Informe topográfico

Escuchando: Uma Thurman me toca la banana (Los Petersellers)

Ha llovido en lo que habría sido un día normal; si los tuviere.

Por la mañana, trabajando. A veces le doy mil vueltas a las cosas, hay días que todo se tuerce, otros que algo hace click, y sale a la primera. Me encanta que los planes salgan bien. O que parezca que vayan a salir, al menos.

Regresión a la infancia número #1: últimamente no quito ojo a eBay. Lo puedo dejar cuando quiera. Pero no quiero, claro. Ach so.

Por la tarde, curso de fotografía. Hoy, prácticas de tiro pasadas por agua; ergo, se convierten en reportaje fotográfico sobre un edificio muy visto, pero con mil rincones. ¿Por qué la gente se sorprende tanto al ver a alguien tirarse al suelo con una cámara en una biblioteca? Nota al margen: una reflex hacer mucho ruido cuando nadie habla. Nota al margen, bis: qué gran tipo, Manfrotto.

Última hora de la tarde: buenas noticias por sorpresa, y regresión a la infancia número #2. He regalado medio juego, me han obsequiado con otro medio. Y en la caja aparece un futuro de subjuntivo. Eso es una señal. ¿De qué? Ni idea.

Por la noche: más trabajo, anaranjando páginas e imaginando otras. Y ahora que me sobra un rato, preparo alguna foto más de las que hice en Roma: próximamente en sus pantallas. Lo que ven sobre estas líneas es un descarte. ¿Qué fue primero, el sidecar demasiado lento o el fotógrafo demasiado ansioso? La gallina.

Mañana será otro día, y tomaré el revelo.

¿Cómo dice, joven? ¿que no ha entendido nada? Bien, nadie dijo que yo fuese una persona especialmente comprensible.

El gato tragón y un servidor seguiremos informando.