Impresionante, espectacular…
Y ahora, de boda…
Seguiremos informando.
Impresionante, espectacular…
Y ahora, de boda…
Seguiremos informando.
Ayer…
Ayer, coches amarillos pretendían llevarme en dirección contraria…
Ayer, volvimos a jugar al voley toda la tarde, y comprobamos que nuestra red ya está llegando a ese punto en el que ha dado todo lo que tenía que dar (especialmente si hablamos de elasticidad…)
Ayer, mientras jugaba, me hicieron una visita, justo en el momento en el que hacía un punto (y a mi favor, que es lo raro). Eso sí que es suerte…
Ayer, me despedí de viajeros pre-vacacionales, entre tostas, vinos, cañas, óperas y anécdotas de enfermeras, todo ello haciendo equilibrios con una silla…
Ayer, escuché Sidonie en un Lupino desierto, comienzo maizitos y hablando de (dos) mil pequeñas cosas…
Hoy…
Hoy, como siempre, me he levantado con muchísimo sueño…
Hoy, he tenido una reunión en la que casi me quedo dormido, pero de la que han salido cosas interesantes para las que no sé de dónde voy a sacar el tiempo…
Hoy, después de un par de meses de pereza, he decidido renovar la suscripción de mi antivirus (del pc, que ya sólo uso como descargador), aunque haya sido por vías alternativas… y es que hoy el ordenador me ha hecho alguna cosa rara que no me ha gustado nada, nada…
Hoy, por segunda vez, me ha empezado a fallar el mando a distancia del iPod. Y esta vez no creo que me hagan caso en Apple, ya me regalaron un mando nuevo hace poco… Mierda.
Hoy, hemos decidido acercarnos Decathlon, a ver si nos decidimos a comprar una red nueva…
Hoy, no vamos a jugar, porque queremos reservarnos y estar descansaditos para la boda de mañana…
Hoy, por la noche iré a ver a La Fura del Baus, al aire libre y tan espectaculares como siempre. Cámara en bolso. Si puedo y me dejan hacer alguna foto, ya sabéis dónde acabará.. la cosa promete…
Seguiremos informando… mañana…
Siete menos seis es uno…
Otra mesa redonda, una Coca-Cola Light y media pinta de Guinness mal tirada…
Y repetimos…
Seguiremos informando…
Hoy, después de comprar entradas cutres de cajero, de hacer planes, de disfrutar de una peli en dvd (Familia, muy original), de cambiar de planes… me acerqué a hacer una visita a la feria Arte Santander…
Desde el Chupa-Chups artístico de la entrada, hasta la salida sin haber visto todo, ha merecido la pena… y no lo he visto todo porque el año pasado, que fui solo, lo vi bastante rápido… pero hoy, acompañado, lo más divertido ha sido comentar las obras que nos gustaban o (mejor aún), las que no nos gustaban o las interpretaciones de la gente (nube… rayo.. silla.. ah, ya: que me parta un rayo…) Y claro, sólo hemos tenido tiempo de ver la primera planta…
A mí lo que más me ha gustado es la abundancia de material fotográfico, con alguna pieza francamente llamativa (por ejemplo, esa espectacular imagen del interior de la biblioteca de Deft). Como me esperaba, una de las galerías que más me ha gustado ha sido la de Pablo Hojas, aunque también tenía «obras» de lo más peculiares.
En general, y como todos los años, dejando a un lado las grescas entre galeristas santanderinos, merece la pena la visita….
Seguiremos informando…
Ayer al mediodia, como siempre, iba dando un paseo acelerado desde la Universidad hasta casa…
Cuando iba por la calle Cervantes, me encontré con un paisano subido a una escalera, arreglando o estropeando del todo algo, con la escalera ocupando toda la acera… Y yo, que para estas cosas no soy supersticioso, sino más bien todo lo contrario (anti-supersticioso, sólo por llevar la contraria) pasé por debajo sin pensármelo dos veces…
Así que ayer me arriesgué a tener mala suerte. Miren ustedes que cosas…
Pero si lo de ayer fue mala suerte, entonces paso de tener de la buena, que no quiero abusar. Porque ayer, después de una entrega de regalos muy divertida y bastante gamberra, acabó siendo una noche muy agradable…
Unas cuantas horas y una foto borrada después pensaba que hacía tiempo que no se me pasaba el tiempo tan rápido…
Seguiré pasando por debajo de escaleras…
PD: Eso sí, llegué a casa a eso de las 3 de la mañana, con lo que no pude completar esa selección de fotos de la tierruca que llevan esperando por tierras palentinas desde hace ya-no-sé-cuánto… Pero estoy en ello, ¿eh?
He estado haciendo limpieza. En mi móvil, concretamente. Si hace unas semanas ya borré algún número, hoy le ha tocado el turno a las fotos… y es que tenía cosas curiosas ahí guardadas…
Así, he recuperado unas cuantas V-Pinadas inéditas hasta ahora, y que ya están en mi página, junto a todas las anteriores, que habían desaparecido en el último cambio de diseño…
Aunque la verdadera exclusiva que ha salido del mi móvil son las fotos de los conciertos de Santiago… no quise cargar con la cámara, pero tiré algunas fotos con el móvil, de recuerdo… y aquí están: una foto del concierto de Starsailor, otra de Muse, y dos del concierto nocturno (como debía ser) de The Cure. No se ve mucho, no se distinguen los detalles… pero es igual. Ninguna foto podría hacer justicia a lo que se vivió allí…
Seguiremos informando..
PD: Y estábamos más cerca del escenario de lo que pueda parecer en las fotos…
Este fin de semana he llevado un ritmo de vida que no me gusta: salir por la noche (eso sí, eso está bien) y vegetar en casa durante el día, intentando sobrellevar el calor, el cansancio, y el sueño…
Ayer por la noche, con alguna baja de última hora, por fin hicimos nuestro amago de despedida de soltero. Salvo alguna zapatilla que cruzó la carretera, y algún que otro adminículo luminoso, fue una noche de lo más tranquilita.. agradable, pero tranquila….
Y es que la cena influyó mucho. La ingesta de tablas de mar y tierra en Casa Aída fue tan desproporcionada, que al salir apenas teníamos hueco para las copas, o fuerzas para otra cosa que no fuera tomar el aire en la calle… porque era donde mejor se estaba, con el calor que hizo ayer, meterse en un bar era una tortura pegajosa…
Nos flaqueaban las fuerzas hasta para volver la cabeza soprendidos ante las exageradísimas reducciones que el calor provoca en la cantidad de centímetros cuadrados de tejido textil que llevan algunas (muchas) por la noche…
Desgraciadamente, la noche terminó antes de lo previsto (en torno a las 5 de la mañana) porque comprobamos, una vez más, que la vida nocturna de Santander deja mucho que desear. Y es que a esa hora, los únicos locales abiertos son tan apetecibles, que la cama es la mejor opción.
El día de hoy lo he dejado pasar entre conversaciones de teléfono, episodios de Futurama, planes con el programa del FIS en la mano, y mi libro de Mundodisco.
Un día que no pasará a la historia…
Pero mañana ya es 2 de Agosto. Una semana nueva, una semana que se avecina cargadita de acontecimientos, incluyendo una boda.
Y además, mañana hay gente que se pondrá a viajar…
Seguiremos informando…
PD: Por cierto, ya están mi página las fotos de la noche tonta del viernes. Como dije, con contraseña. La misma que puse para las fotos alternativas de Salamanca…
Un día sin escribir aquí y se me acumulan mil pequeñas historias que contar… Así que me dispongo a dejarlas salir, y lo harán de forma desordenada y caótica, seguramente. Avisados quedan ustedes…
Llevo desde el jueves por la tarde asimilando una noticia, triste, inesperada… algo que una vez que ha pasado, puedo llegar a entender un poco, pero que me dejó el cuerpo muy mal cuando me enteré. En fin, si así será mejor, que así sea.
Si hablamos de cosas más mundanas, el jueves también recuperé la confianza en las cámaras digitales de Sony. Qué barbaridad. Qué cosas más bonita, pequeña, completa, qué pedazo de pantalla. Claro, que también vi ese monstruo que es la Nikon D70 y que espero tener algún día en las manos (plural, con una no la abarco). Se admiten donativos para la causa.
Ayer viernes el día comenzó con la presentación de otro V-Pinero. Pablo, apurando el plazo hasta el límite, se volvió a casa con su flamante Sobresaliente 10, nota estándar de la temporada proyectil Julio 2004. Enhorabuena a los premiaos.
Y por la tarde, playa. Esto del deporte es muy malo. Y adictivo, que es lo peor. Esta semana hemos jugado cuatro tardes al voley, o sea más que en muchos veranos. Lo hemos cogido con ganas, y no es para menos, porque la verdad es que nos lo pasamos genial, nos echamos unas risas, y de vez en cuando hasta nos (o mejor dicho, me) sale alguna jugada que no se puede clasificar en las dos categorías habituales (léase: «lamentable» o «de chiripa»)
Después del partido, quedamos para tomar unas pinchos y unas cañas. Creo que esta vez todos teníamos asumido eso de que «me voy a casa prontito» es un mito, y salimos con una mezcla de ganas de quemarla y de reservarnos para hoy (que tenemos una pseudo-despedida soltero de Carlos…)
La noche prometía: luna llena, una temperatura genial, mucha gente… y conciertos en varias plazas de la ciudad, desde orquestas rusas hasta jazz en templetes bajo luz lunar y de farolas. Precisamente para tirar algunas fotos de los conciertos, salí armado con la cámara….
Una pena que no pude acercarme a una de las propuestas más originales que he visto en esta ciudad en mucho tiempo: una representación nocturna de El sueño de una noche de verano, en el bosque del parque de Mataleñas. Con la noche que hizo, y esa luna presidiendo, tuvo que ser algo muy especial…
En cualquier caso, entre nuestras ganas de fiesta, los líquidos espiritosos y mi cámara, me volví a casa con una colección de fotos absolutamente inclasificables, en especial gracias al afán de protagonismo de alguno (y no miro a nadie, Carlines…) Aparecerán en mi página, pero con contraseña. Mejor con contraseña, sí.
Por cierto, que ayer en uno de los sitios en los que estuvimos picando algo, escuché una canción que me llamó mucho la atención. Y lo hizo porque pertenece a un disco que hacía muuuchos años que no escuchaba, el otro día me dió el capricho y me lo bajé del emule (no he hecho nada malo, mi hermana lo tiene original en casette, así que es una copia privada y legal…) Christina y los Subterráneos. Puede que sea un poco empalagoso y demasiado popero, pero hay canciones ahí que me gustan mucho. Como esa que empieza diciendo «400 golpes contra la pared, han sido bastantes para aprender…» La misma que escuché ayer por la noche, y que me hizo pensar que la vida está llena de pequeñas casualidades. Lo que la hace más divertida, todo sea dicho…
Y esta mañana me he despertado con los gritos de mi sobrino (¡despiértate, despiértate, despiértate, despiértate!), fase previa a que apareciese en mi habitación con un fonendo y un aparato de medir la tensión, para concluír que estaba muy malito y que no me tenía que levantar de la cama. Le hice caso durante un buen rato…
Y nada más… disfruten ustedes del fin de semana. Yo espero seguir haciéndolo.
Experimento empírico: tres actividades no recomendables para días de incipiente resaca, a saber:
Ayer acabé haciendo las tres cosas, y en el peor orden, claro: con un inicio de resaca fruto de la noche anterior (ese «quedamos para tomar unos pinchos» acabó casi a las cinco de la mañana…) fuimos a jugar un partido de voley a la playa…
Pero el día se puso tan oscuro a los cinco minutos de llegar, que cuando cayeron las primeras gotas salimos como alma que lleva el diablo hacia la taberna del Cormorán, donde acabé sentado enfrente de una pinta de Guinness…
Un buen rato después. y con la mitad del personal ya de vuelta en casa, los que aún estábamos apurando las cervezas hicimos el típico chiste: ¿por qué no volvemos a la playa y jugamos, que parece que ha parao?
Y efectivamente, es lo que acabamos haciendo. Y claro, volvió a llover, pero bueno. Ya daba igual. Tampoco fue muy grave…
Eso sí, con tanto ajetreo, y con el agravante de alargar los partidos hasta los cinco sets, mi rendimiento y mis reflejos dejaban bastante que desear (más de lo habitual, quiero decir…)
En fin. Una tarde rara. Pero estuvo bien…
Seguiremos informando…
PD: Onomástica. Siempre me ha parecido una palabra de lo más curiosa. Felicidades hoy a las Martas que lean esto… que suele haber un par de ellas que se dejan caer por estas páginas…
Según cuenta hoy El Diario Montañés, se sustituirán 200 farolas de tipo globo antes de fin de año. Bienvenida sea la medida, contribuirá a reducir la contaminación lumínica en nuestra ciudad (echen un vistazo a los Jardines de Pereda desde el otro lado de la bahía y obtendrán un ejemplo muy gráfico…) Hay estrellas ahí arriba, ¿lo sabían? No, no, muchas más…
PD: Venga, y ahora ya, para lo próxima a ver si lo hacemos bien desde el principio, y se eligen las farolas con sentido común, y así se evitan gastos inncesarios (que pagamos todos) o apaños antiestéticos. Aunque claro, curioso nombre lleva el menos común de los sentidos cuando uno ve que se ponen a arreglar los accesos a la playa de La Horadada en pleno Julio. Sic. |