De cero a cien en media hora. No en velocidad, en actividad intelectual. Eso ha sido lo que he hecho esta tarde…
Me explico: primero, sesión de playa. No llegué a dormirme, pero tampoco llegué a mantenerme totalmente despierto. No lo suficiente para darme cuenta de llamadas perdidas. Vamos, una sesión de sol (y música, claro) semicatatónica de la que salí para cambiar total y radicalmente de actitud. Y es que me fui de la playa a la sesión de hoy de los Martes Literarios, de la UIMP.
La UIMP, que hoy ha hecho gala más que nunca de esa i, latina, mayúscula. Porque la charla de hoy, en riguroso italiano (por favor, preparen un documento acreditativo para que les podamos prestar un dispositivo de traducción simultánea, gracias…) ha corrido a cargo de Alessandro Baricco.
Baricco es uno de los escritores que más me ha llamado la atención últimamente. Sólo he leído tres libros suyos, pero han sido suficientes para que hoy me acercase con mucha curiosidad al paraninfo de la Magdalena…
Ha merecido la pena. Es todo un tipo. Un hombre inquieto, polifacético, amante de todos los medios a su alcance, y con una influencia muy importante de la música en su obra… música que le da argumento, ritmo, estructura… o música de fondo a sus obras recitadas, como en aquel cd de Air que me traje de París….
Lo que no tiene es mucha modestia. ¿Por qué empezaste a escribir? Porque lo hacía muy bien. Sí, es una buena razón, efectivamente…
Ha dicho cosas muy interesantes… en particular, sólo porque haya compartido su visión de su novela City con nosotros, ha merecido la pena… y es que Baricco compara el proceso de leer City con el de llegar a una ciudad desconocida…. uno da un paseo, intenta descubrir su forma, conoce lugares aislados que no es capaz de interconectar…. y poco a poco reconoce detalles, une rincones, calles, y consigue formarse una idea de la ciudad. No la conoce, pero se hace una imagen mental de ella… Y así es como Baricco pretende presentar a sus personajes, a sus historias, a las calles de esa ciudad….
En comparación, según él, una novela al uso sería como un viaje turístico organizado para japoneses… aquí el museo, a la derecha el parque, a la izquierda la catedral, ahora al hotel y a dormir…
Me hace gracia además porque el símil que usa él para describir City, me vale a mi para explicar cómo descubrí a Baricco. He leído sus libros siempre por casualidad. Seda lo compré junto a otros dos libros en una promoción de quiosco. Noveccento lo compré por la historia, sin darme cuenta de que él era el autor. Y City lo compré porque quería leer la historia a la que habían puesto banda sonora de Air, quería conocer la historia de la puttana di Closingtwon…. Detalles aislados que cuando los conecto, dan como resultado la imagen que me he creado de Baricco, imagen que he ampliado hoy con su charla…
Eso sí, duró más de lo que pensaba, así que se me hizo tarde para pasarme por la Filmoteca a ver Lost in translation… lo cambié por un paso hasta casa… paseo muy agradable, porque hoy ha sido uno de esos raros atardeceres santanderinos en los que el día acaba sin una nube… pena no haber llevado la cámara….
Seguiremos informando…