Músicos sucios, músicos locos

Escuchando: Warren’s Lament (Dirty Three)

Hace unos días he recibido una felicitación navideña de una persona para la que estas fiestas serán, estoy seguro, muy especiales. Es curioso, fue ella quien hace ya (muchos) años me descubrió y amplió algunos horizontes musicales. Entro los discos que escuché gracias a sus recomendaciones, hay uno que guardo con especial cariño. Horse Stories, de Dirty Three me parecieron, entonces, un complejo y fascinante universo de sonidos: tristes, hipnóticos, melancólicos, agresivos, hermosos.

Ayer, el festival CuVa se cerró con su actuación. Sobra decir que esperaba su concierto con la ilusión de un niño. Durante todos estos años he seguido sumergiéndome en sus discos de sonidos oceánicos. E intuía que poder asistir en directo a la creación de su música iba a ser algo especial.

Fue mucho más. Ochenta minutos de pura magia, que pasé asombrado, emocionado, casi sin pestañear para no perder ni un sólo detalle. Ayer unos pocos privilegiados disfrutamos de un concierto que se recordará en esta ciudad durante años. Sus canciones fueron vestidas con una intensidad imposible de describir, e interpretadas por tres geniales músicos locos; especialmente genio, especialmente loco, Warren Ellis. Fue un broche final perfecto para un festival que nos ha dejado tan ilusionados y con tan buen sabor de boca, que es imposible no estar satisfecho. En otra ocasión y con más calma daré las gracias como se merecen a todas las personas que han ayudado a hacerlo posible.

De momento, me quedo con el recuerdo del concierto de ayer, y la música de Dirty Three. Y aunque no vayas a leer estas líneas, no dudes que ayer me acordé de ti. Gracias por descubrirme aquellas extrañas historias de caballos.

Seguiremos informando.