Historia de una fotografía en 30 segundos

Escuchando: Fade away (Texas)

Apenas he hecho fotos en Alcalá. No he tenido tiempo, tampoco estaba muy inspirado; aún así, ayer antes de la cena me escapé un momento con todos los trastos. Acabé en la Calle Mayor, delante de la casa donde nació Cervantes. Unas esculturas del Quijote y Sancho Panza adornan la entrada.

Me planté allí con cámara y trípode. Tiré algunas fotos, normalitas. Y decidí probar algo distinto, a ver qué salía. Preparé la cámara para que tomase la siguiente foto durante 30 segundos. Le dí al disparador.

Click.

En esos 30 segundos, aparecieron dos chicos y dos chicas. No se fijaron en mí. Ellas se sentaron entre las dos esculturas, y posaron. Ellos hicieron un par de fotos con su cámara. Ellas se levantaron, y se fueron con ellos. Y desaparecieron.

Click.

Seguiremos fotografiando.

¿Quién soy?

Escuchando: Si te vienes conmigo (Manolo García)

Sí, ésta era la pinta que teníamos el sábado por la tarde, después de estar toda la ídem pegándonos bolazos de pintura. Nunca lo había probado. Es muy divertido. Pero cansado. Tengo las piernas como postes de teléfono, hoy. Duras y con calambres.

La foto es cortesía de la que fue nuestra monitora. Podría llenar líneas y líneas hablando bien de ella, pero tampoco es plan. Qué mona, qué maja, qué simpática. Casi hablamos tanto de ella como de Chuck Norris.

El resto del fin de semana ha estado bien. Risas, tapas, comilonas, cañas, copas, y algún que otro percance. Yo acabé siendo de los moderados. O inmoderadamente moderados. O moderadamente inmoderados, o inmoderadamente inmoderados. Que me lo tomé con calma, vaya.

Seguiremos informando.

Un fin de semana convencional

Escuchando: A punch-up at a wedding (Radiohead)

Dicen las convenciones que la gente de mi edad se casa y esas cosas. También cuentan que cuando un amigo se casa hay que organizar una despedida de soltero. Y esas cosas.

Nunca he sido muy convencional, pero bueno: este fin de semana toca despedida en Madrid, en Alcalá de Henares. No es que esté especialmente animado, pero sé que al menos acabaremos haciendo algo diferente.

Hasta el domingo.

Anunciado en T.V.

Escuchando: Everybody’s gotta learn sometimes (Beck)

A veces pienso que lo único que se salva de la televisión son los anuncios. Y no todos, claro.

Me ha llamado la atención uno. Creo que es de un coche. No estoy seguro, sólo me he fijado en dos cosas. La primera, que su última imagen es muy parecida a una de mis fotos. La segunda, que la canción que suena es de Beck, y es el tema principal de la banda sonora de Eternal Sunshine, etc.

Qué cosas.

¿Has probado a apagar y volver a encender?

Escuchando: Paranoid Android (Radiohead)

He visto los cuatro primeros episiodios, y me he descojonado sin remedio en cada uno de ellos. The IT Crowd, una telecomedia sobre el departamento de informática de una gran empresa. Una pareja de protagonistas y un hábitat de trabajo tan tan tan friki, que estoy por demandarles y pedir derechos de imagen.

Para ponernos en situación: la serie está ambientada en el sótano de la empresa, totalmente repleto de chatarra informática, trastos inútiles, muñecos, carteles fikis (MP3 is not a crime), desorden… allí trabajan Roy (siempre con camiseta, se le puede llamar cualquier cosa menos persona normal), y Moss (vestido por su madre, inteligente y con dificultadas para comunicarse con cualquier cosa que no tenga un teclado). Su tranquila vida se ve interrumpida por la llegada de Jen, su nueva jefa, que no tiene ni puñetera idea de ordenadores. La mezcla da como resultado unos diálogos totalmente desternillantes. Bueno, para mí al menos.

Y es que ver cómo alguien se desespera ante la inutilidad de la gente con un ordenador, busca la respuesta de cualquier pregunta en Google, o avisa a los bomberos de un incendio por correo electrónico, me resulta tan divertido como preocupante, por los parecidos razonables.

Totalmente recomendable, aunque de momento sólo circula por ahí en versión original, y muchos chistes cuesta pillarlos por la combinación de los dos idiomas: el inglés y el friki.

En fin. Seguiremos informando. Y si tienen algún problema, recuerden: llamen al 0118 999 881 999 119 7253.

Aleluya: hostias bien dadas

Escuchando: Fuck you man! (Expérience)

Doctores tiene la iglesia. Y catedráticos, también. Sabios que dedican las horas de jubilación a hacer partícipes a los demás de su sapiencia, de sus experiencias vitales. Qué bonito. Qué bucólico y pastoral.

«Se quejaba una mujer en un periódico de la agresión que sufre la mitad de los humanos, o sea las mujeres, por parte de la otra mitad. Prueba de ello son las 63 mujeres muertas a manos de sus parejas en España en el año 2005. Sin negar que ello sea verdad, conviene hacer dos precisiones. Primera: nadie ha confesado qué hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua. (El varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora). Queda además una 2ª observación: ¿No han tenido en cuenta que hubo en España, durante el mismo periodo, 85.000 abortos reconocidos? Por cada mujer muerta a manos de un hombre hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor»

Pues de hostias va la cosa. Las de la iglesia, las de la violencia doméstica, y la de la mala ídem que se me ha puesto al leer las anteriores líneas, que han salido -pónganme expresión de asombro, por favor- de la hoja parroquial Aleluya, editada por el Arzobispado de Valencia. El autor o perpetrador de la diatriba es un tal Gonzalo Gironés, efectivamente catedrático de Teología jubilado.

Es más, no sólo he tenido ocasión de leelo. Mientras comía, Don Gonzalo se me ha aparecido en la televisión de la cocina. Un tipo campechano, sacerdote, con la pinta que se imaginan ustedes que tiene un sacerdote dado a la buena vida y disfrutando de su jubilación. Pues bien, este afable personaje ha repetido ante las cámaras sus opiniones, así, como si fuesen lo más normal del mundo. Seguro cuando Santiago Segura decía aquello de «si es que las visten como putas» en Airbag, éste no pilló el chiste: asentía con vehemencia.

En fin. Poco se puede decir ante algo así. Chochea, supongo. Y si no es así , espero que alguien se moleste en meterle una buena demanda. Uno casi está tentado de aplicarle su propia medicina, y darle tal hostia que se le quede el alzacuellos dándo vueltas…

Señor juez, yo no quería atacar a este pobre clérigo, pero es que provoca con su lengua. El laico, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora…

Nos ha jodido, el Gonzalo. Váyase a hacer puñetas.

Días diferentes

Escuchando: Sleepless night (L’Altra)

Ya me he vuelto a enredar con otro disco. Lo descubrí gracias al foro de ANDN, y no he dejado de escucharlo desde entonces. Es tranquilo, es precioso, me recuerda a otros discos y grupos que me gustan mucho…

Different days, de L’Altra. Mi disco preferido de esta semana. Que lo sepan.

Seguiremos escuchando.

Tengo una película

Escuchando: Tengo una casa (Los Enemigos)

Diez años después, la he vuelto a ver. El experimento de pasar la cinta de vhs a dvd no ha salido todo lo bien que esperaba, pero menos da una piedra.

Era más o menos como la recordaba. La tarta no era de chocolate, era de huevo. Y ahí están: un jovencísimo Ernesto Alterio, un Nancho Novo ya haciendo de Nancho Novo, y una Silke que empezaba a hacer de Silke. Una cabaña, un Seat 1500, unas botellas de whisky, una guitarra y poco más.

Quizás no es tan buena como me pareció en su día, pero sigo pensando que es una película que hay que ver. Tiene la frescura que les falta a casi todas las que se facturan por aquí.

Sí, definitivamente ha estado bien volver a verla.

Seguiremos informando.