Cierro la puerta, cierro mi cabeza

Escuchando: Butterflies instead (K’s Choice)

Esa mañana me he dormido. 2 horas y 16 minutos, exactamente. Catástrofe, me he levantado de un salto. Odio que me pase, aunque no tenga ningun sitio al que llegar tarde, odio desperdiciar el tiempo.

Desde poco después de tan precipitado comienzo del día, hasta ahora, he estado escuchando música del mismo grupo: K’s Choice; son belgas, son dos hermanos, se acaban de separar musicalmente, lo han hecho con un recopilatorio, y yo he acabado escuchando hoy toda su discografía: cuatro discos, de los cuales el último es sencillamente bueno, y los otros tres son, para mí, una auténtica maravilla. Discos de esos en los que cualquier canción puede ser tu canción preferida.

Paseando por sus momentos más intimistas, por sus temas más comerciales y radiofónicos, sin olvidar sus ataques de rabia guitarrera, me he dado cuenta de que me sé sus canciones de memoria, que muchas de ellas, con su letra sencilla y directa, se han convertido en parte de mi universo particular (como por ejemplo, el número de segundos que tardo en echar irremediablemente de menos a alguien)

Esta tarde en el trabajo, cuando el visitante alemán se ha ido pronto a comprar souvenirs (¿qué recuerdo se lleva uno de Santander?) y me he quedado sólo, no había cerrado la puerta cuando yo ya tenía K’s Choice a tope, y me he pasado el resto de la jornada canturreando (sí, canto cuando estoy solo) mientras terminaba lo que me había propuesto para hoy, sobrándome incluso un poco de tiempo para hacer el mamón con la cámara y la luz del ratón…

A veces me aburro mucho, sí.