Mira, papi, un reloj…

Escuchando: Lucky Man (Emerson, Lake & Palmer)

Y mi sobrino se encontró un reloj en la calle. Y mi hermano, su padre, lo cogió y vio que era un Bulgari de oro con correa de piel.

«¡Tengo un disgusto!, he perdido mi reloj Bulgari con correa de piel«, escuchó decir mi cuñada -la madre de Héctor- a una señora en la puerta de la tienda donde trabaja.

La verdad es que hay gente que tiene mucha suerte. Porque eso es suerte.

Claro, que la señora le ha dado a mi hermano 250 euros de gratificación. Eso también es suerte.

Seguiremos informando.