Una banda de paraninfos

Escuchando: Canción de palacio #7 (Nacho Vegas)

Y si hay un fuego aprenderé a arder.
Y si empiezo a arder aprenderé a apagarme.
Y vivo así en mi palacio de papel…

Un concierto de Nacho Vegas podrá ser muchas cosas, pero nunca normal: sus idas de pinza son monumentales, siempre. Me gustó, hubo problemas de sonido, pero me gustó. Iba predispuesto… El repertorio estuvo bien, incluso tocaron al norte del norte. Y no faltó esa canción que de las veces que la he escuchado en directo, ya es 25 y medio.

Apurando el año, hoy otro concierto: Sr. Chinarro. A ver qué tal. Eso sí, para compensar la carga melancólico-musical, esta tarde he estado de compras… tenía que comprar mi regalo para un amigo invisible, y había ido a una tienda con una vaga idea de lo que quería… he encontrado algo tan friki y tan perfecto para esa persona, que no he podido evitar soltar una carcajada.

Lo he comprado, y me he vuelto a casa riendo.

Seguiremos regalando.

Al menos estoy en mi insano juicio

Escuchando: I’m gonna make you love me (The Jayhawks)

Y así van pasando estos últimos días del año, entre sorteos frikis para amigos invisibles, y recopilaciones de música para fiestas de fin de año. Que luego no les gustará, pero vaya pedazo de disco que me estoy currando, para todos los gustos, edades y nacionalidades, oiga.

Poco más que contar. Ayer de concierto, muy bonito muy tranquilo, muy sentado, muy lluvioso. Perfecto para disfrutar. Y, ¿por qué no?, para echarte de menos.

Y hoy más: Nacho Vegas. Tengo ganas…

Seguiremos informando desde Norteña.

¡Ay madre, que es el coche de Fernando Alonso!

Escuchando: Corpus Christi Carol (Jeff Buckley)

– ¡Ya se le oye por el tejado!
– ¡Están llamando a la puerta!
– ¡Eso ha sonado en la ventana!

La verdad es que fue divertido, pero para otro año, deberíamos ensayar todos el mismo guión para no volver loco a mi sobrino. Claro, que a esas alturas estaba ya tan nervioso y tan tenso, que le daba todo igual.

En mi casa es tradición darnos los regalos en Nochebuena. Es cuando nos juntamos todos a cenar, esa noche y en la comida de Año Nuevo. Y claro, ninguno queremos renunciar a ver la cara de Héctor cuando descubre el salón lleno de paquetes envueltos en papeles de colores. Una cara de ilusión digna de foto.

Una lástima que cada año nos cueste un poco más seguir siendo niños.

Seguiremos informando.

Mucho mejor. Ahora sí.

Escuchando: What’s this? (Danny Elfman)

Ahora ya podré soportar mejor a los compradores compulsivos peléandose por entrar a las tiendas, y a los niñatos borrachos con gorros de Papá Noel. O camauros, o como se llamen.

Esta película tenía que ser obligatoria todas las navidades, sí.

Seguiremos informando.

Postal y cual

Escuchando: Slow man (Mist)

Objetivo para esta noche: terminar mi postal navideña.

Objetivo cumplido. Ha quedado… original, creo yo. Sencilla, muy sencilla, pero distinta.

Si a lo largo del día de mañana no se la encuentran en sus buzones de entrada, avísenme. Lo mismo se me ha traspapelado su dirección. O sus programas de correo lo han tomado por spam, que todo puede ser.

Pero mañana, mañana lo envío, que hoy tengo mucho sueño, y no son horas ya de andar despierto.

Seguiremos informando.

Historia de tres postales

Escuchando: The district sleeps alone tonight (The Postal Service)

Postal #1. Todos los años, la Universidad nos hace un pequeño obsequio por estas fechas. Un grabado, un disco de villancicos, un libro. El típico detalle elegante y totalmente prescindible, una tontería en la que se dejarán, seguramente, una buena suma de dinero. Este año no, este año sólo nos hemos encontrado con una escueta postal navideña. En ella, explican que el dinero lo han dedicado a una causa benéfica. Loable iniciativa, bravo. Eso sí, no habría estado de más indicar también a qué iniciativa benéfica se ha destinado. No vaya a ser que se trate de una cesta para el rector.

Postal #2. La del V-Pino. O sea, la postal que hacemos los que trabajamos en la sala de la Universidad donde trabajo. Todos los años hacíamos una. En 2002 pusimos el liston tan alto que nunca lo llegamos a superar, aunque el año siguiente no lo hicimos mal. En 2004 no estaba inspirado y no hice nada (porque siempre soy yo el encargado del tema), y este año hemos retomado, con sencillez y humildad, la buena costumbre.

Postal #3. Mi postal. Todos los años felicito las fiestas a amigos y familiares con mi propia postal navideña. Y la de esta temporada, la tengo ya a medio terminar, así que permanezcan atentos a sus buzones de entrada.

Seguiremos felicitando.

Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia

Escuchando: Blade Runner end titles (Vangelis)

Ha sido un fin de semana muy cinematográfico. Esto es lo que me he pasado por delante de los ojos…

Tapas. Tenía cierta curiosidad por ver esta película, había leído críticas interesantes sobre su guión. Pse. Ni fu ni fa. Entretiene, no mata, pero a las dos horas ya la has olvidado. Podría ser un episodio de cualquier serie normalita de la tele.

Primer. Necesitaré verla 4 ó 5 veces más para entenderla. No llega a lo de Mulholland Drive, pero se acerca. Una película en la que dos ingenieros que trabajan por la noche en su garaje por hobby, descubren algo que se les va de las manos… y que el guionista no se toma la molestia de explicar. En cualquier caso, una peli rara, rara, rara, pero altamente recomendable. Bueno, para ti no, claro.

Carmen. El dvd es de mi hermano, lo tenía en casa hace un año o más y no la había visto. Como he estado en Sevilla hace poco, y está rodada allí, parecía un buen momento para verla. Y bueno, es entretenida, sin más. Siempre he tenido debilidad por Paz Vega, eso ayuda.

Blade Runner. Ayer no tenía intención de salir de casa, pero una llamada de un amigo me propuso ir a verla al cine, en versión original. Y esta película es una otra de mis debilidades, no me pude negar. Es de 1982 y no pasa el tiempo por ella. Pero sí por la copia que proyectaron, qué desastre. El color se volvió anaranjado a mitad de la cinta, y el sonido levantaba dolor de cabeza. No sé ni cómo se atreviaron a proyectar eso. Eso sí, se trataba de la versión original de 1982, no la del director. Con voces en off, y sin el sueño del unicornio. Me encanta Pris, me encanta la escena final en la azotea. Que gran película, qué buena. De culto.

El hombre tranquilo. Uno de esos clásicos que tenía pendientes de ver, lo han pasado hoy en el cine en versión original. John Wayne, Irlanda, una pelirroja y muchas pintas de cerveza negra (tendré que volver al pub con el nombre de la película, que hay en Madrid). Muy divertida. Aunque no tanto para que esa señora tres filas más atrás pegase esos gritos. Exagerada.

Tenía alguna película más preparada, pero no ha habido tiempo para todo. Y esta semana, tendré que hacer un hueco para mi antídoto contra el empalago navideño. En versión original, y a todo trapo. Si alguien se apunta, que avise.

Seguiremos informando.

Limpiezas espirituales y lanzamiento de caracoles

Escuchando: Are you near? (The Gift)

Esta semana parece estar llena de martes. Todos son 13. Afortunadamente, no soy supersticioso. De hecho, tengo manía de pasar por debajo de las escaleras, y no pasa nada. Bueno, más o menos.

Hace un año me traía de Lisboa, entre otras cosas, un disco, como recuerdo. A saber por qué, no le hice el caso que se merecía. Ahora, por unas cuantas casualidades encadenadas, lo he vuelto a recuperar… es doble, como dos guantes. Y como ellos, encajan perfectamente en un día como hoy. Tienen el mismo número de dedos, y ni les falta ni les sobra un milímetro para ser la segunda piel de mi estado de ánimo…

He terminado el día viendo una película que me ha dejado un poco indiferente. Esperaba algo más, supongo. Qué raro.

Seguiremos desconcertando.

PD: El disco: AM-FM, de The Gift. Una delicia.

And I wonder if you told me that…
like in «Lost in Translation» – please do that!
They look at those neon lights, the love on their face
And loving all life, loving or lie, just one more lie…

Tell me baby please, are you near? Are you near?
So tell me baby please, are you near?
Cause I don’t know, are you near? Are you near?
So open your fucking mouth, are you near?

No me gustan algunos lunes

Escuchando: I don’t like Mondays (Boomtown Rats)

Ya me imaginaba yo que este lunes iba a ser duro. Para empeorar la cosa, resulta que esta semana tengo un curso de doctorado, lo había olvidado completamente; cuatro horas diarias dedicadas, más que nada a intentar mantenerme despierto (un curso de fórmulas y más fórmulas, dado por videoconferencia, es un soberano coñazo)

Y claro, súmese a todo esto que mi regreso a Santander lo estoy orquestando a base de estornudos y toses varias… definitivamente, esta semana se me va a hacer larga.

Quiero volver al sur a fotografiar palomas blancas.

Seguiremos informando.

Una semana en el motor de un autobús

Escuchando: Lemon Tree (Fools Garden)

No es lo mismo madrugar para salir de vacaciones, que madrugar para volver de ellas. El viaje de ayer fue más aburrido que el de ida, ya sólo queríamos llegar para meternos en la cama a hacer cura de sueño, que falta nos hacía.

Eso sí, veníamos de unas vacaciones que difícilmente podrían haber salido mejor. Descansar no hemos descansado mucho, pero que nos quiten lo bailao. Vaya vidorra durante esta semana, oiga.

Y es que no hemos parado. Ayer cuando llegábamos a Santander habíamos recorrido casi 3500 kilómetros. Y si hablamos de fotos, el cálculo sale a más de una foto por kilómetro, así que háganse una idea.

A modo de breve resumen fotográfico, esta semana hemos estado en…

1) Madrid. Visita fugaz.

2) Tembleque, Toledo. Parada para comer en el viaje de ida.

3) Grazalema. El pueblo blanco blanquísimo en el que teníamos alquilada la casa. Nuestro cuartel general, con un un inconveniente: estaba en medio de la sierra, salir y entrar no era fácil…

4) Villaluenga del Rosario. Empezamos a explorar los pueblos blancos.

5) Ubrique. Cómo nos pusimos, tapeando donde Juande.

6) Cádiz. Visita a la ciudad, diurna y nocturna. Muy divertido, y con final polémico.

7) Zahara de la Sierra. Otro pueblo blanco, donde descubrimos que una sopa no tiene por qué parecer una sopa.

8) El Bosque. Otra parada en la ruta de pueblos blancos.

9) Arcos de la Frontera. Uno de los rincones de Cádiz que más nos ha gustado, sin duda.

10) Sevilla. Sin comentarios.

11) Ronda, Málaga. Espectacular atardecer con vistas al puente.

12) Buitrago de Lozoya, Madrid. Parada para comer en el viaje de vuelta.

Será difícl superar esto. Pero lo intentaremos.

Seguiremos informando.