Largo domingo de resaca

Escuchando: Spit it out (Brendan Benson)

No fue por la cantidad, dentro de mis límites habituales, así que tuvo que ser por la (falta de) de calidad. Deberían quemar todos los bares en los que sirven garrafón. O meterles una buena multa, por lo menos.

Total, que mi estómago hoy se ha negado a participar de la calma dominical, y me ha dado el día. Y me ha jodido mucho, mucho, mucho, porque no he podido salir de casa, y me he perdido un cumpleaños muy especial, de alguien a quien quiero un montón. Con la cámara cargada, mi regalo preparado, y un krakatoa estomacal, al final me he tenido que quedar sin tarta, sin risas, y sin poder felicitar en persona.

Qué mierda.

La tarde la he aprovechado, de mala gana, para leer un poco, y ver una película. Leer, la primera entrega de la guía de fotografía de National Geographic, que hoy vendían con el ABC. La verdad es que está muy bien, seguramente haga la colección completa, me gusta el estilo, claro, conciso, con muchos ejemplos. Promete.

Y la película: Largo domingo de noviazgo, la última joya de Jeunet. Una fábula romántica y bélica, que envuelve entretejiendo una maraña de personajes entre los que sobresale, obviamente, ella, que se come literalmente la cámara con esos ojazos.

Compartiendo director, universo privado y protagonistas con Amélie, las diferencias las marca el tono (ocre, frente a la saturación anterior), el crudo contraste de las escenas bélicas, y la música, de Badalamenti en esta ocasión.

Una película para dejarse llevar, y sorprenderse por todos y cada uno de sus maravillosos planos… Recomendable. Más que recomendable.

Seguiremos informando.

Makaroff

Escuchando: Crimen y castigo (Sergio Makaroff)

Poca gente, muy poca. Eso es lo que se ha encontrado Sergio Makaroff en su concierto de esta noche en Santander. Un concierto tan sencillo como ésto: un cantautor argentino armado con una guitarra, una tonelada de ingenio, y su arma más peligrosa: la ironía.

Me he reído, me he reído un montón en su concierto. Makaroff es uno de esos tipos únicos, capaces de hacer de cada canción una fiesta, de cada fallo una broma, y de cada frase una joya.

Con un sonido bastante malucho para tratarse sólo de voz y guitarra, y con algún error técnico de mal gusto al principio -por parte de los encargados de la sala- ha ido soltando durante algo menos de hora y media sus perlas, intercaladas con alguna que otra parrafada. Los argentinos tienen fama de ser habladores, y éste no es la excepción.

Ha hablado de su paseo por La Magdalena de hoy, donde se ha fijado en los mismos carteles que siempre me llaman la atención, y como se ha contrado algo de basurilla por ahí tirada en la playa, le ha servido para introducir su canción más ecológica… (los desperdicios contigo debes acarrear, y proceder a reciclar. Si no lo haces serán 100 azotes la primera vez, 1000 azotes la segunda vez, 10,000 azotes la tercera vez. Y que te folle un pez. Un pez espada…)

Y sí, es un hombre irónico. Lo ha demostrado cuando se ha puesto a mostrarnos su modelito de hoy, en el que había cuidado hasta el más minimo detalle combinando los colores ylos accesorios, porque sabía que en Santander todo el mundo es pijo y se cuidan mucho esas cosas. Y él hace lo que sea por agradar a su público. Genial, sencillamente genial.

Creo que como ejemplo del ambiente del concierto, puedo decir que con algunas frases de sus canciones ha arrancado aplausos del público. Y alguna de ellas incluía la palabra calientapollas. No tiene que ser fácil soltar en un concierto un verso con la palabra calientapollas, y que te aplaudan.

Una pena. Para los que se lo perdieron, digo.

Seguiremos informando.

Un accidente esperando a ocurrir

Escuchando: Who’s gonna ride your wild horses (U2)

You’re an accident waiting to happen
You’re a piece of glass left there on the beach
Well you tell me things I know you’re not supposed to
Then you leave me just out of reach

Hey hey sha la la
Hey hey sha la la

Testigo cinematográfico

Escuchando: Time after time – Live (Miles Davis)

Recojo el tetsigo que me ha pasado inocuo

Número de películas
Ni idea. Unas pocas centenas, posiblemente.

Última comprada
La Princesa Prometida

Última que vi
Ciudad de Dios.

Próxima que voy a ver
Seguramente, una de las dos que he alquilado antes: Hotel Rwanda y Largo domingo de noviazgo.

Cinco pelis que re-veo un montón o que tienen algún significado para mí
Wonderland
Belleza robada
Lost in translation
Los amantes del círculo polar
Lugares comunes
…y alguna más que me tengo que dejar en el tintero.

No, no le paso el testigo a nadie más. Si alguien se anima, tiene los comentarios a su disposición…

Seguiremos informando…

SergioUn cantautor feo

Escuchando: Color en el blanco (Sergio Makaroff)

Hoy he comprado la entrada para un concierto que hay mañana en Santander (Rocambole, 21:30 horas). Sergio Makaroff. Seguramente ni os suene. Es un cantautor argentino, es amigo de todos los argentinos famosos, pero éste es casi desconocido. Y es una pena, porque es genial. Yo sólo he escuchado con calma uno de sus discos, Un hombre feo, pero me parece tan bueno, que ya sólo por eso merece la pena ir a verlo…

Ese disco tiene una de sus canciones más famosas: Tranqui Tronqui (que no te amargue la vida un yonqui, también conocida como la canción de la mountain-bike). Pero está plagado de joyas… aquí os dejo las letras, sin desperdicio…

No tengo novia: «Ella abre un ojo y estira la mano palpando a ver si está él / él se despierta y la abraza muy fuerte sintiéndose Gardel / antes de amarse recorren sus cuerpos usando sólo la memoria / y yo, yo no tengo novia«

Color en el blanco: «en tiempos de fax, soy el penúltimo mohicano de la era postal«, «Cada cien cartas que mando recibo una y es de mamá / y no es que le guste escribir: es que es mi mamá«

Master of the Universe: «Yo soy yo, soy siempre el mejor / soy simplemente El Emperador / llámame Rey, dime Señor / perdona si te ciego con todo mi esplendor / préstame atención, escucha este verso / ha llegado El Amo Del Universo«

Estrella de Rock: «Todo plan es perfecto si sale a pedir de boca / todo plan es perfecto si nadie se equivoca / pero la estrella de rock se estrelló contra una roca«

Bolinga: «Oh, que bolinga voy / que contento que estoy / oh, que bolinga voy / no me acuerdo quién soy. / Tengo el hígado un poco tocao / nada que no se arregle con un buen transplantao / diré tonterías y tropezaré / pero mañana otra vez la pillaré / dime cómo te llamas, no me puedo acordar / y en este momento a quién la puede importar / Porque voy super bolinga nena, hoy no podré conducir«

En fin. Con estas letras, y sabiendo cómo suena, el concierto de mañana promete.

Seguiremos informando…

Soy metálico en el Jardín Botánico

Escuchando: La estatua del Jardín Botánico (Radio Futura)

El sábado, mientras se celebraba la manifestación esa por la familia o la intolerancia o algo así, procuré mantenerme lo más alejado posible de la misma, para evitar entrar por accidente en el recuento de asistentes (¿un millón y medio? ¿los niños cuentan doble? ¿la mayor de la democracia OTRA VEZ?)

Sobre esa reunión de gente no pienso decir nada, personalmente creo que los que estuvieron en ella se descalificaron sólos. A lo que iba: que para alejarme de tan bochornoso (y no lo digo por la temperatura) espectáculo, me refugié en el Jardín Botánico. Estuve visitando un par de exposiciones de PhotoEspaña (se las recomiendo a todo aquel que tenga ocasión de pasar por allí, en especial la de Stephen Gill), y ya de paso, sacando fotos por el Jardín…

Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas
Y he aprendido a esperar sin razón
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua…

KansasPor encima del ruido y la confusión

Escuchando: Magnum Opus (Kansas)

Después de acercarnos en espiral hasta la zona del concierto, después de engullir rápidamente unos bocatas para coger fuerzas, después de dejar mis trastos a mi anfitrión en Madrid, que me esperaba en la puerta, después de que los porteros me dejasen meter la cámara al concierto (¿esta no es profesional, no?), después de esperar un cuarto de hora a que se apagasen las luces, allí estaban: Kansas.

Un público (en general más que madurito) entregado los recibió como se merecían: como una leyenda. El concierto empezó mal, todo hay que decirlo: problemas con uno de los dos teclados, hicieron que el cantante y teclista del grupo tuviese que improvisar y re-arreglar los temas sobre la marcha. No es que sonase mal, pero se notaba que no estaban a gusto.

Poco a poco se fueron relajando, y cuando por fin consiguieron arreglar el segundo teclado a mitad de concierto, aquello subió de intensidad de forma impresionante. Temas larguísimos y complejos de sus primeros discos, todos sus éxitos imprescindibles… música sin un segundo de desperdicio. Y sí, están mayores, pero lo llevan con mucha dignidad, y a pesar de alguna que otra nota fuera de lugar (es lo que tiene saberse de memoria sus discos), aquello fue, en pocas palabras, una puta delicia.

Eso sí, se hizo corto. Se retiraron cuando aún no llevaban hora y media sobre el escenario. Aunque todos sabíamos que iban a volver, porque se echaba en falta lo que todos esperábamos. Volvieron, y con unas pocas notas de guitarra, convirtieron La Riviera en un rincón mágico. Dust in the wind.

Poco más quedaba después de eso. Bueno, sí: su otra canción imprescindible. Apoteósico.

Once I rose above the noise and confusion
Just to get a glimpse beyond the illusion…

I was soaring ever higher, but I flew too high
Though my eyes could see I still was a blind man
Though my mind could think I still was a madman
I hear the voices when I’m dreamin’
I can hear them say…

Carry on my wayward son
For there’ll be peace when you are done
Lay your weary head to rest
Now don’t you cry no more

I did survive

Escuchando: Wait for sleep (Dream Theater)

He sobrevivido a mi fin de semana. Aún tengo un importante déficit de horas de sueño, pero poco a poco me voy recuperando de estos días frenéticos, con concierto, compras, calor, exposiciones de fotografía, fotografía, aglomeraciones, reencuentros, encuentros, cervezas, copas, risas y hasta algún inesperado regalo…

Poco a poco iré dejando caer por aquí fotos y anécodotas de estos dos escasos días por la capital…

Seguiremos informando…