito de arena, para compensar el Universo respecto a toda esa gente que se considera normal.

Es, en definitiva, un buen día para dar a conocer mi tienda de camisetas experimento con escaso ánimo de lucro, pero que me ha tenido un buen rato divertido y entretenido. De momento, a la espera de poder subir algún diseño más elaborado, ahí quedan unas pocas camisetas con algo de texto, y bastante frikismo.

¡Feliz día!

Un juego de niños

Escuchando: Racing like a pro (The National)

Esta tarde se ha pasado mi sobrino por casa, y le he montado aquí su Scalextric, que hacía mucho que nadie le dejaba invadir una casa con él. Ha tardado una media hora en cansarse de echar carreras, antes de engancharse a nuestra consola. El resto de la tarde, el circuito ha sido de los mayores.

Lo acabo de desmontar ahora mismo, de hecho. Y porque había que recuperar el suelo del salón. Todos llevamos un niño dentro; y por fuera también, muchas veces.

Seguiremos informando.