#19

Escuchando: Diecinueve (Maga)

Con viento del Este hiciste una cama,
soplaste sobre ella para templarla
y con el murmullo de tu voz de agua
me cantabas nanas sin letra

Y dormíamos tan juntos
que amanecíamos siameses
y medíamos el tiempo en latidos.

Pequeñas y humildes celebraciones

Escuchando: Canción de amor y oficina (Ismael Serrano)

Estos días están pasando demasiado rápido, cargados de trabajo, de sueño, de obligaciones. Los ratos de calma parecen demasiado breves, aunque sí: ahí están. Igual que las pequeñas y humildes celebraciones: películas en las que, sin hacer ruido, ganaron los buenos… victorias simbólicas que vienen a compensar meses de nervios, de preocupaciones, de malos tragos.

Me quedo con la sensación de que en este mundo existen personajes que son -sin más- malas personas, de manera irracional, sin medias tintas, sin remordimientos. Punto de partido. Pero también con la certeza de que uno puede encontrarse gente con principios, con verdades, con cabezonería bien entendida, con miedos pero sin dejarse vencer por ellos. Gente de la que uno puede, debe, estar bien orgulloso.

Yo hace ya más de año y medio que lo estoy. Otra pequeña celebración.

En las zanjas de Madrid buscan un tesoro  
que esconde un dragón dormido bajo tus pies.  
¡Qué torpes e ingenuos son!  
Yo tengo el tesoro:  
duermo con él.

Al mal tiempo, buena casa

Escuchando: Home (K’s Choice)

Días festivos, días de frío, viento y lluvia aquí en el norte. En momentos así hace especial ilusión recibir visitas en casa, sobre todo si acaban encontrándose tan a gusto que se olvida el reloj: partidas a nuestra consola casera -tengo pendiente dedicarle unas líneas-, al Trivial o al Intelect, comidas que duran hasta la hora de cenar, pereza que despierta al ver el mal tiempo al otro lado del cristal, nuestro fotomatón particular, risas, cafés de media tarde que se alargan hasta las cinco de la mañana…

Se está bien en casa. Sin duda.

Seguiremos informando.

17 piezas

Escuchando: Canción de amor y oficina (Ismael Serrano)

La vida a veces te invita a una ronda,
te guiña los ojos, concede una tregua.
Quizá sólo dure un segundo este sueño,
pero, sin duda, habrá merecido la pena.

Lleve 366, pague 365

Escuchando: Nunca el tiempo es perdido (Manolo García)

¿Y 2008 tiene un día más, incluso? Habrá que aprovecharlo igual que hemos hecho con el año que termina. O más. Disfruten esta noche de sus ritos y supersticiones preferidas, brinden con alegría y comiencen con inmejorable pie un año que nos llega nuevecito como un cuaderno con todas sus hojas en blanco para que cada cual se componga sus propias historias.

Feliz año, cuidado con los excesos, pásenlo bien y apaguen el ordenador, que ya va siendo hora…

De imanes y otras palabras

Escuchando: La niña imantada (Love of Lesbian)

Después de algunos meses a la espera, ya tenemos el frigorífico lleno de palabras. Aunque no tantas como necesitaríamos para contar la historia de esa nevera. Todo se andará.

Es divertido jugar con estos pequeños imanes. Sobre todo después de comprarlos en una librería en la que da gusto entrar: amabilidad, buen gusto, y CocoRosie sonando en un pequeño tocadiscos. Habrá que merendar más a menudo.

Seguiremos jugando.

Y la piedra filosofal

Escuchando: Stress (Justice)

En el castillo de Dublín, la estatua que representa a la justicia está situada de espaldas a la ciudad. Significativo. Más gracioso aún: los platillos de su balanza se desnivelaban debido al agua de lluvia. Tuvieron que agujerearlos para recuperar su imparcialidad.

Es una cosa curiosa esto de la justicia. Hoy ha llovido -y mucho-, pero habrá que esperar a que se incline la balanza otro día. No veo el momento.

Seguiremos esperando.