Escuchando: Shadow on the wall (Mike Oldfield)
Color en el aire, imágenes hermosas proyectadas tras de mí, sobre mí, en mí…
Pero no las puedo tocar, es imposible.
Y lo máximo a lo que puedo aspirar es a crear sombras.
Escuchando: Shadow on the wall (Mike Oldfield)
Color en el aire, imágenes hermosas proyectadas tras de mí, sobre mí, en mí…
Pero no las puedo tocar, es imposible.
Y lo máximo a lo que puedo aspirar es a crear sombras.
Escuchando: Good Friday (CocoRosie)
Con tenedor, cocreta y jarras de sangría, en lugar de cinta y tijeras; no se trataba de inaugurar un pantano, sino de clausurar la temporada Cenas Navideñas 2004-2005. Ayer no estábamos todos los que somos, hubo bajas de primera, intermedia y última hora, pero acabamos como era de esperar. Echando la sangría en la mesa; contando las batallitas de siempre; en el fondo del mismo bar; en otro bar; y en otro…
Las fotos, inclasificables como siempre, en breve en mi página…
Seguiremos informando.
PD: Y sí, estaba escuchando esa delicia de canción. Y el título es muy apropiado, además…
Escuchando: Droning forever (Schwartz)
Pocas vaces ha llegado un mensaje a mi móvil como el de esta mañana, con una noticia preciosa..
El resto del día tampoco es que haya tenido mucho más destacable… he estado haciendo fotos para un concurso, he quedado muy satisfecho de alguna de ellas (pero no enseñaré nada hasta que no acabe el plazo de presentación de originales :p) y también me he comprado una bolsa (sí, otra, ¿qué pasa?) en condiciones para la cámara nueva… bueno, para esa, para la vieja, y para todo lo que quiera, porque ahí cabe de todo…
Y ahora… toca cerrar la temporada navideña con la última de las cenas planeadas… la cosa promete, aunque yo no tanto, porque me temo que eso de vivir en una casa donde el resto de la familia lleva un mes y pico entre constipados, catarros y gripes, y salir ileso, se me está acabando. Lo veo venir…
En fin. Seguiremos informando.
Escuchando: The loveless curse (The Unfinished Sympathy)
Deberían habérmelas dado por todas las que me bebí en el Tanned Tin, pero no. Han llegado a mis manos gracias a un amigo de mi hermana, que tiene una cafetería…
En cualquier caso, se suman a los cachivaches de mi habitación estas tres botellitas de Heineken, de diseño… que son muy chulas…
Y sí, tienen cerveza dentro, pero de momento se quedarán bien cerraditas. Para beber, siempre es mejor una Grimbergen o una Guinness 😉
Seguiremos informando…
Escuchando: It’s oh so quiet (Björk)
Seis de Enero. Quedán atrás los agobios de las últimas compras, las aglomeraciones de gente, las prisas… y tenemos por delante las rebajas, los agobios de las primeras compras, las aglomeraciones, las prisas…
Visto así, el día de hoy es una isla de calma, que sólo tienen permiso para romper los niños…
¡Qué disfrutéis de un tranquilo, fructífero y divertido día de Reyes!
Seguiremos informando.
PD: Día tranquilo, a no ser que seáis alguno de mis vecinos. Tengo intención de ver esta tarde, que ya iba siendo hora, mi edición extendida de El Retorno del Rey. En versión original y a todo volumen. Se siente…
Escuchando: 99 Luftballons (Nena)
Escuchando: Rock for food (The Unfinished Sympathy)
El plan para la tarde de hoy era de lo más prometedor. Primero, aprovechando que tenía que ir de videoclubs a devolver películas, me escapé con la cámara por el centro, a sacar fotos del ambientillo de compradores de última hora, y también a preparar bocetos de una foto que quiero presentar a un concurso…
Y después, a ver la Cabalgata de Reyes… o en concreto, a ver cómo la ve mi sobrino… Le he hecho unas cuantas fotos, también he tirado algunas de la cabalgata, pero al final ha habido un detalle que me ha puesto de mal humor. Y no ha sido el que mi cámara haya acabado salpicada de nieve en spray, lanzada desde una las carrozas (no ha pasado nada grave, me he perdido un poco de cabalgata limpiándola a conciencia, pero nada más…)
No, lo que me ha puesto de mal humor tiene que ver con los sprays de nieve, pero no es eso. Y me explico. Viendo la cabalgata había muchos niños. Había muchos padres, hermanos, tíos, tíos, abuelos… Y también había bastantes yénifers y yónatans, chandaleros, kíes, o como se les quiera llamar. Y esos no estaba allí para ver la cabalgata, estaban para tocar los cojones, con perdón. Después de entretenerse con sus elaborados y maquiavélicos planes (rociar con el spray a los miembros de la banda municipal, y cosas así) han acabado poniendo la guinda a su diversión. Vamos, yo es que me he partido de risa, no veáis. Sic.
No se les ha ocurrido otra idea más brillante que, aprovechando que Baltasar se había acercado a un lateral de su carroza para saludar a los niños, vaciarle un bote de spray directamente a la cara, a bocajarro y con toda la mala intención posible. El pobre hombre, se ha limpiado como ha podido, ha mantenido el tipo como ha podido, y ha vuelto a sentarse en su trono, con gesto de estar llorando; me imagino que en parte por escozor, en parte por rabia.
Lo dicho: hijos de puta hay en todas partes, y muchos. Lo malo es que mañana tendrán regalos y todo.
En fin. Menos mal que estando con niños estos enfandos se olvidan pronto. Y hablando de niños, seánlo ustedes esta noche. Duérmanse pronto, no se me levanten de madrugada a hurtadillas… y que mañana se encuentren su árbol de navidad enterrado en regalitos…
Compartan también un poco, no se olviden…
Seguiremos informando.
PD: Y no, a mí no me van a traer nada. Aunque me gusta más la tradición de los Reyes que la de Papá Noel, en mi casa sólo nos juntamos todos en Nochebuena y Navidad, así que mis regalos ya me los trajo el representante gordo de Coca-Cola. Eso sí, si encuentran en sus casas un paquetito a mi nombre, háganmelo saber, ¿eh? Nunca se sabe… 😉
Escuchando: Good Friday (CocoRosie)
Apurando el cigarro, con la nariz congelada por el frío, llegó hasta la puerta de la oficina de Correos; dejando caer a la vez la colilla y un suspiro, empujó la pesada puerta de cristal, y se dirigió al gris empleado tras el mostrador. A pesar de sus dificultades con el idioma, el resguardo, su dedo índice y una esforzada sonrisa lograron el milagro, y poco después ya se encontraba de vuelta, sujetando, acariciando con ambas manos el paquete anudado con cinta amarilla, intentando atravesar el cartón con la mirada, y poder así llegar hasta su contenido, lo único que aún la unía con todo lo que una vez conoció.
Escuchando: Heart of glass (Skye Sweetnam)
– Hola, me gusta mucho tu vida.
– Uy, gracias…
– ¿Me regalas algunos de tus días?
– Claro, claro…
– ¡Qué bien!
– Pero… ¿qué me vas a dar a cambio?
– ¡Ups!
Escuchando: Under the bridge (Red Hot Chili Peppers)