Pueden decir que soy un soñador

Escuchando: Come together (The Beatles)

Pero no soy el único.

Canciones de Lennon y The Beatles. Uno de mis cines preferidos, como escenario. Unos músicos que demostraron sobre el mismo por qué han sido elegidos para participar en el Summer Festival, sin más, sin trampa ni cartón. Un sonido magnífico. Unas proyecciones que ayudaban a crear ambiente. Y una energía que se acabó contagiando fila tras fila de butacas. Ya lo siento por los que se lo perdieron. De verdad.

Qué noche la de aquel día…

You may say that I’m a dreamer
But I’m not the only one
I hope someday you’ll join us
And the world will live as one

Laico, laico

Escuchando: El aprendiz (Lori Meyers)

Hoy es el patrón de mi Facultad, así que no he trabajado. No, el patrono de los ingenieros no es San Patricio, ya podía. Es San José, pero se celebraba hoy. Genial. Me he quedado durmiendo, hasta que me han despertado los amables obreros que están arreglando la fachada de mi casa. Háganse la composición de lugar: radio cutre a tope, con los 40 principales (minúsculas intencionadas), gritos a lo Tarzán, canturreos (hay gente que el único ritmo que tiene es el cardíaco) y una tasa exageradamente alta de mecagüendioses por palabra pronunciada. Espero que sean buenos profesionales, porque de educación andan justitos.

Gracias a tan peculiar despertador, no he tenido problema para llegar a tiempo a la conferencia de Fernando Savater en la facultad de Medicina. El tema: «Democracia y laicidad, hoy«. Ha estado francamente bien, aunque como él mismo reconocía, es triste tener que argumentar cosas que deberían ser obvias. Ha sido especialmente interesante el debate posterior, que ha tocado temas como las caricaturas (con opiniones y testimonios de gente con otros puntos de vista, enriqueciendo el debate), la libertad de expresión, los fundamentalismos, el terrorismo…

Pero no todo va a ser filosofar. Después de la charla, concurso de pinchos y cocktails. La cosa ha empezado tarde, y mientras esperaba a que se animase el concurso, he estado de charla con Joaquín.

Joaquín es un fotógrafo con muchas batallas a las espaldas, ya. Un tío majo donde los haya; lo conocí hace un año, fue uno de los profesores de aquel curso de fotografía que hice en la Universidad. Hoy nos hemos estado echando unas risas, mirando a ver cómo sacábamos fotos interesantes de una mesa con tres platos. Aunque estoy seguro de que él podría hacerlo sin platos, sin mesa, y casi sin cámara. Un gran tipo.

En fin. Es viernes. Esta noche, concierto homenaje a los Beatles. Y después, si alguien se presta y se anima, habrá que celebrar San Patricio como está mandado: con una pinta de Guinness.

Slainte!

He visto a un bedel hacer cosas que nunca pensé que vería hacer a un bedel

Escuchando: Glorietas (Refree)

Esta tarde he estado fotografiando una gymkana. Qué locura. Han sido unas cuantas horas de carreras, de disfraces con más o mucha menos ropa, de momias, de happy meals, de nudos, de bailes, de himnos, de palillos, de carnets de identidad, de tabasco, de periódicos viejos, de acertijos, y de muchas risas.

Aunque la verdad es que tanto grito, tanto ajetreo y tanto ruido han hecho que terminase con la cabeza como un bombo. Llena de números. Al terminar, marqué uno.

Seguiremos informando.

En este teatro que soy yo mismo

Escuchando: Camera (Editors)

El día de ayer fue agotador. Agradablemente agotador. Estuve en el Ayuntamiento, en una rueda de prensa: la presentación del Santander Summer Festival 2006. Todos los detalles están ya por aquí, pero así, en líneas generales la impresión fue muy buena. Mucha electrónica, grandes grupos bastante comerciales (HIM, Black Eyed Peas), y agradables sorpresas: Primal Scream, Editors, Lori Meyers, Cycle

Lo mejor: que aún faltan todos los grandes nombres, unos ocho grupos que serán cabezas de cartel. Habrá que estar atentos.

Miento: lo mejor no fue eso, lo mejor fue una pequeña sorpresa. Un grupo cántabro también está incluido en el cartel: Lazy. Se hace justicia, se pone en el escenario a unos dignos representantes… y como efecto colateral, dos de mis fotos aparecen en el dossier de prensa, y en la página web del festival. Pequeños detalles que hacen ilusión.

Además, después de la rueda de prensa estuvimos hablando con el director del Festival, y salvo desastres de última hora, este año no creo que tenga problemas para ir acreditado y con cámara.

Cámara que esta semana está fotografiando de todo. Pero de todo, ¿eh? Y aún le queda.

Seguiremos informando.

¿Les gustaría ver más fotos de Roma?A mí, sí.

Escuchando: Animal Nitrate (Suede)

Vaya racha. He ido esta tarde a buscar las fotos del segundo carrete que llevé a Roma. Pero no, mala suerte. Se ha trabado en la máquina y ha acabado convertido en esta tira negra, lo sentimos. Pero te damos un revelado gratis. Y otro carrete.

En fin. Eran fotos (lomografías) tiradas en Roma, en el Vaticano, en su cúpula, y también unas cuantas pruebas para un concurso. Tampoco es que sea una tragedia, pero jode. Me lo he tomado con filosofía, me agota usar mi poca mala leche.

Igual que esta mañana, cuando he ido a cancelar mi cuenta en Caca Cantabria. Que no he podido: les hace falta la libreta. Qué fijación tienen en esta Caja del siglo XXI por las putas libretas, ese invento que hace varios lustros que me dejó de parecer útil. No sé ni dónde la tengo, sin actualizar desde hace años. Para ellos debe de ser vital. Para que les cuadre el ábaco, supongo.

En fin, a lo que iba. Que en la tienda (Zoom de la Plaza Numancia) se han cargado mis fotos. Y como mi vida es muy surrealista, y mucho más divertida que las suyas (porque se ríe de mí, digo) cuando salí de la tienda me fui corriendo a hacer fotos a una conferencia, de la Semana Cultural de Medicina. La conferencia se llamaba así: Lo que no sale en la foto. Palabrita. ¿Es o no es gracioso?

En concreto, el título era más largo: Lo que no sale en la foto: sobre identidad, enfermedad y representación, a cargo del profesor de Medicina Fernando Salmón. Mi intención era ir, tirar las fotos, e irme, pero al final me quedé a toda la charla. Y es que el tema me resultó fascinante: la fotografía como herramienta terapéutica. Desde las distintas formas en las que se ha retratado a algunos enfermos (SIDA, cáncer de mama) hasta experimentos fotográficos destinados a que los enfermos intenten expresar su dolor.

Después de la charla había un par de conciertos. Uno no me ha gustado mucho, y en el otro el batería había tenido un percance a última hora, y no ha podido tocar. El resultado ha sido un concierto con momentos muy bonitos, y otros muy caóticos. Pero entre amigos.

Y ahora… ahora hay que irse a la cama, hoy prontito. Mañana quiero llegar mucho antes a trabajar. ¿Para qué? Para salir antes. Si me da tiempo, iré a hacerle algunas fotos al alcalde.

Seguiremos informando.

Fotografiando una semana

Escuchando: Meds (Placebo)

Durante esta semana, la Facultad de Medicina está celebrando su Semana Cultural: talleres, teatro, conciertos, concursos, conferencias, cine, observaciones astronómicas, deporte… un poco de todo, con bastante buen criterio. Y gratis, o con una inscripción simbólica con fines benéficos.

Como conozco a gente que estudia por allí, he acabado poniendo mi granito de arena. Las fotos, claro. Las tardes de esta semana me las pasaré cámara en mano, tirando fotos de las distintas actividades.

He empezado hoy. Ha sido divertido fotografiar torneos de mus, trivial, fútbol, talleres de pilates, masajes, meditación, bailes latinos, reanimación… además, hacía mucho que no pisaba esa facultad en la que estudié gran parte de mis exámenes (me pillaba mucho más cerca de casa que la mía).

Mañana, allí, concierto más que recomendable con London Luxury y Sociedad Niebla. Y el jueves, teatro con La Machina. Y muchas más cosas.

Seguiremos informando.

Por un puñado de euros: el desenlace

Escuchando: Life is a lemon (and I want my money back) (Meat Loaf)

Distinguido cliente:

Le participamos, en respuesta a su escrito recibido en este Servicio el día de ayer, lo siguiente:

– Usted acudió al cajero automático de nuestra Oficina Urbana nº 24, constando registrado a las 18:38 horas que, tras efectuar una consulta de saldo, realizó dos disposiciones de fondos, la primera de 20 € y la segunda de 100 €.

– No resulta posible comprobar si el billete que nos ha mostrado se corresponde o no con uno de los que retiró del cajero automático.

– La cuestión concreta que nos expone es totalmente inhabitual, teniendo que indicarle que se intentará averiguar la posible causa de la misma.

– Nos complace informarle que, valorando la credibilidad de su testimonio, se ha tomado la decisión de ingresar en su cuenta la cantidad de 20 €, previa entrega por su parte del billete falso que nos ha mostrado.

Pidiéndole excusas por las molestias que indudablemente se le han ocasionado, y esperando poder darle en el futuro un servicio satisfactorio, reciba un atento y respetuoso saludo.

Javier Giganto, Director del
SERVICIO DE ATENCIÓN AL CLIENTE

Pues sí, ya tengo los veinte euros de nuevo en mi cuenta. Así que en cuanto pueda, la cancelo. Un par de detalles curiosos más sobre esta historia:

Detalle #1: Cuando llevé el billete, me hicieron allí mismo el ingreso a cuenta. Pero me dieron el recibo escrito a mano. La oficinista encargada de la operación mandó el recibo a la impresora, pero la tenía apagada, y ya no se podía hacer nada. De todas formas, yo podía comprobar que me lo habían ingresado «actualizando la libreta». La libreta. High-tech, oiga.

Detalle #2: Utilizan en la carta el adjetivo inhabitual. Que lo será, porque no existe, por cierto. Y que leo con cierta ironía. Unos pocos días después de mi incidente, a una amiga también cliente de esta caja, le dieron en un cajero un billete de 20 €, de curso totalmente legal. Una pena que había solicitado uno de 50 €. La reclamación está en curso, también.

Ahí queda eso.

Oriente y desoriente

Escuchando: East of the Sun, West of the Moon (Diana Krall)

Esta mañana, en el suplemento del periódico, leía una interesante reflexión en una carta al director. Hablaba del choque de religiones que tenemos en la actualidad (dejemos de hablar de choque de culturas: los fundamentalismos religiosos son falta de las mismas). El autor de la carta no confiaba en que los fanáticos se hiciesen más juiciosos, pero sí en que sus hijos, o sus nietos, se volviesen más capitalistas, más occidentales, más cómodos, más fanáticos de la PSP y menos del Corán. O de la Biblia, añadiría yo, que los nuestros también ponen bombas, aunque miremos para otro lado. Citaba el autor el caso del comunismo más radical, que no se vino abajo por la cordura, sino por que los chavales descubrieron el modo de vida occidental. Vino la Coca-Cola, y adiós Lenin.

Curioso punto de vista. Curioso, sobre todo, porque esta tarde he visto una película que trataba el tema exactamente desde el mismo enfoque. Una película que recomiendo del mismo modo que me habían recomendado a mí.

Oriente es Oriente es la historia de una familia pakistaní en el Reino Unido, en los años 70. Una como tantas de las que se han establecido allí. En concreto, se trata de un pakistaní casado con una inglesa, y con seis hijos que según su padre han de vivir como Alá manda; pero ellos no se sienten pakistaníes al haber nacido en Occidente, hablar en inglés, y tener al alcance de la mano una vida más lógica que la impuesta por una religión que no comparten, o por unos matrimonios concertados que aborrecen.

Es una película con escenas divertidísima. De carcajada. Pero también con escenas duras cuando tienen que serlo. Y es una forma inteligente de decir lo que es de sentido común: que así no vamos a ningún sitio. Esperemos que las generaciones siguientes, por cordura, por vagancia, o por consumismo, sepan acercarse a las religiones de una manera más sensata. Con prudencia. Que muchos ya estamos hartos de que nos quieran salvar.

Seguiremos informando.

A las mentes

Escuchando: Where is my mind? (The Pixies)

– No soy ni un duro ni un mierda, soy prudente. Trato de no alimentar fantasías, pare evitar momentos desagradables.

– O sea: un mierda.

Creo que es la tercera o cuarta vez que la veo; no será la última, ni mucho menos. Pocas películas pueden presumir de tener un guión tan perfecto, en el que no falta ni sobra una puta coma. Qué diálogos, qué interpretaciones…

Recuerden: hay que follarse a las mentes.

Seguiremos informando.

PD: Roma me pareció buena, aunque no genial. Lugares comunes, otra obra maestra. Tengo por aquí Un lugar en el mundo, también de Aristarain. Creo que va siendo hora de disfrutrala, a ver qué tal.