Escuchando: Satellites (Love Of Lesbian)
Sí. Pero no, no voy a ponerme trascendental. Más bien es deformación profesional.
Este largo puente, en el que me he visto obligado a hacer, más que nada, tiempo, he matado el aburrimiento a base de ísmos: consumismo y frikismo. Y en arranque de lo primero, y con el orgullo que da lo segundo, me compré en un impromptu (léase tienda) un receptor GPS.
¿Qué? ¿Un GPS? ¡Si no tienes coche! Si me hubiesen dado un euro cada vez que me han dicho eso, ahora tendría tres euros. Menos da una piedra. De hecho, es que suele dar pedradas, y para eso…
Pero bueno, hablando de pedradas, sigamos con la mía. Un GPS. Pequeño, minúsculo, sin ningún tipo de pantalla, y con bluetooth. ¿Para qué? Pues con dos objetivos. El A y el B.
Objetivo A: Presentarle a mi PDA, que se conozcan y que se hagan amigos. Objetivo cumplido. Aunque al GPS le costó pillar señal de los satélites (mi casa es un búnker, definitivo), una vez enganchado a la red GPS, se convirtió en la brújula de mi Palm. Y metro más, metro menos, ayer fue acertando todas las calles por las que fui dando un paseo. Habrá que tener a mano el plano de Madrid, pronto lo daré uso.
Ahora siempre sabré donde estoy, sólo me hará falta saber dónde ir.
Objetivo B. Esto ya es más friki, si cabe. Todo comenzó aquí. Lo leí y me enganché al tema de geoposicionar y geolocalizar fotos. Y es el principal uso que quiero dar a mi GPS: conectarlo cuando haga fotos, para posteriormente añadir a cada imagen, de forma automática, la información geográfica del punto exacto donde fue tomada.
¿Lo conseguiré? Llegan ustedes tarde, también ha sido un objetivo cumplido. Si tienen instalado Google Earth (y si no es el caso, deberían hacerlo, es muy divertido), prueben a abrir este fichero. Son algunas fotos de prueba en mi paseo de ayer. Atrévanse a decirme que la idea no es buena.
Definitivamente, una buena compra. El único problema es que el aparatín no se lleva demasiado bien con mi iMac. El software que trae es sólo para Windows. Yo creo que tiene que haber alguna forma de hacerlo funcionar, será cosa de investigar más a fondo. Tiempo habrá. De momento, puestos a matar moscas a cañonazos, he instalado Parallels. Y así puedo conectar mi GPS en el Windows que corre en una ventana de mi Mac.
Que sí, que sí. Muy friki. Pero funciona, y yo me lo paso bien. Y así a lo tonto, hemos llegado a la tarde del domingo, que era lo que pretendía.
Seguiremos informando.