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Escuchando: Colorblind (Chroma Key)

Green can only hold you in the garden,
too much red will go right to your head,
but if it’s all the same to you
give me back my blue,
other colors fade anyway.

I’m colorblind three way tragedy
pantone memory grayscale eyes.
Maybe i’m paranoid yeah that’s my problem,
you almost have to be when you look like me…

Anoche en el Zeppelin

Escuchando: Insurrección (El último de la fila)

No será peor de lo que era
No será peor, seguro que es mejor

Nada es siempre toda la verdad
nada significa nada
Y rompo las promesas que me hice a mí

Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

Plenilunio

Escuchando: Under a glass Moon (Dream Theater)

Canciones relacionadas con la luna que suelo llevar encima

Un buen puñado de temas de Luna. El Dark side of the Moon, entero y en directo, de Pink Floyd. A la luna se le ve el ombligo, de Fito. Piedraluna, de Maga. Luna, de los Smashing. Two sides of the Moon, de Asia. The Killing Moon, de Echo & The Bunnymen. Mr. Moon, de Mando Diao. Promise her the Moon, de Mr. Big. Between Sun and Moon, de Rush. Sail to the Moon, de Radiohead. Goodnight Moon, de Shivaree. Under a glass Moon, de Dream Theater. Man on the Moon, de REM. Todo el Moon Safari, de Air. The Eyes of Lara Moon, de Arena. Honey and the Moon, de Joseph Arthur. Una versión chill out -hay que ver, ni me acordaba, habrá que cambiarla por la original- de The whole of the Moon (Waterboys). Y el Walking on the Moon, de The Police.

Qué cosas.

I smile at the Moon
Chasing water from the sky
I argue with the clouds
Stealing beauty from my eyes…

Heavy

Escuchando: How much I’ve lied (Evan Dando)

Hace ya unos cuantos años, la Filmoteca no tenía edificio, y vagabundeaba de sala en sala. Un verano, en los ya cerrados Cines Bahía, disfruté de una de esas películas sencillas que se quedan para siempre en la memoria. Heavy, protagonizada por Liv Tyler (insértese aquí un sonoro suspiro) y arropada por un reparto de lo más musical (Evan Dando, de Lemonheads, Debbie Harris, de Blondie). El director de la cinta es James Mangold, que unos años más tarde se hizo famoso por Inocencia Interrumpida.

El caso es que Heavy es una película que no he vuelto a ver, cuyo argumento ya casi he olvidado, pero que me dejó muy buen sabor de boca. Y a ello contribuyó mucho su banda sonora, que nunca había conseguido, ni por métodos legales ni alegales. Hasta hoy: esta tarde en la (mini) feria del disco que hemos tenido en Santander, la he encontrado por casualidad, cuando ya estaba pensando en irme con las manos vacías…

Una banda sonora que incluye los sencillos y geniales temas que el personaje de Evan Dando canta en la película, que se completa con canciones tan geniales como el ’74-’75, de The Connells, que no puedo dejar de escuchar, y que se acaba de redondear con cinco temas instrumentales del mismísimo Thurston Moore. Sí, el de Sonic Youth.

De lujo. Y por seis euros, oiga.

Seguiremos informando.

Esta tarde será mágica

Escuchando: El Ojo Espejo (Maga)

Ya está aquí. En cuatro horas comenzará el Santander Summer Festival. Han sido meses de espera, de informaciones, desinformaciones, retrasos, carteles que no se cierran, artistas que caen del cartel, artistas que se incorporan al cartel, foros que se cierran, foros que se abren

Esta tarde, por fin, después de un jueves de rumores y de lamentables suspensiones, podremos disfrutar del mayor evento musical que ha albergado nuestra región. Y espero que todo salga a pedir de boca, y que sea disfrutable desde el primer hasta el último minuto.

Eso sí, Santander es Santander. Emoción hasta al final. Día lluvioso, aunque parece que la cosa mejora, o al menos se mantiene estable. Que dure.

Seguiremos informando. Y si me dejan meter la cámara (que espero que sí, aunque seguro que me dicen, como siempre, eso de que es muy grande), también inmortalizando este fin de semana.

Makaroff

Escuchando: Crimen y castigo (Sergio Makaroff)

Poca gente, muy poca. Eso es lo que se ha encontrado Sergio Makaroff en su concierto de esta noche en Santander. Un concierto tan sencillo como ésto: un cantautor argentino armado con una guitarra, una tonelada de ingenio, y su arma más peligrosa: la ironía.

Me he reído, me he reído un montón en su concierto. Makaroff es uno de esos tipos únicos, capaces de hacer de cada canción una fiesta, de cada fallo una broma, y de cada frase una joya.

Con un sonido bastante malucho para tratarse sólo de voz y guitarra, y con algún error técnico de mal gusto al principio -por parte de los encargados de la sala- ha ido soltando durante algo menos de hora y media sus perlas, intercaladas con alguna que otra parrafada. Los argentinos tienen fama de ser habladores, y éste no es la excepción.

Ha hablado de su paseo por La Magdalena de hoy, donde se ha fijado en los mismos carteles que siempre me llaman la atención, y como se ha contrado algo de basurilla por ahí tirada en la playa, le ha servido para introducir su canción más ecológica… (los desperdicios contigo debes acarrear, y proceder a reciclar. Si no lo haces serán 100 azotes la primera vez, 1000 azotes la segunda vez, 10,000 azotes la tercera vez. Y que te folle un pez. Un pez espada…)

Y sí, es un hombre irónico. Lo ha demostrado cuando se ha puesto a mostrarnos su modelito de hoy, en el que había cuidado hasta el más minimo detalle combinando los colores ylos accesorios, porque sabía que en Santander todo el mundo es pijo y se cuidan mucho esas cosas. Y él hace lo que sea por agradar a su público. Genial, sencillamente genial.

Creo que como ejemplo del ambiente del concierto, puedo decir que con algunas frases de sus canciones ha arrancado aplausos del público. Y alguna de ellas incluía la palabra calientapollas. No tiene que ser fácil soltar en un concierto un verso con la palabra calientapollas, y que te aplaudan.

Una pena. Para los que se lo perdieron, digo.

Seguiremos informando.

SergioUn cantautor feo

Escuchando: Color en el blanco (Sergio Makaroff)

Hoy he comprado la entrada para un concierto que hay mañana en Santander (Rocambole, 21:30 horas). Sergio Makaroff. Seguramente ni os suene. Es un cantautor argentino, es amigo de todos los argentinos famosos, pero éste es casi desconocido. Y es una pena, porque es genial. Yo sólo he escuchado con calma uno de sus discos, Un hombre feo, pero me parece tan bueno, que ya sólo por eso merece la pena ir a verlo…

Ese disco tiene una de sus canciones más famosas: Tranqui Tronqui (que no te amargue la vida un yonqui, también conocida como la canción de la mountain-bike). Pero está plagado de joyas… aquí os dejo las letras, sin desperdicio…

No tengo novia: «Ella abre un ojo y estira la mano palpando a ver si está él / él se despierta y la abraza muy fuerte sintiéndose Gardel / antes de amarse recorren sus cuerpos usando sólo la memoria / y yo, yo no tengo novia«

Color en el blanco: «en tiempos de fax, soy el penúltimo mohicano de la era postal«, «Cada cien cartas que mando recibo una y es de mamá / y no es que le guste escribir: es que es mi mamá«

Master of the Universe: «Yo soy yo, soy siempre el mejor / soy simplemente El Emperador / llámame Rey, dime Señor / perdona si te ciego con todo mi esplendor / préstame atención, escucha este verso / ha llegado El Amo Del Universo«

Estrella de Rock: «Todo plan es perfecto si sale a pedir de boca / todo plan es perfecto si nadie se equivoca / pero la estrella de rock se estrelló contra una roca«

Bolinga: «Oh, que bolinga voy / que contento que estoy / oh, que bolinga voy / no me acuerdo quién soy. / Tengo el hígado un poco tocao / nada que no se arregle con un buen transplantao / diré tonterías y tropezaré / pero mañana otra vez la pillaré / dime cómo te llamas, no me puedo acordar / y en este momento a quién la puede importar / Porque voy super bolinga nena, hoy no podré conducir«

En fin. Con estas letras, y sabiendo cómo suena, el concierto de mañana promete.

Seguiremos informando…

KansasPor encima del ruido y la confusión

Escuchando: Magnum Opus (Kansas)

Después de acercarnos en espiral hasta la zona del concierto, después de engullir rápidamente unos bocatas para coger fuerzas, después de dejar mis trastos a mi anfitrión en Madrid, que me esperaba en la puerta, después de que los porteros me dejasen meter la cámara al concierto (¿esta no es profesional, no?), después de esperar un cuarto de hora a que se apagasen las luces, allí estaban: Kansas.

Un público (en general más que madurito) entregado los recibió como se merecían: como una leyenda. El concierto empezó mal, todo hay que decirlo: problemas con uno de los dos teclados, hicieron que el cantante y teclista del grupo tuviese que improvisar y re-arreglar los temas sobre la marcha. No es que sonase mal, pero se notaba que no estaban a gusto.

Poco a poco se fueron relajando, y cuando por fin consiguieron arreglar el segundo teclado a mitad de concierto, aquello subió de intensidad de forma impresionante. Temas larguísimos y complejos de sus primeros discos, todos sus éxitos imprescindibles… música sin un segundo de desperdicio. Y sí, están mayores, pero lo llevan con mucha dignidad, y a pesar de alguna que otra nota fuera de lugar (es lo que tiene saberse de memoria sus discos), aquello fue, en pocas palabras, una puta delicia.

Eso sí, se hizo corto. Se retiraron cuando aún no llevaban hora y media sobre el escenario. Aunque todos sabíamos que iban a volver, porque se echaba en falta lo que todos esperábamos. Volvieron, y con unas pocas notas de guitarra, convirtieron La Riviera en un rincón mágico. Dust in the wind.

Poco más quedaba después de eso. Bueno, sí: su otra canción imprescindible. Apoteósico.

Once I rose above the noise and confusion
Just to get a glimpse beyond the illusion…

I was soaring ever higher, but I flew too high
Though my eyes could see I still was a blind man
Though my mind could think I still was a madman
I hear the voices when I’m dreamin’
I can hear them say…

Carry on my wayward son
For there’ll be peace when you are done
Lay your weary head to rest
Now don’t you cry no more