Escuchando: Crazy (Jazzul)
Vuelta a la rutina después de una semana de vacaciones, a ritmo familiar, con clima veraniego, sol, playas y piscina. Unos días en los que he reducido el ritmo (desconectar del todo era imposible) y me he olvidado del reloj a la fuerza, además: se quedó sin pilas apenas me acerqué al mediterráneo. Muy simbólico.
Después de probar unos cuantos arroces (en algunos echan todo lo que nade, ande -despacio- y vuele), de reencontrarnos con algunas calas y probar otras nuevas, de asomarnos a lonjas, de evitar por una vez las tormentas, de coger un poco de moreno (lo justito), de amenizar las ante y sobremesas con una selección de nuestra ludoteca, de un carrete acuático por revelar, de devorar páginas -en papel, esta vez- de Pennac, de conciertos encontrados, y de un regreso en coche en el que subían los kilómetros mientras bajaban las temperaturas, la semana de trabajo se coge con muchas más ganas.
Seguiremos informando.