Escuchando: As I am – Live (Dream Theater)
Uvas, cuartos, campanadas, besos; petardos, serpentinas, ruido; coches, autobuses, taxis; corbatas, minifaldas, escotes; copas, bebida, brindis; risas, conversaciones, música. Ya saben ustedes: lo que viene siendo Nochevieja, un año más.
Yo al final salí; la lluvia que amenizó la cena y las uvas no animaba mucho, pero al final, paraguas en mano, salí a tomar algo. Y no falla, mi paraguas es infalible para no mojarse: es sacarlo a la calle y dejar de llover. Murphy dixit.
Ha sido mi Nochevieja más tranquila, con diferencia. Me tomé una copa, por la cosa de brindar, y poco más. Pero me lo pasé muy bien, nos juntamos los de siempre, incluyendo algunos a los que cuesta ver, menos algún otro que había decidido cambiar de aires (¡Happy New Year!). Conversaciones de esas de madrugada, bromas, apagones, encuentros con mucha gente (esto es Santander, somos cuatro gatos…) Yo era fácilmente reconocible, era el único del grupo que no llevaba traje, que no llevaba corbata, que iba cómo si fuese una noche más, salvo algún ligero cambio de look, igual que el año pasado…
A las seis de la mañana, cuando estábamos en el bar de siempre, y la gente empezaba a dejarse caer por los asientos del rincón de siempre, decidí que era hora de irse dando un paseo a casa, sorteando serpentinas, bamboleantes transeúntes y alguna que otra disputa en las calles de siempre…
Llegué a tiempo de descansar, dormir, levantarme sin resaca para disfrutar de los platos de mi mamá, jugar con mi sobrino, y disfrutar tranquilamente de este primer día del año.
Espero que casera, festiva, ebria, sobria, tranquila, desenfrenada, tradicional u original, su primera noche del año haya sido un buen comienzo.
Seguiremos informando.
PD: Lo único malo de la noche: el haber llegado a casa con esas palabras en la cabeza; de tanto oírlas, se acaban quedando grabadas, como la cinta de ampliación de vocabulario de Homer. Si alguien me pregunta por una frase que resuma la noche de ayer, saltaré como un resorte: antes muerta que sencilla. Horreur. Menos mal que tuvimos el contrapunto en la sobredosis de Amaral en el primer bar, en la canción de los Fraguel, y en un inesperado Highway to Hell. Menos mal.