Escuchando: Why (Gus Gus)
Esta mañana tenía sobre mi mesa un libro que ya me avisaba: todo son preguntas.
Vaya si lo son…
Escuchando: Why (Gus Gus)
Esta mañana tenía sobre mi mesa un libro que ya me avisaba: todo son preguntas.
Vaya si lo son…
Escuchando: Paintbox (Pendragon)
Fue al día siguiente de su despedida cuando comenzó la rutina. Todas las mañanas, acercaba el caballete a su única ventana, e iba completando el cuadro; su cuadro. Siempre esperaba verla aparecer de nuevo; y mientras, con cada pincelada iba dejando su memoria sobre el lienzo. Con el paso del tiempo, su interior se encontraba más desconchado, a medida que la tela se llenaba de óleo. Día tras día miraba más por la ventana, y pintaba menos. Sabía que si terminaba el cuadro no le quedaría más que su recuerdo en una pintura. |
Escuchando: Bulls on parade (Rage Against The Machine)
Qué susto, madre. Hoy hace un año.
Seguiremos informando.
Escuchando: Lounger (Dogs Die In Hot Cars)
Ayer estuve de compras. No sólo mi teleobjetivo tiene un filtro nuevo -cuyo estreno ha sido suspendido hoy por lluvia- sino que por fin encontré una tienda con un tocadiscos a la venta. Y me lo llevé puesto. Que conste que cuando lo compré no tenía en casa ni un sólo vinilo. Pero no tardé en solucionarlo: este fin de semana teníamos una feria de discos (que resultó ser una mini-feria) en un hotel de la ciudad, y salí de allí con material suficiente como para hacer las primeras pruebas. (1) No había mucha variedad donde elegir, la verdad, pero no pude resistir la tentación de hacerme con algunos discos con los que he crecido. Alpha y Aqua, de Asia, por ejemplo. O el 90125 de Yes. O el Misplaced Childhood, de Marillion. O el inmenso Foxtrot de Genesis. Para darle un toque de modernidad al asunto, también metí en el saco un llamativo (por el color) maxi de Skunk Anansie, y dos singles: uno de una canción preciosa de Bright Eyes, y otro con la hiperdivertida Lounger de Dogs Die In Hot Cars. Que se lo debía, por lo bien que me lo pasé en su concierto del Primavera. I get up when I like Pues eso. Que ya tengo algún que otro vinilo por casa, y el chisporroteo de la aguja suena increíblemente reconfortante en días de lluvia. Iré ampliando la colección, sobre todo en mi próxima visita a la capital. Ese Grace nuevecito que venden en FNAC cae seguro. Fijo, vamos. Seguiremos escuchando. (1) En Santander es muy difícil comprar vinilos, si es que hay algún sitio donde los vendan. Como en tantas otras cosas, cuando uno se sale de lo establecido, de los superventas del Carrefour, lo suele llevar crudo. Afortunadamente, el promotor de la feria de este fin de semana se dispone a abrir aquí una tienda de discos en los próximos días. Una gran noticia. Esperemos que tenga suerte. La última tienda de discos nueva que vi en Santander ya no estaba cuando intenté hacer una segunda visita. |
Escuchando: Summertime Blues (Rush)
La misma lluvia de ayer, mineralizada y vitaminada, ha hecho también que esta mañana mi cámara, mi resaca y yo nos quedásemos en casa, en lugar de acercarnos a ver la parada de velas que cerraba hoy el Festival del Mar. Pero llovía tanto, y se estaba tan bien en la cama, que era demasiado tentador quedarse allí, remoloneando mientras el agua se empeñaba en ahogar, de una vez por todas, este verano. Seguiremos informando. |
Escuchando: Public Service Announcement (The Bravery)
Recojo el testigo lanzado por Pan, y os dejo aquí la pinta que tiene ahora mismo mi escritorio.
No le paso el testigo a nadie en particular, aunque estaría bien saber si alguno de los que me acompañaron en las excursiones por Cantabria de la semana pasada ha terminado usando alguna de sus fotos como fondo de pantalla. Seguro que alguno sí lo ha hecho…
Seguiremos informando.
Escuchando: Four seasons in one day (Crowded House)
Parece mentira que con el día de azules perfectos que ha amanecido esta mañana, hayamos terminado con una tarde gris, oscura y lluviosa, muy lluviosa. Está cayendo de lo lindo, ahora mismo.
Santander es así.
Y es una pena, porque todo lo relacionado con la regata que tenemos estos días en la ciudad puede quedar muy deslucido si está pasado por agua de lluvia. Esperemos que para al domingo, al menos, el tiempo se porte, y podamos disfrutar del espectáculo de ver salir todas las embarcaciones con las velas desplegadas.
Por mi parte, poco que contar. Ayer terminé reventado de estar toda la tarde pateándome la zona de los barcos sacando fotos. Y por si no había tenido suficiente (que no), esta mañana me he pegado el madrugón para aprovechar las primeras luces de la mañana y poder sacar algunas fotos más antes de ir a trabajar. Ha merecido la pena el esfuerzo, de lejos.
Por la tarde, he aprovechado para acercarme a un centro comercial, a ver si por casualidad tenían lo que ando buscando. Pero no. O no a un precio razonable, mejor dicho. Si alguien sabe dónde puedo comprar un tocadiscos sencillito, que avise (si no, tengo ya fichado alguno en Madrid para la siguiente visita).
Tengo intención de comenzar una pequeña pero selecta colección discográfica en vinilo, y la feria de coleccionismo que tendremos este fin de semana en Santander puede ser un buen comienzo. Aunque aún no tenga tocadiscos. Aún.
En fin. Me muero de sueño, los párpados me pesan, etc. Seguiremos informando.
Escuchando: Feeling Good (Muse)
Escuchando: When my ship comes in (Stiltskin)
…pero algunas de las fotos que he sacado esta tarde son buenas. Muy buenas, incluso. Era fácil.
Creo que voy a estar monotemático durante unos días: Santander está tomada por veleros, estamos en pleno Festival del Mar (este año a todo lo llaman Festival), y nuestra bahía es un espectáculo de palos y velas. Además, tenemos también por aquí al Principe de Asturias. Al portaaviones, no al Borbón, digo. Y ya para rematarlo, lo adornamos con un mercado colonial en los alrededores de la bahía. El resultado: un montón de fotos interesantes por hacer.
Hoy ha sido mi primera visita. Volveré.
Seguiremos fotografiando.
PD: Cantabria aparece en algunos weblogs hoy, por una noticia publicada en nuestro diario local. Tener un periódico como el nuestro, provinciano y de andar por casa, es muy divertido. A las pruebas me remito.
Escuchando: Hoppipolla (Sigur Rós)
Si es que no falla. Cada vez que hacen una presentación de productos nuevos, dejan a mucha gente con la boca abierta. Yo suelo ser uno de ellos.
Hoy Apple ha presentado nuevos productos. Dos, principalmente. Dos novedades relacionadas con su gallina de los huevos de oro: el iPod.
Primero han desvelado, después de muchos meses, rumores, deslices de Motorola, y suposiciones varias, lo que hasta ahora se venía llamando familiarmente iPhone. Su nombre oficial es Motorola ROKR E1, y se trata del móvil en el que Motorola ha puesto el teléfono, y Apple el soporte para iTunes (caben 100 canciones en el móvil) y el color blanco. No me parece especialmente bonito, ya tengo iPod, y los móviles de Motorola no me convencen, así que…. pse, una novedad discretita. Casi prefiero los nuevos móviles Walkman de Sony Ericsson.
A lo que iba. Esta vez lo que me ha hecho abrir la boca de admiración ha sido el nano. El nuevo miembro de la familia iPod. El iPod nano. Es como el iPod, pero muy muy muy pequeño. Con memoria en lugar de disco duro, así que será más resistente y con mayor duración de batería.
Pero es que es precioso, además, el jodío. Tengo ganas de verlo en vivo. Aunque me siguen gustando más los iPods grandes. Como el mío.
Seguiremos informando.
PD: Que sí, que ya lo sé, que por esos precios, hay reproductores con más prestaciones y bla bla bla. Pero no son iPod. Hay que pagar la marca, hay que pagar el diseño, y hay que pagar su endiablada facilidad de uso.