Escuchando: Smoke on the water (Deep Purple)
Hoy al llegar a la universidad me ha soprendido encontrarme con un par de ceniceros con el cartel «Por una Universidad sin humos». Vamos, que han habilitado sendos puntos para fumadores y (supongo) se prohíbe fumar en el resto de la facultad… (creo que ya estaba prohibido, pero bueno…)
La gracia está en que han puesto esos dos ceniceros… en la mismísima calle, al lado de la puerta. Resguardados de la lluvia lo justo para que no se mojen si llueve y no hace viento.
¿No les parece que esto es un asalto? ¿un atentado contra las libertades de los fumadores? ¿una limitación de libertades?
A mí no. A mí me parece fantástico. El tabaco es perjudicial, molesto y caro. Nunca le he visto la gracia a destrozarse los pulmones voluntariamente y pagando por ello. Pero si la gente es tonta, allá ellos. Eso sí, yo no tengo por qué tragarme sus humos.
Seguiremos informando.
PD: Mis lectores fumadores disponen de la sección de comentarios para expresar su opinión, intuyo que radicalmente opuesta a la mía.