Ayer estuve trasteando en los ratos libres con algunas de mis fotos. Tenía unas cuantas pendientes de editar, de hace un par de fines de semana. Fotos con mala luz, con el equipo básico, y tiradas en los ratos en los que no llovía, de las que he conseguido sacar algo jugueteando con Photomatix para generar imágenes HDR. Para los curiosos, se trata de imágenes de Tielve (Asturias) y de Tresviso (Cantabria).
También estuve preparando unas fotos para un concurso local al que pretendo presentarme. Ayer ajusté las imágenes seleccionadas para que se viesen tal y como yo quiero, y poder llevarlas a revelar sin sobresaltos. Sin embargo, parece que no va a ser tan sencillo.
[OE]
En este concurso, con el boletín de inscripción te regalan las ampliaciones a presentar. Todo un detalle, ya que también hay que comprar algo de cartón pluma y cartulina para realizar su montaje de acuerdo a las bases. Las copias las realizan en uno de los establecimientos más populares de Santander, que tiene dos tiendas en la ciudad. He ido al más cercano a mi casa a solicitar los revelados, pero sin leer la letra pequeña: las copias para el concurso sólo las realizan en la otra tienda, más céntrica y moderna.
El detalle conlleva un inconveniente mayor que el paseo hasta el centro (hace un día agradable, no ha sido problema). En esa otra tienda he tenido alguna mala experiencia con los revelados. Y cuando digo mala, es mala, mala.
El asunto es sencillo: uno ajusta en casa curvas, niveles y perfiles de color para que todo se vea en su justa medida, y luego lo meten en una máquina que lo re-ajusta todo a su criterio. Con resultados desastrosos en muchos casos.
Hoy, cuando la dependienta ha escrito «Auto» en el pedido de mis fotos, he preguntado si había manera de que la máquina no fuese de salvavidas por la ídem. Pero no. Me ha dicho que saldrán tal y como yo lo entrego, aunque la máquina tiene sus días: a veces salen las fotos más azules, otras más verdes… Muy amable y honesta, entre líneas me ha dejado entender que los resultados suelen ser peores a los obtenidos en su otra tienda.
Tendré estas copias para el viernes por la tarde. Si no me gustan, pagaré por un revelado en otro sitio, porque prefiero presentarme a un concurso con las fotos que yo he sacado, y no con las que ha interpretado una máquina. Y todavía se atreven a escribir en las bases que las fotografías no se podrán retocar con programas informáticos.
En resumen, como consejo a los que se quieran presentar a este concurso: si utilizan estos revelados gratuitos, háganlo con tiempo para poder encargar otras copias en condiciones, si los resultados no son los esperados.
Seguiremos fotografiando.