El ladrón de columnas, en cuerpo y prótesis

Escuchando: Been caught stealin’ (Jane’s Addiction)

Noche teatral la de hoy. Anda que no tenía ganas. Voy poco al teatro, por lo que cada visita la espero con ganas. Pero además la obra de hoy era especial. El ladrón de columnas es una adaptación teatral de textos periodísticos del (para mí) genial Juan José Millás.

Ha estado muy bien. La escenografía la he encontrado extraña, demasiado en algunas ocasiones, pero a rasgos generales ha sido un excelente acompañamiento para las certeras palabras del autor.

Además, me han devuelto también hoy un libro al que le tengo especial cariño. Cuerpo y prótesis es un volumen que recopila una serie de artículos periodísticos de Millás, alguno de los cuales ha aparecido en la obra de hoy.

Ese libro tiene, en concreto, un texto que me encanta. Además, recuerdo que lo leí por primera vez durante una sobremesa soñolienta en la playa, por lo que no me costó ponerme en situación.

En crispados tiempos de crispante crispación, bienvenido sea el humor inteligente.

Seguiremos leyendo.

PD: bola extra, articuentos.

Rummy, Rummy, Rummy!

Escuchando: Ruby (Kaiser Chiefs)

A veces los mejores días son los que no se planean. El sábado, después de una manifestación y unas improvisadas cañas, acabamos en casa de unos amigos, estrenando su habitación Zen y convirtiendo un juego de mesa en uno de suelo.

Nunca había jugado, pero me gustó. Y engancha. Es entretenido, el Rummikub.

Al día siguiente, hablando con un amigo sobre juegos, salió a relucir el tema de Falomir. Y es que se trata de una marca de juguetes de lo más peculiar. El Intelect que compramos no hace mucho no es más que un Scrabble patrio (la única diferencia es la ausencia de dos comodines, y un precio mucho menor).

Resulta además que el Scrabble no es el único juego en el que se han inspirado. Una visita a su web nos hace descubrir nombres que nos suenan de algo, seguro: Superpoly, Rummy, Colgado, Cuál es cuál, Monos saltarines, Médicos de animales (para operar), Masterman, Pincha el pirata, Pintatodo, Hundir los barcos, Coloca 4, El canguro saltarín (¿no era una mula?)…

Tengo la secreta sospecha de que la plantilla de Falomir se compone de un hombre haciendo juguetes, y cincuenta abogados.

Seguiremos jugando.

Una manifestación de andar por casa

Escuchando: Our House (Madness)

El sábado, miles de jóvenes se manifestaron en ciudades de toda España. El objetivo: demandar soluciones al problema de la vivienda en este país. En Santander hubo manifestación, pero la verdad es que daba más lástima que otra cosa. Pero bueno, ahí estuvimos.

No deja de sorprender que todas las personas que conozco se quejen de cómo está el temita, pero luego sólo haya un puñado de gente dispuesta a manifestarse. Ochenta almas, según estimaciones que he leído (aunque me da a mí que están hechas al estilo COPE). Imagino que la gran mayoría de los jóvenes de esta aburguesada ciudad estaban ocupados inspeccionando que la asistenta les planchase bien el polo de Lacoste, para lucirlo por la noche en el bar de moda, escuchando reggaeton y con una copa de garrafonazo en la mano. Demasiado liados como para sumarse a un pequeño griterío en el que los zapatos náuticos iban a desentonar entre Doc Martens.

El fin de la manifestación fue de lo más simbólico. Obsérvese la imagen sobre estas líneas. Aparte de que la estatua que asoma allá por la izquierda, con cagarrutas de paloma, es la del generalísimo (minúsculas intencionadas), el manifiesto se leyó ahí, delante de esa gran carpa: Plan General de Ordenación Urbana de Santander. Participa en el futuro de tu ciudad. La carpa, simbólicamente, estaba cerrada. Lástima, finalizar ahí la manifestación habría sido el final perfecto.

Pero no se queda ahí la simbología. Esa carpa es tan grande que ocultaba a la manifestación del edificio del Ayuntamiento, y viceversa. El pueblo y su alcalde, separados por grandilocuencia pagada con dinero de todos. Sublime, y real como la ciudad misma.

Seguiremos informando.

Las fotos eternas

Escuchando: Rome wasn’t build in one day (Morcheeba)

Me ha llevado mucho más tiempo del que había pensado, pero ya está terminado. Por fin, las fotos de mi viaje a Roma del mes pasado. Me he pasado mucho tiempo seleccionando entre las fotos digitales, pero mucho, muchísimo más arreglando los negativos de los tres carretes que disparé: me los devolvieron revelados con bastantes manchas (lo que me decidió a revelar yo mismo a partir de entonces). Entre escanear y limpiarlo, ha pasado ya casi un mes y medio.

Personalmente, creo que el esfuerzo ha merecido la pena, hay algunas fotos que me gustan mucho. Además, me planteé un pequeño reto: intentar captar la esencia de la ciudad mediante imágenes en blanco y negro, con mi cámara de carrete con la que todavía no ando muy suelto. ¿Lo he conseguido? Creo que eso ya es algo más subjetivo, pero ahí quedan las fotos. Y yo me lo pasé muy bien con las cámaras, que es lo importante.

Seguiremos informando.

Hoy en las montañas, mañana el mundo

Escuchando: Ride across the river (Dire Straits)

Ya es primavera. Y saben, lo típico: frío invernal, temporales de viento, dolorosas granizadas, las calles blancas. Primavera. No digo nada de El Corte Inglés, porque esos deben de estar ya con la vuelta al cole.

Con tanto frío y tanto día gris no me apetecía poner hoy una foto en blanco y negro, aunque ando enredando con un montón de ellas. Pero uno enreda en blanco, en negro, en grises, y en Technicolor.

Seguiremos informando.

PD: Bola extra.

El resultado

Escuchando: Exit Music For A Film (Radiohead)

Ría de Bilbao. Nikon F70, con carrete de blanco y negro Ilford HP5 (400 ISO). Revelado manual en casa. Negativo escaneado con mi Epson 4490 Photo.

Me gusta el resultado.

Seguiremos revelando.

El proceso

Escuchando: Part of the process (Morcheeba)

Por fin me pude poner a experimentar. Tenía un carrete por casa esperando a ser revelado; pero después de mi curso, quería intentarlo yo. Había posibilidades de chafar las fotos, pero es el riesgo de hacer los experimentos con químicos en lugar de gaseosa.

Aquí quedan para el recuerdo algunas imágenes del proceso del procesado. Fue muy divertido. Y todo es mucho más fácil cuando te prestan la mayoría de los cachivaches necesarios (¡gracias!), o cuando te echan una mano, te prestan un baño oscuro -pero oscuro, oscuro-, o cuando incluso te hacen un reportaje para el cómo se hizo. Así da gusto.

Si alguno se pregunta si, aparte de pasarlo bien, se salvó alguna foto… la respuesta es… que lo contaré en el próximo capítulo.

Seguiremos informando.

Todo lo que me gusta es ilegal, inmoral o engorda

Escuchando: Todo lo que me gusta es ilegal (Pata Negra)

Ayer me regalaron un par de entradas para el concierto de Pata Negra en Santander. La cita no me llamaba demasiado, y no hubiese pagado la entrada por ir. Pero siendo gratis, merecía la pena ver sobre el escenario la reencarnación de una banda mítica, sin Raimundo Amador, pero con su hermano Rafael al frente del grupo.

Me sorprendió el llenazo. A reventar. Nunca había visto esa sala con tanta gente (aunque no es que sea muy grande). Parece que hubo reventa y todo. El concierto estuvo bien (sobre todo cuando Rafael se colgó la eléctrica y le salió su lado más bluesero), pese a la sala (desde atrás ni se ve ni se oye); también a pesar de todas esas personas que parece que van a los conciertos a hacer vida social, a charlar (gritando), y a tomarse algo, pasando totalmente de lo que ocurra en el escenario.

Lo peor de todo es que durante el día de ayer, cuando pensaba en el nombre del grupo, no podía evitar acordarme de esa odiosa niña cantando De pata negraaaa, de pata negraaaaaa… ¿Dónde está Herodes cuando hace falta? Debería pedir indemnización por daños morales a sus padres.

Seguiremos informando.