¿Qué es la razón?

Escuchando: Dios por dios es cuatro (Love of Lesbian)

Cuentos chinos para niños del Japón. Yo también soy lesbiano.

Hoy se celebra el Día Europeo de la Música. Para celebrarlo, muchas tiendas y sellos andan de ofertas. Aprovechen. Es una semana fantástica; también en El Corte Inglés. Allí tuve que ir hace un par de días, y entre descuentos y restos de devoluciones, me llevé un disco genial a precio de ganga. Love of Lesbian han vuelto, y de qué manera.

No soy objetivo, lo reconozco. Su disco anterior, Maniobras de Escapismo, se ha convertido en uno de mis lugares comunes, lo he escuchado sin descanso hasta aprendérmelo de carrerilla. Y lo sigo disfrutando como el primer día.

Por eso tenía muchas ganas de echar el guante a su nuevo trabajo. Si el anterior (que significó su cambio del inglés al castellano en las composiciones) tiene un marcado tono humorístico, Cuentos chinos es un poco más amargo e intimista. Aunque hay tiempo para todo.

El disco comienza con Universos infinitos. Un inicio calmado, metafísico, que va creciendo en intensidad hasta culminar con uno de esos estribillos grandiosos que se han convertido en marca de la casa. Yo ya no puedo hacer más si esta más siempre más resta

La niña imantada es una canción peligrosa. Un par de escuchas y ya se te ha quedado dentro. Desde la marcada batería que domina su comienzo hasta los arreglos setenteros del estribillo, un tema redondo. En descuidos crearemos universos, niña imantada.

Noches reversibles trae de regalo otro de esos coros de alta intensidad. Comienzo delicado para otra gran composición in crescendo. Recuerda que si caímos en picado es porque a veces fuimos nubes con la mente.

El disco continúa con Los colores de una sombra, una de las letras más amargas de todo el trabajo. Cuarta canción, y el listón sigue altísimo. Ya ves, no lo he podido aceptar, que aún te eche de menos, y que este menos vaya aún a más.

Un día en el parque podría ser un ejemplo de cómo hacer una perfecta balada folk. Más desnudos de arreglos que en los temas anteriores, Love of Lesbian nos regalan otra joya…. Ahora me escondo y te observo, y te puedo decir: yo mataré monstruos por ti, sólo tienes que avisar. Ya hace algún tiempo salté y caí justo aquí

Villancico para mi cuñado Fernando es la primera incursión de esta entrega en el humor absurdo. El cuñado de Marlene nos felicita las fiestas con alegría contagiosa. Me da igual que sea Navidad, con hilo dental pienso hacerte la circuncisión. Mira, Fernando, me caes muy mal

El disco avanza sin recuperar del todo la seriedad. Shiwa (todo a Zen) es un mantra con coros de gente de Standstill y Sidonie. La palabra Shiwa es un estado espiritual, si la dices alta el mundo se iluminará.

El siguiente tema nos aleja de la formalidad todo lo posible. Recordando a los mejores Petersellers, aparece en el disco Me amo: canción dedicada al espermatozoide que quedó segundo. Un éxito inmediato, infalible, divertido, pegadizo y que se ha convertido ya en habitual de mis sesiones. Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo! Y tú ya no puedes hacerme daño. Soy un ser divino, ven a adorarme

Después de la fiesta, continuamos. Una pequeña píldora de poco más de dos minutos, como fuera Me llaman Octubre de su anterior trabajo, contiene otra joya: Historia de una hache que no quería ser muda. Soy un caso extraño, tan fácil y tan simple, y no sé expresarlo. Tan sólo grita mi reloj.

Hay que quitarse el sombrero ante La parábola del tonto. Soy un picajoso, y le pondría una pequeña pega a su letra (Antes que te vayas pide un «de» ahí en medio). Por lo demás: en pie y ovación cerrada. He tirado bolsas llenas de ansiedad, y aquellos defectos que uno guarda por guardar.

Podría ser el final perfecto para el disco, pero no: aún hay más. Un epílogo para niños del jabón. Tras un pequeño momento de reflexión, aparece Dios por dios es cuatro. Alegre y ácida. Europa necesita hombres con más valor, y no niñatos con flequillo en bandas de pop.

Otro momento de reflexión, y llegamos, esta vez sí, al final. Con un bis. Shiwa, en catalán, con las mismas colaboraciones pero distintos arreglos. Una versión más conseguida que la original, en mi opinión.

Se acaba el disco y uno no hace más que preguntarse: ¿por qué cojones en la radio no hace más que sonar esa odiosa canció de «me muero por besarte»? (sospecho que de morir, morirá de un ataque de engolamiento de voz). ¿Por qué trabajos como el de Love of Lesbian pasarán de puntillas por delante de un panorama musical mediocre, previsible y enlatado? Qué mundo éste.

Como dicen los lesbianos: nos encantan las mentiras si están dichas de verdad.

Feliz Día de la Música. Seguiremos informando.

PD: Merece la pena comprarse el disco aunque tan sólo sea por leer la esquizofrénica página dedicada a «el antiguo niño prodigio», o las «no gracias». Genio y figura.

I had a dream last night

Escuchando: Mazinger Z (Los Petersellers)

Soñé que en nuestro minúsculo bar habitual se organizaba un concierto fantástico, que empezaba casi a la medianoche, y por una vez en nuestra ciudad, no pasaba nada salvo que todo el mundo lo disfrutaba.

Soñé, incluso, que me dedicaban la primera de las canciones.

Soñé que mis amigos aparecían allí con una caja enorme envuelta en papel de regalo, de la que salía un Mazinger Z al que la expresión «muy grande» no le hacía justicia.

Soñé que terminábamos la noche entre bailoteos y música divertida.

Cuando desperté, el sueño seguía allí.

Mil gracias a todos…

Seguiremos informando

No será peor, seguro que es mejor

Escuchando: Cumpleaños total (Los Planetas)

Parece que fue ayer cuando me visitó mi vecina del ártico, y ya ha pasado un año. Hay que ver lo que pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo.

Hoy ha comenzado bien el día. He soplado velas en la cama, y he venido a trabajar en el autobús leyendo mi primer regalo.

No sé lo que me deparará el resto de la jornada, pero sé que acabaré pasándomelo bien en una fiesta.

No sé lo que me deparará el resto de la treintena, pero como continúe tan bien como ha empezado, peinaré con gusto canas.

Seguiremos cumpliendo años.

Zurück

Escuchando: Take you on a cruise (Interpol)

Esta mañana, en el avión, pensaba en lo lejano que me parecía el viaje con el que inicié las vacaciones. Ya terminaron. No me voy a poner ahora a relatar lo que han dado de sí estos diez días; bastante tengo con volver a adaptarme al ritmo habitual de trabajo y obligaciones. Mañana será un día duro.

De mis andanzas por Austria y Alemania he vuelto con muchas vueltas de ventaja a lagos, excursiones sobre y bajo tierra, una libreta Moleskine garabateada con recuerdos, un reportaje de bodas, la satisfacción de recordar algunas palabras de mi ya oxidado alemán, y el placer de disfrutarlo todo a golpe de sonrisa con alguien especial. También: con la sensación de que podría haber sido un poco mejor. Con todo, unos días inolvidables. Y para los amantes de la curiosidades: sí, he hecho muchas fotos. Casualidades que tiene la vida, han sido exactamente 2007.

Seguiremos informando.

Bis bald (¿Quién me iba a decir?)

Escuchando: International Airport (Anorak)

Hace ya tiempo, en alguna de nuestras últimas reuniones, ya fantaseábamos con la idea de su boda. ¿Os imagináis estar allí celebrándolo?

Poco le tenemos que dejar a la imaginación, ya. Mañana en el aeropuerto de Bilbao veré muchas caras conocidas, y algunas más se irán incorporando hasta la celebración del sábado. En general no me gustan las bodas, pero tengo la suerte de que mis amigos se lo montan tan bien y con tanto gusto, que acabaré cambiando de opinión.

A partir de ahora me tomo vacaciones. Y como soy autónomo, son vacaciones de mí mismo. En realidad hay un reportaje que hacer, pero será llevadero y -estoy seguro- muy divertido. Después, una vez colgada la ropa de gala, quedarán muchos días para explorar y descubrir cervezas, pueblos, lagos y montañas. Ach so.

Nos vemos a la vuelta, sean moderadamente buenos.

Me gusta esa mesa

Escuchando: Windowsill (Arcade Fire)

La mayoría de los que me leen ya saben de qué pie cojeo. Me gustan los ordenadores blancos y con el logotipo de una manzana mordida. Son mi tentación.

Hace poco mi hermana se compró un portátil, gama ultra baja, con Windows Vista instalado. No sé, supongo que el equipo era demasiado limitado para el sistema operativo. La impresión que me llevé fue totalmente decepcionante. Quizás con un equipo más potente, me habría impresionado algo (aunque en el pasado SIMO, con equipos de demostración, veía barras de progreso al abrir el panel de control, ouch). Vista no me pareció más que un XP pasado por chapa y pintura (y donde MacOS es todo elegancia, Microsoft no ha conseguido más que un entorno recargado con destellos y movimientos por todas partes).

Lo que es peor: es muy seguro, sin duda. Como para no serlo. Pregunta POR TODO. La parodia de Apple no pudo ser más acertada. Para instalar un programa hay que aceptar un mínimo de tres o cuatro avisos de seguridad. El sistema no es seguro, es dubitativo, y le cede la responsabilidad al usuario. Y como todos le damos a aceptar sin leer, todo el sistema pierde su sentido. Bu.

Por supuesto, nadie que haya usado MacOS X durante unos meses (con eso basta) se sentirá mínimamente impresionado por Vista. Todas sus novedades las llevamos usando desde hace una versión original.

Eso sí, hay que ser justos. No todo lo que hace Microsoft es criticable. Cuando se hacen las cosas bien, hay que reconocérselo. Ayer me sorprendieron. Dos veces.

La primera. Surface. El ordenador que nos espera. Evidentemente, no todo funcionará tan bien ni tan rápido como en este prototipo, pero creo que el futuro se parecerá bastante a eso. Interfaz táctil multipunto, como se avanzó en el iPhone, y cables desterrados. Muy, muy interesante.

La segunda. ¿De qué color es la avioneta de Microsoft? Porque desde ahí han tenido que hacer las fotografías de su sistema de mapas, Local Live. Lo descubrí ayer gracias a Bruno, y he estado jugueteando un rato con la vista aérea de Santander. Google Maps parece que tiene competencia, bienvenida sea si sirve para obtener cada vez más prestaciones. A este paso vamos a tener que agachar la cabeza para que no nos golpeen las cámaras aéreas.

Eso sí, la vista en 3D no sé cómo es. Requiere Windows.

Seguiremos informando.

Para todo lo demás, Compact Flash

Escuchando: The Main Monkey Business (Rush)

Estas últimas semanas he estado buscando tarjetas. De las de memoria, que no se me olvide. Creo que todavía tengo por casa alguna de cuando treinta y dos megas eran todo un mundo de colores. Cómo cambian las cosas.

Me ha costado dar con la marca y modelos que buscaba. No me valía cualquier cosa, porque mi cámara ya se rebeló caprichosa en su día, con algunas tarjetas con las que nunca llegó a entenderse. Cuestión de carácter, supongo.

Después de mucho mirar, de ver precios buenos por internet echados a perder por gastos de envío sorprendentes (¿cuánto pesa un giga? ¿y a qué huele?), de preguntar en tiendas por aquí, todo llegó a buen puerto, y conseguí una buena tarjeta a un precio muy bueno; y una aún mejor a un precio, incluso, mejor. Son las cosas de aparecer en el sitio adecuado en el momento justo.

Eso sí: añado las tarjetas de memoria a mi lista de precios incomprensibles, junto a los billetes de avión o las comisiones bancarias. ¿Cómo es posible que por la misma tarjeta me pidan el doble en una tienda diez metros más allá de la anterior? ¿Cómo puede haber diferencias de hasta diez veces su precio para el mismo producto? Increíble. Y si no se lo creen, fíjense en la imagen que adorna estas líneas. Es un anuncio que aparece y desaparece en la web de Terra, como oferta destacada. Desde luego, como promoción es muy singular. Sin duda. Doscientos euros por dos gigas de memoria. Ahí es nada.

Si se sigue el enlace, se carga una página de la tienda de Dell, con el sarcástico título de «al mejor precio«. Para el vendendor, desde luego. Los portes, además, no están incluidos. Qué cosas.

Seguiremos informando.

Fiesta perezosa

Escuchando: Stay (Lazy)

Para los curiosos y/o musicalmente inquietos, he publicado una nueva sesión de Mazingert Z en su/mi podOmatic. Que lo sepan.

Puedo adelantar, también, próximas fechas para sus sesiones. El próximo 13 de junio, miércoles, de once de la noche a dos de la mañana dejará aterrizar su planeador en la cabina del pub Opium de Santander. Y ese mismo viernes día 15, se está preparando una pequeña gran fiesta…

Ese día, aparte de ser mi cumpleaños, estaré pinchando en ANDN Club (Pub Metropole, Santander), en compañía de dj Spongebob, llegado de Toulouse para la ocasión. Eso ya, de por sí, asegura unas cantidades inimaginables de fiesta. Avisados quedan.

Pero no, habrá más: antes de nuestra sesión disfrutaremos allí mismo de un concierto acústico de Lazy, en un formato en el que están demostrando moverse con una elegancia pocas veces vista por aquí.

No es mal plan para una noche de viernes. Todo lo contrario.

Seguiremos informando.