Pensé que nunca iba a llegar ese día

Escuchando: The Kiss (The Cure)

Pero llegó. Fue el viernes pasado, después de comer. Poco a poco fueron encajando las pocas piezas que faltaban, hasta completar el millar. Han sido varios meses los que ha pasado el puzzle sobre la mesa, tiempo en el que hemos estado a punto de tirar la toalla muchas veces. Es frustrante revolver entre mil piezas grises. Sin ningún borde definido. Gris oscuro, gris claro. Desesperante.

Viendo el resultado, ha merecido la pena: la fotografía es una de mis preferidas, y el puzzle enmarcado queda muy resultón. Ahora bien: si a alguno de ustedes se le pasa por la cabeza imitar la hazaña, que se lo piense dos veces. Ha sido duro, muy duro. Todo aquel que se ha sentado a intentar ayudarnos, ha terminado soltando la misma frase: «este puzzle no lo vais a terminar en la puta vida«.

Pero para cabezotas, nosotros.

Seguiremos con otro puzzle. En color, por favor.