Duda con dos letras (punto es)

Escuchando: Guess why (The Gift)

Tenía la duda hacía tiempo. Y el otro día viendo uno de los cartelones de propaganda electoral, me volvió a atacar.

Que conste que esta vez mis inclinaciones ideológicas no tienen nada que ver. Es una cuestión puramente técnica: ¿por qué la página web del partido popular tiene esa dirección?

Y me explico. Su página web es pp punto es. Sin más. Pero según esnic (el organismo que gestiona los dominios .es), y citando literalmente:

Capítulo IV
d) La longitud mínima para un dominio de segundo nivel será de tres caracteres y para un dominio de tercer nivel, de dos caracteres.

«PP» es a todas luces de segundo nivel, luego… ¿dónde está el truco? Hagan la prueba, intenten reservar o consulten un dominio de dos letras, cualquiera. No está permitido. Es más, si buscan en esnic el dominio pepero en cuestión, es esto lo que aparece:

¿Curioso, verdad? No sé a qué se debe este favoritismo. ¿Cuando los dominios .es eran (aún) más caros y kafkianos en sus normas, se podían reservar con menos de tres letras? ¿Las normas se relajan cuando hay intereses de por medio? ¿La propiedad se debe a que Mariano sea registrador de la ídem?

Ni idea. Pero sólo me suena otro caso similar: HP.

Si alguien me puede iluminar, eternamente(*) agradecido.

Seguiremos informando.

(*) Oferta válida hasta fin de existencias.

No es suficiente

Escuchando: Far cry (Rush)

Estos días los tengo usurpados por ocupaciones y deberes, tan monótonas unas y aburridos los otros que no dedicaré ni una sola línea a hablar de ellos. Baste decir que en breve espero poder recuperar mis trocitos de tiempo libre para prodigarme más -en tiempo y en espacio- por estos rincones.

Seguiremos informando.

PD: Sorpresa del día. Los genios han vuelto.

Un fin de semana en la ciudad

Escuchando: Stay (Lazy)

Había dejado esto abandonado unos días; no puede ser, que a este paso se van a extrañar ustedes de que escriba… tanto tiempo, es normal.

Pues es que estaba aquí solo, y me había puesto a descansar. Ha sido una semana larga, llena de pequeños contratiempos, de zancadillas de Murphy, de pequeñas preocupaciones, de mucho trabajo. Una de esas semanas en las que se desea con todas las fuerzas que llegue el viernes.

Y ya está aquí, ya ha llegado. Yo me he dado cuenta tarde, me he dormido un poco esta mañana. Es lo que tiene ir a conciertos los jueves por la noche. Concierto, por otra parte, que necesitaba para descargar un poco de adrenalina, y para volver a ver sobre el escenario a unos amigos. Grandísimo final. Si los Pink Floyd se hubiesen fumado unos porros con los Beatles, ya puedo imaginar cómo sonaría el resultado.

El fin de semana traerá algo de trabajo, pero también la visita a nuestro bar, alguna película, quizás una partida con unos amigos, puede que un domingo de sol, incluso algo de espectáculo.

Y el lunes podré empezar la semana con las baterías totalmente recargadas.

Seguiremos informando.

PD: Estamos en tiempos de ahorro energético, y siempre he estado en contra de la contaminación lumínica. Por tanto, me parece fatal que los príncipes alumbren, sabiendo que no va a ser de bajo consumo.

¿Quieres mirar la lavadora comigo?

Escuchando: Don’t save us from the flames (M83)

Es una película sencilla, de esas que uno agarra en la estantería del videoclub sin saber por qué. Y que luego resulta ser una historia bonita, un poco triste, con actores desconocidos, a veces con demasiada estética de videoclip, pero con una banda sonora fantástica. Quien diga que no se hace buen cine en este país, es porque no elige las películas adecuadas.

Seguiremos informando.

Soleado

Escuchando: Sunshine (Josh Rouse)

Resaca de viajes, trabajo, y fotos acumuladas. Ése sería el resumen de estos últimos días. Poco a poco voy seleccionando, revelando y preparando las imágenes que me traje de recuerdo de Barcelona. También tengo listas unas pocas de una breve visita a las playas que tenemos por estas tierras del norte.

Poco a poco irán apareciendo, por aquí o por allá.

Poco más que contar; bueno sí: por fin he visto una película que me habían recomendado mil veces. No era para menos. Maravillosa.

Seguiremos informando.

Rummy, Rummy, Rummy!

Escuchando: Ruby (Kaiser Chiefs)

A veces los mejores días son los que no se planean. El sábado, después de una manifestación y unas improvisadas cañas, acabamos en casa de unos amigos, estrenando su habitación Zen y convirtiendo un juego de mesa en uno de suelo.

Nunca había jugado, pero me gustó. Y engancha. Es entretenido, el Rummikub.

Al día siguiente, hablando con un amigo sobre juegos, salió a relucir el tema de Falomir. Y es que se trata de una marca de juguetes de lo más peculiar. El Intelect que compramos no hace mucho no es más que un Scrabble patrio (la única diferencia es la ausencia de dos comodines, y un precio mucho menor).

Resulta además que el Scrabble no es el único juego en el que se han inspirado. Una visita a su web nos hace descubrir nombres que nos suenan de algo, seguro: Superpoly, Rummy, Colgado, Cuál es cuál, Monos saltarines, Médicos de animales (para operar), Masterman, Pincha el pirata, Pintatodo, Hundir los barcos, Coloca 4, El canguro saltarín (¿no era una mula?)…

Tengo la secreta sospecha de que la plantilla de Falomir se compone de un hombre haciendo juguetes, y cincuenta abogados.

Seguiremos jugando.

Informe topográfico

Escuchando: Uma Thurman me toca la banana (Los Petersellers)

Ha llovido en lo que habría sido un día normal; si los tuviere.

Por la mañana, trabajando. A veces le doy mil vueltas a las cosas, hay días que todo se tuerce, otros que algo hace click, y sale a la primera. Me encanta que los planes salgan bien. O que parezca que vayan a salir, al menos.

Regresión a la infancia número #1: últimamente no quito ojo a eBay. Lo puedo dejar cuando quiera. Pero no quiero, claro. Ach so.

Por la tarde, curso de fotografía. Hoy, prácticas de tiro pasadas por agua; ergo, se convierten en reportaje fotográfico sobre un edificio muy visto, pero con mil rincones. ¿Por qué la gente se sorprende tanto al ver a alguien tirarse al suelo con una cámara en una biblioteca? Nota al margen: una reflex hacer mucho ruido cuando nadie habla. Nota al margen, bis: qué gran tipo, Manfrotto.

Última hora de la tarde: buenas noticias por sorpresa, y regresión a la infancia número #2. He regalado medio juego, me han obsequiado con otro medio. Y en la caja aparece un futuro de subjuntivo. Eso es una señal. ¿De qué? Ni idea.

Por la noche: más trabajo, anaranjando páginas e imaginando otras. Y ahora que me sobra un rato, preparo alguna foto más de las que hice en Roma: próximamente en sus pantallas. Lo que ven sobre estas líneas es un descarte. ¿Qué fue primero, el sidecar demasiado lento o el fotógrafo demasiado ansioso? La gallina.

Mañana será otro día, y tomaré el revelo.

¿Cómo dice, joven? ¿que no ha entendido nada? Bien, nadie dijo que yo fuese una persona especialmente comprensible.

El gato tragón y un servidor seguiremos informando.

La palabra «ferro» existe

Escuchando: Boy Toy – I’m the boy (Marc Almond & Trash Palace)

Este sábado estuve jugando al Palabras Arriba. Lo descubrimos en un café de Santander, y volvimos para jugar un par de partidas con tiempo. Es un juego tipo Scrabble, pero en el que se pueden apilar las letras unas encima de otras. Divertido. Fue además uno de los juguetes de mi infancia, y me hacía ilusión echar una partida (aunque acabase perdiendo, tras consulta al diccionario de la RAE en el ordenador de la dueña del local).

A raíz de eso, y de hacer memoria, acabamos buscando por Internet juegos antiguos. Y me acabé acordando de uno genial, que nos trajeron siendo niños de Suiza. Ya había olvidado cómo se llamaba, pero en cuanto lo he visto he recordado todo: el tubo, las varillas, el plato que hacía de base, las canicas, el ruido que hacían al caer…. ¡KerPlunk! Hay gente que lo vende en eBay, creo que será cuestión de investigar…

Y ya puestos, he seguido indagando. Y he encontrado otro juguete que llegó de Suiza, uno de los primeros LEGO Technic que se vieron por aquí, propiedad de mi hermano, que posteriormente heredé, y que fue el origen de mi afición por LEGO. Desgraciadamente, ese y otros muchos desaparecieron de casa hace tiempo. Supongo que en algún momento di la falsa impresión de que iba a madurar. Lástima.

Creo que echaré un rato en la sección de juguetes de eBay, definitivamente.

Seguiremos jugando.