Poco a poco y trocito a trocito

Escuchando: Orange (Kasabian)

Ya que hablaba de tarjetas, hablaré también de mi nuevo tarjetero. El problema de usar un formato tan pequeño es que es difícil encontrar un buen lugar donde llevarlas. Hasta ahora.

Tamaño exacto, cuero naranja, fabricado a mano en Japón, y perfectamente presentado en una preciosa caja a medida, con tarjetita en japonés y todo.

Un pequeño y asequible capricho.

Seguiremos informando.

Ilusión centesimal

Escuchando: Universos infinitos (Love of Lesbian)

Moo Minicards

La pieza que faltaba ya está aquí: unas cuantas mini-tarjetas para que la gente que pase por mi inminente exposición se lleve un recuerdo.

Siempre es un placer encargar tarjetas en Moo. Todo lo tienen cuidado al detalle, desde su página web hasta los simpáticos correos electrónicos para confirmar los pedidos. Y cuando se recibe el paquete en casa, la opinión mejora aún más. Incluso mandan una etiqueta pre-franqueada para devolver las tarjetas en el caso de que no nos satisfaga el resultado.

Definitivamente: Moo es una empresa más que recomendable. Seguiré encargando allí mis -pequeñas- tarjetas.

Gelatinosas pruebas

Escuchando: Macrovision (Depeche Mode)

Lo primero que pensé cuando me dieron la cámara fue: «mierda, Sony«. Y no es que me parezca mala marca, es que usa sus propias tarjetas de memoria (Memory Stick), y de esas yo no gasto. Camino a casa, en el autobús, leyendo las indicaciones de la caja, descubrí que tenía 56 megas de memoria interna. Bueno, menos mal. Algo es algo.

Un rato después abrí la caja, y probé un poco por encima la cámara: una Sony DSC-W55. Pequeña, negra, bonita, manejable, y bastante completa para ser una compacta. Mucho mejor que la Fujifilm que suelo llevar siempre encima (excepto ahora, que anda de viaje por Argentina).

La sorpresa vino al final: cuando estaba recolocando manuales, cables y un disco de programas en la caja de la cámara, cayó a la mesa de entre todos los papeles un pequeño bulto: una tarjeta de 1 giga. ¡Genial! Así da gusto recibir una cámara, lista para disparar y disparar.

No la he probado a fondo aún, pero tiene detalles que me gustan: su minúsculo tamaño, su acabado, su pantalla, la batería, el modo macro (a la foto me remito), su sensibilidad ISO 1000…

Creo que, a pesar de la espera, ha merecido la pena. Bienvenida a la colección. Seguiremos informando.

Juvecant: más vale muy tarde que nunca

Escuchando: Segundo premio (Los Planetas)

Esta mañana me han hecho entrega de una cámara digital que gané en un concurso de fotografía…. hace 10 meses. Para otras cosas, Jovenmanía (el portal de la Dirección General de Juventud de Cantabria) siempre ha funcionado muy bien: sorteos, entradas, etc. Sin embargo, esta vez la pifia ha sido de época.

Nunca nadie se puso en contacto conmigo para comunicarme los detalles del premio, y a día de hoy nadie me ha explicado oficialmente el porqué del retraso.

A finales de verano me empecé a mosquear y volví a preguntar por mi cámara. La persona que suele atender en esa oficina estaba de vacaciones, y el resultado fue un auténtico despropósito: evasivas, tonos de «a mí qué me dices de tu cámara» y gente que pasa el marrón descaradamente, contándome películas y trapos sucios que ni me interesaban, ni me importaban; lo único que consiguieron fue darme una imagen penosa. Muy mal por Jovenmanía.

Finalmente, regresó de vacaciones la persona encargada de la atención al público, y aunque la cosa se ha demorado algunos meses más, su trato siempre ha sido excelente: sabía que lo estaban haciendo mal, lo asumía y pedía disculpas.

En medio de todo esto, a punto he estado de liarme la manta a la cabeza y pedir la publicación de mi renuncia al premio, para poder usar la fotografía en mi exposición de CuVa; sólo por cabezonería… Pero a veces uno se cansa de tener que luchar y enfadarse por tonterías, así que lo dejé estar… hasta hoy, que me han hecho entrega del premio. Un juguete, por cierto, que me ha sorprendido gratamente. Se nota que quien la ha comprado lo ha hecho con gusto y con cabeza. Gracias 🙂 En cuanto termine de cargar la batería trastearé un poco con mi nueva Sony, ya comentaré mis impresiones….

Un consejo: si este año en la feria Juvecant organizan un concurso de fotografía, piénsenlo dos veces antes de concursar. No es que vayan a perder nada, pero no es de recibo que se tomen las cosas con tan poca seriedad.

Avisados quedan.

Las cosas de palacio

Escuchando: It Happened (Dirty Three)

A falta ya tan solo de unos pequeños detalles, ya está todo preparado para mi próxima exposición. Esta semana me han terminado los revelados y enmarcados pendientes, y ya tengo todo el material en casa. ¿Veredicto? Tengo muchas, muchas ganas de verlo colocado y colgado; creo que va a quedar bastante bien. Aunque obviamente me cuesta ser imparcial: algunas de mis fotos preferidas nunca habían estado tan elegantes.

Ya queda menos para llegar a Cuva. Seguiremos esperando.

De imanes y otras palabras

Escuchando: La niña imantada (Love of Lesbian)

Después de algunos meses a la espera, ya tenemos el frigorífico lleno de palabras. Aunque no tantas como necesitaríamos para contar la historia de esa nevera. Todo se andará.

Es divertido jugar con estos pequeños imanes. Sobre todo después de comprarlos en una librería en la que da gusto entrar: amabilidad, buen gusto, y CocoRosie sonando en un pequeño tocadiscos. Habrá que merendar más a menudo.

Seguiremos jugando.

Y la piedra filosofal

Escuchando: Stress (Justice)

En el castillo de Dublín, la estatua que representa a la justicia está situada de espaldas a la ciudad. Significativo. Más gracioso aún: los platillos de su balanza se desnivelaban debido al agua de lluvia. Tuvieron que agujerearlos para recuperar su imparcialidad.

Es una cosa curiosa esto de la justicia. Hoy ha llovido -y mucho-, pero habrá que esperar a que se incline la balanza otro día. No veo el momento.

Seguiremos esperando.

Obligado obrigado

Escuchando: Facil de entender (The Gift)

El concierto de The Gift de la semana pasada fue inolvidable. Una fiesta, literalmente. Espero que les podamos volver a este lado de la península, y que el tiempo les vaya haciendo justicia: se merecen un reconocimiento que se están ganando a pulso, con sus discos y especialmente con sus directos. Bravo por ellos.

Obrigado por saberes cuidar de mim, tratar de mim, olhar p’ra mim.
Escutar quem sou.

Seguiremos informando.

Uy, qué tarde es

Escuchando: A question of time (Depeche Mode)

bloque de pisos

Si tuviere tiempo dedicaría unas líneas al -fantástico- concierto del otro día, otras pocas a la nueva versión del sistema operativo de Apple (Leopard) que tengo instalada desde ayer; algunas, a las fotografías de mi próxima exposición, que he visto hoy por primera vez reveladas; y unas cuantas más a la mudanza y a mi nueva casa, mucho más bonita –dónde va a parar– que el bloque de la foto.

Pero no son horas, y las que me quedan por delante las dedicaré a dormir. Así que será otro día.

Seguiremos informando.

De acuerdo, ¿quieren algo sencillo?

Escuchando: ok, do you want something simple? (The Gift)

The Gift - Facil de entender

Vayan mañana al concierto de The Gift. Nunca me cansaré de recomendar su música. Su concierto en el pasado Summer Festival todavía se recuerda con admiración (¡un solo de theremín!). Mañana vuelven a Santander para mostrar otra de sus facetas y llenar con sus canciones un teatro, el de Tantín. Las entradas tienen precios populares y -aunque deberían estar agotadas- aún quedan algunas.

No se lo piensen. Si lo que vemos mañana sobre el escenario es la mitad de bueno que el dvd que han editado recientemente (y que tengo en edición extendida y portuguesa por casualidades de la vida), su concierto será un auténtico regalo. Nunca mejor dicho.

Seguiremos informando.