Y una jarra de agua

Escuchando: Running out of time (Hot Hot Heat)

Regresamos ayer. Nos subimos al coche 400 kilómetros más al sur, y salimos de él 25 grados por debajo. Ver el cartel de Cantabria y ponerse a llover suele venir en el mismo paquete.

Ha sido un fin de semana largo, caluroso y muy cansado. Sobre todo estas dos últimas cosas. Exposiciones, museos, cenas con amigos, compras, rebajas, cañas, tapas y un concierto de cuatro horas nos han dejado con ganas de más… pero cuando nos recuperemos.

En mi caso, la recuperación ya puede ser rápida. El viernes vuelvo a Madrid, y no va a ser una visita mucho más sosegada. Al contrario.

Seguiremos informando.

PD: Mil gracias a nuestros anfitriones. Así da gusto.

Presto, agenda

Escuchando: Teletransport please (The Unfinished Sympathy)

En unos minutos salgo hacia Madrid, a ver exposiciones de Photo España, quedar con amigos, y hacer fotos en el concierto de Fito y Calamaro. A la vuelta, el próximo miércoles, Mazingert Z en el Opium. El próximo fin de semana, más fotos en conciertos: Summercase. Y el día 20, Mazingert Z vuelve con SpongeBob a la cabina del Metropole.

Y si no son Micro Machines no son los auténticos.

Todo encaja como las piezas de un enorme puzzle sideral

Escuchando: Five easy pieces (Clap Your Hands And Say Yeah)

Ella y yo, mano a mano, llevamos una temporada montando un puzzle. En los ratos libres, que no son muchos. Y no es fácil. Nota mental: para el próximo, elegir uno más práctico. En color, a ser posible.

Ya iré contando los avances que hagamos como esas mil piezas. Lo contaba sólo para ponerles en situación. Pasábamos el otro día por delante de una taberna irlandesa a pie de playa, cuando un cartel nos llamó la atención: Campeonato de Puzzles.

Y dicho y hecho. Nos apuntamos, y ayer jugamos por primera vez. Sólo somos ocho participantes, y hay dos categorías: individual y por parejas. La sorpresa llegó al ver los puzzles… esféricos.

El que tuvimos que montar en la prueba individual era más bien un huevo. Sólo eran unas pocas piezas, pero el hecho de hacerlo en tres dimensiones tenía su cosa.

En la prueba por parejas, más de lo mismo: una esfera en este caso, pero de 240 piezas. Y de pingüninos. La noche resultó ser un éxito, y ganamos en las dos categorías, a pesar de que nos dieron el puzzle grande con piezas de menos y alguna rota. Quedan dos días más, a ver si conseguimos arañar algún premio.

Lo que me llevé anoche para casa fue un monumental dolor de cabeza, de tanto poner piezas y leer numeritos. No me gustan los puzzles esféricos. Pierden toda la gracia, empezando por el hecho de que las piezas están numeradas. A pesar de eso no es tan fácil, ya que hay muy pocos modelos de pieza, y se pueden encajar de muchas formas. En cualquier caso, es más metódico y aburrido que los puzzles planos de toda la vida.

Pero seguiremos participando.

PD: Y como toda noche que se precie no puede terminar sin un toque surrealista, ahí estuvo la vuelta a casa en un autobús en el que se subió un tío totalmente borracho (un lunes; ya es verano, sin duda), comiendo un helado. De cucurucho. De fresa. Fuimos a paso de tortuga para que no se cayese, y su equilibrio fue digno de elogio: cuando el conductor lo echó, seguía con el helado íntegro. Pena que lo lanzase contra el autobús, antes de seguir caminando, farfullando piropos a las mozas. Qué cosas.

Fácil de entender

Escuchando: Music (The Gift)

Esta mañana he estado en la rueda de prensa de presentación del Santander Summer Festival 2007. Toda la información, aquí y aquí. La buena, digo, porque en el periódico ése que tenemos por aquí entienden de la misa la media, leer para creer.

En resumen: sólo se han presentado hoy seis grupos de los cerca de 25 (incluyendo dj’s, calculo) que formarán el cartel definitivo. Se celebrará los días 14 y 15 de agosto, y costará, hasta el día 29 de este mes, 50€ con acampada gratuita.

Los grupos confirmados hoy: los cansinos ya Chemical Brothers, el prometedor regreso de Apollo 440, el ruidoso pop nacional de Triángulo de Amor Bizarro, los (para mí) desconocidos Vyvian desde Cataluña, y los amigos (entre ellos, y míos) de No Romance como representación cántabra. Bravo por ellos.

Y lo mejor para el final: los lusos The Gift. Un grupo que descubrí por casualidad en Lisboa, y de los que atesoro algún disco como oro en paño. Muy buenos, electrónica tranquilita, con exquisito gusto y grandes canciones. Sólo por ellos, en mi humilde opinión, ya merece la pena acercarse hasta Rostrío.

Seguiremos informando, porque aún queda mucho por saber.

Un accidente esperando a ocurrir (II)

Escuchando: Who’s gonna ride your wild horses (U2)

Dos veces he pisado la playa este fin de semana, dos veces me he tenido que reubicar al encontrar la zona plagada de cristales. Restos de San Juan y sus excesos, calculo. En mi época, también se bebía en la playa. Pero ni se nos ocurría dejar las botellas, romperlas, o no recoger al levar anclas. Hoy en día parece que todo da igual, y miedo me da esa actitud.

Y ya que estoy en modo abuelo Cebolleta, sigo: este sábado me he mezclado, después de mucho tiempo, con el populacho de mi ciudad. Explícome: por las noches salgo menos que antes, y cuando lo hago paso de aguantar gilipolleces, voy a tiro hecho a sitios donde sé que me va a gustar la música, el ambiente, y la gente. La vida tiene un minutaje demasiado caro como para desperdiciarlo haciendo el tonto entre borregos.

Pues bien: el sábado, después de cerrar la playa con un partido de voley-ídem, decidimos apurar el calendario y acercarnos a uno de los locales adscritos a la quincena del pincho, que terminaba ese día. El mecanismo de esos quince días es exactamente el que parece: pinchos creativos, diferentes y baratos. Dicho y hecho. Con nuestras mejores pintas playeras nos dirigimos a plantar una pica en uno de los locales habituales para estos menesteres en Santander.

Y dejen que les cuente un secreto: mi ciudad está llena de gilipollas. Operación verano, y se nos llena el pueblo de una mezcla de lo peor de la fauna local con lo mejorcito del resto de la nación. Por algo nos llaman la playa de Madrid.

Y sí, he dicho gilipollas. Y niñatos. Porque los dos apelativos son perfectamente aplicables a tres imbéciles imberbes, subidos en un descapotable que dudo que hayan sudado para ganarse, con lo que alguna mente enferme podría llamar música atronando por los altavoces de su equipo hi-fi, oh yeah, y uno de ellos, el más embravecido, sentado no en, sino sobre el asiento trasero, sacando medio cuerpo por encima del de sus amigos, mientras buscaban aparcamiento a voz en hormonado grito. Patéticos. Pena que no se cayese y se abriese la cabeza. Sólo por el susto, ¿eh? Luego que le cosieran con hilo de Lacoste, y le curasen con alcohol destilado de un perfume de Armani.

O al menos que les pusieran una multa. Pero no, claro. En esta ciudad, si eres hijo de, o lo pareces, te libras. Y en eso estoy de acuerdo: eran hijos de.

Pues ese sólo es un ejemplo de una noche en el que nos encontramos más cochazos saltándose a la torera las líneas y las normas, y gente guapa, muy guapa, porque hay que lucirse, arregladísimos y monísimos todos, mirando siempre por encima de un hombro imaginario y vulgar.

Y nosotros, luciendo con estilo el desaliño, disfrutando de los pinchos, y hablando de política con posturas encontradas, pero sin sangre. Con sangría.

Seguiremos informando.

Parece que hay un incendio

Escuchando: Alegrías del incendio (Los Planetas)

Parece que hay un incendio, cada vez que nos juntamos.
Parece que hay un incendio, cuando tú estás a mi lado.
Parece que estoy ardiendo, cuando tú estás a mi lado, parece que estoy ardiendo.

Vamos a tener que vernos, aunque estén todos en contra.
Vamos a tener que vernos, ellos te tienen de sobra y yo te echo de menos.
Ellos te tienen de sobra. Y yo te echo de menos.

Esto es para contarte, que aquí te espero
para decirte al oído lo que te quiero, para poder decirte lo que te quiero,
así que ya lo sabes, aquí te espero.

Cuando te acercas, gitana, es quererte y adorarte
Cuando te alejas, gitana, se habrán secado los mares y la luz de la mañana,
se habrán secado los mares y la luz de la mañana.

Porque te llevo dentro, como a mi vida
eres dueña y señora del alma mía.

Desde el azul del cielo, pídeme que apague el sol.
Desde el azul del cielo, pero no me pidas no que olvide lo que te quiero.
Pero no me pidas, no, que olvide lo que te quiero

Mira que eres bonita, qué guapa eres.
Eres la más bonita de las mujeres
Eres la más bonita de las mujeres
Mira que eres bonita, qué guapa eres.

Seguiremos informando.

PD: Por la mañana incendio, y por la tarde el centro acordonado por la policía (aún no sé por qué). ¿Siempre estoy en el centro de la noticia, o sucede todo a mi paso? ¿tendré poderes? El que crea en la telequinesia que levante mi mano.

Todos queremos uno

Escuchando: Hanging on the telephone (Blondie)

En toda mi vida de friki, no recuerdo haber visto jamás una expectación como la que ha creado Apple con su nuevo producto. El teléfono que sale a la venta mañana en Estados Unidos ha conseguido copar las noticias tecnológicas de las últimas semanas. Todos queremos tener uno, y babeamos al ver los vídeos de la página de Apple.

Sin duda, revolucionario. Y eso se paga. Quinientos dólares el modelo más barato, más un contrato de dos años con la compañía telefónica no es moco de pavo. Y aún así, calculo que las existencias mañana van a durar un suspiro.

En Europa tenemos tiempo para ahorrar. Hasta finales de año no lo veremos por el viejo continente, y habrá que ver cómo. El hecho de que no soporte la tecnología 3G es un escollo, desde mi humilde punto de vista, más que importante. Ése y las limitaciones del juguete, que también las tiene. Ni videoconferencia, ni batería extraíble, ni tarjetas de memoria, ni melodías de llamada sin pasar por caja, ni mensajes multimedia… Definitivamente, esperemos que a Europa llegue la versión 2.0.

Defectos o carencias aparte, va a dar mucho que hablar. Y eso que sigo viendo con recelo estos aparatos todo en uno. Tiene cámara, es un móvil, una agenda, un reproductor de mp3, y un dispositivo para conectarse a internet… pero yo sigo prefieriendo tener una buena cámara, un buen móvil, una buena pda con la que poder conectarme, y un iPod con una cantidad decente de gigas.

Y un bolso para llevarlo todo, claro.

Así que nada. Mañana estaré atento a las primeras impresiones de los americanos del norte, pero también a los indicios que todo esto puede dar sobre la próxima generación de iPods. Visto lo visto, prometen.

Seguiremos informando.

¿A qué piso va?

Escuchando: Neon Bible (Arcade Fire)

Está siendo una semana muy cansada, tengo ganas de no hacer nada, pero no sé cuándo podré (no) hacerlo. Mucho trabajo, muchas tareas pendientes, un curso internacional, y jaleos varios están consiguiendo que arrastre mucho sueño, y por añadidura que tenga este rincón un poco descuidado.

Igual de abandonadas tengo las fotos del viaje a Salzburgo. Algunas ya he dejado caer, pero son una mínima parte de las que guardo en la recámara. Con tiempo, irán saliendo de la chistera lagos, castillos, islas y palacios. Prometido.

Seguiremos informando.

PD: ¿En un ascensor? Genios.

Punto de partido

Escuchando: Otro verano (El último de la fila)

La anterior ha durado casi una veintena de años. Es hora de renovar. Tenemos red nueva.

Queda inaugurado este verano. Seguiremos jugando.